Fito y Noemi, pasión y deseo

Segundo relato acerca de mi vida con Noemí, la chica con la que tuve mi primera vez y le quite la virginidad. Para luego caer en un nido de pasión, deseo y amor convirtiéndola en mi novia y cambiando mi vida para siempre.

Aquella noche fue diferente para mi después de mi primera vez con Nony, yo ya no era el muchacho de antes había perdido la inocencia, cuando cerraba mis ojos recordaba los momentos que pase con Noemí cuando estábamos haciendo el amor, una parte de mi con la cabeza fría se arrepentía de haber hecho el amor con esa chica que no era de las chicas atractivas del colegio para mis compañeros, y más aún de decirle que fuera mi novia que haré ahora me decía yo mismo, todos se enteraran en el cole, primero mis amigos, luego mis maestros y después mis familiares, me dio susto. Pero por otro lado también me preguntaba, y Noemí a ella también todos le dirían de todo ahora. No debía ser un patán, además no podríamos afrontar solos esto nos necesitábamos, y realmente ella me gustaba porque ahora que conocía su cuerpo, me estaba enamorando de ella la consideraba mi sexy ‘negrita’. También surgió en mi un sentimiento de amor que no podía explicar tal vez porque ella entrego a mí su virginidad, el sexo nos unió como no había pensado nunca, dormí pensando en Noemí y ya sabía lo que haría al día siguiente.

Al día siguiente yo llegaba al colegio pensando y con mis remordimientos, pero todo parecía tan normal como antes, ingrese al aula pasábamos clases con toda normalidad nadie no decía nada, toco la campana del recreo, ‘el profe’ con el que estábamos pasando clases salió y se fue a la sala de maestros como siempre lo hacía, todos nos disponíamos a salir del aula, cuando de repente escuche un murmullo de las chicas que estaban reunidas por ahí.

Noemí estaba rodeada de ellas, ella había contado nuestra aventura a una de sus amigas y esta chica no perdió tiempo en decirlo a ese grupo de sus amigas que habían rodeado a Noemí preguntándole lo que pasó entre nosotros, entre risas y gritos de sarcasmo ellas decían chiquilladas de colegio cosas como:

  • El Fito y la Nony se han “arreglado”, uuhh.

A la vez mis amigos me miraban con algo de sorpresa, no sé qué paso en ese momento será que mi instinto fue tan fuerte que yo ese instante me puse atrás de Noemí y la abracé de su cintura, ella se puso muy contenta  al verme así, alrededor de nosotros nuestros compañeros nos decían muchas cosas haciendo bulla y riendo.

-que camotes. - que es una forma decir por aquí a las personas que están muy enamoradas.

Otros de manera burlona nos decían. - vayan al parque por favor. Y así muchos nos dijeron mensajes burlescos.

Después de unos minutos todos se fueron por su lado y nos dejaron solos como si nada pasara, dio la vuelta la cara nos dimos un ‘pico’, como llaman a los besos cortos por aquí.

Fui con mis amigos y ella con sus amigas, como normalmente lo hacíamos, toco el timbre de nuevo y entramos a clases, en clases todo parecía normal, avanzamos materia como un día normal,  eran las 12:00 tocó la campana de salida terminaron las clases , salimos todos afuera del colegio, me despedí de mis amigos con el saludo tradicional.

  • Chau Fita. - Le decían sus amigas a Noemí entre risas mientras yo la esperaba

-chau chicas. -decía ella también riéndose, mientras se despedía de ellas con un beso en la mejilla.

Nos tomamos de la mano y así como enamorados, bajamos por la calle, mientras algunas personas que nos conocían por esa calle nos miraban de reojo tal vez en señal de desaprobación, llegamos al parque nos sentamos ahí un rato.

Ella me dijo. - amor, yo pensé que te enojarías de lo que conté.

  • Ayer pensaba que hice mal en hacerte el amor, pero reflexione y de veras me gustas mucho. -Le dije yo.

  • Ay Fito, yo también te amo, y quisiera que estemos así juntos para siempre.

Acerque mis labios a los suyos y volvimos a besarnos abrazados en aquel lugar

-Te amo Nonita y amo esa tu cosita linda -le dije mientras nuestros besos continuaban.

  • ¿a tu casa esta tarde?. -le pregunte con voz morbosa

  • No, es que mi mama y mi hermana han llegado.

  • Pero yo te deseo mi amorcito diles que tenemos que hacer una tarea y nos encerramos en tu cuarto.

  • No, es que cuando mi hermana estaba en colegio mi mama la descubrió con su novio en la cama, no quiero que eso mismo me pase.

