Fito y Noemí, insaciables

Relato numero 4 acerca de mi vida con Noemí, la chica con la que tuve mi primera vez y le quite la virginidad. Para luego caer en un nido de pasión, deseo y amor convirtiéndola en mi novia y cambiando mi vida para siempre.

El lunes después de clases Noemí me esperaba en la esquina donde solíamos reunirnos me acerque a ella.

  • Amor estas bien.- le dije con el rostro serio dándole un pequeño beso.

-Ayer me bajo la regla.- me dijo cambiando su rostro y riéndose

  • Instantáneamente nos acercamos más y nos besamos apasionadamente.

  • Te amo Nony le dije.

  • Te amo también Fito me decía ella mientras la besaba.

Estábamos tan felices de la noticia que bajamos por la calle tomados de la mano, y en cada esquina yo me acercaba de una manera sinvergüenza y nos besábamos abrazados ella respondía besándome de una forma ardiente no nos importaba que la gente nos mire. Fuimos caminando hasta su casa cuando llegamos a la esquina nos abrazamos y nos besamos de manera apasionada la apreté contra la pared de esa esquina besándola compulsivamente. Volví a casa contento por la noticia salvadora, agradecí a Dios por eso y prometí que a partir de ese día me portaría bien, lo cual nunca cumplí.

Por casi un mes no hacíamos nada solo nos dábamos besos, pero yo no aguantaba mi ansiedad de hacerle el amor de nuevo, cada día de esas semanas me masturbaba varias veces al día pensando en Noemí, nuestro primer mes como novios se acercaba.

Por esos días la estaba apretujando contra la pared  en nuestra  esquina habitual que quedaba cerca de su casa mientras nos comíamos a besos ardientes luego mientras le empecé besar el cuello con suavidad ella me decía:

-Que quieres a hacer para nuestro “cumplemes” amor.

-No sé dónde quieres ir. Le respondí algo aburrido y mirándola de frente pensando que me diría llevara a algún lugar cursi de esos. Y luego volvi a acercarme para seguir con mi “rutina” de besarle el cuello.

Me muero por hacerlo.- Me susurro ella a la oreja mientras yo le estaba besando el cuello. De inmediato acerque mis labios abiertos en los suyos y nos dimos un beso muy ardiente, nos estábamos comiendo a besos jugábamos con nuestras lenguas de los labios nos habíamos enviciado con ello éramos ya expertos para besarnos.

Ese sábado y domingo extrañaba a Noemí mientras hacia las tareas pensaba en ella y me masturbaba pensando en ella, planeaba en donde llevarla para hacerle el amor, como adolescentes no podríamos ir a un hotel o un motel ya que no nos dejarían entrar porque éramos menores, encontrarnos en el baño del colegio era muy riesgoso podrían encontrarnos o encontrarme a mí con las manos en la Noemí o quiero decir en la masa.

Finalmente se me ocurrió una idea estupenda, el lugar donde pasábamos Educación Física, era un edificio viejo que tenía muchas aulas alrededor de una cancha, ahí practicábamos básquet y las chicas  vólibol, pero nadie se fijaba en esas aulas abandonadas, yo sabía que por ahí había un salón con cosas de gimnasia viejas como colchones, pesas y demás. Ya que un día había subido con un amigo a ver que había por ahí. Llevaría a Noemí a ese lugar y por fin haríamos el amor decía a mí mismo.

Ese día pasamos clases en la mañana con toda normalidad, todo era tranquilo, a la salida bajamos del cole con Noemí tomados de la mano cuando llegamos a nuestra esquina mientras nos apretujábamos y le comente:

  • Amor ya encontré el lugar donde podemos estar juntitos sin que nadie nos moleste.

  • ¿Y que vas hacer ahí?.- Me dijo sarcásticamente, y sonriendo pícaramente.

  • Te voy a culiar.- le susurre a su oreja apretujándole contra la pared mientras le besaba su cuello y encontraba su lunar, ella solo se reía.

  • Que cochino eres Fito solo piensas en hacerlo. -Respondía irónicamente y riéndose.

  • Estaba pensando, y si te tomas la píldora. Le comente yo

  • ¿lo que estaba explicando la profe de “bio”.- Me pregunto ella.

