Follando con mi novia y su padre nos descubre

De como el padre de mi novia nos descubre follando en la casa

Mi nombre es Alejandro, tengo 24 años de edad, soy un chico como cualquier otro, normal de contextura delgada y de cuerpo algo atlético, mido 1,75m de estatura y de piel blanca, lo que les voy a relatar sucedió hace un par de meses atrás.

Vivo en una pequeña casa con mis padres que se encuentra ubicada a las afuera de la ciudad en un barrio de obreros, trabajo en una zapatería como vendedor por medio tiempo, mi vida en las mañanas es muy rutinaria, nunca pasa nada interesante en el trabajo así que siempre espero con muchas ansias la hora de salida para ir a ver a mi novia.

Mi novia es una chica preciosa, se llama Rebeca, tiene 21 años de edad, es de piel blanca, de cabello largo, liso y de color castaño claro, sus ojos son de color cafés claros, tiene unos labios carnosos y muy sensuales, sus senos son grandes y firmes, tiene una cintura fina y delicada, posee un trasero de ensueño, firme, durito y muy bien paradito, sus piernas son largas, tornaditas y muy suaves al igual que el resto de su piel, mide 1,64m de estatura, cuida mucho de su cuerpo, es una chica que levanta las más bajas pasiones de cualquier hombre.

Ella vive con sus padres y sus hermanas en un departamento que está ubicado en el centro de la ciudad, todos los días al salir de mi trabajo nos encontrábamos con frecuencia en la plaza que estaba cerca de mi trabajo, disfrutamos el tiempo cuando estamos juntos.

Siempre nos calentábamos en aquella plaza, dándonos besos y tocándonos disimuladamente en los bancos, hace un par de meses me encontraba corto de dinero y no podíamos ir a un hotel como casi siempre lo hacíamos para quitarnos nuestra calentura.

Un día me encontraba en el trabajo, y mi novia me había escrito a mi teléfono móvil un mensaje donde me comentaba que al parecer tendría la casa libre, porque su madre estaba visitando a su abuela y tenía casi una semana fuera de casa, su padre tuvo que asistir al colegio porque era profesor y tenía que hacer una suplencia a un colega, sus hermanas siempre llegaban tarde de la universidad, así que tendríamos aquel departamento para nosotros solos por el resto de la tarde.

Cuando faltaba diez minutos para salir del trabajo, recibí un mensaje de mi novia diciéndome que ya estaba sola y que me esperaría con muchas ansias, al salir de mi trabajo camine rápido hasta su casa que me quedaba a seis minutos de la plaza donde siempre nos vemos.

Teníamos más de dos semanas sin tener relaciones y ambos estábamos muy calenturientos, en cuanto llegue a la entrada de su edificio, tuve que esperar que alguien saliera para poder entrar, por suerte no demoro alguien en salir así que rápidamente entre al edificio, subí por las escaleras hasta el primer piso y al estar frente a la puerta de su departamento, me di cuenta de que la puerta estaba sin seguro, la abrí rápidamente y sin decir ni una palabra la cerré con suavidad, la casa parecía estar desierta, no se veía a nadie vi que la puerta del cuarto de mi novia estaba entre abierta y me acerque rápidamente sin hacer ruido.

Al estar frente a la puerta de su habitación la abrí lentamente y la encontré tumbada en su cama boca arriba en ropa interior, con sus piernas abiertas. Ella se estaba tocando por encima de su tanguita, con una de sus manos, en su rostro se le podía notar lo excitada y concentrada que estaba masturbándose encima de su cama. En mi cabeza surgió la pregunta de qué pasaría si algún miembro de su familia hubiese llegado antes que yo y la viera en esa posición. Mi novia es muy atrevida y eso es lo que me excita de ella.

-      Empezaste a calentar sin mi cariño, veo que estas muy cachonda – le comente con una sonrisa.

