Final sin Retorno
Una nueva situación se cierne sobre mi cabeza, pero ahora estoy preparado. Soy consciente de que tanto Cristina como Susana han estado manipulándome con todas estas pruebas... ¿O acaso solo me dicen una verdad que no quiero aceptar? ¿Y ahora qué hago yo con Lixue?
Tras mi llegada, realmente Lixue fue mi sombra durante todas las entrevistas que mantuvimos, se presentaba a primera hora del día, desayunábamos juntos y nos dirigíamos a las oficinas para arduas y complejas reuniones que gracias a su ayuda fueron solventándose correctamente. En las noches tras conversaciones del día con Cristina, me dedicaba a matar todo el tiempo restante en el gimnasio, por lo que al final terminaba agotado, pero realmente con una energía que no recordaba desde que era un muchacho.
Los días pasaban y las molestias de aquel maldito aparato estaban causándome un malestar permanente; nada durante la semana me haría prevenido para las noticias que estaría por recibir el viernes cuando llamé a Cristina, por la noche para nuestra primera sesión de sexo virtual, que esperaba ya con ansiedad.
Pronto mi esposa, en vía remota, abría el cerrojo de mi cinturón, permitiéndome liberar mi verga que durante dos semanas ya, se había mantenido aprisionada implacablemente. Pronto nos pusimos en honda, ya que al inicio no sabíamos ni siquiera como hacer esto, pero al ver su cuerpo ya desnudo y la calentura que mostraba mi esposa, me hizo animar cada vez más.
_Te ves preciosa - dije al verla en nuestra cama mientras nos veíamos por medio del portátil, ella estaba con un picardías muy transparente - como extraño poder tocar ese cuerpo tan bello, quisiera acariciártelo.
_Así... - dijo mi esposa, mientras con su mano tocaba su pezón derecho y acariciaba todo su seno con su mano derecha- ¿Así te gusta tocarme? Así me gusta que me toques...
Con su mano comenzó a acariciarse por encima de sus pantis, al tiempo que ya con mi verga liberada mostraba a mi esposa como aquella visión había levantado toda su fuerza y se encontraba firme entre mis manos.
_Que dura se te ha puesto... Me encanta saber cómo te provoco...
_Me encanta poder mirarte, escucharte y saberte mía...
Nos tocábamos uno al otro a través de la pantalla, podíamos sentirnos unidos y completamente entregados, sus dedos masajeaban su concha con una delicadeza, unas veces introducía uno o dos dentro de su ser, mientras su rostro denotaba como su cuerpo se tensaba en cada momento.
Por mi parte, también estaba disfrutando de su cuerpo que como película pornográfica me mostraba una hábil actriz, que con grandes dotes mostraba toda su figura y su sensualidad al sentir el placer que sus propias manos le brindaban. De pronto en un amago de gemido, Cristina se recostó completamente evitando mirarme directamente; tan solo podía observar su cuerpo y la mano entre sus piernas.
_Tengo que confesarte algo mi amor... -me dijo de pronto y sin previo aviso, haciéndome desconcentrar un poco del matiz que estaba tomando todo aquello - Anoche Susana me llevó a un bar, era muy sucio, clandestino, creo que ilegal... Había hombres… Muchos hombres...
La noticia me pareció una nueva fantasía de parte de mi esposa para ver si caigo en la trampa de los celos, pero esta vez ya no sería así, le seguiría el juego ya que al fin de cuentas todo era producto de su inagotable imaginación.
_Y que hicieron entre tantos hombres... - seguí el curso de su fantasía, mientras me seguía masturbando al tiempo de observar como Cristina con los ojos cerrados imaginaba la escena en el bar-
_Ellos bailaban... y se desnudaban... Y nosotras los mirábamos, los tocábamos...
_Y tocaste alguno de ellos... -dije al tiempo que observaba como su mano frotaba su concha con gran fuerza e intensidad.
_Si... si toqué a uno... uno muy fuerte, con grandes brazos... fuertes piernas...
Escuchaba cada una de las palabras que mi esposa al otro lado del mundo decía, podía sentir como sus dedos se movían frenéticos en su concha, podía oír sus jadeos mientras me contaba su fantasía.
_Mientras él bailaba en frente de mí, toqué su torso, su abdomen... su verga...
