Fish tank (3)

Les he contestado algunos de sus comentarios en los relatos anteriores.¡Gracias!-

Capitulo V:

Por la tarde, Nancy fue por mí, me llevo a su casa. Al llegar me senté en un pequeño sillón y Nancy me hizo una limonada. Cuando llegue a su casa, esperaba encontrarme con Valeria.

Fany: ¿Y Val?

Nancy: No está ahora, ¿Por qué?

Fany: Solo curiosidad.

Nancy: Aquí tienes, mi amor.

Fany: Gracias.

Se sentó junto a mí y me observo unos momentos.

Nancy: Te ves un poco cansada…

Fany: Oh, es que ayer me dormí muy tarde.

Nancy: ¿Por qué? ¿Te sentías muy mal?

Fany: No. Es que Valeria fue a verme.

Nancy: Ahhh

Se quedo callada, después la abrace. Ella me respondió al abrazo de una forma casi obligada.

Fany: ¿Qué pasa?

Nancy: Nada…

Pensó.

Nancy: ¿Y qué paso?

Fany: No fue gran cosa. Solo quería que la acompañara a no hacer nada, era mi deber como amiga, así fuera… más de la una.

Nancy: ¿Dirías que fue algo…

Fany: Fue algo insignificante.

Se quedo pensando otro momento. Yo sonreí y me recargue en ella para romper la tensión. Me abrazo por atrás, puso sus manos en mi pancita, sabía que eso me gustaba. Me acaricio.

Fany: Si eso, mejor consiénteme porque estoy enfermita.

Cuando me recostaba así sobre el pecho de Nancy, cerraba los ojos y escuchaba música que ella ponía… sentía que el tiempo no pasaba. Lo admito, soy una consentida. Me gusta mucho que me mimen. Continuando con sus caricias, se ‘animo’ a darme algunos besos muy pequeños en el cuello. Me pregunto que si no me molestaba.

Fany: Me gusta mucho eso. Se siente rico…

Durante la semana, para nada vi a Valeria. Es decir, esa noche fue a mi casa otra vez, me dijo que había venido antes pero le dije que había estado con Nancy en su apartamento. Después de eso puso una excusa para irse y no me volvió a hablar. Nancy me ayudaba a veces a hacer mi tarea, porque a ella le encantan las matemáticas, es la única persona que conozco que se pone a resolver problemas matemáticos cuando esta aburrida, como hobbie. Generalmente, Val se la pasaba interrumpiéndonos y comiendo, la extrañe a decir verdad. También había ido con Nancy y con los demás, al cine y por un helado. Todos los días de esa mísera semana les pregunte por Valeria y siempre me evadieron.

Al fin era Viernes y yo estaba sentada en un antro con mis amigos como cualquier niña normal.

Fany: ¡VALERIA! Miren, ahí está Valeria…

Fui la única en entusiasmarme con la noticia. Ella me vio mientras corría hacia ella, parecía también feliz de verme.

Fany: IDIOTA, ¿Por qué no me has respondido?

Sin esperarlo me abrazo.

Valeria: Ven.

Me jalo un poco más hacia el fondo dejando atrás a las personas con las que estaba.

Valeria: Mira, mira… Velos. Ya no me soportan.

Voltee a ver a Kev, Diana, Alfredo y Nancy y efectivamente no irradiaban felicidad al saber de su presencia aquí.

Fany: Si, creo que lo había notado… Un poco.

Valeria: Quédate aquí, si?

Fany: No. Vamos para allá. No puedes simplemente darles el gusto de deshacerse de ti.

Se carcajeo y asintió.

Valeria: Respecto a lo otro, no te había contestado porque creí que tu también me odiabas.

Fany: ¿Por qué lo haría? Eso que paso… ya lo supere.

Valeria: Ahhh si?

Estaba usando ese tonito de burla y sarcasmo que siempre había usado, después de todo creo que no la he perdido.

Fany: ¡Vamos!

Valeria: Espera… espera…

Fany: Ya! ¿Qué?

Hizo un gesto chistoso y rio.

Valeria: Quisiera video-grabar la reacción de Nancy.

Fany: ¿Qué? ¿Por qué?

Valeria: ¿Eres tonta o te haces? Esta loca por ti.

Me desconcerté obviamente, me quede en blanco. Ella me empujo hacia atrás y seguía riendo y riendo.

Fany: Tú no seas tonta. Por favor…

Valeria: Vamos, no?

Fany: Si vamos.

Antes de que empezáramos a caminar hacia ellos, me tomo del brazo con la agresividad que la caracteriza y se acerco a mi oído.

