Follado por mi amigo a los 18 (V)

Otra follada con mi amigo. Por fin le meto mis 19cm en su culo, no sin antes aguantar como pasivo unas embestidas antológicas. Todo empieza con un calentón y termina en mi cama.

Mi amigo y yo estábamos en una relación de follamigos con 18 años. Habíamos follado 4 veces, siempre cuando él quería, pero la última vez lo desvirgué. Solo había hecho de activo con sus 22cm pero esa vez me lo follé yo. Es verdad que no pude metérsela toda, y tenía ganas de clavársela hasta al fondo. Después de follar me dijo “no te depiles y cuando tengas mucho pelo me follas hasta al fondo”. Estuve muchos días con ganas de follar otra vez, ya que no quería que se enfriara lo nuestro y que después él quisiera pasar de todo. No me depilé y en 3 o 4 semanas tenía bastante pelo, nunca había tenido tanto. Mis 19cm parecían menos con el bosque que tenía en la base. En el pecho tenía pelos, sin ser un oso, y la verdad es que era morboso. Aproveché un calentón mío y me hice algunas fotos.

Me hice una foto de mi cuerpo, un poco trabajado de hacer deporte, solo con un bóxer puesto. Intenté marcar tableta todo lo que puede y se la mandé a Dani, mi amigo, preguntándole si esos pelos eran suficientes. Al cabo de un rato, mientras yo me masturbaba del calentón que tenía, me respondió:

D: Ese pecho me la ha puesto dura.

Y: Pues no lo has visto todo… jejeje (le mandé una foto con mi bulto en el bóxer)

D: Tengo ganas de quitarte esos calzoncillos tio.

Y: (foto con el bóxer un poco bajado para que se vieran los pelos)

D: Que bueno estás cabrón, me tienes cachondo (me manó una fotopolla de esos 22cm)

Y: Vente a mi casa y te enseño lo demás.

No me respondió nada más y no sabía si venía o me había pasado. Yo solo quería aprovechar que estaba solo en casa para follarme a mi amigo. Por suerte, no había terminado mi paja cuando sonó el timbre. Fui a abrir solo con el bóxer puesto y la polla durísima.

Nada más abrir mi amigo se me lanzó a la boca. Sin dejarme cerrar la puerta me empujó contra la pared y me metió la boca hasta la garganta. Él cerraba sus ojos azules mientras nos morreábamos apasionadamente. Conseguí cerrar la puerta antes de que me quitara los calzoncillos. En un momento tenía a Dani de rodillas en la entrada de mi casa comiéndome la polla. “Veo que llevas un rato de ventaja eh” me comentó mientras lamía mi precum. Le cogí del pelo para dirigir la mamada pero se reveló. Él quería oler y chuparme los pelos de mi polla tranquilamente. Cuando se centraba en mis 19cm ponía sus dedos entre mis pelos. Nunca hubiera penado que mi amigo tuviera ese fetiche pero a mí me encantaba. Mientras pudiéramos seguir follando, si no quería que me depilara, lo cumpliría sin problemas. No sé cuánto tiempo estuvo chupándomela pero tuve que frenarle más de una vez para no correrme en su boca allí mismo. Al final conseguí que se pusiera de pie y entre besos y tocamientos llegamos a mi habitación. Al entrar le quité la ropa como si estuviera poseído. El contraste era brutal: su cuerpo de twink delgado y sin ni un pelo y mi cuerpo un poco marcado con pelos por todo el cuerpo. Teníamos en común un par de pollones: sus 22cm lucían mucho ya que la tenía muy fina, mientras que mis 19cm no parecían tanto por los pelos y que era bastante gruesa. Tenía que controlarlo un poco porque no dejaba de lamer todo mi cuerpo. Allí donde había pelo, ponía su lengua. Yo quería comer ese pollón, así que después de luchar un poco conseguí hacer un 69. Estando yo abajo no era fácil comerle la polla. Era más cómodo jugar con mi lengua y sus huevos. Él había mejorado mucho en las mamadas porque era capaz de tragarse toda mi polla. Le costaba pero conseguía llegar a la base donde había esos pelos que tanto le motivaban. Mientras me comía la polla, fui subiendo de la suya y sus huevos hasta su culo. Le metía mi lengua en su ano con más facilidad que la última vez. A punto estuve de correrme solo de imaginar cómo me lo iba a follar. Después de estar un buen rato tumbados así en la cama, me liberé y fui a coger lubricante. Al agacharme para abrir el cajón, Dani se me pegó a mi culo y me empezó a dar un beso negro. Lo tenía un poco peludo pero le gustaba mucho y no quería soltarme. Me resigné  ante el cambio de planes ya que me estaba dando bastante placer. Jugaba con la lengua a recorrer todo mi culo para terminar en el ano e intentar meter la lengua lo más al fondo posible. No se le daba nada mal, y me gustó mucho. Después de escupirme unas cuantas veces, me metí un dedo.  Jugaba con su dedo a entrar y salir mientras mis gemidos acompañaban esa diversión. Lo sacó para chuparse otro dedo y probar de meterme los dos. No fue difícil que entraran ya que yo estaba muy cachondo y él me había dilatado bastante. Acepté el destino y me preparé para sus 22cm. Tenía ganas de follarme a mi amigo pero disfrutar de su pollón en mi culo también era un buen plan. Cuando se agachó para coger el lubricante vio otra caja al fondo.