Escuchar de su boca como imaginaba haber tocado la verga de otro hombre me hacía sentir sentimientos contrapuestos, ya que al tiempo que notaba como ella estaba completamente excitada y podía sentirla a mi lado, ella seguro fantaseaba con un tipo corpulento mientras me contaba todo para que tuviera celos. Pero estuve firme en mi estrategia y seguí con el juego, no iba a permitir que el tema este se alargue mucho más, si ella tenía una fantasía así, pues nada podía hacer yo... siempre y cuando no quiera llevarla a la práctica.
_¿Y era muy grande? - pregunté dándole cuerda-
_Su verga era gigantesca... venosa e hirviente... Toda una delicia.
_Y que hizo el chico...
_Vio mi rostro, mi dulce rostro... me miró mientras yo no podía dejar de mirar su verga... Ahí me sujetó... Tomó mi cabeza y la dirigió directamente a su verga...
_¿Y qué... hiciste? - pregunté casi con un hilo de voz, pero sin dejar de masturbarme y sin que ella dejara de frotar su clítoris de forma frenética -
_No pude evitarlo... no podía...
_¿Qué hiciste? - pregunté nuevamente, pero sabiendo perfectamente su respuesta.
_Abrí mi boca mi amor... no pude evitarlo... Abrí mi boca y se lo chupé...
Mis ojos no podían despegarse de las piernas y las caderas de mi esposa, que mientras me contaba seguramente lo imaginaba claramente, por lo que pude observar como un orgasmo muy ansiado se cernía entre sus muslos.
_Su verga estaba muuuy caliente, casi ardía entre mis labios al tocarla, había otras mujeres que me miraban... sentían envidia, querían estar en mi lugar... otras gritaban, me animaban a chuparlo muy duro...
_Y tú, qué hiciste... - dije con mis ojos clavados en su sexo, que claramente estaba inundado.
_La tomé con mi mano... cerré mis labios... comencé a chupar... con toda la fuerza y deseo, tal y como tantas veces te he chupado a ti... Pero era diferente, el sabor era diferente, la textura incluso... todo en definitiva era diferente, era prohibido pero por ello más delicioso...
_Pronto el chico estuvo en el punto de tener un enorme orgasmo... Me la saqué de mi boca justo antes de que se corriera... no cayó en mi cara y menos en mi boca ya sabes cómo eso me molesta... pero pude ver como su semen manchaba mi mano y caía al suelo, producto de lo fuerte que se había corrido él... fue muuy excitante...
Justo en ese momento como si hubiéramos estado coordinados, ambos tuvimos un delicioso orgasmo; nos corrimos juntos aunque separados a un mundo de distancia, nos corrimos disfrutando de aquella fabulosa fantasía.
_Ha estado tremendo mi amor, me he corrido como un adolescente... - dije a mi esposa, que aún permanecía recostada en la cama y con las piernas dobladas, disfrutando de tan delicioso orgasmo.
_Siiii... ha estado genial... Necesitaba tanto correrme, aquel show me había dejado muuuy caliente y necesitaba tanto poder disfrutarlo.
Cristina hablaba dando por hecho que aquella fantasía había sucedido, pensé que si indicaba algo por el contrario seguro acabaríamos discutiendo ya que en mi vida hubiera dejado que algo así hubiera realizado mi esposa, pero al ser una fantasía, ¿por qué no seguir el juego?
_Y como terminó todo… - dije tragando saliva -
_Uuuy, las chicas estaban como locas, gritaban como si hubiera ganado la lotería... El show del muchacho había terminado y creo que yo también pero seguro habría más chicos que saldrían a mostrarnos su cuerpo y habría muchas más chicas que probarían sus vergas, pero creo que con Susana tuvimos lo que fuimos a buscar... jeje.
_Espero no hagan vicio de estos shows... Cuando vuelva seguro que yo te haré uno igual...
_Siiii tienes que hacérmelo igual...
_Claro que te lo haré... aunque esta vez no haya tantas chicas gritando y alabando... jajaja
_Quien sabe... Tal vez si las haya... - dijo mi esposa en tono burlón y pícaro- Ya veremos... jeje.
Terminamos nuestra primera sesión de sexo virtual, que resultó mucho más excitante de lo que hubiera pensado, aquella fantasía que me dijo mi esposa había hecho que la velada se torne sumamente picante, por lo que al final nos despedimos entre abrazos y besos en la distancia.
_Ahora, quiero que te lo pongas nuevamente... - dijo mi esposa unos minutos antes de terminar la sesión - no vayas a estar viendo ninguna golfa por ahí y quieras divertirte con ella, jejeje.
