Follando a mi prima

Mi prima se muda con mi familia para estudiar y comenzamos a dar rienda duelta al sexo entre dos jóvenes primos.

Cuando era adolescente e iniciaba el bachillerato recibimos en casa a mi prima Emilia quien venía de un pueblo pequeño y de bajos recursos a estudiar a la ciudad capital apoyada por mis padres. Ella era una joven morena hermosísima de piernas largas, torneadas y atléticas; una cintura digna de una adolecente deportista, así como su abdomen plano perfecto; las tetas de Emilia eran pequeñas, redondas y aunque diminutas eran perfectas; su falta de senos se compensaba con unas nalgas grandes, firmes, redondas y perfectamente balanceadas con esas piernas de campeonato. Su cabellera lacia de color negro hasta media espalda adornaba un rostro bello de ojos color miel.

Yo me quedé con la boca abierta al verla llegar a casa. La última vez que nos vimos eramos niños. Vestía un uniforme deportivo de atletismo y con una deslumbrante sonrisa me abrazó para luego ayudarle con sus maletas. Mis padres hablaron conmigo un día antes para que la apoyara debido a que eramos de la misma edad. Con tremenda imagen y mi pubertad a flor de piel me masturbé ésa misma noche imaginando aquel culo desnudo frente a mi.

Mi primera actividad con Emilia fue llevarla al centro deportivo donde yo entrenaba Basketball para que hiciera pruebas en el equipo de atletismo debido a que ella corría 100, 200 y 400 mts en pista. La acompañé a la pista y ella se presentó con los entrenadores para audicionar. Yo me quedé en las gradas a verla y apoyarla. Cuando se preparó para correr se quitó el pantalón y la chamarra deportiva quedando en un diminuto top negro y un short de lycra muy ajustado. Yo estaba babeando en las gradas y ya con la verga dura viendo a mi prima cómo se le marcaba la concha y las nalgas con aquella prenda deportiva teniendo que taparme la garcha con mi mochila. Todas las chicas y chicos de atletismo usaban ropa deportiva ajustada y muy pequeña para facilitar los movimientos, además que lucían cuerpos atléticos debido al riguroso entrenamiento. Mientras babeaba viendo a lo lejos el abdomen, las caderas, el culo, las piernas y tetas perfectas de Emilia me pregunté qué carajos hacía entrenando basket con otros 9 hombres, si a solo unos metros de la unidad deportiva había 40 chicas entrenando en leggins ajustadas, shorts diminutos y ajustados.

En fin, mientras alucinaba y me exitaba, Emilia corrió sus pruebas frente a 3 entrenadores quienes la cronometraron, observaron y tomaron anotaciones. Después de un rato mi prima salió vestida de nuevo hacia mí y entré en pánico por mi erección. Tuve que caminar raro tratando de evitar que se notara mi verga.

  • Y bien Emilia? Qué tal te fue?

  • Primo, acaso no lo viste?? - dijo molesta.

  • Perdón prima, no sé de carreras. Para mi corriste muy rápido.

  • Bueno, si, lo hice, pero corrí más lento de lo normal - me respondió más tranquila.

  • Pero entraste o no al equipo?

  • Si, me aceptaron con la condición de que entrene duro y mejore mis marcas porque apenas pasaba el promedio.

  • Ya esta!! Eso es lo que importa!! Hay que celebrar!!

Con mi entusiasmo debido a que Emilia necesitaría de mí para moverse en la ciudad y que yo podría ver a las chicas de atletismo de nuevo olvidé tapar mi verga mientras caminabamos a mi auto.

  • Oye primo, tu amiguito se despertó! - me susurró sonriendo.

  • cómo??? Cuál amiguito??? -le respondí totalmente apenado.

  • Tu "amiguito" - Señaló con sus ojos hacia mi entrepierna y luego soltó una carcajada.

Yo totalmente avergonzado no respondí hasta llegar al auto.

