Follando con mi cuñado parte 2

Me acabe de desnudar y me acerque a la cama para que mi pequeño cuñadito pudiera ver mejor la verga gruesa y gorda que iba a entrar a romperle el culo esa noche.

http://todorelatos.com/relato/77154/  (PARTE 1)

Nos detuvimos  y las puertas se cerraron tras nuestro auto, de ahí a la habitación entre nuevos besos, me encantaba mi cuñadito porque era efusivo, buscaba mimar mi verga con sus manos y mi boca con la suya, chupaba como nadie y su saliva revuelta con alcohol era embriagante y aturdidora.

-Quiero volver a comerla…-pidió golosamente mientras que yo le devolví una sonrisa ladina y luego un empujón a la cama.

-No, èl único que va a comer ahora es tu culo…-soltándole un cachete en el mismo.

Leòn cayo sobre la cama de bruces pero ni tardo ni perezoso se coloco en cuatro, aun con toda la ropa puesta me modelaba y levantaba mas ese culito tan suyo, mis ojos como si tuvieran vista rayos “x” casi podían mirar su centro de placer. Ese hoyuelo que íbamos a usar como escalera al cielo.

Comencé a desvestirme si esperar mucho. Tengo el cuerpo bien macizo, incluso abdominales, y el cabello lo llevo en una melena larga castaña, cosas que el muchacho parecía apreciar pero apenas un poco a comparación de lo que estaba mirando fijamente mientras se meneaba invitándome: mi bulto. Y es que para entonces mis pantalones estaban apretados, mi verga apuntaba arriba otra vez, era increíble como si me hubieran drogado para no perder la erección.

Me acabe de desnudar y me acerque a la cama para que mi pequeño cuñadito pudiera ver mejor la verga gruesa y gorda que iba a entrar a romperle el culo esa noche. Cuando fui yo quien le quito la ropa a èl, se deshacía en gemidos casi femeninos y por un momento tuve la visión de su hermana, otra pelirroja con el cuerpo de una diosa y el culo grande y deseoso, pero más aun un coño bien jugoso que escurre después de un buen oral.

-Que pasa?- la voz del menor me saco de mis pensamientos y volví a concentrarme en desvestirlo, mire morbosamente su pene que era grueso y también tenía un buen tamaño, se lo agarre  y se lo frote mientras me ponía a jugar con sus mamelones rosaditos y paraditos que por un momento parecieron botar néctar delicioso, claro que solo era un poco de sudor y sabor natural.

Le lami los pezones con ardor, los presione y me hice espacio entre sus piernas después de haberlo dejado desnudo, dejando que mi verga pegara contra la suya y sintiera mi dureza, sus gemidos eran como música para mis oídos y su rostro simplemente me volvía loco, eran como los de una mujer, mejor aun como los de su hermana.

Sus piernas intentaron rodearme mientras me suplicaba que se la metiera pero lo único que tuvo fueron mis dedos estimulándole el agujerito, se mordió los labios con expresión de dolor, de morbo y de placer y me sonrio cínicamente mientras se meneaba discretamente, como si aun conservara un poco de pudor. Sus manos recorrían todo mi tronco, acaricio mi espalda y cuando comencé el mete y saca de mis dedos en su culo presiono tanto que por un momento me araño incluso.

-Pareces todo un gato como te dije- le dije esta vez besándole en el cuello y haciéndole un chupete en esa blanca piel y luego su barbilla antes de detenerme apenas un segundo en esos labios rojos y gruesos que tenia. Fue un beso salvaje, de esos que solo se pueden dar entre dos hombres tan calientes como estábamos nosotros, con jaloneo y pelea de lenguas antes de separarme y ahora si ponerle en cuatro.

-Entonces voy a ganarme la leche de mi amo…-dijo burlonamente y movió su culito de lado a lado como en una invitación apoyando luego su cabeza en la almohada otorgándome un permiso absoluto de romperle el culo. No pude resistirme mas, mi verga estaba tan dura que hasta dolía, la sobe mientras conduje mi lengua a ese hoyuelo semi abierto, se lo humedecí mas y luego escupí jugando con mis dedos y mi lengua un poco mas escuchándolo gemir y apretar los ojos con ganas, por lo que disfrute mucho su grito cuando lo embestí de una estocada sin que se lo esperara.

Lo acompañe con un gruñido de placer y me moví contra su culo haciendo firmes estocadas, sujete sus caderas y comencé a cogerlo más rudo, montándolo bien mientras metía mi mano a manosearle la verga con maestría. Quería volverlo loco de placer y lo estaba logrando, pero él no se quedaba atrás con su estrechez y su culo apretando y comiéndose mi verga entera estaba haciéndome ver fuegos artificiales.

Pronto en la habitación no se escuchaba nada más que nuestras respiraciones agitadas, sus gemidos y mis palabras altisonantes. Cambiamos la posición y lo deje tumbado debajo de mí con las caderas levantadas y mi verga entrando y saliendo mientras acomodaba sus piernas entre mis hombros y mis brazos para poderlo embestir mas profundo y mas rudo escuchando un chapoteo por la humedad de nuestros cuerpos. Juguetee con sus pelotas, y luego con su verga que se había puesto ya muy dura y amenazaba con escupir pronto.

El ritmo de mi paja aumento y en muy pocos minutos le ordeñe como quería haciendo que su semen cayera en su vientre y en mi mano cosa por demás morbosa porque la lleve para su boca haciéndolo probar su propia corrida, aumentando mi propio ritmo gruñendo como un animal y respirando con meros resoplidos hasta que mi leche inundo su culo en un orgasmo increíble para ambos aferrando mas sus nalgas que para ese momento acariciaba, creo que mis dedos se quedaron pintados en ellas así como sus arañazos de gato en mis hombros.

Caímos rendidos en la cama, me detuve un momento mas encima suyo y salì casi enseguida de su culo, le bese el cuello y le deje un chupete en el pecho antes de tumbarme a su lado. Me quede mirando al techo y èl me miraba a mi hasta que se animo a abrazarse a mi cuerpo. Lo abrace también y jugué con los rulos que se le formaban en los pelirrojos y suaves cabellos antes de volver a robarle otro beso y a partir de ese dìa nos vemos al menos una vez a la semana además de los encontronazos  en la casa de mi novia.