Follando con dos compañeras de trabajo

Continuación del relato: El e-mail que cambio mi vida (3). Me folló a Debla en su despacho delante de Susana, quien lo contempla todo, e incluso luego acaba participando.

Follando con dos compañeras de trabajo (El e-mail que cambio mi vida (4))

Todo el fin de semana me lo pase viendo una y otra vez el video grabado por Susana, perdí la cuenta de la veces que me corrí viendo el espectáculo sexual de mis dos compañeras de trabajo. Ya el domingo por la tarde estaba sin fuerzas, exhausto de tanto hacerme pajas a la salud de Debla y Susana, por lo que decidí ducharme y acostarme para estar despejado el lunes en el trabajo.

Llego el lunes, me levante, desayune y cogí el coche para ir al trabajo, por el camino me venían a la cabeza las imágenes del video como si fueran diapositivas que pasaban una y otra vez por mi cabeza -Susana comiéndole el coño a Debla, Debla penetrando por el culo a Susana con aquella polla plástico- , estaba empezando a ponerme de nuevo cachondo y el día solo acababa de empezar.

Una media hora después de salir de casa llegué al trabajo, todo estaba como siempre, me senté en mi sitio a esperar la llegada de mis dos musas. La primera en llegar fue Susana que estaba como siempre arrebatadora con cualquier cosa que se pusiera, entró con su contoneo habitual y me dedico una de sus maravillosas sonrisas de camino hacia su mesa. Al rato llegó Debla también muy guapa, y se dirigió hacia su despacho no sin antes buscar con la mirada a Susana. Estaba claro que se había establecido un vínculo entre ambas mujeres después de lo sucedido entre ellas.

El día transcurría con normalidad e incluso con aburrimiento, yo me dedicaba a observar a ambas mujeres, sobre todo cuando coincidían juntas, notaba una cierta complicidad entre ellas. Se hablaban de forma muy cariñosa y se miraban de forma especial. Daba gusto verlas a las dos juntas y hacía que el día pasara más rápido.

El martes siguió con la misma tónica del lunes, pero el miércoles note algo extraño entre ambas, estaban distantes, se evitaban la una a la otra. En especial note a Debla como muy seria y preocupada por algo. El resto de miércoles me lo pase intrigado hasta que un poco antes de salir del trabajo recibí un e-mail de Susana que decía lo siguiente:

Hola , ¿como esta mi admirador favorito?.

¿Cómo has pasado el fin de semana?. Seguro que te has matado a pajas viendo el video, tengo que confesarte que yo también me he tirado todo el fin de semana con el dedo metido en mi coñito y que me he corrido como nunca.

Te escribo para decirte lo que tengo pensado hacer con Debla mañana. He estado hablando hoy con ella y le dicho que tenía toda nuestra escenita grabada en video y que si no hace lo yo le voy a mandar, su novio recibirá una copia para que sepa lo que le gusta comer coños a su futura mujercita. Para demostrarle que no miento también de le dado una copia del video a ella.

Le he ordenado que mañana tiene que venir al trabajo sin bragas y sin sujetador. Llevará una blusa escotada y ceñida, una mini falda sin medias y unos zapatos de tacón alto.

Pero dentro de su precioso conejito deberá llevar unas bolas chinas que tendrá que comprar esta tarde. Durante el día de mañana deberá andar de esta guisa por el trabajo y hacer lo que yo le ordene hasta que llegué la hora de salir, a partir de la cual le esperarán más sorpresas.

Mañana cuando todo el mundo se vaya del trabajo dirígete al despacho de Debla y prepárate para disfrutar.

Un Beso.

Susana.

Cuando termine de leer el mensaje estaba perplejo, había creado un monstruo, Susana no solo estaba empezando a disfrutar con los jueguecitos sino que empezaba a planearlos ella misma.

