Fish tank (2)
Gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar, gracias ♥
Capítulo III:
Tenía frio y saque una toalla de un cajón rogando a todos los santos que realmente estuviera limpia, la revise, me la eche encima. Después de llorar, me dedique a cantar canciones que me hicieran sentir bien, intentaba no pensar en lo que acababa de pasar, intentaba pensar cosas felices, verle el lado no tan malo y animarme a mí misma.
Escuche que Diana y Kevin ya se iban a dormir. Y si hablamos de que Kevin va a hacer algo, debemos mencionar que Alfredo también lo hará. Había dos cuartos, con dos camas, ósea que en el primer cuarto, iban a dormir Diana y Kevin en una cama y en la otra, Alfredo. Y Valeria iba a dormir sola en una cama, en el otro cuarto, el del fondo, este cuarto… lo cual significa que yo tenía que dormir con Nancy, porque yo pedí dormir con Nancy, porque según yo, tenía que dormir con Nancy o si no moriría. En este momento me arrepiento como jamás en la vida lo había hecho… Escuche a Nancy decir que se iba a bañar, pensé que al fin vendría, pero sin embargo prefirió irse a bañar al cuarto de Diana. Valeria, no sé lo que hacía, solo sabía que había salido. Lo cual dejaba el espacio despejado para poder salir. Menos mal que ya era muy tarde y que no demoraron. Salí y mi tire en el sillón de afuera, en el mismo sillón. Tenía mucho sueño, ojala pudiera dormir acurrucada con Nancy. Hacia aun más frio del que recordaba. Me puse la toalla encima, cerré los ojos. Oí como Nancy paso al cuarto, movió algunas cosas y se acostó. Sorprendentemente me empecé a quedar dormida. No sé cuánto tiempo fue. Me desperté por un ruido, voltee algo alarmada a ver quién era. Valeria estaba sentada tomándose una cerveza y fumando. Solo la vi y volví a voltearme.
Valeria: ¿Por qué estás aquí? ¿No tienes frio?
Fany: Un poco…
Valeria: ¿Entonces?
Era una pregunta por demás estúpida. Me levante y cubrí mis brazos con la toalla.
Fany: Pues no puedo ir a dormir con Nancy. Por tu culpa.
Valeria: ¿QUEEE? ¿Por qué es mi culpa ahora?
Fany: Por tu grandiosisima idea.
Valeria: Pues no hubieras aceptado.
De haber tenido algún objeto punzante, se lo hubiera lanzado.
Fany: Claro que sí. USTEDES ME OBLIGARON.
Valeria: No, no te obligamos. Solo te dije que si no aceptabas, iba a ser otro…
La mire con desprecio.
Fany: Eres una imbécil.
Valeria: ¿Quieres un cigarrillo para el frio?
Fany: No fumo.
Valeria: Solo uno…
Fany: No se fumar…
Me miro con sus ojotes verdes.
Valeria: Ven…
La mire con extrañeza como diciéndole, JAMAS.
Valeria: ¡VEN!
Me acerque un poco. Me tomo del brazo y me jalo.
Valeria: ¡Que vengas, que no te voy a hacer nada!
Me senté junto a ella, en la banca que había cerca de la gran ventana, estaba abierta y el aire daba justo en la cara. Saco humo por la boca y después me puso su cigarro entre los labios. Me dio ‘instrucciones’ que yo seguí como estúpida y me ahogue COMO ESTUPIDA. Empecé a toser y se asusto un poco.
Valeria: OH CUIDADO, CUIDADO… vaya, les he enseñado a algunos y nadie se ha ahogado como tú.
Sentía algo desagradable en mi boca.
Valeria: Otra vez.
Negué con la cabeza mientras seguía tosiendo intentado expulsar esa sensación.
Valeria: Una vez más… Vamos.
Fany: ESO ES HORRIBLE.
Volvió a ponerlo entre mis labios y me dijo que lo hiciera. Lo hice y no resulto tan mal como la primera vez. Aunque después de sacar el humo, volví a toser.
Valeria: ¡Vaya!