  • Pero yo te amo Nonys y no puedo resistir estar sin vos en la cama.

  • A mi también me gusta hacer el amor con vos, pero pronto tal vez ellas vuelvan a viajar y podamos estar juntos, ya tengo que irme amor, nos vemos a la tarde - Después nos besamos y se fue.

Yo volví a casa, teníamos clases de música en la tarde, almorcé y me fui a mi cuarto trate de hacer algunas de mis tareas que no pude hacer el día anterior, me costaba concentrarme estaba pensando en Noemí, y en su conchita, tome un baño frío para pasar mi calentura, luego me cambie la ropa y me dispuse a salir de casa, tome un bus para ir al cole pensaba en Noemí todo el rato.

Llegue al cole pero no vi a Noemí por ahí estaba algo triste de no verla, pasábamos clases yo no atendía al profesor que estaba afanado en formar su coro pensaba en ella, hasta que Noemi llegó atrasada se sentó en los asientos de adelante donde nadie se sentaba ya que todos preferían estar atrás y cuando alguien llegaba atrasado no le quedaba otra que sentarse adelante, ese instante yo volqué  la mirada a Nony se había recogido el cabello, llevaba un suéter, o jersey delgado manga larga de color naranja que tenía unas rayas multicolores, y unos jeans de color celeste con los que usualmente solía venir, sus jeans no eran ajustados, yo la veía detenidamente no sé qué me pasaba no podía despegar la mirada de ella, podía ver los pliegues de su sostén en sus hombros y su espalda, me fije que sus lindas tetas sobresalían a través de su jersey, también veía a través de sus jeans los pliegues de su calzón que cubrían su culo, mi pene estaba erecto, así que cuando salimos al descanso tuve que pensar en otra cosa para detener mi excitación, salimos al recreo nos sentamos juntos en una de las bancas.

En el colegio donde estaba los niños de la escuela pasaban clases en la tarde y nosotros de la secundaria en la mañana, en ese momento ellos también estaban en recreo. Me di cuenta que Noemi miraba a los niños.

-Mira amor lo que juegan esas guaguas (como llamamos por aquí a los infantes).

-Yo le pregunte.- ¿quiénes?

-Ay, Esas guaguas no te hagas al bobo.

-Yo le mire y le dije sin importancia.- ah.

De un momento me acerque a su oreja y morbosamente le dije.

-No quieres ir a hacer una guagüita.

-QUE -me dijo ella sorprendida y morbosa entre chiste

-A qué quieres dejar el cole y ser papa -me dijo riéndose.

-Tal vez -dije yo algo serio pero con una sonrisa morbosa

-Oye la bruja nos está mirando.- me decía Noemí en voz baja, por “bruja” se refería a la administradora del colegio, que cuando me di cuenta vi que nos miraba con una mirada torva como sospechando algo.

-vamos a otro lado.- me dijo Noemí.

-No si nos ve juntos puede sospechar, porque no nos vemos en el baño, voy a distraerla. - le dije yo mirando a otro lado, Noemí se levantó de donde estábamos sentados y se fue con dirección al baño, “la bruja” aún me observaba por la ventana yo me pare y fui hacia mis compañeros que charlaban por ahí.

  • Y tú “mina”. -me preguntaron.

  • No se debe estar con sus amigas - respondí yo.

  • Fito vos andas en la luna ¿no? -me dijo uno de mis compañeros

  • No sé - le dije yo y mientras ellos se reían por eso yo estaba fijándome hacia la ventana de “la bruja”, por suerte ella había dejado de mirarme, la había despistado.

Me escabullí de ahí con dirección al baño, entre al baño de las chicas parecía que no había nadie, cuando sentí que algo pequeño me golpeaba la cabeza, era una pequeña piedrita que me había arrojado Noemí que se había subido a un inodoro. Abrí la puerta de la mampara de baño donde estaba Nony y nos encerramos dentro, ella bajó a mi brazos agarrándose de mis hombros, empezamos a besarnos apasionadamente, nuestras lenguas se confundían y jugueteábamos entre sí con ellas, nos comíamos a besos, ni siquiera dábamos tiempo a la respiración, toco el timbre de entrada, pero nosotros no hacíamos caso de eso, yo me atreví a tocarle el culo, mientras continuábamos explorando nuestras bocas con nuestras lenguas, luego le baje el cierre de su jeans celestes y se lo desabroche, después me agache  y casi de rodillas le baje sus jeans, ella llevaba un calzón amarillo se lo baje hasta donde le baje el jeans, acerque mi boca hacia su vulva, primero empecé a besar su vulva con suavidad, mi boca sentía algunos de sus vellos, ella empezó a lanzar algunos gemidos suaves en voz baja, traté de abrirme paso entre su vulva marrón con mi lengua metiéndola dentro de su vagina sentía una concavidad muy suave y húmeda, su vagina estaba húmeda y yo sentía el olor que su vagina desplegaba por la excitación, eso me excitaba, le abrí sus labios vaginales con mis dedos, cuando le lamia la vagina, ella empezó a gemir un poquito más fuerte y se le escapo un “ahh”.

