Follando cientos de coños...

Conocen ustedes los glory hole de los clubs liberales..., yo anoche me encontraba en uno pero con distintos agujeros..., eran más grandes y no había pollas en ellos... Era mi sorpresa de cumpleaños...

FOLLANDO CIENTOS DE COÑOS...

Conocen ustedes los glory hole de los clubs liberales..., yo anoche me encontraba en uno pero con distintos agujeros..., eran más grandes y no había pollas en ellos... Era mi sorpresa de cumpleaños...

Era mi cumpleaños y tanto Marga como mis amigos, hermanos y cuñadas planeaban darme una sorpresa...

Realmente sería una gran sorpresa.

Entramos en el club cuyo nombre con letras doradas y luminosas estaban no solo en la puerta de entrada sino encima de la barra... “Noche Estrellada”.

Allí en la barra Evelyn y Rafa a los que hacía años que no veíamos..., al menos desde 2013 cuando regentaban en Torrijos, la Caja de Pandora.

Estábamos todos juntos tomando copas y copas de champan.

A las 12 en punto una campanada anunció el día señalado..., era oficialmente mi cumpleaños... Todos aplaudían.

Una luz alumbraba una puerta que se abría junto a sonidos musicales sensuales...

Sin duda detrás de ella estaba la sorpresa.

Con ojos y brazos..., todos me señalaban la puerta para que fuese hacia ella y entrase.

Me adelanté tímidamente y pasé...

El pasillo estaba oscuro y como si se tratase de sensores..., una luz tenue señalaba un agujero que de inmediato se llenaba con un coño y un culo..., que llenaban al completo el agujero...

¡Menuda sorpresa!

Lamí y toqué...

El coño era precioso, labiado como me gusta..., ni mucho, ni poco...

Metí mis dedos..., estaba húmedo y lubricado...

Llevé mis dedos a mi nariz y boca...

Olía y sabía a mismísima gloria bendita.

Sin apenas vello púbico y al tocarlo no notaba el rascado de depilación a cuchilla..., o bien era láser o bien depilada con espuma...

Algunos pequeñísimo pelillos cerca de los labios externos, seguramente cortados a tijera de luna en luna...

Algo en mi precipitó que toda mi piel se erizase...

Pensé en un milagro... Alguien me la había traído desde tan lejos...

Una voz me daba instrucciones...

Has de follarla en menos de un minuto sin correrte.

Fue un auténtico shock, ya que pensaba infantilmente que dispondría de todo el tiempo del mundo para disfrutar de aquel coño y de la mujer que detrás ya disfrutaba con mis dedos...

Oía sus gemidos...

Mi polla estaba dura y ya estaba preparada.

Fue fácil, la introduje hasta el fondo...

Empecé a follarla con ganas..., estaba cachondo..., me daba mucho morbo follar aquel coño sin cara..., aunque algo dentro de mí..., me indicaba que no era una mujer desconocida...

Su primer orgasmo llegaba muy rápido...

La voz seguía dando instrucciones...

Sigue con el siguiente agujero...

Una nueva luz se encendía y un nuevo agujero se dibujaba varios metros a la izquierda...

Tienes otro minuto para este nuevo coño...

Hubiese deseado quedarme allí toda la noche, e incluso haberme corrido ya dentro de aquel minuto que terminaba...

Saqué de mala gana mi polla de aquel maravilloso coño, deseando que pudiera volver a él enseguida..., y rápidamente me fuí hacia aquel nuevo coño ya claramente definido, en esta ocasión sin labios con algo de pelo pelirrojo en su pubis que se apreciaba al contraste...

Me encantan lo coños pelirrojos...

Apenas meter mis dedos y comprobar que estaba igualmente muy lubricado.

Volví a oler y lamer..., coincidencia o no..., me olía igual al anterior..., aquella gloria bendita la reconocía como olor a azahar...

Mi mente obnubilada no daba crédito a aquella coincidencia.

Metí mi polla y el cronómetro..., ahora lo veía en mi mente comenzaba su cuenta atrás...

Follaba y follaba..., no podía más...

Aquella sensación que no dejaba de rondar en mi mente recordando aquel olor..., era enormemente excitante y no pude dejar de correrme..., cuando apenas el tiempo llegaba a su límite.

Sentí como mi leche salía en aquel precioso coño y cuando apenas la tercera o cuarta andanadas de mi viscoso semen salía llenando aquel sexo irlandés seguramente..., así me lo imaginaba..., cuando notaba una tremenda corrida de aquella mujer y al mismo tiempo la voz me designaba la siguiente tarea...

Nueva luz...

Nuevo coño...

En esta ocasión un coño negro..., que como no podía ser de otro modo..., me parecía el coño de mi ranita Engonga..., aquella mujer tan especial  aquel verano que se enamoró de mi...

Metí mis dedos y olí...

No podía ser...

Olía igual a las anteriores...

Mi polla seguía dura..., la metí...

Lo follaba...

La emoción era enorme..., me volvía a correr...

Nueva voz...

Nuevo coño...

Todo igual..., el olor y el sabor...

Mi mente no daba crédito a lo que sentía...

En esta ocasión sin duda era un coño oriental, notaba sus pocos pelillos largos en su pubis...

Follaba...

La luz...

La voz...

El pasillo se acababa y salía otro a la derecha...

Se empezaban a encender luces...

Coños y coños...

Estaba como loco

El cronometro...

Follar y follar...

Había perdido la cuenta de cuántos coños ya me había follado..., y quería volver al principio..., a aquel primer coño...

Todos sabían y olían igual, pero eran diferentes de textura, color, con diferencias en sus labios... unos chorreaban más y otros menos...

Casi todos se corrían...

El pasillo volvía a terminarse y salía otro similar a la derecha...

Pensé que volvería al primero...

Pero no era así...

Era un laberinto de pasillos llenos de coños y coños que follaba y follaba rápidamente siguiendo instrucciones de aquella voz.

Cada dos o tres agujeros me corría nuevamente...

Todos estaban calientes y lubricados...

Algunas vaginas más estrechas, otras menos...

De vez en cuando uno de color..., coños blancos, pelillos rubios..., algunos culitos me daba tiempo a lamerlos rápidamente y algunos tenían pequeñas vellosidades..., que me encantan...

Más voces...

Más coños...

Otra corrida...

El tiempo iba deprisa...

Tenía que ir más rápido...

Pumm..., pumm..., pumm

Mi polla siempre dura e incluso más y más cada vez...

Pensé que me podrían haber drogado en la bebida y haberme dado varias dosis extras de Viagra o algo así...

Sólo notaba mi polla palpitando...

Notaba como mi corazón se me salía del pecho...

Las palpitaciones eran desproporcionadas...

Marga me daba empujones en mi hombro..., mientras me decía...

  • José Miguel... ¿Qué te pasa? Cariño... ¿Qué te ocurre?

La oía como con eco lejano...

Por fin me desperté...

Me acordaba perfectamente del sueño...

Como saben mi cumpleaños es en el mes de marzo y desearía un regalo más tranquilo...

Mi polla estaba babeante aún...

Me había corrido varias veces soñando...

PEPOTECR.