Lo puso en su boca una vez más y después lo tiro por la ventana. No sé mucho sobre cigarros y fumadores, pero creo que no debería arrojarlo así.
Valeria: Tal vez luego pueda enseñarte otras cosas.
Lo que decía no tenía ninguna gracia para mí. Me le quede viendo.
Valeria: ¿Qué?
Me levante y me fui al sillón. Me acoste tranquilamente, cerré los ojos, paso un momento y me estaba quedando dormida.
Valeria: Oye… ¿entonces quien besa mejor?
Me voltee a verla llena de ira, sus ojotes verdes solo me seguían mirando, con un mechón rojo sobre uno de ellos. Suspire pensando que su estupidez había alcanzado el límite.
Fany: Eres una imbécil.
Valeria: Enserio… solo dime…
Fany: Sabes? Hace un segundo pensaba que tu estupidez había llegado a su límite, pero ahora creo que tu estupidez no tiene límites. Tu estupidez cruza las fronteras.
Valeria: ¡QUE TE CUESTA DECIRMELO!
Se levanto gritando, era una subnormal. Intente calmarme… Guarde silencio por un momento y sin pensar dije…
Fany: Nancy.
La mire a los ojos. Y ella solo se quedo pensando. Volví a voltearme.
Valeria: ¿Y por qué?
Me voltee rápidamente.
Fany: ¡PORQUE TU ME DISTE EL PEOR BESO QUE ME HAN DADO EN LA VIDA, SALVAJE, CIERRA LA BOCA YA Y DEJAME DORMIR!
Valeria: Que intensa. No tenías porque desesperarte.
Guardo silencio, volvió a sentarse y se tomo lo que quedaba de la cerveza.
Valeria: ¿No quieres que yo duerma con Nancy para que tu duermas en la otra cama?
Fany: No.
Sé que estando encerrada en el baño lo que más quería era cambiar de cama con Val pero no quería tener que verla durmiendo con Nancy.
Valeria: Es que no quiero que te quedes aquí.
Ya no le conteste nada, quería evitar ser intensa. Se quedo mirándome y mirando hacia todos lados antes de entrar.
Valeria: Me gustan tus piernas…
Recorrió mi pierna con su dedo apenas rozándola, pero mi ‘intensidad’ gano y me levante y le grite que no me tocara.
Valeria: ¿Qué te pasa? Estas insoportable, yo solo quería que ya te contentaras, y solo te alague porque sé que esa es la manera de tenerte contenta, solo por eso, porque esa es la forma de tener contenta a una… niña consentida.
Solo le hice esta señal .i. y se fue. Ella era la que estaba insoportable, solía quererla mucho antes de este día… Me parecía que iba a ser un infierno a partir de ahora… y me iba a querer quitar a MI Nancy.
Capítulo IV:
Nancy: Ya te lo dije, ¡ERES UNA BESTIA! Estúpida… como la dejaste que durmiera afuera.
Valeria: ¡¡Es que YO LE DIJE que le cambiaba de cama Y NO QUISO!!
Nancy: ¡¡Me hubieras llamado para que viniera por ella!!
Valeria: Estabas de sangrona. ¡Ni siquiera me daban ganas de hablarte!
Nancy: ¡¡Pero hay que tener sentido común animal!! Lo MINIMO que pudiste hacer fue traerle una cobija o algo para taparse, ¡o le hubieras dejado tu chamarra! ¡¡Eres una inconsciente!!
Valeria: Le di un cigarrillo para el frio…
Nancy: ¡¿Cómo SE TE OCURRE hacerla que fume?! ¡VALERIA! Maldita sea…
Valeria: Yo no tengo la culpa de nada…
Escuchaba su discusión entre sueños, hasta que pude despertar.
Nancy: ¡Por supuesto que es TÚ culpa, IMBECIL!
Fany: ¿Nancy?
Al hablar sentí un dolor tremendo en la garganta. Ella se acerco corriendo a mí con cara de preocupación y gran culpabilidad, diciéndome cosas como ‘mi amor, pobrecita’… Estire mis brazos… y la recibí con un abrazo. Me abrazo con ternura, como ella siempre solía tratarme.
Nancy: Perdóname… lo siento tanto.