Valeria: Por cierto… hoy te ves guapísima.

Tomo mi mano sin quitar su GESTO BURLON que ya traía desde hace un rato. Camino rápido hacia ellos y los saludo como si nada, ellos también actuaron natural saludándola.

Valeria: ¡Hola Nancy!

Nancy: Hola Valeria.

Se sentó justo a un lado de ella. Los otros 3 por su parte se despidieron, no pudiendo ser más evidentes. Yo no quería que Nancy se sintiera mal o algo así. Me recosté sobre ellas dos y empezamos a hablar al principio, tímidamente, pero poco a poco olvidamos los ‘rencores’ y empezamos a reírnos tan escandalosamente como siempre, a hablar normales y yo nuevamente sentí esa conexión amistosa entre las tres, que era fantástica, al grado de sentarme en las piernas de Nancy y poner las mías sobre Valeria, al grado de que Valeria nos molestara otra vez y… otra vez pusiera sus manos sobre ellas. Intente reconciliarlas, pero era mejor disfrutar el momento en el que estábamos en vez de arruinarlo recordándoles cosas, no paraba de pensar en lo que me había dicho Valeria, sabía que este momento tal vez jamás se repitiera, pero rogué porque fuera para siempre.

Fui con ellas, caminando, al apartamento de Nancy, me llevaron como la primera vez, entrelazadas del brazo. Habíamos tomado un poco, o tal vez no tan poco, eso tal vez ayudaba a que dijéramos tantas tonterías por la calle.

Valeria: Oigan…

Nancy: ¿Qué?

Valeria: Las reto a algo.

Fany: Ya vas a empezar.

Valeria: No sean cobardes, hagamos algo.

Sin haber escuchado el plan, yo sabía que era otra de sus fantásticas ideas.

Valeria: Corremos de aquí hasta llegar al apartamento… y la que llegue al último, tendrá que desnudarse.

Nancy: ¡NOOOO! Ni loca.

Fany: Estas mal. ¿Ves los zapatos que traigo?

Valeria: Por supuesto que ya los vi, por qué crees que te estoy retando?

Era algo intensamente injusto. Yo traía unos zapatos de plataforma, muy altos, Nancy traía unas botas también de tacón y Valeria… Valeria traía tenis. Eso sin mencionar que yo llevaba vestido y ellas dos pantalón.

Nancy: Si Fany, se que traes vestido, pero correr con pantalón de cuero tampoco es tan fácil. Y tu Val, traes jeans, no soy tan estúpida para aceptarlo.

Seguimos caminando juntas unos cuantos pasos… Hasta que de repente Valeria se echo a correr y Nancy dos segundos después también, le grito un millón de veces que era una víbora tramposa , pero no se detuvo. Yo reaccione tarde. La melenuda llevaba la delantera, Nancy casi la alcanzaba. Yo luchaba por seguirles el paso y me era imposible.

Fany: NO ES JUSTO, DIOS, NO ES JUSTO.

Subieron las escaleras con una agilidad muy alarmante. Yo no podía tan rápido, implemente subir muchos escalones a la vez y casi me mato. Ellas ya estaban recuperándose a fuera cuando yo termine de subir, me arrastre por el pasillo y ellas se burlaron de mi.

Valeria: ¡Gane!

Nancy: Solo porque eres una víbora tramposa.

Entramos, las dos se tiraron en el sillón, yo empecé a arreglar mi cabello en un espejo. Ellas respiraban muy agitadas y aun así se reían de lo que acabábamos de vivir. Valeria me señalo con pocas energías.

Valeria: Tu… perdiste!

Yo estaba de espaldas, logre verla a través del espejo.

Fany: Ya se.

Nancy: Jaja, no lo hará…

Valeria: Ya lo sé…

Las deje que creyeran eso mientras terminaba de acomodar mi cabello pacientemente y las dos se recuperaban. Me agache y prendí el estéreo que estaba debajo de mi, ellas se voltearon a ver. Busque una canción lenta. El sueño y el alcohol hicieron que yo, cometiera estupideces… que me parara frente a ellas y empezara a bailar de una manera que mi yo medio ebria, consideraba aceptable.

