Flashback Sexual

En plena cuarentena, no queda de otra mas que recordar...

Estábamos llegando al motel, teníamos como un mes sin cogernos, y mi amor, sabes que eso para mí es demasiado. Parecíamos animales, no podíamos dejar de besarnos y tocarnos, me trepaste al tocador y me te abracé fuertemente con las piernas, tus manos se colaban entre mi vestido, recorriendo mis piernas hasta las nalgas, sentiste mi cachetero de encaje y enloqueciste, me enterraste las uñas y arañaste mis nalgas, gemí de dolor y placer mientras te besaba y desabrochaba con prisa tu camisa. Tu otra mano recorría mis pechos, los estrujabas con deseo, yo estaba empapada ya, esperando el momento de cogerte. ¿Recuerdas quitarme el vestido? Te quedaste embobado en mis tetas, las besaste mientras desabrochabas mi bralette, también de encaje, te encanta besarme las tetas mientras las liberas...

Ahí me tenías, sentada en el tocador, aferrada a ti, suplicándote que ya me cogieras, que ya me penetraras, moría por sentirte dentro de mí. Me tomaste denlas nalgas y me cargaste hasta la cama, abriste mis piernas, lamiste mi humedad por encima del cachetero, me lo quitaste lentamente mientras besabas mis piernas, y a besos las recorriste de regreso hasta llegar a mí humedad, recuerdo cómo me retorcí de placer cuando me recorriste toda la vagina con tu lengua, me haces gemir como loca, sentí tu lengua jugando con mi clítoris, no podía dejar de gemir y retorcerme, apreté las piernas, dejando tu cabeza ahí, lamiéndome, dándome más placer del que podía soportar. ¡Ya cógeme! Te grité y te incorporaste, me besaste, estabas empapado de mis fluidos, al acercarte sentí tu pene bien erecto entre mis piernas...

Te paraste a la orilla de la cama, me viste con una cara de deseo que no olvidaré jamás, me tomaste de los muslos y me arrastraste a la orilla de la cama, te echaste mis piernas a los hombros, lamiste tus dedos y los hundiste en mí, me los diste a probar, qué delicia mi amor...

Me tenías loca, loca de placer, y aún no me penetrabas, te encanta llevarme al límite siempre...

Por fin tomaste mis piernas y me abriste ante ti, pasaste tu pene por toda mi vagina, se llenó de fluidos, yo no dejaba de gemir, de apretarme las tetas, de gritarte que me cogieras, me tenías a tu merced y lo sabías, tomaste mis piernas y me embestiste tan duro, tan delicioso, que sentí que me desmayaba del placer, empezaste a embestirme con furia, con coraje, con una pasión desbordada, te sentía rompiéndome por dentro, deliraba ya de tanto placer, grité tanto que me dolía la garganta, te echaste sobre mí sin dejar de embestirme, ¿Esto querías? Me preguntaste mientras me ahorcabas... ¡Sí, carajo! ¡Sí y mil veces sí! Me soltaste y te empujé con las piernas, me incorporé y me puse en cuatro, con el culo bien parado para ti, sabes que me encanta que me cojas así, lamiste mi ano y metiste un dedo, qué delicia, sentí cómo tu pene entraba en mi culo, primero despacio, bombeando poco, luego me tomaste de la cadera y empezaste a embestirme como loco de nuevo ¡Joder qué pinche delicia! Te daría las nalgas todos los días sin pedos, mi amor... No sé cuánto tiempo me tuviste así, empinada cogiéndome por el culo, cuando no me estabas masturbando, me dabas nalgadas, explotaba de placer, me temblaban las piernas de tan rica cogida...

Me llenaste el culo de leche, caíste rendido, pero sabes que yo siempre quiero más mi amor, yo siempre voy a querer más, me monté en ti, te besé tan apasionadamente que te pusiste duro de nuevo, me metí tu pene y empecé a moverme... Tus manos no dejaban de pasearse de mis piernas a mis nalgas, a mis pechos, te sentía tan rico dentro de mí, te encanta que te monte, me encanta sentirte dentro de mí, empecé a gemir de nuevo, me iba a venir, esto te excita muchísimo, me abrazaste y me pegaste a ti, seguí moviéndome y gimiendo cada vez más fuerte, exploté, y tú también, me llenaste de leche de nuevo, me levanté y te pene estaba lleno de semen y fluidos, lamí un poco, qué rico saben nuestros jugos juntos...