_¿De veras me lo tengo que poner? - traté de amagar el asunto, pero sabía que para Cristina el tema no tenía negociación-
_Claro... Ya sabes las reglas mi amor... No debemos saltarnos ninguna etapa. Y creo que la hemos superado muy bien esta semana, que realmente ha sido muy dura... Pero recuerda que ya es una semana menos y ahora el tiempo para vernos de nuevo será menor, se valiente mi amor, que pronto todo será pasado…
_Pero es muy raro todo esto, es como si solo quisieras hacerme disfrutar contándome cosas muy morbosas... Es muy raro tener que sentir eso.
_Es parte del tratamiento mi amor, lo hablé con Susana y ahora tenemos los dos que poner de nuestra parte, para que así las cosas salgan bien. Y de lo que me dijo Susana, pues yo tengo que contarte todo esto cuando estemos juntos y tú puedas también disfrutarlo.
_Pero las cosas que has inventado han resultado tremendas, casi me haces explotar como un adolescente apenas comenzaste...
_Je je... qué cosas dices... – se sonrió mi esposa mientras se ponía algo nerviosa, seguro a causa de tener que decirme tantas cosas extrañas, o acaso lo que me dijo no era una fantasía- No me cambies el tema y abróchate el guardián...
_¿El guardián?
_Sí, porque te guarda de andar jugueteando con cualquier chinita que te encuentres por ahí... jeje.
_Está bien... - dije suspirando finalmente e iniciando el proceso de abrocharme en la polla que plácidamente descansaba- Pero yo nunca he pensado en estar con ninguna chinita.
_Lo sé mi amor.
Finalmente coloqué el dichoso aparato, que tras haberse desahogado se encontraba flácida y sin fuerza, pero aun así me causó algo de dolor el broche. Cuando por fin cerré, un mensaje a nuestros celulares confirmó que el aparatito se encontraba correctamente puesto y que nuevamente me encontraba prisionero de aquel guardián que mi esposa me había puesto hace ya una semana.
_Listo...
_Lo ves mi amor, no fue tan difícil... Ahora a comportarse bien hasta la siguiente semana... Para que nuevamente pueda salir a divertirse conmigo...
_Te aseguro que estaría más deseosa estando contigo... Pero al menos este aparatito nos mantendrá unidos... No sabes cuánto espero poder ya liberarme de él, y poder estar nuevamente junto a ti sin este ni ningún impedimento.
_Yo también mi amor, y gracias por comprender y aceptar al guardián, ya que sin él el tratamiento no sería eficaz. -dijo mi esposa al final - ...Te amo...
La siguiente semana las cosas ya fueron un poco menos asfixiantes de trabajo, por lo que pude al menos tener unas horas más de relax y de ejercicio; ello me permitió salir a conocer la ciudad y sus alrededores claro está de la mano de la bella Lixue que tal como si de una guía profesional me relataba citas y acontecimientos ocurridos en todos los centros de interés turístico que visitábamos. Pero pronto el tiempo y las caminatas llegaron a generarnos conversaciones más íntimas.
Lixue había nacido en una provincia más rural y se había mudado a la ciudad tras una oportunidad en deportes, que al fin de cuentas nunca pudo aprovechar debido a una lesión, más le había quedado el tema de mantenerse físicamente muy saludable. Ahí había conocido a su novio Enlai, que con su misma edad asistieron a la misma escuela y desde entonces eran novios.
Mi curiosidad abarcó un poco más y entre bromas y caminatas me contó que querían casarse pero que los costos eran muy altos ya que sus familias requerían cumplir con formalidades que podían resultar muy costosas.
Yo igualmente conté de mi matrimonio y de lo feliz que había vivido con mi esposa Cristina, claro está que no mencioné el tema de los celos y mucho menos el dichoso aparato que me aprisionaba. Tal vez eso llegaría a su tiempo…
El martes siguiente una llamada me sacó de mi idealización de lo que realmente estaba ocurriendo conmigo y Cristina, por la noche me llamó Susana, que tras una breve charla me lanzó un par de bombas que realmente me dejaron preocupado.
_... y ¿qué te ha parecido que haya llevado a Cristina al bar de strippers? De lo que ella me contó, habían conversado en su charla del sábado.
_Si me lo contó con todo lujo de detalle - dije cayendo en el juego de lo que seguro habría maquinado aquella mujer que creo que espera que mi cabeza estalle para sentirse tranquila.