Me moví muy despacio al ritmo de lo que escuchaba mientras yo misma me tocaba… mi cadera, mis piernas, subía lentamente por el costado de mi cuerpo, mi cintura, y hasta llegar a mis senos en un intento de baile sensual, todo esto haciendo gestos exóticos y moviendo suavemente el cabello. Era patético. Nancy y Valeria me observaban sin omitir ningún sonido. Nancy estaba sentada abrazándose las piernas como cuando se siente avergonzada, apenas asomando los ojos, en cambio Valeria, se encontraba en una posición de descanso total, sentada con las piernas abiertas y recargando sus codos en ellas, levantando la mirada, mirándome a mí, atentamente, con una tímida fascinación en sus ojos. Comencé a bajar el cierre del vestido, Nancy levanto su cabeza. Cuando el cierre llego al límite, saque mis brazos y lo deje caer, me quede con la ropa interior puesta y con unas medias con unos encajes de flores. Me di vuelta, eche mi cabello para un lado, puse mis manos a los costados de las medias extrañas, las vi de reojo, estaban esperándolo.

Al parecer lo que hice fue intentar correr al cuarto de baño y esconderme ahí. Pero tropecé y Valeria me alcanzo. Me tomo de la cintura. Nancy también llego detrás de mí y le dijo que me soltara, le quito los brazos de mí, me dio el vestido. Era una situación bastante extraña. Valeria y ella se vieron fijamente y después regresaron a sentarse. Yo me metí de nuevo en el vestido, Val estaba molesta.

Valeria: Aun nos la debes.

Nancy: No es cierto, no hagas caso. Ya paso.

Me dio un vaso con agua y me dijo que me lo tomara. Las dos siguieron tomando algún sin que este causara mayor efecto en ellas, yo tomaba agua y empezaba a sentirme mejor. La confianza se fue recuperando después de la estupidez que hice, y después yo volvía a Nancy en busca de calor humano. La melenuda empezó a jalonearme hasta que logro que estuviera en sus piernas ahora, jugueteaba y me hacia cosquillas. Yo podía sentir como tocaba la parte superior de mis muslos descaradamente, y también sentía la incomodidad de Nancy cuando me retorcía de risa y recargaba mis pies, con zapatos altos, en ella. Le rogué a Val que se detuviera y le jale el cabello, solo logre que me hiciera más cosquillas. Baje su cabeza hacia mí a jalones y nos caímos al piso. Yo quería levantarme, pero mientras reíamos, ella no soltaba mi vestido. Nancy me dio la mano para ayudarme.

Nancy cansada, se levanto y levanto a Val, le dijo que dejara de hacer eso y que yo no era un juguete. Discutieron a gritos y yo no entendía nada. Escuchaba, pero no lo entendía ni quería entenderlo. Solo me quede sentada en el piso con el vestido ya a la altura de la cintura. Me levanto del brazo, yo automáticamente me senté en el sillón.

Nancy: ¿Por qué haces esto?

Fany: Nancy…

Se me quedo viendo con ira, yo solo la miraba con preocupación. En un segundo de locura y frustración, me beso. No como la primera vez. Me beso intentando convencerme, me beso como si fuera su última oportunidad, me beso con la pasión y el sentimiento a flor de piel, desesperadamente. Un par de lágrimas mojaban su rostro. Yo no pude corresponder su tan intenso beso, me había quedado paralizada. La aleje con mi mano en su pecho, dejo de besarme. Permaneció un momento más, muy cerca de mí. Recupero la respiración normal entre pequeños sollozos y se separo de mí. Limpio sus lágrimas muy avergonzada, desilusionada.

Fany: ¿Nancy?

Me sentía terrible, sentía un vacio en el estomago al verla tan triste.

Nancy: Perdóname. Déjame llevarte a casa, si?

Asentí.

Nancy: Solo espera que me cambie de zapatos y vaya por una chamarra para ti.

Se quito la que traía y me la dio.

Nancy: O mejor ponte esta.

No sabía que podía decir, me hizo una sonrisa obligada y dio media vuelta. Lo más verdadero que pude hacer fue ir hacia ella y abrazarla. Me rompía el corazón verla, a decir verdad me sentía culpable.

Capítulo VI:

Ella fue a su cuarto y yo me quede parada ahí con su chamara colgando de una mano. No pude evitar ponerme a bailar con la música lenta que aun sonaba. Deje la chamarra en el sillón y cerré los ojos para escucharla. Me perdí. Sentí el impacto de un brazo tomándome por detrás y apretándome hacia un cuerpo cálido. No abrí los ojos, decidí dejar que Nancy siguiera abrazándome así, seguir sintiendo la respiración en mi cuello. Voltee hacia ella sin abrir los ojos, me aproxime lentamente a besarla, pensaba que ella iba a poner sus labios, pero no, bese una mejilla calientita. Hubiera dejado mis labios ahí, de no ser porque sentí el olor a humo y sentí un rizado cabello en mi cara. Abrí los ojos atemorizada y Valeria me tapo la boca antes de que pudiera gritar. No entendía como podía ser tan ágil y rápida para detenerme en todo.

