Fish tank

Mis amigas, son diferentes las dos, muy diferentes. Si solo buscan sexo, no lean mi historia, mi historia es mas romantica. Perdonen.

Siempre me definí como una chica inusual. Jamás fui una damisela en aprietos, soy más bien obstinada. Tengo el cabello castaño, un perfil griego… ósea, muy guapa. Pero también soy muy sensible y sobretodo muy justa. En la escuela nadie me quería, por defender a los que no podían defenderse. Odiaba esa clase de acoso. También me odiaban por mis ‘buenas’ calificaciones, pero no era gran cosa. Nunca tuve muchos amigos. La secundaria fue nefasta, era la más odiada, eso me consta. Pero en la prepa cambio. Deje mi estilo tan drástico (colores, colores y más colores) y opte por el negro (que por cierto, me queda DIVINO… y resalta mi piel). Conocí gente más madura, tampoco pude socializar mucho, pero hice un par amigos. Me atrevo a decir que soy de las que llama la atención, a veces para bien e incluso a veces para mal. Soy bailarina, bailo muchos tipos de baile. Estoy en una compañía. Y, pues soy una hija casi perfecta aunque mi mama lo niegue a veces (y soy muy modesta). Nefasta a veces, pero soy de las pocas personas que está dispuesta a amar a la gente que se acerque siempre… realmente siempre que se acerque.

HISTORIA: En una ocasión tuve que ir a bailar Jazz en… ¡el metro! Odiaba esas ‘presentaciones urbanas’. A pesar de que me rehusé a bailar ahí muchas veces, al final llegue a la conclusión de que no hay escenarios pequeños. Al final, a la que miraron, entre las seis chicas, fue a mí. Ellas se cohibieron por tanta gente. Terminamos, nos reunimos unos segundos para despedirnos y después de un momento, pensaba irme.

Capítulo I:

Contare rápido como nos conocimos. Ese día cambio mi vida. Un par de chicas me hablaron, eran unas chicas que parecían muy, como decirlo… experimentadas, malas, rudas. Se dirigieron a mí como ‘‘mamacita’’, siendo más precisa como ‘‘Mamacita, si tu… la que baila’’, me acerque aunque se me hacia extraño. Me emocionaba a decir verdad, desde el primer momento me parecieron interesantes.

Me acerque e intente ser interesante. Me saludaron con un beso en la mejilla como si nos conociéramos hace años y me invitaron al cine, les dije que no podía. Es decir, uno no va por la vida aceptando de la nada las repentinas invitaciones extrañas para ir al cine, de un par de desconocidas.

Una de ellas, la del cabello negro con mechas verdes, ofreció llevarme a tomar algo mientras acariciaba mi cabeza y aseguraba saber que estaba muy cansada. Tenía un comportamiento muy directo. Le dije que mis amigos me esperaban. Los señale para que los vieran, ella rio un poco. Mis dos amigos, Lucia y Marcelino, eran como una ballena gorda y como una rata de laboratorio, respectivamente. Hicieron un par de bromas sobre ellos y reímos. Extrañamente no me molesto que se burlaran de ellos, aunque odiara esas cosas. La química entre las 3 fluyo bien. Sobre todo entre la pelinegra y yo.

Después de eso, insistieron otro poco y después me obligaron prácticamente. Me tomaron del brazo, una de cada lado. Tuve que dejar a Lucia y a Marcelino, no tuve escapatoria, las chicas me tenían fascinada. Mis dos amigos se molestaron conmigo, pero era en lo que menos pensaba. Me condujeron hacia afuera, mientras hablaban y nos reíamos. Me dijeron que nos reuniríamos con otros de sus amigos. Me preguntaron mi nombre, Estefanía. Les pregunte el suyo. La pelinegra se llamaba Nancy, el pequeño duendecillo pelirrojo, callado y pecoso, se llamaba Valeria.

Al salir de la estación del metro. Un auto con unos chicos esperaba. Valeria le entrego una caja de cigarrillos a un chico mientras Nancy me presentaba con los demás. Me parecieron al principio, los clásicos chicos malos y vagos a los que les vale mierda el mundo.