  • Si.- Atine a decirle.

  • No se, pero parece que hay que ir aun doctor para eso. No me gusta, mejor saco condones de la tienda de mi hermana.- me dijo ella.

  • Oye no son condones es como dijo el “rodri” en la clase “forritos” para mi pichi.- le dije yo de forma burlesca ella solo atino a reírse.

  • Estas loco me dijo ella sonriendo.

  • Por vos amor.- le dije yo. Y nos besamos.

Ya en la tarde yo llegue a eso de las 3, Noemí estaba jugando un partido de volibol, yo me puse los shorts para jugar básquet, estábamos haciendo ejercicios de rutina el “profe” gritaba para que nos apuremos mas ya que tenía que entrenar con el otro grupo, daban las 4 y descansamos, media hora antes las chicas habían terminado de jugar, Noemí que estaba sentada con sus amigas venia hacia mí, me dio un beso en la mejilla y sentó a lado mío.

-vamos.- Le dije.

-Espera voy a traer mi mochila.- diciendo eso se levantó con dirección donde dejo su mochila.

Yo me pare y le hice señas para escabullirnos, al verla que se acercaba a mí, mi corazón palpitaba con intensidad y sentía un cosquilleo en el cuerpo como la primera vez que me encontré con ella, Noemí estaba con una calza corta azul que mostraba un panorama lindo de su culo y por delante se le marcaba una raya que hacia imaginar su linda concha, llevaba la polera del colegio que era de color blanco que le quedaba ancha porque sólo nos hicieron de una medida, pero las chicas se habían dado la forma de ponerse eso y verse lindas ya que se lo ataban a la cintura. Noemí también se había hecho una coleta en el cabello, se veía muy linda, hermosa y radiante y sexy que a veces me ponía algo celoso cuando algún chico le hablaba.

  • Por quien estas babeando Fito dijo ella de manera burlesca.

  • Por ti mi amorcito, vamos por allí.- Le insinué mientras nos tomábamos de la mano y íbamos en dirección a las gradas.

  • El profe nos va a ver.- me alerto ella.

  • Agachate.- Le dije mientras de cuclillas subíamos las gradas tratando que el ‘profe’ no se fije por la ventana de las gradas mientras subíamos, rápidamente llegamos al primer descanso de las gradas luego por suerte ya no había más ventanas, yo le apretujaba por atrás tomándole con mis manos su cintura mientras caminábamos así pegados recorriendo el pasadizo, ella me pregunto con ansiedad:

  • Amor donde es.

  • Espera ya vamos a llegar.- le dije yo.

Ingresamos dentro de un salón grande donde estaban las cosas viejas de gimnasio como colchones y otros aparatos de gimnasia, dentro de ese salón había un cuarto pequeño sin ventanas únicamente la puerta tenia ventanas seguramente había servido como una oficina, Noemí veía los alrededores del salón mientras tarareaba una canción romántica, yo abrí la puerta del cuarto pequeño estaba vació pero limpio solo con algo de polvo.

  • ¿ahí?.- Me pregunto ella como entrando en duda.

  • Que tiene no te gusta.

  • Es que no sé.

  • Y si nos traemos ese colchón le insinué mientras me dispuse a levantarlo. Luego ella me ayudo con el colchón de mala gana, logramos meter el colchón al cuarto, el colchón tranqueaba casi la mitad de la puerta así que prácticamente estábamos encerrados ahí adentro. La luz del sol ingresaba con fuerza por las ventanas de la puerta y reflejaba en las paredes blancas de la habitación.

Noemí puso su mochila en el suelo y se sentó sobre el colchón mientras yo estaba parado como un tonto ahí, de repente ella se acercó de rodillas hacia mí, me bajo los shorts junto con mi calzoncillo instantáneamente me excite mi pene fue a dar contra su cara ella agarró mi pene con una de sus manos y empezó a sobármelo con suavidad, luego con sus labios empezó a besarme mi glande yo estaba en el cielo de placer, empezó a meter mi pene en su boca al principio solo mi glande se perdía en su boca, yo sentía como rozaba con sus dientes y su paladar mientras succionaba mi pene como si fuera un chupete, estaba viendo estrellas el placer, sentir su boca dentro de mi pene me hacía sentir como si estuviera en otra dimensión.