Valeria: Espera, espera, solo vine a… bueno, pensé que quizá no te sentirías tan cómoda sola con Nancy si supieras toda la verdad.

Me destapo la boca, su susurro tenía un tono misterioso que me hacía dudar, le pregunte que pasaba y me dijo que no podía decírmelo ahí, que teníamos que salir. Acepte, tenia curiosidad y miedo por saber esa tal verdad sobre Nancy. No pare de hacerle preguntas y ella no paro de caminar hacia afuera del edificio. Llegamos a una esquina donde estaba estacionado un auto negro con un muchacho adentro que le cedió las llaves a Val y se fue. Me dijo que subiera al auto y lo hice.

Fany: Ahora dime, por favor, ya no aguanto el misterio…

Puso el auto en marcha y comenzamos a avanzar un poco rápido.

Fany: Val, ¿A dónde vamos?

Pensé que tal vez era uno de esos secretos ocultos en un lugar que hablaba por sí solo, así que guarde silencio. Valeria cada vez iba más rápido. Apago el cigarro en el auto y lo tiro en el piso. Al entrar a una de las calles más grandes e importantes de la cuidad, acelero de una manera increíble. Le grite que parara. Esquivaba a los autos impresionantemente, estaba muy loca, yo ya me encontraba desesperada. Creo que se canso de mis gritos y puso música a todo lo que daba mientras yo le rogaba que prestara atención al frente. Empezó a cantar evadiéndome totalmente, estaba segura de que había llegado mi fin. Se detuvo de golpe en las afueras de la cuidad, casi me estampo contra el parabrisas. Ahí estaba totalmente deshabitando y desierto, ahí ya empezaba la carretera. Apenas apago el auto me baje furiosa. Casi me atropella un tráiler. Al oír la bocina y ver las luces enceguecedoras, pegue un grito tan fuerte… es decir, casi me da un infarto. La estúpida de Valeria estaba totalmente a salvo del otro lado, riéndose. Corrí hacia ella asustada, pero aun así gritándole que era una imbécil. Cuando termino de reírse, le pregunte que cual era el dichoso secreto, con mi paciencia a punto de acabarse. ‘¿Cuál secreto?’ se ataco aun mas de la risa, ‘No hay ningún secreto’.

No podía creer que fuera tan idiota, no podía creer que le había creído. Le di golpes que por supuesto no le causaron ni siquiera cosquillas ya que frenaba mis manos con las suyas. Me di la vuelta y camine indignada en sentido contrario. Tal vez esperaba que me detuviera pero no, seguía riéndose. De lejos la voltee a ver, ella no tenía intenciones de ir por mí. Le volví a gritar ‘¡IMBECIL!’ pero no fue lo suficientemente fuerte para que escuchara. Seguí caminando y empecé a llorar para desahogar mi enojo. Cuando estaba lo suficientemente alejada y estaba cansada de caminar sin rumbo, me senté en la orilla de la carretera y me acaricie los brazos porque tenía frio. Valeria me veía llorar ahí, recargada en el auto con los brazos cómodamente cruzados. Sí claro, llore exagerada y amargamente, como la protagonista de una telenovela. Vi que empezaba a acercarse lentamente, me levante y camine a la misma velocidad intentando parecer muy digna. Ella empezó a correr, yo empecé a correr después. Pero me gano, otra vez, con la desventaja de los zapatos. Me tomo del brazo con la ‘sensibilidad’ de siempre.

Fany: ¡SUELTAME, ME LASTIMAS, DEJAME!

Con mi otra mano intente pegarle, seguía sin lograrlo. Intente patearla, lo logre pero… casi me caigo y me mata un carro.

Valeria: ¡YA BASTA!

Me soltó. Yo me agache arrepentida y abrace su pierna.

Fany: Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón.

Me decía que me levantara pero yo no lo hacía  y gritaba, ella movía su pierna y solo me hacia peor. Estuvimos en esa situación, que para ella era incomoda, como por 10 minutos.

Valeria: ¡Levántate que todos los camioneros te están viendo el trasero con ese vestido! y a lo mejor, si no te levantas, uno venga y te viole en esa posición.

Me levante velozmente. Solo había logrado romper mis medias. Fuimos hasta el auto y nos quedamos ahí recargadas viendo no se qué. La moví de un brazo para llamar su atención.