Me acerque poco a poco a su cama, mientras me iba quitando la ropa, cuando quede completamente desnudo, me subí a la cama y me tumbe boca arriba al lado de mi novia, tenía mi polla muy tiesa.

Rebeca acomodo su rostro en medio de mi entre pierna, acerco su boca junto con sus manos y comenzó a meterse mi polla dentro de su boca, mientras me la chupaba me la masturbaba lentamente con sus manos suaves. La escena en aquella cama era tan morbosa, que mi polla estaba a punto de reventar.

-      MMMMMMM MMM MMMMM me gusta tu tranca amor – me dijo mi novia.

Al decirme estas palabras, se saboreaba el liquido pre seminal que tenía en la comisura de sus labios, mientras que al mismo tiempo me miraba mi polla con mucho deseo, mi novia parecía toda una putica.

-      Qué bueno que te guste, es  toda tuya cariño… la chupas como toda una verdadera puta – le conteste a mi novia.

Le sujete su cabeza con ambas manos, la conduje nuevamente hacia mi polla para que me la chupara y así le follaba su hermosa boquita, mi novia se saboreaba mi tranca, y al mismo tiempo escuchaba como daba ligeros gemidos de gusto.

Luego comencé a sobar sus enormes tetas, le pellizcaba sus rozados pezones que por cierto la tenia bien erguida de la excitación, al pellizcarle ligeramente dio un gritito de placer. Le hice que dejara de chuparme mi polla y me abalance hacia sus hermosos senos firmes, se los lamia con muchas ganas, tiene unas tetas muy ricas, mi novia se sujetaba sus enormes tetas con sus manos y me los ofrecía a medida que jadeaba de placer, yo le devoraba y le mordía levemente sus pezones.

Después deje de lamerle sus tetas y la acosté boca arriba, mientras que yo me colocaba encima de ella, me coloque de rodillas a la altura de sus pechos y puse mi polla en medio de sus enormes tetas, seguidamente mi novia apretó mi pene con sus senos. Comencé a frotarme en medio de sus ricas tetas mientras que la observaba con mucho deseo y excitación.

-      ¿Te gustan mis téticas cielo? – me pregunto con una voz muy sensual.

Mi novia me miraba con mucho morbo mientras me frotaba mi polla con sus tetas, ella saco su lengua y comenzó a lamerme la punta de mi tranca que estaba a punto de reventar.

-      Me vuelves loco cariño, me encanta que te portes como toda una puta conmigo – le conteste excitado.

Al sentir que me estaba por correr, me separe de entre sus tetas y me apreté la punta de mi polla para cortar mis ganas de correrme, no quería venirme todavía, así que voltee a mi novia boca abajo y le di un par de nalgadas. Luego me coloque detrás de ella y le abrí sus nalgas, metiendo mi cabeza en medio de esas hermosas nalguitas, le di una buena lamida a toda su raja haciéndola estremecer de placer.

Tenía tantas ganas de follarmela, así que la coloque a cuatro patas sobre la cama, le acomode mi polla en la entrada de su vagina, le pasaba la punta de mi tranca por todo en medio de sus labios vaginales, mi novia estaba muy mojadita y caliente.

-      Por favor, métemela ya cariño… quiero sentirla dentro de mi – me suplicaba mi novia.

Las suplicas de mi novia me excitaba aun mas, estaba tan cachondo que le di un par de nalgadas en su hermoso trasero, sujetaba mi miembro con una de mis mano, luego le metí la cabeza de mi tranca en su interior, su vagina estaba bastante húmeda sentí como mi polla se abría espacio dentro de ella. Después la agarre fuertemente de su cintura y de un solo empujón le introduje toda mi polla.

-      AAAAAAAYYYYYY… Que rico AAAHHH – grito mi novia de placer.

Pude ver su rostro por un medio espejo que mi novia tenía por encima de la cabecera de su cama, note como se mordía sus labios levemente y su cara de gozo era increíble, yo le metía y sacaba mi tranca de su vagina con un movimiento de vaivén algo violento, estaba poseído follandome a mi novia, le daba con todo a su estrecha conchita.