Todos me miraban, mi atuendo de baile… em… llamo la atención. Había dos chicos y una rubia… ja, TEÑIDA, que me vio mal. Kevin, que era el conductor, Alfredo y… la que me vio mal, Diana. Termine metiéndome entre Valeria y ella en la parte de atrás. Todos fueron muy amables excepto, como ya sabemos, la teñida. Fuimos a una cafetería a tomar algo, desde el principio note ser el centro de atención.

Sobre cómo me hice amiga de ellas, es historia… No tan larga o complicada, nosotras éramos tal para cual, nos reíamos de todo y nos… queríamos.

Después de un tiempo que fui amiga de ellas, Lucia y Marcelino ya casi no me hablaban, Val y Nancy me invitaban a salir casi todos los días y no tenía tiempo para ellos. Al contrario de lo que creían, ellas no eran tan malas o rudas como se veían, no estudiaron la universidad, pero Nancy trabajaba en una cafetería y recibía dinero de sus papas aun. Valeria, bueno, ella no hacía nada. Pero por lo que se, tuvo una historia dura con sus abuelos, no pudo soportarlos por mucho. Nancy era genial, es decir, la dejaba vivir en su apartamento como si fuese su hermana Y bueno, Alfredo era estudiante y… era el que se iba temprano. Y Kevin trabajaba con su papa… y era realmente genial. Y em… Diana era la novia de Kevin y tampoco hacía nada, pero naaahhh, mala… no era. No todo es lo que parece.

Ser amiga de ambas era genial, todo lo que yo quería era como una orden para ellos. Para los cinco. No sabía porque, ellos se esforzaban en complacerme. Especialmente ellas dos. Nancy por su parte, siempre fue extremamente cariñosa y cuidadosa conmigo, ella siempre se comporto diferente. Me di cuenta de todo lo que hacía por mí. Una vez en una feria, vi unos perritos que tenían que ganarse con puntos en un juego. Nancy y Valeria estuvieron intentando poder ganarlos, tras la insistencia de la primera, pero no podían. Le dijeron a Kevin. El se encargo de negociar y comprárselos a los dueños del juego. Yo estaba asombrada.

A pesar de que no me gustaba como sabia el alcohol, a veces tomaba brandy o whisky con ellos. Y hasta eso, Nancy no me permitía tomar mucho. Salíamos de fiesta, a la disco... Una vez probé una droga extraña. En fin, era completamente nuevo para mí. Nancy siempre me llamaba mi amor , incluso Diana, la teñida, empezó a tomarme cariño. Diana era la que se emocionaba maquillándome los ojos porque decía que ‘los tenia hermosos’, tampoco me gustaba, le daba el gusto y me lo quitaba.

-Mis ojos son cafés, para ojos bonitos los de Valeria, son verdes.- Le dije a Diana.

-Valeria que quiere…- Me parece que no se caen bien. –Tú eres mucho más bonita-

También Diana, quería hacerla de Cupido conmigo y con Alfredo, pero ambos sabíamos que nada que ver... Alguna vez me senté en las piernas de Alfredo porque no había otro lugar, Valeria y Nancy se molestaron conmigo.

Capítulo II:

Me invitaron a ir de viaje con ellos, por ‘Nuestro aniversario de tres meses de amistad’, idea de Nancy, a una playa cercana, pero eso era WUAU. Y… ¡Mi madre me dejo! Jamás entendí como sucedió, no le cayeron muy bien. Pero puedo ser muy insistente.

-¡MAMA! ¿Aun no has entendido que tengo 18 años? Mira, Diana tiene 24 y Nancy tiene 22 y Valeria 21, no puede pasarnos nada.-

Le dije que no irían chicos, aunque si irían chicos. Al ir a la playa, yo pensaba que haría calor, pero no fue así, estaba muy frio. Era muy noche y Kev, Alfredo y Diana no estaban en el hotel aun. Empecé a temblar y a ver a Nancy con cara de perrito huérfano, mientras hacía ‘prrrr’… ella sonrió.

Nancy: Ven mi amor.