Fany: Dame tu chamarra, tengo frio.

Valeria: ¿Por qué?

Fany: Porque tú tienes aparte una sudadera y tus múltiples capas de ropa.

Valeria: Pero…

Fany: Y porque tú me trajiste aquí contra mi voluntad.

Se quito la chamarra, me la dio y me la puse.

Valeria: Pero mi chamarra tiene un precio.

Fany: ¿Ahora qué Valeria?

Me tomo la mano y me llevo atrás del carro. Fácilmente me levanto, me asombre. Me sentó en la cajuela y… me beso. Valeria me estaba besando con cuidado, era sorprendente. La abrace del cuello y ella me acaricio, empezando de la cintura, hasta llegar a las piernas, hizo que la rodeara con ella. Su beso no tenía mucha gracia, no sabía cómo ser dulce. Aun así, besarla me causaba una sensación malvada. No era cierto que besara mejor que Nancy, Nancy definitivamente besaba mejor. Pero el beso de Val no podía compararse con ninguno, era demasiado diferente. Nos separamos y sonreímos.

Fany: Me babeaste toda, Valeria.

Valeria: Bueno, ese era el precio. ¿Sabes algo? A la mayoría de la gente no le gusta.

Fany: Ya veo por qué. ¿Y pues… a cuantos has besado?

Valeria: A muchos.

Fany: Eres terrible.

Valeria: Gracias. Pero sé que no es tan malo.

Fany: Eso es tener autoestima.

Me bajo de ahí rápidamente y nos subimos al auto.

Valeria: De ahora en adelante, tienes prohibido gritar cuando vaya manejando.

Asentí.

Fany: Pero no manejes tan rápido.

Me puse en cinturón de seguridad, ciertamente no me sentía muy segura. Saco otro cigarrillo pero esta vez lo puso en mi boca, lo prendió. Lo compartimos y después hizo lo mismo que había hecho con el anterior. Empezó a conducir un poco más despacio, aun rebasando a los demás conductores, pero más tranquilamente. Le baje a su música para hablarle.

Fany: Estoy sintiendo una sed terrible.

Valeria: Si, es por la cocaína.

Me sorprendí, le reclame por haberme dado drogas y después recordé que seguía en mi cuerpo y me altere.

Fany: Tienes que darme agua, me voy a morir… Me voy a morir deshidratada. Siento feo en la garganta, si mi mama se enterara me mataría con sus propias manos… VALERIA! No me vuelvas a dar eso en tu vida…

Valeria: Jajajaja, tu mama no se enteraría, no te pones con tan poco. Y no te preocupes, solo tenía uno…

Fany: ¡DETENTE! En esa tienda, cómprame un agua… ¡AHÍ! ¡EN ESA! ¡VALERIA!

No se detuvo, solo siguió conduciendo.

Valeria: No tengo dinero. Ni un centavo.

Me desespere rápidamente, abrí la ventana y saque la cabeza para llenar mis pulmones con aire puro, Valeria no  podía dejar de reírse de mí, otra vez… Me jalo de la chamarra para que me sentara. Siguió esquivando autos sin importarle mi salud mental y fisiológica.

Valeria: Ya… Sé dónde puedo llevarte para que tomes agua.

Se dio una vuelta en ‘U’ horrible.

Valeria: Te dije que no gritaras…

Fany: ¡TE DIJE QUE NO MANEJARAS ASI!

Manejo hasta el otro extremo de la cuidad, hasta una Universidad me parece. Se detuvo en la parte trasera y nos bajamos. Me hizo una señal para que la siguiera. Entramos  en la escuela, no estaba segura de si podíamos hacer eso, pero me jugaba todo a que no. Me guio a los bebederos. Me dijo que tomara agua rápido antes de que nos vieran. Me daba cosa tomar de un bebedero, pero lo hice. Salimos corriendo.

Valeria: ¿De qué te ríes?

Fany: Esto es una locura… ¡Tú estás loca!

Me llevo a casa, pero ahora ya estaba mejor. Incluso cante con ella con la música a todo volumen, y no grite en todo el camino. Le dije que me dejara una cuadra antes de llegar a casa por si mi mama estaba por ahí, decirle que Nancy me había acompañado (Odia más a Valeria). Me quite su chamarra y la deje ahí, al bajarme le di un beso en la mejilla y corrí rápido hasta mi casa para no sentir tanto frio. En efecto, mi mama me abrió la puerta. Al decirle que Nancy me había traído… me acorde de ella y de cómo la había dejado sin despedirme. Me bote en mi cama a sentirme culpable por eso…