_Qué bien... Y también me dijo que estuviste muy dispuesto, que seguiste el juego que se planteó e incluso has participado en el momento que te contaba las partes más picantes... Y de eso justamente quería preguntarte. ¿Quería saber si realmente participaste, te gustó lo que ella te contó, al final te enojaste, qué sentiste?
_Son muchas preguntas, pero creo que como toda fantasía tiene sus pintas que pueden hacer encender la pasión y creo que en este caso es lo que me ha sucedido. Te confieso que me sentí muy excitado que Cristina se encuentre en ese estado donde la desesperación por el orgasmo es tan intensa que nos lleva a decir y hacer cosas que en cualquier otro momento son inimaginables.
_Me alegra que lo hayas también compartido y disfrutado; Cristina es una paciente que también requiere liberarse de algunos de los tapujos que nuestra sociedad nos ha planteado, además que si logra dejar atrás sus miedos podrá disfrutar y compartir junto a ti todo lo que la sexualidad les puede brindar. En realidad me siento muy contenta con su avance, ya que tanto tú como ella están dejando atrás muchos complejos que lo único que hacen es complicar la vida.
_Creo que sí, es importante saber seguir adelante. - dije con la creencia de que si estas fantasías nos ayudan a liberarnos, pues seamos libres, fantaseemos y disfrutemos de todas estas posibilidades.
_Y ¿qué te parece si esta semana damos otra vuelta de tuerca?, estaba pensando en algo muy interesante, pero no sé si llegue a ser muy fuerte para tu esposa. Quiero ir junto a ella a una fiesta que unos amigos organizarán, solo para que se ambiente y que pueda divertirse, ¿Qué te parece?
_No sé si eso le guste, muchas veces ella no suele sentirse a gusto con gente extraña... -dije sin saber de qué iba aquella conversación - ¿Pero me estás diciendo esto como parte de las fantasías que tiene Cristina? ¿O realmente lo van a hacer?
_¿Tendría algo de diferencia?
_Claro que sí... A mi esposa no le gusta ir a lugares llenos de pervertidos que solamente buscan clavársela a cualquier mujer cerca; por eso no es muy adepta de ir a discotecas o lugares donde la gente se reúne indiscriminadamente.
_¿Y cuál sería el problema?... Tu esposa va a distraerse a ver y dejarse ver, no a que se la claven... bueno en principio no…
_Pero seguro muchos hombres intentarán levantársela para follarla, ya nos ha pasado antes.
_Claro que sí, pero como sucedió antes, la actitud de ella es lo que importa y seguro no hará nada que no deba... ¿O acaso no confías en ella?
_Si, si... yo confío… pero
_¿Pero?
_Pero ¿y si encuentra un tipo que le guste?
_Seguro habrá más de uno, pero no por ello Cristina va a salir a buscarlo, o ¿crees que lo hará?
Susana estaba jugando conmigo, seguro que estaba tanteándome, pero había aprendido mi lección y no me dejaría llevar por unos celos de algo que ni siquiera ha pasado.
_No... pues no creo. Yo confío en ella y estoy seguro que no hará nada malo.
_Bien... pero si le apetece hacer algo... digamos que atrevido. ¿Te enfadaría, tendrías celos?
_No creo que lo haga. Y siendo así, seguro no tendré celos.
_Pero y si lo hace... imagina un poco Esteban... imagina que hace algo un poquitín picante... por ejemplo chupársela al tipo que a ella le gustó, ¿Realmente cambia en algo el amor que tú tienes hacia ella o el que ella siente hacia ti?
_Creo que no. - le seguía su argumento, pensando que finalmente solo son suposiciones suyas ya que Cristina jamás haría eso -
_Exacto... No sucederá nada... Ustedes seguirán amándose y eso no lo cambiaría un pequeño jueguito con alguien más... Realmente no está engañándote, tan solo dándose un pequeño placer... Especialmente si ella al final te cuenta todo y tú estás a gusto con ello.
_Pero estaría engañándome - trataba de argumentar, pero estaba claro que Susana tendría esta y muchas más respuestas a mis argumentos, pero comenzaba a enojarme su simplicidad, como si la fidelidad no fuera algo de mantener. Ella seguro no tenía ni pareja y por eso no lo comprendía, pero al final Cristina era mi esposa e imaginarla así, me hacía un nudo en el estómago.
_Claro que no... Si te lo cuenta el sábado, en vuestro encuentro. No pasaría nada, ustedes podrían divertirse juntos y su amor no se vería para nada implicado.