Después ella empezó ágilmente a lamberme la parte inferior de mi glande con su lengua, yo sentía cosquillas de placer, nuevamente se metió mi pene en su boca lo sacaba y lo metía como si la estuviera penetrando por la boca.

  • Me vengo amor.-  yo atine a decirle con mi voz entrecortada casi ni yo mismo me oía, de repente eyacule parte de mi semen le salpico a la cara y a su polera blanca manchándola ella se reía de eso mientras se relamía y me decía sensualmente.

-Que rica tu leche mi amor, me gustó mucho.

Me saque los shorts con mis pies, me agache poniéndome  de rodillas me acerque a ella, acercamos nuestros labios y empezamos a besarnos mientras la tumbaba en el colchón, nos estábamos besando así acostados yo encima de ella mientras nuestras manos se juntaban con nuestros dedos entrelazados, mi pene rozaba con su calza, me puse de rodillas y le desate la ancha polera del colegio, luego me agache nuevamente y metí mi cabeza bajo su polera con suavidad empecé a besarle el ombligo, luego fui subiendo con mi besos hacia arriba hasta encontrarme con sus tetas que estaban cubiertas por su sostén, le empecé a chupar los pezones por encima de su sostén blanco ella empezó emitir algunos gemidos en voz baja.

Me puse de rodillas nuevamente mientras yo me sacaba la polera ella se quitaba la calza y su calzón blanco mostrándome su pubis, volví a besarla encimándome a ella mi pene excitado rozaba con su vello púbico, mientras nos besábamos apasionadamente ella estiro la mano para alcanzar su mochila abrió el cierre y saco condones, yo le tome de esa mano agarrándole con mis dedos de los suyos y mientras nuestras bocas se confundían entre sí, le quite un condón de su mano me puse de rodillas mientras me lo ponía.

Luego me  acerque a ella trate de acomodar mi pene a en su vagina muy lentamente le empecé a meter mi pene por su vulva hinchada, ella empezaba a gemir débilmente, mientras yo me acerque a ella y le empecé a besar el cuello la estaba penetrando me movía de una forma más rápida, a ella se le escapaban gemidos más fuertes, se abrazada a mí con sus piernas y mientras la penetraba sus calzados deportivos me rozaban los muslos y el culo.

-Si amor que rico me lo haces, dámelo así, eso, eso -  Me decía ella entre jadeos y suspirando.

Mientras tanto yo trataba de moverme más rápido y profundo haciendo que mi pubis rozara con su pubis y nuestros vellos se encontraran. De unos momentos me corrí dentro de ella saque mi pene de su vagina y me acosté a su lado nos besamos me saque el condón lo amarre y lo tire por ahí.

-Te amo. -Me dijo ella mientras nos besábamos

  • Yo a ti mi amor. Le dije yo, mientras ella sacaba de su mochila su toalla para cubrirnos, nos acostamos apachurrados cubiertos por su toalla ella se dio la vuelta de espaldas a mí y yo me abrace a ella y empecé a besarle los hombros y jugar con mi dedos con su hombros rozándolos suavemente con mis dedos mi pene algo flácido estaba pegado a su  culo y parte de mi semen que aún estaba en la punta de mi semen le mojaba su culo.

Estuvimos así por alrededor de media hora luego ella se dio la vuelta y nos besamos en eso le pregunte.

-Donde aprendiste a hacer eso.- Le pregunte.

-Que cosa.- Me dijo ella.

-Chuparla rico.- Le dije yo.

-Estas celoso.- Me respondió ella riéndose, yo lo tomé a mal y me di la vuelta.

-Luego ella riéndose y acercándose a mí me decía.-Amor  hemos ido a ver porno con la Xime y la Zory el otro dia en su casa, te amo y no te sería infiel con nadie, además te lo debía te acuerdas.

Yo no conteste nada, de unos momentos ella se puso de rodillas alcanzo su mochila y puso varios condones encima del colchón riéndose. Y luego haciendo muecas pensando que yo me enoje con ella.