Mi novia se limitaba a morder levemente sus carnosos labios para no gritar tanto, eso me excitaba mucho más. La seguía penetrando cada vez más fuerte.

-      AAHHHHH SSIIIII, dame con todo MMMM AAAHHHH – gemía y gritaba mi novia sin poder controlarse.

Yo seguía follando muy entretenidamente a mi novia, tiene una vagina estrecha, eso me gustaba demasiado, así podía sentir sus paredes vaginales rozar mi polla, mi novia y yo nos dábamos mutuamente mucho placer, la penetraba con mucha fuerza.

-      AAAHHH Que rica estas putica.  Toma puta toma – le decía a mi novia.

Sentí que estaba a punto de correrme, mi polla comenzó a dar espasmos dentro de la conchita de mi novia, la sujete con fuerza de su cintura, mis últimas embestidas fueron más pausadas pero profundas hasta que comencé a correrme dentro de su vagina, de mi polla salieron potentes chorros de semen calientico, inundándole su estrecha concha. Luego de acabar, me desvanecí sobre ella, los dos caímos rendidos sobre aquella cama de su habitación.

Pasaron unos quince minutos luego de aquella faena, mi novia se levanto de la cama, fue al baño a limpiarse su vagina y refrescarse un poco, luego se acerco hasta la cama y comenzó a lamer toda mi tranca, limpiando los resto de semen que quedaron en mi polla.

Sus lamidas comenzaron a excitarme nuevamente, mi novia se dio cuenta de mi calentura, se metió toda mi polla dentro de su boquita y comenzó a chupármela lentamente, mi tranca comenzó a crecer poco a poco dentro de su boca.

Una vez que tenía mi polla totalmente tiesa, me levante e hice acostar boca arriba a mi novia, le abrí sus piernas dejando su concha y su hoyito anal a mi entera disposición. Luego introduje mi dedo anular en su culito, ella gimió al sentir mi dedo introducirse en su hoyito, pero no me reprocho aquello, así que aproveche en meterle otro de mis dedos. No era la primera vez que se la metía en su culito, no me costaba demasiado dilatar su ano. Escupí sobre su hoyito y la gire colocándola boca abajo con su trasero bien empinado.

Separe sus hermosas nalgas con mis manos y coloque la punta de mi polla que estaba bien tiesa en la entrada de su estrecho culito, escupí nuevamente pero esta vez lo hice en la punta de mi pene, le introduje lentamente la punta de mi tranca, sacándolo y metiéndolo varias veces, con cada arremetida se lo introducía un poco más.

-      AAAHHHHH… me rompes el culo… que delicia – gemía mi novia.

Sus palabras me calentaban mas, coloque una de mis manos en su cabeza, apretándola contra la cama para que levantara bien su trasero, luego de un solo golpe le introduje toda mi polla en su culo. Mi novia grito de dolor al sentir toda mi tranca, yo bombeaba lentamente para no causarle tanto daño, hasta que ella se acostumbro a mi pija y comenzó a gemir de placer.

Me la follaba lentamente por su culito, era una delicia penetrar ese agujero tan estrecho que tiene la muy puta. Luego de estar un par de minutos penetrándola así, voltee hacia la puerta de su habitación y pude ver a su padre parado viendo aquella escena, en cuanto asimile aquella situación le saque lentamente la polla a Rebeca para no lastimarla, me separe de ella algo asustado porque no sabía que reacción tendría su padre.

-      ¿Por qué me sacas tu polla mi amor? – me pregunto mi novia sin saber lo que sucedía.

El padre de mi novia se acerco hasta la cama, tomo a Rebeca por sorpresa y la agarro fuertemente de sus cabellos, la obligo a que lo mirara a los ojos, mi novia estaba aterrada por todo aquello.