Fui corriendo hacia ella, estaba helando para mí. Traía un short, no sabía que en las playas era legal que hiciera frio. Me acosté en las piernas de Nancy, estire las mías plácidamente, cerré los ojos y espere los mimos. Nancy subió mi blusa y puso su mano calientita en mi estomago desnudo y comenzó a acariciarlo. Su otra mano me acariciaba la cabeza suavemente, pego sus labios en mi frente, me dio unos besos y se quedo ahí. Oí como Valeria salía de la habitación hacia el balcón con nosotras. Levanto mis piernas y se sentó en el sillón, entre ellas. Comenzó a acariciarme, comencé a ponerme algo nerviosa. Era normal que Nancy me tratara así, pero Valeria… era nuevo. Después levanto una de mis piernas y la puso en su hombro, la beso. Estaba muy tensa, hizo lo mismo con la otra, creo que me estaba excitando un poco.

Nancy: Ahí vienes otra vez. ¿No ves que la incomodas?

Abrí los ojos.

Nancy: Deja de querer hacer todo lo que yo hago, quieres?

Valeria: ¿Así que eso es lo que piensas?

Nancy: Eso es lo que todos piensan güey.

Se miraron por un momento más. Después, Nancy puso su mejilla, sabía que eso significaba que quería un beso. Lo hacía a menudo. Le di un beso y ella a mí. Después me empezó a decir cosas al oído porque sabía que eso me daba risa. Llegaron los demás. Nancy se separo de mí para saludarlos. Voltee hacia Valeria y sonreí. Salió de en medio de mis piernas y se acostó conmigo cerca de Nancy. Intento llamar la atención de Nancy por un rato. Hasta que yo llame su atención y le dije que Val le llamaba.

Nancy: ¿Qué quieres?

Valeria: Ya no te enojes conmigo.

Nancy: No estoy enojada contigo.

Valeria: ¿No hay beso para mí?

Nancy: No.

Valeria: Ven…

Nancy acerco su cara a la de Val y OH SORPRESA, se besaron, en los labios. Un beso que duro como 5 segundos. Siguieron hablando todos como si nada hubiera pasado y al parecer yo no pude ocultar mi cara de sorpresa.

Alfredo: ¿Nunca las habías visto besarse?

Nancy: ay mi amor, no es nada.

Eso me hizo pensar entonces que lo que ella me hacía no significaba que me quisiera mucho. ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué demonios tienen que ser lindas contigo si para ellas no significa nada? Me voltee y le di la espalda a Valeria con despecho.

Valeria: Pobrecita mi Fany, tiene frio.

¿Desde cuándo tan tierna, Valeria? Me abrazo, yo me separe de ella enojada y me volví a acurrucar con Nancy.

Valeria: ¡Hey! ¿Qué acaso a mi no me quieres?

Metí mi cara entre mis brazos, estando en el pecho de Nancy.

Nancy: Es que esta celosa porque me besaste, verdad mi amor?

No era eso. Valeria me puso un poco nerviosa cuando me acaricio, su actitud era muy rebelde y aventada normalmente, no se detenía a ser tierna conmigo. Ella y yo solíamos juntarnos casi exclusivamente para hacerle bromas a Nancy o molestarla. Y ahora que lo pienso si estaba enojada con ella por besar a Nancy, Nancy era mi propiedad y me sentía celosa y no sabía por qué. Nancy me hacía sentir segura y querida. Valeria se fue de ahí segundos después. Se sentó en una banca que había enfrente, cerca de la ventana grande. Diana ocupo su lugar y se acostó junto a mí, me abrazo. Kevin se sentó en un espacio que había y tomo mi mano… Empezó a jugar, después Alfredo tomo mi otra mano. Hizo lo mismo. Después Kevin empezó a ‘tronar’ mis dedos, y después Alfredo hizo exactamente lo mismo, solía imitar a Kevin, pero… jajaja es un torpe y me dolió y Nancy los regaño y les dijo que besaran mis manos.

Valeria: Van a matar de amor a esa niña.

No era para tanto, solo eran 4 personas intentando hacerme sentir bien, normal… Bueno, para mí ya lo era. Todos ignoraron el comentario de Val.

Kevin: Vamos a pedir algo para comer no?

Diana: Son las dos de la mañana ya.

Kevin: No importa, si hay servicio. ¿Qué quieren? ¿Qué quieres Fany?

