Follando duro con Alicia en la piscina
Cuando todo parecía ir mal, consigo un increíble polvo con Alicia en la piscina.
Por la mañana, me desperté más tarde de lo habitual, la increíble noche con Alicia me había dejado agotado. Antes de bajar a la piscina, abrí con mucho cuidado el cuarto de Alicia y vi que no estaba. Me puse a mil pensando que lo haríamos en la piscina. Pero al llegar la realidad era otra, Alicia y otro de los chicos ya se habían levantado.
Empecé mal el día, pero empeoró cuando me recordaron que era la última noche y que muchos se irían a dormir pronto, ya que les esperaba un largo viaje.
Me pasé el día enfadado con el mundo, me mandé unos cuantos mensajes con Alicia, sabiendo que no íbamos a poder hacer nada. Acababa de perder un día.
A la mañana siguiente me volví a levantar pronto, pero esta vez había mucha gente despierta que se iba yendo de la casa.
Los que nos quedábamos más tarde hablamos sobre quién se iba con quien. Alicia se ofreció a llevarme ya que mi casa le pillaba de paso. Esa idea me encantó y acepté sin demostrar demasiado entusiasmo a los demás.
--Más contento? -Me preguntó Alicia al tener unos segundos a solas, yo respondí tocándome el paquete, que de solo imaginarme ese trayecto, se me había puesto como la piedra. Sonrió y cada uno nos fuimos para un lado.
Llegó la hora de irse, yo estaba deseoso de cargar las maletas en el coche de Alicia y disfrutar de ese viaje, pero lo que sucedió fue mejor de lo que habría esperado. Ella había acordado entregar las llaves a los propietarios, por lo que tendríamos que quedarnos más de una hora solos. Al escuchar la noticia, mi corazón se puso a mil y no tardé en tener una erección. Para intentar disimular mi estado, me lancé a la piscina diciendo que aprovecharía el tiempo en un baño.
En cuanto todos se fueron, Alicia apareció totalmente desnuda. Yo me apoyé en el borde mientras observaba su increíble cuerpo acercarse.
-Como la primera vez, pero mejor. -Dijo Alicia mientras acariciaba mi polla por encima del bañador. -Sácalo fuera.
Le hice caso y me desnudé por completo, luego me lancé a sus labios. Ella buscó uno de los chorros de la pared y lo colocó a la altura de su sexo. Cuando mis dedos entraron dentro de ella, podía notar la presión del agua en mi mano.
-¿Me vas a follar como en la película que estabas viendo? - Alicia usaba un tonto provocador que me volvía loco.
Sin decir palabra, la llevé al centro de la piscina y empecé a follarmela de espaldas. La sensación del sexo en la piscina aumentaba el placer. Llevé mi mano derecha a su pelo y le hice hundir su cabeza en el agua mientras yo seguía penetrándola. Ella no ponía resistencia, es más, aumentaba el ritmo, pasados unos 10 segundos la saqué del agua.
-Que hijo de puta, como me pones. - Alicia cogió agua con la boca y la dejó caer sobre su cuerpo desnudo, se giró y me dió un beso.
Mantuve mi ritmo un rato y la volví a sumergir en el agua. Al sacarla de nuevo, oí una voz.
-Pero que puta eres, no has tardado nada en follartelo de nuevo. -Era Sonia, estaba de pie junto a la piscina con un neceser que se había olvidado.
Me paré en seco al verla, no sabía que hacer. Alicia, al contrario, mantuvo su movimiento de cadera contra mi pelvis.
-Te jodes, que tu no puedes. Y tú no pares -Dijo dándome golpes con las manos. Aún así, no podía reaccionar.
-Que asco me das, por vuestra culpa, las bragas empapadas. -Al oír eso de la boca de Sonia, me volví a poner a mil y empecé unas sacudidas más fuertes a Alicia sin perderla de vista, ella se sonreía mientras nos miraba. -Me voy antes de que tus primos vengan a ver por qué tardo tanto.