-      Eres una puta barata – le dijo su padre.

-      Señor, tranquilo que le hace daño a su hija – le reclame al padre de mi novia.

-      Cállate imbécil y quédate donde estas puto – me contesto fuertemente.

El padre de mi novia la tenia bien sujeta de los cabellos, Rebeca gritaba y pataleaba, la revolcó en la cama colocándola en el borde boca abajo.

-      ¿Te gusta comer polla puta?... ahora veras lo que es bueno perra – le dijo su padre.

Acto seguido el padre de mi novia se bajo la cremallera de su pantalón, para sacarse una polla bien dura,  la tenía un poco más grande que la mía.

-      Vamos puta, cométela – le dijo su padre a mi novia.

-      No papá, por favor… déjame en paz – le suplicaba mi novia.

-      Trágatela puta – le grito su padre.

El papá de mi novia le pego un fuerte jalón de sus cabellos, logrando que su hija abriera su boca para introducirle toda su tranca de un solo empujón dentro de su boca. Su padre la sujetaba con una de sus manos de la barbilla obligándola a mantener su boca bien abierta para meterle y sacarle su polla furiosamente.

-      ¿Te gusta esto puta, te gusta? – le gritaba su padre.

Ver aquella escena me tenía bastante excitado, yo no me perdía ni un solo segundo, estaba de pie a un lado de la cama tapando mi polla tiesa con mis manos, observaba a mi novia tragarse la tranca de su padre, en una posición algo incomoda. A los minutos de estar chupándole semejante polla a su padre, Rebeca se acomoda como puede, logrando colocarse a cuatro nuevamente sobre la cama sin dejar de mamarle la tranca a su padre.

Al ver como el padre de mi novia le follaba su hermosa boca, involuntariamente comencé a tocarme mi polla, el forcejeo que su padre le daba hacia que las enormes tetas de mi novia se bambolearan de un lado a otro. Me pene estaba completamente tieso a punto de reventar de nuevo. El padre de mi novia seguía insultándola y humillando a mi novia delante de mí.

-      Chúpala con ganas puta, cométela como la perra que eres – le gritaba su padre a mi novia.

Yo comencé a masturbarme mi polla mientras veía aquella escena. Mi novia tenía su trasero bien paradito en esa posición, no sabía si estaba disfrutando, pero esa situación me estaba poniendo muy cachonda.

Su padre voltea hacia donde me encontraba de pie, se da cuenta de lo caliente que me encontraba en aquel rincón, observo mi polla y noto que estaba completamente tiesa y a punto de reventar.

-      ¿Te gusta lo que ves cabrón?... ¿Quiere unirte?... métesela con todo por el culo – me dijo el padre de mi novia con una voz maliciosa.

Rebeca me observo horrorizada sin poder decir ni hacer nada, solo rezongaba con algunos gemidos de protesta, ella no quería que me la follara delante de su padre, mi novia me miraba fijamente y con sus ojos me hacía señas de que no la penetrara, se saco la polla de su padre de la boca y me suplico:

-      Por favor Alejandro, no lo hagas – me suplicaba mi novia.

-      Cállate puta y sigue chupándome la polla, porque hoy voy a correrme en tu boca… Tenía en mi casa a una puta y no lo sabía – le gritaba su padre mientras le metía toda su polla dentro de la boca de su hija.

Me acerque hasta la cama muy excitado y me coloque detrás de mi novia, con mis manos la sujete fuertemente de su cintura, dirigiendo mi tranca a la entrada de su hermoso culo, tenía su hoyito bien cerradito por el miedo que le tenía a su padre. Levanté mi cabeza topándome con la mirada atenta de su padre, al verme este me hizo seña con sus ojos para que continuara con mi tarea.

Al tener mi tranca apuntando en la entrada su ano, le introduje toda mi polla hasta el fondo de un solo golpe, quería sentir el calor de sus entrañas, se sentía una delicia desgarrar su estrecho ano. Mi novia grito fuertemente de dolor que se escucho por todo aquel departamento, mientras que su padre se limitaba a reír.

