Follando con Andres

Un sueño muy humedo con Andres, un amigo del chat.

Hace menos de un mes que chateamos. Se puso en contacto conmigo porque había leído mis relatos. Su mensaje no pudo ser más directo. Apenas unas pocas palabras “mira como me pones cerda” y una foto de su polla erecta. Nada más.

Aunque mi primera reacción fue enfadarme por su descaro y no contestar, debo reconocer que se me hizo la boca agua al ver la foto. Me encanta follar, como ya sabéis los que habéis leído la serie “me convierto en la esclava de mi marido”, y la foto mostraba un bonito ejemplar de polla. Se veía grande (después me confesaría que le mide 20cm), y bastante gruesa. Una verdadera delicia.

Así que en contra de mi primer pensamiento, le conteste. Eso si, le dije que no se equivocara conmigo, que yo no me voy follando al primero que veo y que no me gusto su actitud descarada. Me pidió perdón y seguimos conversando. Pero nuestras charlas siempre eran de sexo, y cada vez mas calientes y con un lenguaje más soez. Le encanta llamarme zorra, puta, cerda, guarra. Y a mí me vuelve loca esas palabras y la forma que tiene de encenderme y follarme, aunque sea virtualmente.

Me ha mandado varias fotos de su polla, incluso una en la que se ve a una mujer chupandosela y que me provoco un ataque de celos que me sorprendió. Esa boca tendría que ser la mía. Pero soy consciente de que eso no va a suceder. Yo estoy en España y él en Venezuela. Y como esta ahora la economía, yo no puedo ir allí, y no creo que él venga a España.

Yo también le he mandado fotos. De mis tetas con su nombre escrito en ellas, de mi coño visto desde varias perspectivas, de mi culo con mis dedos dentro...y cada vez que le mandaba una foto, me tenia que masturbar como una loca. Mi deseo por él crece con cada sesión de cibersexo que tenemos. Tengo que follarmelo como sea.

Aparte de su polla, no sabia nada mas de el. Solo el nombre que usa en su correo, y que me ha dicho que no es el suyo. Andrés. Y el solo sabe mi nombre de usuario en esta pagina. Calentorra. Pero hace apenas dos días, y a petición mía, me sorprendió gratamente. Me mando una foto suya, o eso me dijo. No estoy segura de que sea verdaderamente él ( ya se sabe, en Internet mientes lo que te da la gana), pero me da igual.

Desde ese DIA, tengo un rostro que ponerle al hombre que me folla en sueños con la polla de Andrés. El de esta noche ha sido el mas realista de todos. Parecía que me había follado de verdad, y me he despertado empapada en sudor y con el coño encharcado. Me gustaría compartirlo con todos vosotros. Además, sé que Andrés lo leerá, y quiero ponerle cachondo. Nuestra próxima sesión de cibersexo tiene que ser explosiva, y me gustaría que este relato le motivara.

En mi sueño, estoy en Venezuela. Nos hemos encontrado en una discoteca. Yo sé quien es, por supuesto. Tengo la foto que me mando. Pero el no sabe quien soy yo. Así que juego con ventaja.

En la pista bailo seductoramente mientras le miro. Quiero que sepa que bailo para él. No me quita la vista de encima, hasta que se acerca. Se coloca a mi espalda, me agarra de la cintura y me acerca a el. Se mueve al mismo compás que yo. Noto su polla crecer en su pantalón y restriego mi culo por su entrepierna. Responde acercándome mas a el.

Aprovecha que estamos en una zona oscura de la pista para meter su mano por el lateral de mi vestido y tocarme una teta. Me pellizca el pezón y suspiro. Su otra mano se ha metido debajo de mi vestido y me acaricia el culo. Después, se dirige a mi coño, me aparta el tanga y acaricia mi raja. Me derrito de placer y tengo que morderme el labio para no gemir. Me susurra al oído:

-         Me estas poniendo muy cachondo, zorra.

“ Y tu me tienes cachonda casi un mes, mi macho”, pienso. Pero no digo nada. Tiene que seguir sin saber quien soy. Es más morboso para mí. Me doy la vuelta y me como su boca. Me responde de la misma manera. Nos estamos comiendo delante de toda la gente, pero no me importa. Llevo deseando esto varias semanas. Me separo de su boca y le digo:

-         Vamonos.