-Ya que estás ahí acercarme el móvil. -Alicia se despegó de mi y fue hasta el borde donde estaba Sonia. Cuando esta se agachó, pude ver su increíble canalillo. Alicia cogió su móvil y aprovechó que Sonia me miraba para darle un morreo que no esquivó.
-Lo que decía... Menuda puta. Y tú disfruta. -Me guiñó un ojo y se fue.
Alicia puso el móvil a grabar mientras yo empecé a empotrarla mientras miraba el culo de Sonia alejarse.
-Joder, si que te ha animado esa zorra -Dijo Alicia entre gemidos. Yo estaba fuera de mi, así que cogí a Alicia del pelo y llevé su cabeza a mi polla. Ella aprovechaba el agua para coger impulso agarrada a mis piernas y poder metérsela más adentro. Alicia hacia pequeñas pausas para respirar. En una de ellas agarré su culo para empezar a meter mis dedos dentro de ella. La resistencia del agua me hacía ir más lento de lo que quería, así que levanté su cuerpo fuera del agua. Ella ancló sus pies en el borde de la piscina, y volví a empezar una furiosa masturbación mientras le hacía pequeñas ahogadillas. Ella se corrió en una de ellas, por lo que casi se ahoga.
Se levantó y se puso a toser, pero yo no hice caso y la penetré de nuevo.
-¡Cabronazoooooo!
A pesar de ese primer grito, no bajé mi ritmo, tenía muchas ganas de correrme. Ella por fin se desató y gemía sin control.
-Córrete dentro. Ya no pares.
Entre sus gritos y esa frase, no tardé mucho más en llegar. Ella, al notar como mi leche invadía su interior dió un leve gemido.
Salí del agua y cogí su móvil para grabarla desde un primer plano, ya que había dejado claro que le gustaba, pero al cogerlo vi que había grabado nada por falta de batería. Agotado, me tumbé en mi toalla. Alicia extendió la suya a mi lado y se tumbó junto a mi, ninguno dijo nada para no romper la magia del momento.
Pasados cinco minutos, ella miró la hora y suspiró. Se levantó y se sentó sobre mi cara.
-No vamos a desaprovechar el tiempo. -Empezó a restregarse sobre mi cara, empapándome de su flujo. Cuando paró sobre mi boca, empecé a meter mi lengua en su húmedo coño. Ella estuvo un rato gimiendo y moviéndose hasta que de golpe se introdujo mi polla hasta la garganta. Los dos aumentabamos y disminuiamos el ritmo a la vez en un perfecto 69. Me ayudé de mis dedos para lograr que se corriera de nuevo. Esta vez ella gritó de tal manera que me asustó.
Alicia se puso a cuatro patas como una invitación que no rechacé. Mis embestidas cada vez más fuertes hicieron que me resbalara y casi me cayese.
Aprovechando ese momento, Alicia me tumbó sobre su toalla
y
escupió en el hueco de sus tetas. Atrapó mi polla en ellas y empezó unos movimientos suaves que dieron paso a una increíble paja con las tetas. Prácticamente me las estaba follando. Era no paraba de salivar sobre sus pechos.
Cuando notó que estaba a punto, empezó una felación. Sin poder más, me corrí en su boca. Aquella corrida fue exagerada, la boca de Alicia no pudo con tal cantidad y brotaba por sus comisuras.
-He sido una niña buena, me lo he comido todo. -Abrió la boca y me enseñó que se había tragado todo lo que había podido.
La atraje hacia mi y la besé con pasión. Ella se quedó tumbada sobre mi unos minutos. En cuanto nos levantamos, nos metimos en la piscina para quitar el sudor y cargamos las cosas en el coche.
En el camino de vuelta, aprovechábamos cada pequeño parón para besarnos o tocarnos. Al llegar a mi casa y antes de salir del coche, me saqué la polla e hice una foto con mi móvil, enviándosela.
-Para que no me olvides.
Ella metió dos dedos en su coño y los introdujo en mi boca.
-Para que no lo hagas tú.
Nos fundimos en un increíble beso y me despedí de ella, sabiendo que había empezado el mejor verano de mi vida.