-      AAAAHHHHHHHH AHHHHH AAAAHHH – gritaba mi novia del dolor que sentía.

-      JAJAJAJAJAJAJA… Que puta es mi hija… como le encanta que le den por su culito – se burlaba el padre de mi novia, sin parar de follar su boca.

Pude ver como mi novia lloraba por el dolor que sentía al penetrarle con fuerza su preciado ano, yo la penetraba suavemente mientras que al mismo tiempo gimoteaba de dolor. No entiendo porque todo aquello me ponía muy cachondo, así que comencé a follar ese maravilloso culo.

Mi novia seguía llorando desconsoladamente por aquella follada que le pegaba, pero sus lloriqueos no hacían más excitarme mucho mas, luego de estar bombeando por un buen rato su rico culito le saque mi polla para limpiármela con sus sabanas.

Luego de limpiarme la polla se la introduje en su vagina, la puta de mi novia la tenía bastante húmeda, a pesar de todo su escándalo de dolor la muy perra lo estaba disfrutando.

Su padre comenzó a acelerar el ritmo de sus embestidas dentro de la boca de su hija, supuse que estaba a punto de correrse, así que también aumente el ritmo de mis embestidas dentro de la vagina de mi novia, Rebeca ya no protestaba, sus gritos de dolor se convirtieron en gemidos de placer.

-      Que puta eres hija… estas disfrutando de lo lindo – le decía su padre.

Sujeto fuertemente a su hija por los cabellos y el la jaloneo muy feo, tirándola fuera de la cama para luego colocarla de rodillas frente a su polla bien lubricada de líquidos pre seminales. Seguidamente el padre de mi novia me invito a colocarme a su lado para llenarle la cara de semen a mi novia.

-      Acércate, vamos a darle leche a esta putica… - me dijo el padre de mi novia mientras se masturbaba su tranca.

Rápidamente me coloque de pie delante de mi novia y al lado de su padre. Rebeca al ver mi polla delante de ella no pudo contener su deseo de meterse mi tranca en su boquita, lamiéndola y chupando con mucho entusiasmo.

-      Su hija es una experta comiendo polla señor – le dije a su padre.

-      Vaya que sí, es una tremenda puta – me contesto.

Agarre mi polla con una de mis manos y la separe de su boquita porque estaba a punto de correrme, ya no podía aguantar más. Al lado de mi se encontraba su padre gimiendo fuertemente de placer, pero antes de soltar sus líquidos, sujeto a su hija por la cabeza y le introdujo toda su polla dentro de su boquita para llenarle su garganta de leche calentita.

-      AAAHHHHH SSIIIII me corro – gemía el padre de mi novia mientras se estremecía.

Mi novia apenas podía tragarse tanta leche, luego se la saco lentamente su tranca de la boca mientras que Rebeca se relamía sus labios, borbotones de semen caliente se le escapaba por la comisura de sus labios, goteando en sus enormes tetas. Mi novia le succiono la polla a su padre, limpiándosela toda sin dejar ni un rastro de semen.

Luego ella me miro, le indique que estaba a punto de correrme, así que soltó la polla de su padre y se introdujo mi tranca dentro de su boca, sentir el calor y la humedad de su boquita hizo que mi polla se estremeciera de placer, no pude aguantar mas así que solté potentes chorros de semen dentro de su boca, mi novia se tragaba mi lechita muy ansiosa y gustosa, repitió la misma rutina que le hizo a su padre, limpiándome toda mi polla para después retirársela de su boquita.

-      Que ricas pollas tienen – nos comento a los dos.

-      Que puta eres hija mía, quien se imaginaria que tendría una puta en casa – le contesto su padre acompañado de risas.

-      La mejor puta de todas – comente mientras recogía mi ropa para luego retirarme de la habitación.