Me dirijo a mi coche. Le doy la dirección del hotel en el que me hospedo y le dejo conducir. Yo voy a tener las manos y la boca ocupadas. No le da tiempo ni a arrancar cuando ya tengo su polla fuera del pantalón. No me entretengo en mirarla. Ya la he mirado demasiado en sus fotos. Ahora quiero probarla. Me la meto en la boca, hasta el fondo. Mi boca esta acostumbrada a tragarse pollas así de grandes, así  que no hay problema. Da un respingo y el coche da un bandazo. Pero recupera pronto los reflejos.

-         Joder, zorra. Me has pillado desprevenido.

Sigue conduciendo mientras yo continuo mi mamada. Mi boca sube y baja por todo su tronco. Cuando llego al glande, paso la punta de mi lengua a su alrededor, ensalivándolo. Al mismo tiempo, mis manos recorren toda su polla y masajean sus huevos. Cuando me la vuelvo a meter entera, una de sus manos agarra mi nuca y me apreta la cabeza, obligándome a quedarme quieta.

-         Cométela toda, puta. ¿ Así que te gusta tragar pollas? Pues toma una de talla superior. Ahhgg.

Quita su mano y me retiro para tomar aire. Vuelve a hacer lo mismo una y otra vez, hasta que se corre en mi boca.

-         Toma polla, zorra. Menuda puta barata me he encontrado hoy. Como la comes, putita. Me corroooo.

Mi estomago se llena de su semen. Cuando ya no expulsa mas, se la limpio con mi boca y la vuelvo a meter en su pantalón.

Llegamos al hotel. Cogemos el ascensor. Nada mas cerrarse las puertas, se abalanza sobre mí. Con violencia, me baja el escote de mi vestido. Las costuras se rasgan y el vestido se rompe. Mis tetas saltan al salir de su encierro. Me lame una, después la otra. Sus dientes agarran mis pezones, que ya están duros de excitación. Sus manos se cuelan por debajo del vestido, agarran de los laterales de mi tanga y tira con fuerza para romperlo. Lo tira al suelo.  Abro mis piernas para facilitarle la labor y me mete dos dedos en el coño. Los mete y los saca con violencia. Esta desatado. Su otra mano va a mi culo y me mete un dedo y después dos. Me esta matando. Quiero gritarle que siga, llamarle mi macho y semental como en nuestras charlas, pero no lo hago. Quiero que piense que se va a follar a una perfecta desconocida.

El ascensor se para. Saca sus dedos de mi coño y de mi culo y salimos, yo todavía con mis tetas al aire. No hay nadie en el pasillo, aunque tampoco me importaría que me vieran. Aquí nadie me conoce, así que puedo dejar suelta a la puta que hay en mi.

Llegamos a mi habitación. Abro, pasamos y cierro la puerta. Sin darme tiempo a nada, me lleva a la cama y me tira en ella de un empujón. Abre mis piernas, se agacha y comienza a comerme el coño con ganas. Su lengua parece estar en todas partes al mismo tiempo. Succiona mi clítoris, la mete hasta el fondo dentro de mi vagina, me muerde los labios, lame toda mi raja. Sabe usar la lengua divinamente. Se levanta bruscamente.

-         Tengo que follarte, puta inmunda. Te voy a dejar todos tus agujeros bien follados. Ya he probado tu boca. Es el turno de tu coño de zorra.

Se desnuda rápidamente. Tiene un cuerpo bonito. Pero ahora mismo, la única parte que me interesa de su cuerpo es su polla, que apunta a mi coño desafiante y se mete de golpe, arrancándome un grito de placer.

-         Ahhhhh.

-         Eso es, guarra. Grita como la puta que eres. Hoy todo el hotel va a saber la clase de zorra que estas hecha.

Me folla deprisa, desesperado. Su polla sale totalmente de mí y vuelve a clavármela con violencia. Mis flujos mojan las sabanas. Me agarro  a su espalda para moverme a la misma velocidad que él. De pronto, me escupe en la boca y me da una bofetada.

-         Vamos, puta barata, muévete mas deprisa. Demuéstrame lo puta que eres.

Sus palabras vulgares me vuelven loca. Es mejor que en el chat. Acelero mis movimientos. Menuda follada me esta pegando mi semental. No aguanto mas y me corro.

-         Ahhh, me corro, cabron, me corrooooo. Que bien me estas follando, mi...