  • Dime primo, te exitaste por las chicas? Te gustó lo que viste?? Jejejeje

  • Me gustó una chica - le respondí dejando atrás la verguenza y dejándome llevar por la calentura.

  • Ha si??? Cuál de todas? No las conozco pero puedo distinguirlas.

  • No te puedo decir - le sonreí retadoramente.

  • Vamos! Dime primito, no se lo diré a nadie. Se te puso dura la verga, debe de ser bonita.

  • Ya te dije, no puedo decirte.

  • Por favor! Ya me entró la curiosidad, te lo ruego.

  • Ok, pero me juras que no se lo dirás a nadie? - le dije seriamente.

  • Te lo juro primito!! - respondió sonriente.

  • Me da mucha pena decirlo, pero me exité viéndote a tí.

Ella me vió a los ojos un segundo, su semblante cambió y desvió la mirada hacia el frente. Yo creí que la había cagado y que había arruinado nuestra relación cuando apenas comenzaba y todo sería muy incómodo de ahora en adelante, justamente lo contrario a lo que me pidieron mis padres debido a que pasaríamos mucho tiempo juntos. Sin embargo, después de unos segundos bastante incómodos ella retomó la palabra mientras avanzabamos lentamente debido al tráfico horrible de la capital.

  • Qué parte de mi te gusta más? -me preguntó seria, sin verme, pero de manera relajada.

  • Ya no te diré nada, perdón por ser un depravado.

  • En serio, dime por favor -su voz era dulce y me suplicaba realmente pero sin verme directamente.

  • Esta bien, me exitó tu tracero, tu abdomen, tus piernas, tus tetas...

  • Nada más??? Jajajaja- ahora sí me volteó a ver sonriente, pero solo la ví de reojo debido a que ya manejaba más rápido.

  • Emilia eres preciosa! Y tu cuerpo es una escultura perfecta, cómo quieres que no me exite. Te apuesto que todos los hombres en ésa pista de atletismo estaban exi...

Me quedé en silencio de golpe, tratando de no perder el control del auto. Su mano izquierda se deslizó a mi entrepierna y comenzó a acariciar mi bulto. Ni siquiera la volteé a ver debido a que conducía pero si sentí como apretaba mi pene semi-erecto. Ella no se movió mucho, solo su brazo tratando de disimular para no ser vista por los otros conductores.

  • Te gustan mis nalgas? Mi culo?

  • Mucho -respondí con la voz entrecortada.

  • Se ve rico en mis shorts cortitos? -lo dijo con la voz más sexy del puto mundo.

  • Si, riquísimo.

  • Te gusta cómo te toco primito? Ya la tienes dura de nuevo, y es muy grande!! Quieres que use mis shorts cortitos en casa para ti??

  • Si porfa... -suspiré cuando la muy hija de puta apretó mi verga justo cuando le respondí.

  • Pero primo, eso no es justo... Tu me vas a ver a mi casi desnuda y yo no te veré a tí?

  • Qué quieres ver?

  • Todo!! Enséñame todo por favor.

  • Trato hecho! Pero ya déjame que estamos cerca de llegar y no quiero que mamá o papá me vean así.

Al entrar a casa todo regresó a la normalidad, mis padres terminaban de retocar la habitación de mi prima mientras ella convivía con mi hermana pequeña. Después de cenar en familia recibí un mensaje de texto de Emilia: "Te toca enseñar, y a mi celebrar". Obviamente esperé a que todos durmieran para escabullirme a la habitación de Emilia donde me esperaba con unos leggins de 3/4 bien ajustados de color negro y un top deportivo de igual color. Sus pezones se notaban erectos sobre la tela ajustada dejandome ver lo hermoso que eran sus pequeños senos; los músculos de su abdomen estaban ligeramente marcados haciendo de su cadera una hermosura que se desbordaba poco a poco hacia sus poderosas y perfectas piernas y nalgas. Entré con cuidado y me esperaba con una preciosa sonrisa. Fue inevitable para mi pensar en lo afortunado que sería el chico que lograra conquistar y enamorar a tan preciosa hembra, siendo carismática, bella y con un cuerpo tan exitante. Yo vestía con un short deportivo de basketball y una playera sin mangas, obviamente al anticipar lo que se venía no usaba ropa interior y mi verga se marcaba en mi ropa aún cuando no estaba exitado. Ella me hizo una seña para guardar silencio y me hizo un campo en su cama. Me senté junto a ella e inmediatamente comenzó a tocarme la verga, sin mediar palabras ni miradas, solamente le interesaba mi pene el cual se exitó de inmediato.