Toda esa tarde estuve inquieto y esa noche no pude pegar ojo. Por fin amaneció el jueves y me fui derechito al trabajo, al cual llegué el primero.

Hay estaba yo, emocionado e intranquilo ante el día que me esperaba, cuando llegó Susana que vestía un traje al estilo de la ejecutivas agresivas -Chaqueta negra con blusa roja debajo, dejando a la vista un generoso escote, una falda negra por encima de la rodilla, medias negras de rejilla y unos tacones altos- estaba realmente guapa con su pelo negro recogido y con sus labios pintados de rojo.

La gente empezaba a llegar y Debla aún no había aparecido, sería capaz de presentarse en el trabajo vestida como le había dicho Susana, la duda se develó al rato cuando Debla hizo su entrada en la oficina. Todo el mundo se quedo mirándola cuando entró, llevaba una blusa blanca bien ceñida sin sujetador debajo ya que sus pezones se veían perfectamente a la distancia, una mini falda negra que dejaba ver sus torneadas y suaves piernas y unos zapatos negros de tacón alto. Estaba para comérsela, un poco avergonzada y colorada entró a su despacho con la vista baja, no quería mirar a nadie.

Al poco rato Susana entró al despacho de Debla, saliendo poco después ambas para dar una vuelta por la oficina. Todas las miradas estaban clavadas en Debla, los hombres la devoraban con la mirada por allí por donde pasaba y las mujeres la miraban con odio y envidia al mismo tiempo. Susana la estaba exhibiendo por toda la oficina, para que vieran bien como iba vestida como una guarra.

Cuando llegaron a mi mesa Susana me saludo muy cariñosa y me dijo que si había visto lo guapa que estaba Debla hoy. Yo en ese momento me fije aún más en ella lo cual hizo que se pusiera más colorada, empezando sus pezones a ponerse más grandes por momentos. Era un verdadero escándalo, a estas alturas sus tetas se percibían perfectamente bajo su blusa blanca, coronadas por sus dos hinchadísimos pezones.

Para más morbo todavía, Susana dejo caer unos papeles de sus manos, los cuales quedaron justo a un lado de mi mesa, acto seguido le dijo a Debla que los recogiera. Esta la miró un poco enojada pero con resignación se agacho a coger dichos papeles pero sin flexionar las rodillas, esto propició que su corta falda se subiera hacia arriba quedando su coñito totalmente a la vista.

Yo por mi parte estaba flipando en colores, tenía a menos de un metro a Debla agachada cogiendo unos papeles a la misma vez que dejaba su coñito expuesto a las miradas indiscretas.

Fijándome mejor observe que el coño de Debla estaba un poco entreabierto y colgaba de él un pequeño hilo de color negro, había acatado las ordenes a rajatabla y se había insertado unas bolas chinas en su vagina, las cuales ya tenían que estar haciendo su trabajo ya que de su coño resbalaba hacia la parte interior se sus muslos un líquido viscoso que solo podía significar una cosa.

El instante que Debla estuvo recogiendo los papeles me pareció una eternidad, dejándome con la polla bien dura y con un buen dolor de huevos. Cuando Debla recogió los papeles Susana se despidió de mí guiñándome un ojo y ambas siguieron con su paseo por la oficina.

El resto del día se desarrolló de la misma manera, Susana al lado de Debla mostrándola por la oficina y dándole todo tipo de ordenes humillantes; y con Debla colorada como un tomate pero también creo que bastante excitada, por lo que esas bolas chinas estaban haciendo en su entrepierna.

Al final llegó la hora de salir del trabajo, la gente fue abandonado la oficina hasta que solo quedamos Susana, Debla y yo. Debla se encontraba en su despacho y Susana me llamó para que fuéramos con ella. Cuando Debla me vio entrar junto a Susana me miró con una cara mezcla de sorpresa e ira. No podía creerse que yo iba a ser la sorpresa final.