Me callo de golpe. He estado a punto de decir mi macho. Si lo digo, seguro que me reconoce. Andrés no se da ni cuenta. Esta demasiado ocupado dándome una follada de lujo.

-         Sí, puta, sí. Córrete como una guarra, como una vulgar puta, porque eso es lo que eres. Una puta que se folla al primer tío que ve en una discoteca. Una puta con ganas de polla. Ya me he cansado de tu coño. Prepárate, que voy a por tu culito. Ponte a cuatro patas, como la perrita que estas hecha.

Le obedezco. Me pongo a cuatro patas. Me la mete de golpe. Se agarra de mis caderas y sigue con el movimiento infernal con el que me follaba el coño. Se nota que le gusta el sexo mas duro y sucio. Como a mí.

-         Vaya culo, puta. Muévelo mas deprisa. Nota toda mi polla dentro, guarra.

Me coge del pelo y me acerca a el. Me vuelve a escupir en la boca y me besa. Mejor dicho, me devora. Su otra mano me acaricia la raja del coño y me mete tres dedos hasta el fondo. Mueve sus dedos y su polla con la misma violencia. Me voy a morir de placer.

Sus tres dedos se convierten en cuatro. Es mas de lo que puedo aguantar y me vuelvo a correr salvajemente. Tan fuerte es, que mi vejiga deja escapar unas gotas de orina.

-         ¿ Te estas meando, guarra? Eres una vulgar y sucia puta. Te mereces unas cachetadas en el culo por cerda.

Y se puso a pegarme en el culo con la palma abierta mientras me seguía follando a lo bestia. Una, dos, tres, cuatro...  hasta 20 palmadas me dio en el culo, 10 en cada nalga. Me ardía el culo y estaba al limite de mis fuerzas. Andrés pareció notarlo y me dio una embestida más brutal que las anteriores. Los brazos me cedieron y cayeron junto con mi cabeza a la cama. Pero claro, esto hizo que mi culo quedase mas ofrecido para él. Esto lo termino de volver loco. Sin sacarme la polla del culo, me empujo hacia delante y el se puso de pie en la cama. Ahora su polla me follaba de arriba abajo. Salía y entraba de mí con fuerza, como queriendo romperme el culo. Volví a excitarme y a gritar.

-         Dame mas fuerte, hijo de puta. Cabron, que bien follas. Dame mas, mucho más. Ahhhh, que follada me estas dando.

-         Siii, puta barata, no vas a olvidar mi polla. Te voy a dejar el culo bien abierto. No vas a poder sentarte en toda la semana, puta de mierda.

Joder, era mejor que en el chat. Más brutal, más vulgar, más obsceno. Me trataba como un objeto con tres agujeros donde meter su polla. Justo como a mí me gusta que me traten cuando estoy follando. No pude aguantar mas y me volví a correr. El tampoco pudo aguantar mucho más. Saco su polla de mi culo, me dio la vuelta con fuerza y se corrió en mi cara y en mis tetas.

-         Bufff, puta, vaya polvo. Me has dejado los huevos vacíos. Me he corrido como un animal. Vamos al baño a quitarte todo ese semen.

Me llevo bruscamente al baño. Hizo que me metiera en la bañera, me mando arrodillarme en ella y me orino. Sentir su orina caliente caer por mi cuerpo me provoco otro orgasmo. Igual que en el chat, al acabar de follar siempre me mea encima.

-         Vamos, zorra, dúchate rápido. Estoy sudando y yo también quiero darme una ducha.

Me di una ducha rápida y salí con la toalla enrollada en mi cuerpo. El también se ducho. Salió ya vestido. Se dirigió a la puerta sin mirarme.

-         Adiós, puta.

Era mi turno. Hasta ahora creía haber follado con una desconocida. Era hora de que supiera la verdad.

-         Adiós, Andrés.

Se dio la vuelta en redondo y me miro sorprendido. Ya sabia que era una de sus “amigas” del chat. Pero no sabia quien. Tiene mas de 80. Me dirigí a el y le abr la puerta. Salió y se me quedo mirando con la duda en los ojos.

-         ¿Quién eres?

Le di un suave beso en los labios y le susurre al oído:

-         Ha sido todo un placer follar por fin contigo, mi macho. Eres todo un semental.

En sus ojos vi que sabia quien era. Cerré  la puerta riéndome mientras le oía decir:

-         Calentorra...

En ese momento me despierto mas mojada y cachonda que en mis sueños.

FIN