Me levanto ligeramente y me senté. Nos abrazamos durante algunos segundos más y después nos separamos. Me tomo de la mano y me guio.
Nancy: Lo mejor es que tomes un baño.
Entre al baño junto con ella. Mi pijama y un par de toallas ya estaban ahí. Ella salió y yo tome el baño. Al salir empecé a estornudar. Me estaba sintiendo fatal. Nancy me esperaba y señalo la mesita que tenía un desayuno que se veía rico. Acerco el mueblecito para que me sentara. Afuera estaban comiendo papas y refrescos. Al parecer vio mi expresión.
Nancy: Es mejor que comas esto.
Me acerque y me senté en el mueblecito, al verme los de afuera, entraron preguntándome como me sentía. Me dijeron que me había traído algo, y eran muchos dulces. Me tocaban la frente y se lamentaban por mí, yo solo contestaba a sus preguntas sonriendo y asintiendo.
Nancy: Ellos querían ir a dar una vuelta por la playa, pero creo que no estás en condiciones.
Kevin: Pero no importa, podemos quedarnos aquí.
Fany: No, para nada, ustedes vayan.
Diana: No, no queremos dejarte sola.
Nancy: Yo puedo quedarme con ella.
Kevin: No pero si tu quieres, mejor nos quedamos contigo.
Fany: No… vayan, enserio.
Kevin: Esta bien…
Diana: Pero si necesitas algo avísanos.
Kevin: O si siempre si quieres que nos quedemos dinos ‘Oigan, siempre si quiero que se queden conmigo’.
Diana: Si.
Estuvieron diciendo más cosas para que me riera hasta que empecé a estornudar otra vez.
Diana: Deberías dormir cariño, te ves cansada.
Kevin: Si… solamente haz de haber dormido unas cinco horas.
Fany: Esta bien eso hare… Oigan, y Alfredo y Valeria?
Diana: No lo sé cariño. Jajajaja, escucha… No me sorprendería que la fácil de Valeria…
Nancy la interrumpió diciendo que Alfredo estaba bañándose y Valeria había salido. Estuvieron platicando los tres conmigo hasta que no pude comer más. En realidad comí poco. Después fuimos los 4 al cuarto de Kevin y Diana, Diana me seco el cabello con una de las pistolas esas que sacan aire para que te peines. Nancy también estaba ahí moviendo mi cabello. Kevin se sentó en la otra cama y solo veía y escuchaba lo que ellas dos decían. Cuando Alfredo salió de bañarse, pues bueno, hizo lo mismo que Kevin.
Unos minutos más tarde entro Valeria.
Diana: ¿De dónde vienes?
Valeria: Qué te importa
Era normal que Val siempre se fuera y luego regresara. Traía en las manos nos cigarrillos, se disponía a prender uno.
Nancy: No lo prendas aquí. Vete afuera por favor.
Valeria: No se les vaya a morir la criatura.
Nancy: A nadie le agrada que fumes en un lugar cerrado, ve a fuera.
Se fue no sin antes azotar una puerta. Todos se callaron completamente.
Fany: Oigan, no se… ¿Qué le pasa?
Diana: No le prestes atención. Esta drogada.
Me quede boquiabierta, no sabía que Valeria se drogara…
Ellas dos terminaron con mi cabello y Alfredo, Kevin y Diana se fueron a dar la dichosa vuelta en la playa. Yo tome a Nancy de la mano y la conduje a la habitación para abrazarla y poder dormir rico, ella no puso ninguna objeción. Desperté con pequeñas caricias y besos de Nancy, que me decía que ya teníamos que irnos. Me fui aun adormilada y en pijama al auto y no quise soltarla en ningún momento. Una vez en el auto puso mi cabeza en su pecho y acaricio mi cabeza hasta que me dormí otra vez.
Cuando me despertó otra vez fue porque ya habíamos llegado a mi casa. Me despedí de ella con un beso, después me salte a Valeria que estaba junto a mí y me despedí de Alfredo. Alcance a besar la mejilla de Diana, que estaba sentada en el asiento de adelante, por atrás. Cuando iba a salir, Valeria me tomo del brazo y me pregunto ‘¿Qué a mí no me quieres?’, solo hice un movimiento para zafarme y no le conteste nada. Kevin, saco mi maleta de la cajuela, y luego me despedí de él.
