Follando a la mucama mientras mi esposa trabajaba

Mi sirvienta es una morena muy caliente, tiene unos pechos grandes y un culo respingón que me pone cachondo con ella todos los días.

Hola chicos, ¿cómo están todos? Mi nombre es José, soy de Alagoas, tengo 41 años y les voy a contar el día que terminé tirándome a la sirvienta caliente mientras mi esposa estaba en el trabajo.

Mi sirvienta es una morena muy caliente, tiene unos pechos grandes y un culo respingón que me pone cachondo con ella todos los días, siempre tuve un fetiche con ella y me imaginaba follándome a esa zorra a cuatro patas.

Un día llegué a casa temprano del trabajo y estaba solo con la mucama porque mi esposa estaba trabajando, pensé, o me como este bombón hoy o no como nunca más.

Compré unas cervezas para beber y fui a hablar con ella como si no quisiera nada, durante toda la conversación me metí en temas íntimos hasta que en cierto momento me dijo que me encontraba atractivo y que me recogería en una discoteca.

Eso me excitó mucho así que le dije que a mí también me parecía muy atractiva y que tenía sueños eróticos con ella, ella sonrió un poco, dejó caer la escoba y cuando fue a buscar la escoba al piso se puso toda a cuatro patas tocando su trasero contra mi polla que ya estaba dura.

No perdí el tiempo, cuando ella se apoyó contra mí, la tomé de la cintura y la jugueteé para que sintiera lo dura que estaba mi polla, ella volvió a sonreír y dijo: “wow, qué agarre tienes”.

Cuando dijo eso, yo ya me estaba sacando la polla y diciéndole que me la chupara, ella como buena niña traviesa no dijo nada más, solo se arrodilló y empezó a chuparme.

La sirvienta caliente succionó deliciosamente, poniendo toda mi polla en su boca mientras se pajeaba con su delicada mano.

Estaba excitado, muy excitado, se dio cuenta así que me sacó la polla de la boca, me sonrió y me preguntó: “¿Te vas a correr en mi boca?”. Yo respondí:

"No, todavía voy a comerte el coño".

Le dije que se levantara, le quité los shorts, empujé sus bragas a un lado, le ordené que se pusiera de pie y le metí muy fuerte mi polla en su coño, mientras ella gemía suavemente de una manera muy sabrosa.

Como tenía muchas ganas de terminar el día follándome a la sirvienta, no tardé mucho y me corrí sobre su culo para que no se quedara embarazada, pero no fue solo ese día que follamos, hemos tenido sexo varias otras veces, pero esa es una historia para otro día.