En el despacho había un sofá en el que me senté, Susana por su parte le ordenó a Debla que se echará al suelo y fuera gateando hasta mí y se empezará a comer la polla. Debla con lagrimas resbalando por sus mejillas hizo exactamente lo que se le ordeno y en un momento la tenía a mi lado intentando sacarme la polla del boxer.

Yo estaba excitadísimo por lo que mi polla ya tenía un tamaño considerable, lo que aprovecho Debla para empezar a chupármela, lo hacía de manera torpe, le faltaban un poco de ganas por lo que Susana con voz autoritaria de dijo que si no ponía mas ganas no iba a recibir su premio.

Debla al oír esto empezó a poner más empeño en la felación, lo que aprovecho Susana para colocarse detrás de Debla, que se encontraba por su posición con la falda subida y con el culo en pompa, y empezar a hurgar en su rajita a la misma vez que empezaba a tirar del hilo que salía de su coño.

Debido al trabajito que le estaba realizando Susana, Debla empezó a calentarse, lo que ayudo a que empezará a chupar mi polla de forma diferente. Susana seguía tirando del hilo y ya habían salido un par de bolas del coño de Debla, quien ya estaba desatada y se tragaba mi polla sin ninguna contemplación. Ahora se notaba que le encantaba lo que estaba haciendo, se sacaba mi polla de la boca y se golpeaba con ella en la cara para sentir su dureza, le daba un par de lengüetazos y la volvía a engullir con mucha gula.

Debla estaba perdiendo el control y se debía a que prácticamente Susana ya había sacado casi todas la bolas chinas de su interior provocándole un placer inmenso. Con la salida de la última bola Debla tuvo que soltar mi polla para poder gritar de placer con el orgasmo que estaba teniendo.

Yo tenía la polla a reventar y necesitaba meterla en caliente, por lo que Susana leyéndome el pensamiento le ordeno a Debla que se tumbará en el sillón que se la iban a follar como la puta que era.

Debla con las piernas temblando aún se levantó, se quito la blusa y la mini quedando solo con los zapatos de tacón. Acto seguido se tumbo en el sofá con las piernas bien abiertas. Yo me despoje de toda mi ropa y meneándome ligeramente la polla la apunte a la entrada de su precioso coñito. Antes de clavársela empecé a hacer pequeños círculos con mi polla por la zona se sus labios y clítoris. Ella me miraba a los ojos pidiéndome que se la metiera de una vez, que no la hiciera esperar más.

Sin poder aguantar más se la empecé a meter sin ninguna dificultad ya que estaba muy mojada, era un coñito estrecho, se notaba que el novio no la tenía muy grande, ya que notaba como las paredes de su vagina se aferraban a mi polla como queriendo estrangularla.

Al poco rato ya metía la polla hasta la empuñadura en el encharcado coño de Debla, mis embestidas eran rítmicas y constantes, lo que estaba haciendo que ella no pudiera parar de gemir y se aferrará con sus piernas a mi cintura. Disfrutaba follándome a Debla, viendo su cara de placer y oyendo sus gritos desmesurados.

De repente giré para ver a Susana que se había acomodado en la silla frente a la mesa del despacho. Desde allí estaba contemplando todo el espectáculo, con su falda enrollada en la cintura, sus piernas bien abiertas encima de la mesa y con su mano flotándose su chochito por encima de las bragas.

El ver a Susana así, incrementaron mis embestidas en el coño de Debla que ya gritaba sin rubor que no parará de follarla. Gritaba una y otra vez que la follara más fuerte, por lo que se la saque y la puse a cuatro patas en el sofá, quedando a la vista un culo esplendido, sin perder tiempo se la metí de golpe hasta el fondo. En esta nueva posición, en la que ella estaba con su cara hundida en el sofá y con su culo en pompa podía penetrarla más fuerte y salvajemente.