Me daba risa el hecho de que estuviera preguntándome a mí específicamente.

Fany: Fresas con chocolate…

Kevin: em… no creo que haya eso aquí.

Fany: Si hay… te lo prometo…

Se levanto y fue a buscar el pequeño menú a la habitación.

Kevin: No hay tal cosa. Espera, mejor llamo y les pregunto.

Llamo y pregunto. Y después de esperar.

Kevin: Solo tienen fresas normales. Espera… ¿Oiga no puede ponerles chocolate a esas fresas?

Espero otro momento.

Kevin: Oh bien… ¿Quieres solo fresas? Espera… tiene chocolates no?

Y pidió fresas y chocolate. Después de decirme todas las variedades de chocolate que la tipa le dictaba por teléfono. Y después todos los demás pidieron comida.

Valeria se levanto y fue a pararse junto a Nancy, se dijeron unas cosas en secreto y después Valeria se sentó en el piso.

Valeria: Oye Fany, te pusiste celosa porque bese a Nancy?

Nancy se sonrojo un poco.

Fany: ¿Qué? Em… no.

Valeria: Besa bien…

Fany: Bien.

Medio cerré los ojos y vi que se miraron.

Valeria: Pero yo beso mejor.

Nancy le dio una patada a Val y ella se quejo.

Valeria: Enserio. Puedo demostrarlo…

Todos nos quedamos en silencio.

Valeria: ¿Qué tal si hacemos algo? Nancy te besa, yo te beso y tú juzgas.

Nancy y yo nos negamos en coro. Alfredo fue el primero en apoyar lo que decía Valeria, después le siguió Diana y después Kev. Yo seguí diciendo enérgicamente que no. Todos le sonreían a Nancy con emoción para que accediera mientras ella sufría, Alfredo también se atrevió a decirle ‘Es tu oportunidad, güey.’ Nancy nerviosa dijo que sí. ¡DIJO QUE SI! Yo grite que no. Quite agresivamente sus brazos de mi cuerpo y me senté. Intentaban convencerme y yo solo decía no. No quería parecer una facilota.

Valeria: ¿Sabes qué? Cualquiera querría ser juez de nuestra competencia, si tú no quieres podemos pedírselo a alguien más.

Alfredo: Si, yo por ejemplo.

Nancy solo me miraba con cara de culpa.

Fany: Yo no. NO... Yo no soy una mujer fácil.

Dije convincente, digna y claramente.

Valeria: ay, solo son un par de besos, no seas tan intensa.

Me insistieron de nuevo diciéndome que no tenía nada que perder y esas cosas. Mire a Nancy, quien estaba nerviosa y apenada.

Fany: Bien.

Celebraron.

Valeria: Nancy, tu primero.

Ella estaba deseando ser invisible en ese momento.

Nancy: ¿Beso, beso?

Valeria: Si… con lengua…

Valeria no podría estar más feliz torturándola de esa manera. Hicieron ‘uuuuuy’ y todo lo que pudieron para hacernos sentir más incomodas.

Alfredo: Órale ya. Tienes 3 minutos.

En el momento, no pensé que lo hiciera, pero sí lo hizo. Me tomo de la cintura, demasiado nerviosa y pego sus labios con los míos, me beso despacio. A mi alrededor todos hablaban y hacían comentarios que yo alcanzaba a escuchar. Y unas pequeñas risitas. Yo estaba temblando, eran muchas emociones juntas. Sin querer abrí la boca fácilmente, Nancy metió su cálida lengua y me beso lento. En verdad me gustaba el beso, puse mis manos en su carita y ellos se alborotaron más. Acaricie su cara suavemente. Moví mi lengua tímidamente e intente que ella disfrutara de mi beso tanto como yo del suyo…

Valeria: Ya güey, YAAAA!

Nos separamos, ella quito sus manos de mi cintura torpemente. Yo acaricie su carita avergonzada y le sonreí, después baje mis manos.

Nancy: Duro menos de 3 minutos…

Se puso en el rincón del gran sofá y abrazo sus piernas.

Valeria: Ya, me toca…

Nancy abrió los ojos tan grandes que parecía que se le iban a salir.

Valeria: Quítense.