_Y si ella quiere repetirlo nuevamente... Si se encoña con algún tipo y al final acaba dejándome... - finalmente lo dije, mi mayor temor, el que realmente me turbaba-
_Si ella te ama no se irá con ningún otro hombre... Imagina como si fuera una simple paleta de su sabor favorito, se la chuparía una vez durante unos momentos, pero no por ello dejaría de probar toda la gama de sabores que tiene contigo...
_No lo entiendes... Ella estaría engañándome, se estaría divirtiendo con otro tipo y de seguro… no lo entiendes…
_Si lo hago, pero quien tiene que ampliar su mente eres tú...
Me di por vencido, discutiendo y argumentando con ella no podría sacar nada. Lo mejor sería dejarla en su ideal y seguir con el dichoso tratamiento.
_Ahora Esteban, este es un ejercicio que digamos es para avanzar en algo con lo que pueda contar el momento de tener verdaderamente sexo contigo; todo esto es para que ella también al final se abra y pueda disfrutar de una mejor forma el placer y lo que el sexo le puede dar.
_Entonces... no sé qué decirte, pienso que para ella y para mí esto es muy nuevo, pero igual tal vez pueda sacarle provecho.
_Yo pienso igual y ahora que estamos de acuerdo, voy a proponer a Cristina ir a la fiesta el viernes y así ella puede contártelo el sábado con todo lujo de detalles; ¿qué te parece?
_¿Pero al final van a ir? ¿Dónde, con quién?- dije algo incrédulo, ya que aún suponía que la cosa iba con el tema de idear nuevas actividades para podernos calentar, mi mente estaba hecha un lío con las seguridades que hasta hace no mucho tiempo tenía.
_Claro que si bobo... si ya te lo he dicho - me dijo con todo el tono de que me estaba gastando una mala broma - y estoy segura que después que Cristina te lo cuente tú lo vas a disfrutar también, jajaja
Nos despedimos después de ello, quedándome con mis pensamientos y miedos a flor de piel. Ahora un miedo me cruzó la mente, Cristina verdaderamente se había dejado llevar al bar de strippers y había terminado mamando la verga de aquel tipo frente a un montón de mujeres. Ahora ella con Susana irían a una fiesta con algunos de sus amigos que supongo tratarán de hacer alguna otra correría con mi esposa... o ¿realmente me estaban engañando y todo era una farsa para sacarme de quicio?, mi mente estaba hecha un lio.
Unas horas después el estómago me dolió con la duda, realmente no podía imaginar las escenas; resultaba algo fuera de este mundo, como si no pudiera ocurrir realmente. ¿Pero y si era cierto? ¿Sería cierto que este fin de semana se irían de fiesta con algunos otros amigos? Las dudas iban a acabar con mi hígado.
Por otro lado mi estancia en tierras lejanas iba perfecta, todos nuestros objetivos estaban siendo cumplidos y nuestro trabajo rendía frutos con adelantos significativos, adicionalmente mi relación con Lixue era cada vez más estrecha y compartíamos largas jornadas de trabajo que nos habían brindado una confianza muy grande. Esto incluso al grado de que ella me preguntaba qué había sucedido tras cada noticia con mi esposa, que obviamente me llevaba a sentirme mal; pero como no todo son malas nuevas, pues de igual forma aprendí a reconocer las actitudes e incluso el sentir de Lixue cuando ella también lo pasaba mal. Eso nos había acercado mucho y creo que incluso podía interpretarse como una complicidad entre los dos, algo que me tomaba de nuevo a mí, principalmente por la diferencia de edades que nos separaba.
Entre mi esposa, el trabajo y mi preciosa secretaria la semana pasó bastante rápido y aunque charlaba con Cristina a diario; creo que ambos teníamos el tema del dichoso local en la punta de la lengua pero no lo sacábamos a la luz. Finalmente en una charla el jueves, mi esposa comenzó a contármelo.
_... yo no he aceptado, pero Susana me insiste mucho en ir. - me contaba mi esposa como Susana había sido de la idea de ir a este tipo de fiestas con desconocidos - no sabría qué hacer allí, además iríamos como dos chicas y no sé si pueda ser algo peligroso... Pero me ha dicho que ha hablado contigo y que estás de acuerdo.
_Me lo comentó es verdad, pero yo tampoco creo que deberías ir… si no quieres... - dije tratando de zanjar las dudas y que Cristina tome una decisión - Si no te sientes bien con ello, pues mejor no ir.