D: “Veo que te diviertes muy bien solo, maricón”

Y: “Todo chico debería tener un dildo para sus necesidades hahahaha”

D: “Eres un vicioso… y me encanta”

Y: “Si quieres ya te lo prestaré un día”

D: “Pfff… veo que pone que es de 20cm hahaha. Te entrenas para mi polla?”

Y: “Me mola más la tuya que el dildo, fóllame ya!”

Dejó el dildo en la cama y me puso a 4 patas. Se untó la polla con lubricante y me la metió de un golpe. A penas sentí dolor aunque gemí ruidosamente. Me la clavó hasta al fondo y la dejó allí para que me acostumbrara, antes de empezar a follarme. Fue aumentando el ritmo lentamente hasta llegar a darme bastante duro. Me cogía del culo y me azotaba mientras la sacaba casi toda para volver a meterla hasta el fondo. El sonido de sus huevos golpeando contra mis nalgas nos acompaño un buen rato antes de ordenarme que me girara. En la posición del misionero, podía ver su cuerpecito y su carita juvenil con esos ojos azules y pelo rubio. Mi amigo no dejaba de tocarme el pecho con sus manos sin parar de follarme. Me subió las piernas a sus hombros para poder darme duro. Le gustaba sacarla toda y ver a mi culo abrirse antes de clavarla toda de nuevo. Yo no me masturbaba para evitar correrme y gemía de placer ante la follada que me estaba dando. Cogí el dildo que se había quedado en la cama y empecé a chuparlo. Era mi juguete y lo devoré igual que mi amigo jugaba con mi culo a su antojo. Empezó a aumentar el ritmo mientras yo me metía casi todo el dildo hasta la garganta hasta que paró en seco. Pesaba que se había corrido dentro sin decir nada, pero no había acabado. “Te toca a ti, que el otro día te lo prometí” me susurró al oído. Me quitó el dildo de la boca para poder besarme. Mientras nos besábamos se puso más lubricante en la mano para dilatar un poco su culo. Se empezó a meter un dedo, y luego dos, mientras no dejaba de comerme la boca. Me separé de él y lo puse a 4 patas. Pero en vez de meter mi polla, cogí el dildo para untarlo bien de lubricante. Lo puse en la entrada de su culo y sin tener que hacer mucha fuerza entró la mitad más o menos. Fui jugando con el dildo en su culo mientras mi amigo no dejaba de gritar, gemir y masturbarse. “Ni se te ocurra correrte Dani” le dije cuando casi le estaba metiendo todo el juguete. Al fin conseguí meterle todo el dildo y poder jugar en su interior. Su culo ya estaba preparado, así que se lo saqué y él se giró para verme y levantar las piernas. Se cogió las piernas para hacerse como una bola y enseñarme ese culo ya abierto. “Métemela de golpe” me chilló. Solté todo el aire y un escupitajo me valió para lubricar mi pene antes de entrar en su interior. No encontré oposición hasta clavarle mis 19cm en su culo. Mi vello púbico chocaba con su culo. Empecé a envestirle muy duro ya que sabía que no aguantaría mucho rato. Apena llevábamos unos minutos cuando le dije que me corría. Su “Préñame”  sonó como orden, así que no salí de su interior hasta haber soltado toda mi lefa. Mis 8 trallazos le llenaron el culo de mi leche mientras yo gemía y notaba como temblaba mi cuerpo y me abandonaban las fuerzas. Después de unos segundos pegado a su cuerpo saqué mi pene de su culo. Mi amigo empezó a masturbarse y esa imagen de Dani pajeándose en mi cama con las piernas levantadas y su culo lleno de mi semen, es una de esas que guardo en mi retina. Al ver que salía un poco de lefa de su culo, me agaché para lamerlo. Me quedé tumbado comiéndole el culo de donde salía mi semen hasta que me dijo que se corría. Me levanté para lanzarme a sus 22cm y no los saqué de mi boca hasta que me había tragado toda su lefa. Después de eso nos tumbamos en la cama los dos con una sonrisa. Me quedé pensando que su semen tenía muy ben sabor y que quería repetir eso muchas veces, y poder follar con mi amigo cuando quisiera.