El sonido de mi pelvis al chocar con su culo en cada una de mis embestidas resonaba por toda la habitación y Debla ya no atinaba a articular palabra, solo podía emitir fuertes gemidos que le hacían casi peder la respiración.

Al rato de estar follándomela a cuatro patas, sentía que necesitaba meterla en un agujero mas estrecho, por lo que le grité que la iba a encular para que sintiera de verdad una follada fuerte. Debla incluso en su situación de excitación intento moverse pidiéndome que no se la metiera por el culo, que ella nunca lo había probado y que le daba bastante miedo.

Esto hizo que aumentara mi excitación y mis ganas de sodomizarla, por lo que se la saque del coño al mismo tiempo que Susana se instalaba también en el sofá de forma que su coño quedo delante de la cara de Debla.

Susana agarró del pelo a Debla y llevo la boca de ésta hacia su coño, yo ya empezaba a presionar con mi polla en su ano, el cual empezó a ceder frente a la presión. Debla gritaba, pero sus gritos quedaban ahogados ya que tenía la boca ocupada lamiendo el coño de Susana.

Poco a poco iba introduciendo mi polla en su apretado ano, era una sensación maravillosa sentir como a su esfínter no le quedaba más remedio que ceder ante mi tiesa y gorda polla. Al cabo de unos minutos ya tenía toda mi polla dentro de su culo y debla con lágrimas en los ojos seguía lamiendo y chupando el coño de Susana sin parar.

Entonces fue el momento de empezar un suave mete-saca que en cuestión de minutos se convirtió en desenfrenadas embestidas que hacían que Debla estampará su cara contra el coño de Susana. Los tres estábamos disfrutando de lo lindo, pero con lo apretadito que tenía el culo Debla no iba a poder aguantar mucho tiempo más.

Por lo que empecé a prepararme para descargar toda mi leche dentro de su culo, lo cual sucedió en las siguientes embestidas que le di. Empecé a correrme sin poder parar llenándole por completo su culo con mi leche. Debla gritaba que la estaba matando de gusto y que podía sentir como la estaba llenando toda, lo que provoco que Susana no aguantará más y se corriera como una loca en la misma cara de Debla que recibía corridas por ambos lados.

Susana recuperando un poco el aliento y viendo que yo todavía estaba dentro del culo de Debla se deslizó por debajo de ésta quedando su cara justo debajo de su coño. En ese momento saque mi polla del culo de Debla y el esperma empezó a resbalar por el culo pasando por el coño y llegando a la boca de Susana que lo estaba esperando con una cara de viciosa que daba miedo.

Susana recibía todo el semen que salía del culo de Debla y ya tenía la boca llena, lo cual aprovechó para empezar a lamer el coño de Debla poniéndole el coño perdido de semen. Susana con restos de semen por la cara y los labios lamía y relamía el coño de debla haciendo que ésta de nuevo empezará a gemir como una gatita en celo.

Yo tirado en el suelo y ya sin fuerzas contemplaba lo guarra que era Susana y hasta donde era capaz de llegar, estaba devorando el coño de Debla, en el que ya había mezcla de fluidos vaginales y de semen, hasta que hizo que se corriera como burra soltando mas cantidad de fluidos aún. Al acabar los últimos espasmos de Debla, Susana se quedo en esa posición con una sonrisa en la cara, la cual tenía echa un cromo, y me dedicó una de sus miradas penetrantes.

Debla por su parte estaba como desvanecida encima de Susana, por lo que decidí recoger mi ropa, vestirme y abandonar la oficina no sin antes decirle a Susana que había sido la follada más increíble de toda mi vida y que era la mujer más maravillosa que había conocido nunca.

De camino a casa llevaba una sonrisa en la cara que iba a tardar en desaparecer muchos días. Me sentía el hombre mas afortunado del mundo, ya que había tenido la suerte de conocer a Susana, una mujer que me iba a deparar muchas más situaciones increíbles que os contaré en siguientes capítulos.

Un Saludo.

Pedro.