Yo me incorpore mientras ella estaba distraída  y me puse de rodillas, colocándome un condón y luego me acomode detrás de ella empecé a besarle el culo y su espalda por atrás, ella entendió y  puso sus manos en el colchón,

ella estaba cuatro yo le agarre de sus cintura y empecé a penetrarla sorprendiéndola, ella empezó a jadear.

-Eso mi amor dame, dámelo, mas adentro, mas adentro - me decía ella.

Mientras repetía continuamente.- Ay, ay, ay, ay, ay, gimiendo.

Yo me esforzaba y la penetraba vigorosamente empecé a acariciarle los senos mientras lo hacíamos metiendo mis manos por debajo de su polera, ella lo disfrutaba más y más.

  • Ay que rico amor.- Me decía mientras notaba que apretaba el colchón con sus manos retorciéndolos de placer, mientras mi pene de perdía dentro de ella, de unos minutos me vine nuevamente.

Ella se dio la vuelta nos besamos así tumbados en el colchón,  yo estaba aun con el pene excitado, ella se paró de repente mientras yo me sacaba el condón lo amarraba con mi semen dentro.

Al verla parada veía como su vulva marrón sobresalía en su pubis y se le notaban los labios de la vagina, sin pensarlo tome otro condón del colchón y me lo puse nuevamente me pare detrás de ella que se reía y me decía:

-Que haces

-Te amo amor.- Atine a decirle.

Y le bese los hombros ella se inclinó de forma que yo pudiera penetrarla así, se agarró del picaporte de la puerta mientras yo empecé a penetrarla nuevamente lo estábamos haciendo una vez más, parecíamos conejos insaciables, yo la penetraba a un ritmo vigoroso mientras ella decía.

-Si dámelo de nuevo dámelo papi, soy tu “putis” amor, oh, sí, oh, sí que rico.

-Eres mi putita mamita rica si, te la voy a dejar rosca mi amor.- Le decía mientras continuaba con mis movimientos.

-Si déjamela rosca quiero ser tu rosca amor mételo más adentro. Me indicaba ella jadeando y gimiendo fuertemente mientras yo me esforzaba en mis movimientos.

De nuevo me vine pero esta vez sentí un pequeño dolor cuando eyacule que no pude ocultarlo, ella se asustó algo.

  • Que tienes, ya no puedes verdad.- Me dijo riéndose.

  • Quieres más ven aquí.- Le dije mientras me acostaba en el colchón.

  • Ella se subió a mi acomodo su vagina a mi pene aun excitado y empezó a moverse como si cabalgara

  • Ay que rico te siento mi amor.- Me dijo ella gimiendo con la voz entrecortada.

-Acerque su cabeza a mi mientras me abrazaba de su nuca nos besamos de manera muy erótica y apasionada muestras acariciábamos las puntas de nuestras lenguas.

Ella se sacó la polera mientras se movía yo le afloje su sostén blanco y pude ver sus lindas tetas pequeñas, sus pezones es estaban hinchados rodeados de sus grandes aureolas de color marrón, la recline hacia mí y empecé a chuparle las tetas como un niño en busca de leche a ella se le salían jadeos ya fuertes de placer, sus tetas se volvieron duras. Estábamos haciendo el amor desnudos solo con los calzados deportivos puesto y solo el condón separaba nuestros cuerpos mientras ella se movía encima de mí jadeando sin parar.

-Te amo bebe.- Le dije yo con la respiración agitada de repente eyacule dentro de ella estaba seco, nos acostamos juntos por un momento de nuevo me saque el condón atándolo y tirándolo por ahí.

-Feliz “cumplemes” mi amor.- Me dijo ella acurrucándose en mi pecho

-Feliz cumple bebe.- le dije yo, mientras le besaba la frente.

Me di cuenta después que nuestros cuerpos estaban mojados por la revoltura que habíamos tenido, los vidrios de las ventanas de la puerta estaban totalmente ahumados con nuestro sudor como si nos hubiéramos dado una ducha y lo que hicimos fue darnos una ducha de sexo desenfrenado, nos vestimos ella se vestía de forma sexy pero mi pene me dolía cuando me excitaba, ya no podía mas así que trate de pensar en otra cosa. Ordenamos todo oculte los condones usados en uno de los cajones de cartón, salimos nos despedimos besándonos de forma apasionada, yo tome el bus hacia mi casa exhausto y feliz como nunca.