Follado por mi amigo a los 18 (IV)
Después de semanas acabo desvirgando a mi amigo en una fiesta de instituto.
A pesar de que Dani pasaba de mí y hacía como si no hubiera ocurrido nada, habíamos follado 3 veces. Pasaron semanas y nunca quería hablar del tema. Cuando le preguntaba solo me decía que no era gay y que no pasaría nada más entre nosotros. Poco a poco lo fui olvidando ya que durante las siguientes semanas me acosté con otros chicos. Aun así, seguía viendo a mi amigo casi cada día, éramos del mismo grupo de amigos e íbamos a la misma clase en el instituto, y esos 22cm que tenía entre las piernas eran a veces la base de mis pajas y sueños.
A final de trimestre 5 amigos, entre los cuales Dani y yo, decidimos hacer una fiesta. Algunos habían cumplido los 18 y teníamos que celebrarlo. Fuimos a casa de uno de ellos, aprovechando que sus padres estaban fuera, y jugamos y bebimos hasta la madrugada. Uno de mis amigos invitó a algunas amigas suyas y la noche fue divertida. A pesar de ser bisexual, me atraían más los chicos que las chicas, aunque esa noche no me negué a nada. Una de las chicas, Carla, me tiraba bastante la caña. Era bastante guapa, morena con ojos verdes, y muy divertida. En medio de la fiesta, entre juegos y alcohol, estábamos tonteando abiertamente. Entre tanta bebida, necesitaba mear. Por el camino al lavabo me encontré a Dani un poco borracho que buscaba el baño. Todo fue buen rollo con alguna broma. Como había varios, él se quedó en uno y subí a la segunda planta en busca de otro baño. Mientras meaba entró Dani.
Y: Qué haces aquí tio? No te gustaba el otro baño o qué?
D: Mejor éste que estás tú.
Y: Venga tio, déjame mear en paz.
D: Le digo a Carla que suba maricón?
Y: No tio, vete va. Qué te pasa? Estás celoso? hahahahaha
D: Qué va! Hahahaha. Tengo algo que ella no te puede dar (se bajó los pantalones y los calzoncillos). Me la quieres chupar un poco?
Y: No tio, no quiero ahora. (se me empezó a poner un poco dura y se me cortó el pis definitivamente).
D: Aún no estoy a tope pero sabes como la tengo… (mientras se pajeaba mirándome fijamente).
Me dirigí hacía él para pasar por su lado y abrir la puerta. “No quiero ahora” le dije. Puso la mano en la puerta para que no pudiera abrir y con otra me cogió el culo “pues déjame follarte entonces, hace mucho que no follo”. Me giré y no pude resistirme a ese carita tan guapa que tenía: lo besé. Le metí la lengua hasta la garganta mientras él me metía las manos en mis nalgas. No se separó y seguimos besándonos mientras le agarraba del culo con mis manos. Entre los besos le susurré mi oferta al oído: “Si quieres algo, te follo yo”. Mi intención era provocarle y aprovechar que tenía ganas de follar. En realidad esperaba que se negara y así podría volver a la fiesta, pero Dani estaba muy cachondo y tenía otro plan. Sin dejar de besarme empezó a desabrocharme el cinturón y bajarme los pantalones y mis bóxers. Me desabroché la camisa para que me viera el cuerpo que había trabajado últimamente en el gym. “Qué bueno estás cabrón” me dijo. Fue bajando por mi pecho con algunos pelos hacía mis abdominales hasta que se puso de rodillas y se metió mi polla en la boca. “Joder, aun sabe un poco a meado” me dijo al sacársela de la boca. Le cogí la cabeza y se la metí casi entera hasta la garganta hasta que le dio una arcada. Se la saqué para que respirara un poco y se la volví a meter casi toda. Le follé la boca como quise mientras mi amigo me miraba con sus ojos azules llenos de compasión y deseo. Le saltó alguna lágrima con alguna garganta profunda pero yo lo estaba disfrutando. Cuando le solté la cabeza y dejé que me la chupara a su ritmo, bajó hasta mis huevos. Hacía un par de semanas que no me depilaba pero los pelos en mis huevos y mi polla no le molestaron. Me dio unos cuantos besos en la punta antes de volver a comérmela con más suavidad. No parecía que se cansara así que fui yo quien lo cogió de los hombros para que levantara.