En mi mente Emilia era una preciosa chica y estaba exitada, así que desidí soltarme y relajarme: me paré y bajé mi short dejando que mi polla saliera saltando. Ella quedó maravillada y la tocó despacio a dos manos. Se paró de la cama y se arrodilló frente a mi para acariciarme las nalgas, las piernas y los huevos. Instintivamente se metió a la boca mi pene pudiendo deborar solo la mitad. Me succionó la cabeza delicadamente y me dijo: "La tienes muy grande primo, me vas a partir al medio" y continuó chupando el pedazo de carne con ritmo semilento.

Después de un rato aguantando las ganas de gemir para no despertar a nadie, la tomé de un brazo y prácticamente la aventé sobre la cama poniéndola en 4. Mientras sacaba los condones de la bolsa de mi short me dijo:

  • Vienes preparado! Cómo sabías que me ibas a follar?

  • No me jodas prima, con ése masaje en el coche y tu mensajito de texto... No te me pongas mojigata ahora.

  • Jajajaja estoy bromeando tonto, quiero tu verga dentro desde que la toqué. Pero ve despacio que la tienes muy grande... Tu novia ha de ser la má... Ahhgghghg.

Le clavé la verga mientras susurraba y casi la hago gritar pero supo ahogar su gemido. Con la lubricación del condón y los jugos vaginales que chorreaban de su concha mi verga entró sin problemas. Su raja era ajustada y estaba inflamada, caliente, húmeda. Yo estaba poseido y quería follarla brutalmente pero pude contenerme para no lastimarla o incomodarla. Se la metí hasta el fondo a la primera y esperé algunos segundos haciéndola alargar su primer gemido y que hundiera su rostro entre las almohadas. Comencé a sacarla despacito hasta que solo mi glande quedara dentro de ella y esperé de nuevo, respirando hondo y contemplando sus nalgas, su vagina invadida por mi garcha y su ano contrayéndose como loco. Inclusive su ano era perfecto: pequeño, cerradito y ajustado; a partir de ahí quedé obsesionado con su culo el cual quería comer y lamer.

  • Qué esperas?? Quieres que te ruegue?? (Me dijo volteando hacia atrás esperando mi verga)

  • Perdón prima, pero tienes un ano hermoso! Me lo entregarías?

  • Un paso a la vez primito, nunca me han follado el culo. Ahora solo fóllame la vagina te lo ruego!

  • Así me gusta! Que me rueguen jajaja

  • Cállate que nos van a oir - me susurró sonriendo- ahora dámela toda que me tienes mojada!!

Comencé a meterla y sacarla despacio pero con un ritmo constante escuchando como sus fluidos hacían un poco de ruido con el paso de mi verga. El bamboleo de aquellas nalgas perfectas me tenía hipnotizado, no podía dejar de ver el ano de mi prima contralléndose por la entrada y la salida de mi pene en su vagina. Ella comenzó a gemir un poco más fuerte y le dí una nalgada para recordarle que estabamos rodeados de mi familia en las otras habitaciones. Emilia mordió una almohada mientras yo aceleraba el ritmo y cada vez iba más profundo en su bien abierta concha y ella solo atinó en tratar de empujarme con una mano hacia atrás a lo cual yo reaccioné deteniéndome por completo.

  • No pares papy, por favor... Pero no me des tan duro que la tienes muy grade!!

  • Es como yo quiera o te me quedas con las ganas -Susurré mientras le dí otra nalgada.

