Fisioterapeuta para todo
Mi mujer me calienta con historias de sus aventuras con pacientes buenorros. Sin terminar de creérmelo, decido averiguarlo.
Mi pareja es físio. Y ese trabajo de la la oportunidad de conocer mucha gente y ella es muy de aprovechar las oportunidades que se le presentan y en su trabajo se le presentaban bastantes. Cuando empezámos como pareja me contó ese pequeño secreto. Puesto que lo nuestro era una relación liberal y abierta, no me pareció mal, incluso ella me confesó que tenía un paciente VIP. Que era asiduo a su consulta, que cuando lo tenía como paciente, le daba dos horas seguidas, la primera hora de masaje y la segunda hora la empleaban para follar. Lejos de molestarme, era una cosa que me ponía cachondo a más no poder. A veces en la cama cuando estábamos follando le pedía que me contara como se lo montaba con él en la consulta. Terminaba todo en una sesión de sexo salvaje y muy morboso.
Decidí comprobar si todo eso que me decía era verdad y preparé una sorpresa para ponerla a prueba. Entré en una página de contactos y puse el siguiente anuncio.
- Se busca macho corneador para dar una sorpresa a una milf potente, cachonda y muy morbosa. Requisito indispensable medir más de 1,85 m, tener una polla de más de 20 cmt y mucho aguante. Indispensable enviar foto desnudo.
Con este anuncio, hacia una criba bastante grande y aún así recibí más de veinte correos.
Conocía los gustos de mi pareja, así que no me costó mucho el afinar la selección. Al final dos fueron candidatos que pasaron todos mis filtros. Les pedí fotos de su miembro para decidirme, ya que quería que fuera una polla grande y gorda la que tentara a mi chica.
Me decidí por la más grande de las dos. Ya estaba elegido el candidato. Un chico de treinta años, con un cuerpo fuerte y marcado fruto de muchas hora en el gimnasio. Moreno de ojos verdes, y muy guapo. Pero lo que más destacaba era su pollón. Grande y gordo como un bote de desodorante.
Le dije que pidiera hora para el siguiente miércoles a última hora. Mi pareja a esas horas está sola en su consulta y sería cuando mejor para intentar algo.
El siguiente miércoles, comprobaría si mi pareja era tan zorra como decía ser.
El inicio de semana transcurrió sin novedades y mis nervios crecían conforme se acercaba la cita. El miércoles a las seis de la tarde, llame al seleccionado para hablar con él.
Hola Rafa, soy Javi, que? Preparado para el encuentro?
Si, claro. Tengo ganas de conocer a tu mujer y comprobar si es tan zorra como me has dicho.
Dí que tienes un dolor en los abductores para que te sobe el muslo y se te vaya poniendo la polla dura.
Se me pone dura, nada más tocarme donde sea. Conque si me toca la pierna, se me pondrá a tope.
Bueno pues si se te pone de grande como en las fotos que he visto. No la vas a poder esconder.
Lo que tengo no se puede esconder casi nunca. Pero en una situación así. Quiero que se vea, y bien vista. - Me dijo con tono de superioridad.
Bueno. Pues haz lo que tengas que hacer. - Le dije dándole carta blanca a ese macho alfa.
Colgamos el teléfono y yo me quedé en casa nervioso y expectante.
Llegaron las siete de la tarde. Ya estaría en la consulta hablando de su fingida dolencia con mi pareja.
Mi mente volaba imaginando la situación de que mi pareja tuviera a un hombre así a su disposición y dispuesto a follarla en cuanto, y cuanto ella quisiera. A las ocho menos cuarto recibí un whassup de mi chica diciéndome:
- Llegaré tarde, que han venido con una urgencia y me tengo que quedar un rato más.
Mi polla dió un respingo. Mi plan estaba funcionando a la perfección. su mensaje decía que necesitaba más tiempo, eso era señal de que estaban en faena.
Mis nervios me tenían a mil. Sin pensármelo, cogí el duplicado de las llaves de la consulta que guarda en un cajón y me fuí para allá. Tardé unos quince minutos en llegar.
Giré la llave muy despacio para que la cerradura no me delatase y entré sin hacer ruido. Nada más asomar la cabeza, pude oír el golpe rítmico de dos cuerpos chocando y un gemido ahogado que subía y bajaba de intensidad al mismo ritmo que el chocar de los cuerpos. Me acerqué a la sala del final de la consulta, que era de donde salían los ruidos. Entreabrí la puerta y pude ver lo que me imaginaba y esperaba.
Rafa estaba empotrando a mi chica, que tumbada boca abajo en la camilla recibía una buena dosis de polla. De banda sonora tenían puesta música latina y la iluminación se limitaba a una lámpara de infrarrojos. Que aparte de dar calor, inundaba la estancia de un color rojo que hacía que todo pareciera aún más caliente y morboso.
Abrí la puerta para que me vieran. Mi mujer dió un salto de la cama e instintivamente se intentó tapar, mientras que Rafa tenía una enorme sonrisa de satisfacción.
Tranquila, que no pasa nada. Solo quería ver como haces esas curas de urgencia. Puedes seguir. -Le dije a mi mujer.
Pero que dices? Que haces aquí?
Túmbate y deja que Rafa siga con lo que estaba haciendo.
Rafa? Lo conoces?- Preguntó ella desconcertada.