Después de comernos la boca un poco, tiempo que aproveché para quitarle la camiseta y tocar sus nalgas blandas y sin pelos, le di la vuelta con fuerza. Era más fuerte que él, que tenía un cuerpo muy delgado de twink, así que lo podía dominar fácilmente. Lo puse contra el lavamanos y me arrodillé para comerle el culo. Seguro que nadie le había comido el culo y, aunque no soy un gran experto, lo disfrutó. Primero le pasaba mi lengua por todo su culo para después centrarme con la entrada. Ese culito blanquito sin pelos era una delicia. Le escupí justo en su ano antes de clavarle la lengua. Quería abrirme paso con mi lengua pero estaba muy cerradito. Le escupí un par de veces más y me chupé el índice antes de metérselo con cuidado en su culo. Mi amigo gimió de placer al entrar mi dedo en su interior. Estuve bastante rato alternando mi lengua y el dedo antes de poder meterle dos. Me dijo que no cuando empezaron a entrar pero se los metí al final. Para lubricar un poco más, ya que me estaba quedando sin saliva, mojé mis dedos con agua y un poco de jabón. Fue una buena idea ya que podía meter y sacar dos dedos hasta intentar el tercero. Al final me levanté después de escupir en su ano unas cuantas veces. Le llevé mi rabo a su boca para que me lubricara con su propia saliva y volví a colocarme detrás de él.
La posición era morbosa: tenía a mi amigo de espaldas contra el lavamanos y yo detrás, con el espejo en frente para poder contemplar esa escena. Con mi polla llena de saliva y su culo abierto pensé que no costaría mucho metérsela. “Con cuidado que soy virgen” me suplicó cuando le puse mi polla en la entrada del culo. Empezar con mis 19cm no era lo más fácil pero ese culo me lo quería follar. Quién sabía cuándo podría volver a follarme a Dani si es que habría otra ocasión. Solo al empujar un poco la punta gritó. “No grites o te la meto de golpe” fue mi respuesta. Se tapó la boca con una mano mientras le volvía a meter un poco la punta. Su culo seguía muy cerrado y costaba mucho meterla. Sin lubricante era difícil meter la mitad de mi polla. Dani seguía tapándose la boca y masturbándose frenéticamente. La situación me daba mucho morbo y quería desvirgar bien a mi amigo. La saqué para echarle más saliva y se la metí todo lo que pude; un poco más de la mitad. Fui sacando y metiendo sin poder llegar nunca a penetrarlo hasta el fondo. El juego que hacía ese culo tan estrecho, sumado a las caras de dolor y placer de mi amigo me estaban excitando mucho, hasta que vi que me iba a correr. La saqué de su culo para masturbarme un poco y cuando noté que me corría le metí la punta. Solté toda la lefa de unos cuantos días sin pajas en su interior. Después de preñarlo y recuperarme, la saqué aun morcillona viendo como le dejaba el culo lleno de mi leche. Dani se dio la vuelta anunciando que se iba a correr y quería terminar en mi boca. Me agaché al instante para recibir de ese pollón de 22cm unos cuantos trallazos en la boca y por el resto de la cara. Se corrió muchísimo: ese pollón era una máquina descontrolada de echar semen que me golpeaba la cara sin freno. Me entró un poco en el ojo pero todo lo que me llegó a la boca me lo tragué. Después de limpiarme la cara en el mismo lavamanos donde acababa de empotrar a mi amigo, nos vestimos y nos dimos un último beso aún con sabor a semen. Mientras volvíamos a la fiesta como si nada hubiera ocurrido me confesó “no te depiles y cuando tengas mucho pelo me follas hasta al fondo”.