  • No seas cabrón primo

  • Jajaja tranquila, nunca le haría daño a esta concha tan linda -Le dije metiéndole la verga hasta donde pude y sacándola despacio.

Moderé un poco la fuerza de los empellones pero no bajé el ritmo haciéndola gemir, o cuando menos haciéndola producir muchos ruidos ahogados entre las sábanas y los cojines de su nueva cama. La follé cerca de 45 minutos gracias a nuestra edad y a los deportes que practicabamos (Por cierto, hagan mucho ejercicio cardiovascular, créanme que me lo agradecerán). Cambiamos de posición varias veces pero debo de confesar que de perrito es mi favorita; si embargo, cuando voltié a Emilia para clavarle mi verga en la posición de misionero me quedé babeando al ver su abdomen rígido, con los musculos ligeramente marcados, su cintura perfecta y sus caderas totalmente abiertas debido a que yo abría y sostenía sus tobillos en todo lo alto. Su vagina estaba palpitando húmeda después de follar por un rato, sin un solo bello y totalmente cerrada, sus labios vaginales solamente abiertos un poco debido a la ración de verga que le había dado y rogando por más.

  • Vamos primo! Sígueme cogiendo...

  • Eres preciosa prima, tu raja es perfecta -Yo seguía sin moverme.

  • Gracias, pero estoy a punto de venirme, luego admiras mi vagina. Ahorita dame verga que se te va a poner floja! -sonrió viéndome el pene.

  • Quieres ver lo "floja" que esta hija de puta??

Se la clavé y sin soltar sus tobillos le dí verga con un ritmo muy acelerado pero cuidando en no clavársela muy duro. Con el paso del tiempo y las cogidas ella pudo recibir toda mi verga, pero aquella primera ocasión solo se la podía meter hasta la mitad sin causarle incomodidad, modestia aparte. Estaba follándola rápido sin pausa y ella hacía mucho esfuerzo por no gemir o gritar cuando con los ojos en blanco y la boca abierta chorreando saliva por una de las comisuras llegó al orgasmo apretando sus piernas contra mi cadera; yo se la clavé hasta lo más profundo y disfruté de las contracciones de su concha mientras veía su rostro poseído por el placer.

En ése momento vinieron a mi mente muchas cosas: es tu prima, esto no esta bien, esta prohibido... Y sin notarlo aquella advertencia me puso más dura la polla. Sabía que no deberíamos follar pero mi prima es una hembra tan hermosa y caliente que fue imposible frenarme.

  • Primo, ya te corriste?? -recuperando el aliento aún con mi verga dentro.

  • No, estoy disfrutando la vista, creo que pasarás mucho tiempo con las piernas abiertas para mi.

  • Eres un cabrón, sabías? Pero si así me quieres tener yo encantada he!! Ahhh que rico se siente tu pene dentro de mi primito... Suertuda de tu novia.

  • Suertuda tu que estas ensartada ahorita jajaja -Susurré mientras se la clavaba más profundo.

  • No seas hijo de puta, me vas a lastimar!!!

Continué taladrando aquella concha cerradita y estrecha hasta que llené el condón de semen. Al sacarle mi verga aún dura ella rápidamente se volteó y la tomó con sus manos. Yo me asombré al verla moverse tan rápido pero dejé que me quitara el condón. Me dijo que le fasinaba el semen y me gustaba probarlo.

  • Me hubieras dicho y me vengo en tu boca prima!!

  • Cuando quieras! Jejeje pero no me gusta probar mis jugos, prefiero chupartela antes de que me cojas.

  • Me gusta como piensas jajajaja yo te doy leche cuando quieras.

En ése momento me vestí y salí a urtadillas del cuarto de mi prima después de cogerla y abrirle la concha con mi pene. A partir de aquél encuentro nuestra relación se volvió muy cercana por obvias razones. Al ser los dos atletas destacados viajamos a muchas competencias juntos y dimos rienda suelta a nuestra calentura juvenil sin que nadie lo notara, por lo menos eso creíamos nosotros.

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