Toque la puerta de mi casa y abrace a mi madre. Ella se preocupo porque me veía enferma, incluso me regaño. Subí a mi cuarto y no podía dejar de pensar en Valeria. Era una lástima que nuestra amistad se dañara y que ninguna de las dos se preocupara. Yo solía besar sus mejillas sin problema alguno, aunque fuera muy poco expresiva, a veces me devolvía abrazos y esa clase de cosas. También es una pena que su amistad con Nancy se estropeara en una noche, no merecían eso. ¡Diablos! ¿Cómo paso todo esto? Le envié un whatsapp que decía: ‘‘Querida melenuda, lamento no haberme despedido de ti. En verdad esto es una estupidez, olvidémoslo. Te quiero’’. Pasaron por mucho unos 10 minutos, me llamo Nancy.
Fany: ¡Hola!
Nancy: Hola mi amor. ¿Cómo sigues?
Fany: Pues normal, no tan bien, no tan mal. Aun necesitaría que me cuidaras, pero dime, ¿Qué pasa?
Nancy: Llamaba para pedirte disculpas, creo que aun no lo hice. No fue tu culpa nada, fue muy injusto enojarme contigo, fui una estúpida… Lo siento mucho.
Fany: No te preocupes por nada. Ya no es nada. Me gustaría que volviera a ser todo como antes. ¿Sí?
Nancy: Por supuesto, ¿Podemos vernos mañana?
Fany: Claro que si, puedes venir por mí en la tarde.
Nancy: Esta bien, así será.
Fany: Te veo mañana. Buena noche.
Nancy: Hasta mañana mi amor, solo una pregunta… Vale te ha llamado?
Fany: No, para nada. Le envié un Whatsapp y ya lo leyó, no me ha contestado nada.
Nancy: Esta bien, nos vemos mañana
Fany: Si, y oye, me gustaría que tampoco cambiara nada entre ustedes dos. Tienen una amistad increíble.
Nancy: No te preocupes, descansa.
Mi madre me dijo que tomara otro baño para que me relajara y así fue. Después estuve escuchando música e intentando tranquilizarme ahora que había pasado todo. Por la noche, empecé a oír ruidos en la ventana, me levante lentamente y divise por un costado. El cabello de Valeria era inconfundible, vi el reloj y era más de la 1 de la madrugada. Abrí la cortina de un tirón y empecé a reírme, ella sonrió y me saludo. Tomo otra piedrita del piso y la lanzo, me hizo una señal para que bajara. Baje intentando no hacer ruido. Al salir corrí y le di un abrazo que ella inmediatamente NO correspondió. No podía parar de reírme.
Fany: ¿Qué haces aquí?
Valeria: em… pues, pasaba por aquí y decidí venir a verte porque ya no estás enojada conmigo.
Fany: Es que no quiero que nada de esto se acabe nunca.
Volví a abrazarla y ella volvió a no corresponder mi abrazo, lentamente fue tomando mi mano.
Valeria: Ven. Vamos.
Fany: ¿Qué? ¿A dónde?
Valeria: A dar una vuelta o algún otro lado.
Fany: Ya pasa de la 1. ¿Cómo se te ocurre?
Valeria: Anda.
Fany: Mi mama está durmiendo y estoy en pijama.
Nos miramos directamente a los ojos, esperando a que alguna cediera.
Fany: Es muy tarde, y si algo nos pasa?
La que cedió fui yo, era lógico. Me puse una chamarra y tome las llaves.
Fany: ¿Dónde vamos?
Llegamos a un parque cualquiera y nos sentamos.
Fany: ¿Qué haremos?
Valeria: Nada.
Me quede sin hacer nada. Valeria seguía sosteniendo mi mano
Fany: Hace frio.
Esa noche fue… distinta. Pase mucho tiempo sentada con Valeria sin hacer absolutamente nada. Me llevo a casa, esta vez me despedí de ella.