Con sus manos me agarro de mi cabello mientras yo empecé a chuparle la vagina con mis labios, ella cerraba los ojos mientras hacía  eso y trataba de juntar la piernas, con mis  dientes le mordí su clítoris con suavidad, con mi lengua le chupaba y jugueteaba con su clítoris, ella me agarraba del cabello estaba tratando de disimular sus gemidos y retorciéndose de placer.

-Ay que rico, ay que rico - me decía con la voz entrecortada y dándose aire a su cara con sus manos.

Luego lanzó un gemido fuerte casi un grito de placer que tuvo que taparse la boca con sus manos para que no nos escucharan, me pare y nos besamos. Ella respiraba profundamente.

-Quiero metértelo mi negrita -le decía en voz baja mientras la besaba su cuello.

  • ¿tienes preservativo mi amor? - me preguntaba ella

-No tengo, me vale, yo quiero meter mi pija en tu conchita no resisto más.

  • No, porfa no así, no quiero embarazarme

-Tranqui amor voy a terminar afuera te lo juro.

Yo le insistía, mientras tanto ya me había bajado el pantalón y sacado mi pene me disponía a penetrarla, derrenpente escuchamos un ruido parecía que alguien venia, nos vestimos apurados por el susto mi excitación se fue de golpe, me subí los pantalones, mientras ella se subía su calzón y los jeans

-Vamos al curso -le dije, mientras cerraba mi bragueta.

-Espera te he despeinado. Me insinuaba ella mientras con su mano trataba de arreglar mi cabello, salí yo primero a ver quién era, estaba algo asustado de que un maestro nos pillara, pero cuando me fije solo era un niño de la escuela.

  • Es un niño, ven. -le dije a Noemí.

Ella salió riéndose, salimos del baño estaban ya pasando clases por suerte sus amigas nos cubrieron para que el profe no se  fije en nosotros cuando entramos al aula, también como éramos unos 40 en música era difícil para el profe controlar a todos, nos subimos al medio y a la izquierda del coro hacíamos que cantar mientras nos  tómanos de la mano  parecía que teníamos sexo con los dedos.

La clase término daban casi las 6 de la tarde salimos del colegio luego tomamos de la mano, nos fuimos a hablar a una de esas esquinas vacías detrás del colegio la estaba apretando contra una pared mientras nos besábamos abrazados y luego mientras le besaba el cuello le decía:

-Quiero culiarte bomboncito, mi negrita linda.

-Yo también quiero sentir tu pija en mi concha mi flaquito lindo,  quiero que lo des hasta el fondo.

  • por favor amorcito vamos a tu casa no aguanto más. Le insistía yo como un animal en celo.

-Están mi mama y mi hermana, tal vez viajen la otra semana, te debo algo que te va gustar solo espérate unos días. Por cierto donde aprendiste eso.

  • viendo un porno con mis amigos.

  • Ay Fito que cochino eres, pero me gustas así. -Nos dimos un beso y nos despedimos.

Creía que ese día iban a pasar cosas malas en el cole, que nuestros compañeros iban a denunciarnos y que luego el director y nuestros familiares nos recriminarían, fue todo lo contrario, mis amigos empezaron a respetarme por ello ya que pocos habían tenido sexo, y las amigas de Noemí que sabían mas del tema nos cubrieron en momentos donde tal vez nos hubieran descubierto.

Ya no era el mismo de antes había madurado al asumir mi noviazgo con Noemí pero también estaba ciego de amor, pasión y deseo por ella. En esos dos días mi vida había cambiado mucho de lo que era, veía a Noemí como mi hembra, y ella me veía como su macho, nos podíamos tocar y hacer el amor cuando queríamos, ella era mía como yo era suyo, estábamos aprendiendo el arte del sexo explorándonos mutuamente nuestros cuerpos. Hambrientos de sexo, deseó y amor.

En el próximo relato contare como nos escapamos de la clase de Educación Física para ir a hacer el amor por ahí arriba.