_Tienes razón mi amor, ya le diré a Susana que no iremos, al fin de cuentas tal vez podamos ir algún día juntos. Ahora si me corta un poco ir con Susana, pero estando contigo no habría problema...
_Qué bien mi amor, creo que así te sentirás mucho mejor.
Con esa decisión pensé que las cosas volverían a su cauce, aunque no sabría cual es. Lo que si es que estuve mucho más tranquilo ya que conversé con Cristina del tema, así que al fin de cuentas lo dejé pasar.
Al día siguiente algo más sucedió ya que Lixue no era la misma, algo la estaba preocupando mucho más que de costumbre y debía afectarle porque se notaba claramente como aquella chica se encontraba realmente mal. Por lo que pecando por meterme donde no me llaman, le pregunté qué sucedía y tras algunos lances de no querer explicar nada, al final me lo contó todo.
_... y ya no sé qué puedo hacer, aquí en mi país las cosas no toman tanto tiempo como en occidente - me decía Lixue al contarme como su novio Enlai no se animaba a ofrecerle matrimonio.
_Pero aún son muy jóvenes, creo que deben vivir un poco más - le traté de hacer entender, ya que apenas habían pasado los veinte, pero en su cultura creo que eso no era del todo bien visto y por tanto era algo que a ella le preocupaba mucho.
_Los padres de él preocuparse mucho de matrimonio y mi madre también estar muy enojada porque Enlai no decidirse- me contaba - si no pedirme de novia pronto, mi mama ofrecer matrimonio arreglado.
_¿Y tu papá que dice?
_El muerto hace tiempo, solo vivir con mi mama; ella preocupada por mi futuro. Ella pensar que mejor arreglar boda con otro muchacho.
_Entonces ese es realmente tu miedo Lixue, que alguien más decida por ti, pero si tanto te preocupa porque no se lo dices y listo. Si él te ama y quiere casarse contigo lo entenderá.
_Pero él si quiere, pero no tener dinero... decirme que tiene que trabajar mucho para conseguirlo, que lo espere.
_Ya entiendo... -dije pensativo, ya que realmente cuando había amor las cosas eran diferentes.
La conversación con Lixue me había conmovido, tanto que incluso pensaba como poder hacer frente a esos endemoniados gastos para que aquella pareja pueda casarse, pero al menos al no conocer nada de aquel lugar, poco podía hacer. Finalmente la semana estaba terminando cuando un mensaje de mi esposa me alertó que algo estaba sucediendo en mi país y principalmente con mi esposa.
Cristina 20:50 - "Hola mi amor, te comento que Susana ha estado completamente intensa con lo de salir hoy, no me la he podido sacar de encima por lo que al final he decidido ir un rato. Si no te parece mal."
Por mi parte no pude revisarlo hasta pasadas dos horas, ya que debido a la diferencia de horarios yo me encontraba dormido.
Esteban 22:40 - "Hola mi amor, creía que no estabas interesada en ir."
Cristina 23:20 - "Olvidé que estabas dormido a esta hora mi amor, perdona. Al final me animé a venir, ahora estamos tomando algo, el ambiente aquí es súper extraño."
Un nudo en la garganta me comenzó a crecer, sería realmente cierto que estaba en alguna fiesta de amigos o nuevamente me estaría probando. Ya no sabía cómo tomarlo.
Esteban 23:22 - "¿A qué te refieres con extraño?"
Cristina 23:23 - "Hay muchas parejas y hombres solos que no conocemos, ni siquiera Susana. Nos han querido abordar algunas veces, pero creo que piensan que somos lesbianas y no se nos acercan mucho."
Esteban 23:24 - "Ten cuidado cariño, no conoces a nadie allí y no se sabe quiénes son. Cuídate y pórtate bien."
Puse con la esperanza de que la respuesta sea la esperada, un no te preocupes, un tranquilo que no pasará nada o incluso un ya nos aburrimos y regresamos a casa, pero claro no fue nada de eso.
Cristina 23:30 - "No prometo nada, Susana está insistiendo mucho y si sigue así me convencerá..."
Esteban 23:30 - "De que te está queriendo convencer?"
Cristina 23:31 - "De irnos a curiosear a los cuartos traseros, a mí me da mucho corte lo que vayamos a encontrar ya que aquí hay parejas que ni te cuento. ¿Cómo sería allá atrás?"