Follada entre hermanos 4: Experimentando

Solos de nuevo en casa, Juana sorprende a increiblemente a su hermano, mostrandole otra faceta de ella, y otra de sus habilidades.

Estaban ya de vuelta en su casa. Esa noche los padres estaban invitados a una fiesta y los chicos felices se enteraron que estarian solos durante horas.

Se despidieron tranquilamente de sus padres y en cuanto se fueron Juana se fue corriendo a su habitación. Miguel sorprendido ante la huida de su hermana se fue a sentar al sofá a ver la tele, muy decepcionado. El pensaba que su princesa iria directamente a sus brazos, en lugar de eso ni lo habia mirado y se habia ido, ya llevaba por lo menos 15 minutos en su pieza.

Habia pasado media hora y ella no mostraba intención de bajar. Miguel no dejaba de pensar... acaso querria que el suba? No, no era posible, ella lo hubiera llamado.... habría ido a hablar con alguien mas? No, tampoco, o si? Le picaron los celos. Y en eso, mientras pensaba en mil cosas, bajó su hermana y se quedó mirandolo desde la entrada del living.

Miguel la miró y quedó con la boca abierta. Venía con una lencería de encaje negro, tipo baby doll, mostrando hermosamente su figura. Además traía unos zapatos de taco negro muy altos que la hacían verse mas deliciosa, y el cabello suelto sobre los hombros dandole un aspecto salvaje, completamente sensual.

-Ne..nena..- tartamudeaba Miguel

Ella comenzó a mover suavemente sus caderas, bailandole sexy, acercandose. Su hermano aun no cerraba la boca por la impresion, no reaccionaba, pero su verga si habia reaccionado y estaba durisima.

Juana seguía bailandole, meneandole el culito y las tetitas, enloqueciendolo mas y mas y mas... Miguel no aguantaba. Se levantó y se acercó a ella, la abrazó fuerte y la beso con ansia haciendole sentir contra ella la dureza de su erección. La chica le tomó la mano y los llevó hasta el segundo piso, a la cama de sus padres.

-Hagamoslo aqui amor, tenemos mas espacio- susurró con voz sexy.

Se recostaron sin dejar de besarse. Juana habilmente desnudaba a su hermano quitandole todo mientras el la acariciaba y la miraba con adoracion. Ya desnudo comenzó a sacarle dulcemente las prenditas a ella, primero el sostén y tras entretenerse por un momento comiendo y besando sus tetitas le quitó la diminuta tanguita, dejandolo solo con los zapatos.

-Estas deliciosa mi amor

Se montó en ella y la penetro inmediatamente, bombeaba enloquecido, fuerte y rapido, desesperado. Ella gritaba y gemia exitada al maximo al ver como lo había puesto, lo abrazaba y arañaba su espalda loca de placer, él gemia, le mordia y besaba el cuello marcandolo, marcandola suya.

Follaban como salvajes sin control y sin cansancio hasta que ambos se corrieron. Pero Juana guardaba aun otra sorpresa para su hermano.

Lo dejó descansar por unos minutos y luego buscó su verga. Comenzó a lamerla y chuparla como había echo en el bosque, metiendola y sacandola de su boquita, ensalivandola bien y dejandosela erecta y dura como piedra. El nuevamente se iba a poner sobre ella, pero lo detuvo.

Se puso a cuatro patas sobre la cama y sin verguenza le dijo

-Hermanito follame el culo.

Juana tomó un pote con vaselina y se lo entregó a su hermano. La petición lo habia dejado loco. Temblando por el deseo empezó a ponerse la crema en la verga y en el culito de la chica dilatandola despacio hasta que no resistia mas las ganas. Lentamente metió la cabeza de su duro palo en el estrecho ano de su hermanita y controlandose lo mejor que podia se la fue metiendo intentando no hacerle daño. A ella le dolía levemente, pero lo gozaba, sentía el temblor de su hermano, sus ganas, su exitacion, eso bastaba para ponerla loca y hacerla disfrutar como loca. Tras minutos de lentos esfuerzos logró metersela casi toda y comenzó a moverse dentro y fuera muy despacio, gimiendo salvajemente por el gozo que daba a su verga el estrecho culo de la chica. Las embestidas se hacian mas rapidas y cada vez mas profundas hasta meterla toda. Sus huevos chocaban contra ella, el sonido de sus pieles chocando y los gemidos los enloquecia.

Miguel la tomó por la cintura y la hizo acercarse a él. Juana quedó con la espalda pegada al pecho del hombre, mientras el le follaba suave y sensualmente el culito le acariciaba las tetas y jugaba con una mano en su conchita, compartiendo así ambos un placer nunca antes alcanzado. El iba acelerando hasta alcanzar el maximo, logró que ella se derramara y seguidamente lo hizo el, enterrado al fondo del culo de su hermana, llenandola de su leche.

Tomo la cara de la chica y la hizo mirarlo, besó su boca con pasion mientras salia de ella. Se quedaron abrazados en la cama de sus padres por un buen rato y luego se levantaron para ordenar todo y no dejar evidencia.

Fueron a la pieza del chico y se siguieron besando y acariciando abrazados, felices, satisfechos, queriendose. Juana abandonó los brazos de su hermano al escuchar que sus padres habian llegado. Dejaban nuevamente de ser amantes, volvian a ser hermanos.