Se hicieron a un lado casi saboreándose lo que estaban a punto de presenciar. Le hicieron una burla de mal gusto a Nancy y se acomodaron para no perderse de nada. Yo ahora no temblaba, ¡ME ESTABAN DANDO ATAQUES EPILEPTICOS! ¡Estaba hiperventilándome! Nancy estiro sus piernas, se sentó bien en el sillón y la miro como pidiendo una explicación. Valeria sin deberla ni temerla, se agacho hacia mí, yo me hice para atrás, quedando recargada en mis codos, con cara, seguramente, de terror absoluto. Alfredo muriéndose literalmente, MURIENDOSE de risa, le dijo que tenía 3 minutos.

Valeria: Solo necesito uno.

Tomo mis piernas y las separo, me alzo un poco de la cadera y me di un espaldazo, grite. Después bajo mi cadera nuevamente y puso su rodilla justo entre mis piernas, y me beso. Todo fue muy rápido, es decir, ni siquiera pude alcanzar a gritar bien, interrumpió mi grito. ¡PASO EN SEGUNDOS! Me beso profundamente, sus brazos sostenían mis piernas impidiéndome moverme, su rodilla entre mis piernas me causaba dolor ciertamente, me presionaba demasiado, jamás me había visto en una situación similar. Los comentarios se convirtieron en un gran alboroto. Estaban fascinados seguramente. Ella me besaba de una manera que no puedo explicar muy bien, jamás había tenido un beso así. Abrí mi boca y ella metió su lengua, estaba siendo muy tosca y agresiva, no estaba pensando ni un poco en mí. Me moví debajo de ella, enserio me sentía incomoda, moví mi lengua con la suya un momento, el aire me empezaba a faltar... Un segundo después solo sentí como mis piernas cayeron. Todos tenían la boca abierta. ¿Valeria se sentirá bien interrumpiendo besos? Estuve unos segundos ahí acostada respirando agitadamente y con todos, incluyendo a Valeria, atentos  a mí.  Me senté rápidamente.

Valeria: Entonces… uff… quien?

Mire a Nancy, me miraba distinto, me miraba con frialdad. Movió los ojos preguntándomelo también, al mismo tiempo, Alfredo preguntaba ‘¿Quién?’. Yo me levante y pase entre todos rápidamente. Camine muy rápido hasta el baño mientras me llamaban. Llegue y me senté en la orilla de la tina, era gruesa y era como una banca. Empecé a llorar. Había puesto seguro, pero lo que más deseaba era que alguien se interesara en venir a ver como estaba. Me sentía una fácil, justo como lo predije. Me levante y desabroche mi short, en realidad me había dolido su rodilla, me estaba doliendo mucho en ese momento. Llore aun más del dolor. Estuve ahí un buen rato, nadie llegaba a verme. Quería que el dolor en mi parte más sensible cesara ya. Oí que tocaron la puerta fuertemente, pregunte quien era, no contestaron, me sentí aun más estúpida, no sabía cómo iba a salir de ahí, era obvio que no con la frente en alto. Volvieron a tocar agresivamente, volví a preguntar quién era esperanzada, deseaba que fuera Nancy y que viniera a consolarme. Volvieron a no contestarme.

Valeria: ¡NO QUIERE ABRIRME!

Era nada más y nada menos que la culpable de mi dolor emocional y físico, de que me sintiera fatal. La maldije en mi mente un millón de veces y llore con más intensidad, pero me puse el short rápido, me seque las lagrimas y me dirigí a abrir rápidamente, cuando abrí, vi que ya iba muy lejos, pero volteo.

Fany: ¿Qué queri…

Valeria: Ahí están tus fresas.

Señalo la mesa y ahí vi las fresas. No le importaba un carajo que sentía, a nadie… Vi a todos afuera comiendo. Ella fue a sentarse. La maldije mas, llore más, y me sentí mas humillada. Tal vez soy demasiado dramática, pero eso me estaba acabando.

Fany: No soy una mujer fácil… Soy una mujer estúpida.

Soy una reina del drama, yo lo sé. Estuve ahí sentada con hambre, aburrida y escuchando como reían y hablaban. No entendía lo que decían, pero sabía que hablaban.