Es él quien me ha dicho que venga a verte y que te haga todo lo que tú quieras. - Le aclaró Rafa sujetándose la polla con la mano y agarrándola por las caderas
Ella se quedó de pie mirándome sin saber que decir, mientras Rafa se situó detrás suyo y separándole las piernas con las rodillas, apuntó su verga en sus labios vaginales y de un solo empujón, sacó a María de su trance. Ella instintivamente apoyó sus manos en la camilla y levantó el culo para facilitar la entrada de ese cilindro caliente en su más que dilatado coño. Y mirándome me dijo:
- Esto querías? Verme follando con otro en la consulta? Pues eso vas a tener. Siéntate y disfruta.
Me senté en una silla que había en la pared justo enfrente de la camilla y seguí contemplando el espectáculo. Ella no paraba de gemir y orgasmar. Su cara estaba desencajada y su cuerpo sudoroso.
Entonces su follador le dió la vuelta, la tumbó boca arriba y puso la camilla justo a la altura de su pelvis para poder empujar lo mejor posible. Paso sus manos por debajo de sus rodillas, y de un tirón la atrajo hacia sí, dejando su culo reposando en el borde con el coño muy accesible. Rafa se agachó y poniéndose de rodillas empezó a comerle el coño, dejándolo más lubricado si cabe. María se corrió otras dos veces mientras tanto, cuando se corrió la segunda vez levantó la cabeza y le dijo a su amante:
- Vamos fóllame. Que quiero que me abras bien abierta. - Le dijo mirándolo. - Y a ti que? Te gusta? Pues sácate la polla y masturbare para mí. - Me dijo mirándome a los ojos con los ojos brillantes de lujuria.
Ninguno de los dos dijimos nada. Nos limitamos a acatar sus ordenes. Rafa se puso de pie y apuntando su polla, empujó hasta el fondo, haciéndola gritar de dolor, ella puso una mano en sus abdominales para separarlo, Rafa siguió follándola duro. Mientras, yo saqué mi hinchada polla y empecé a masturbarme bastante rápido, viendo como mi chica empalmaba un orgasmo con otro mientras nuestro invitado bombeaba sin piedad, abriéndola en canal.
Me falta poco para correrme.- Avisó Rafa. - Donde lo quieres?
Yo te lo sacaré. -Respondió mi mujer haciéndole un gesto para que se saliera de ella y se apartara.
Acto seguido lo sentó en la camilla y reguló la altura como ella quiso. Se puso de rodillas delante de la camilla y entre las piernas de su amante. Detrás de ella el espejo que tenía la sala. Metiéndose en la boca todo lo que le cabía de aquel mástil, comenzó una mamada muy húmeda y profunda, hasta que de repente paró y dirigiéndose a su amante le dijo.
- Mira el espejo y deléitate mientras yo te saco la leche. La quiero en mi boquita, quiero mi premio.
Y diciendo esto siguió mamándosela de manera exagerada, mientras lo pajeaba buscando su corrida. Rafa tenía la visión de la espalda mi hembra mientras se la comía. Yo por mi parte también acabaría pronto, la escena y la calentura de mi pareja me tenía al borde del climax.
- Si, si, me corro, me corro.....- aviso Rafa.
Ella sin sacársela de la boca, aceleró sus movimientos hasta que notó cómo se hinchaba la polla y empezaba a convulsionar, lanzando espesos chorros de semen al fondo de su garganta. Al ser la polla tan ancha, tuvo que sacarla un poco y fué entonces cuando por la comisura de los labios se le escapó una buena cantidad de semen que cayó encima de sus tetas. Esa imagen me terminó de encender y al igual que su amante, le pregunté donde quería la leche.
- Dámela en el mismo sitio. Quiero el sabor de dos machos en mi boca. - Y abrió la boca esperando que yo me vaciara también ahí.
Rafa se apartó y ocupando su lugar sujete a mi chica por la mandíbula para obligarla a tener la boca abierta y lancé desde fuera unos buenos chorros de semen, no se los tragó, para enseñarme mi corrida mientras me miraba con sus ojos brillantes por la calentura.
Terminé de vaciarme, mi mujer se puso de pie y dijo.
- Me encanta que me den todo lo que pido.- Y nos miro con cara de lujuria.
Rafa ya se había vestido así que mirándose en el espejo y poniéndose bien el pelo. Le dió un beso húmedo y caliente a mi mujer mientras le sobaba las tetas estendíendole las gotas de su semen. Cuando acabó el beso, fué hacia la puerta, me dió la mano y antes de salir se giró y dijo:
- Ha sido todo un placer pareja. Si queréis repetir ya tenéis mi número.
Cuando nos quedamos solos en la sala, mi pareja me dijo:
Vaya sorpresitas me preparas.
Qué. Te ha gustado?- le pregunté a sabiendas de la respuesta.
Mmmmmm. Mucho, muy buena sorpresa. Me lo he pasado muy bien.
Y como ha ido la cosa?Como habéis empezado?.
Si te portas bien, luego en casa te lo contaré mientras me follas.
En casa me lo contó mientras la follaba. Me lo contó a mí y le pedí que hiciera un relato para publicarlo seguido de este.
Si queréis un relato escrito por ella decídselo en los comentarios. A ver si la inspiráis y animáis para que lo haga.