Final de la Fiesta, con inesperado y morboso final
La Fiesta prosiguió caliente y desenfrenada, hasta que alguno se fueron despidiendo, pero nosotras y algunas parejas,aceptamos la invitación de Kurt, y no quedamos a pasar la noche allí, una noche con final inesperado y muy morboso, Wow !
Parte final de la Fiesta …., en el Salón y arriba en las camas ¡
Alice se tomó un par de copas de champagne y yo debí conformarme con agua muy fría, para evitar alguna reacción no deseada del MDMA.
De regreso a la diversión y a solo unos metros de haber dejado la barra, dos hombres nos pidieron que nos tumbásemos una a cada extremo de una mesa rectangular que estaba cerca de la barra y que les hiciésemos un lésbico besándonos y acariciándonos como dos perras en celo, quedando así nuestro culos expuestos en una caliente posición.
Una pareja, donde ella era realmente gorda, nos miraba divertidos y con deseo, mientras se tomaban una copa.
Alice y yo, empezamos a besarnos con pasión, algo que deseábamos hacer hacía un buen rato, para gozar entre nosotras dos, mientras nos acariciábamos las tetas una a la otra.
Ellos miraban con deseo como dos perras, nos lo hacíamos solas gozando como cerdas y colocándose al costado de la mesa, nos dijo uno de ellos, “vamos cerdas, separad las piernas, queremos ver eso culos bien expuesto” – añadiendo- “Sois dos perras malas y os vamos a castigar”
Tras lo cual y mientras nosotras seguíamos a lo nuestro y habiendo abierto nuestras piernas, nos empezaron a azotar el culo con las palmas de su mano. El de gafas se dedicó a mi enrojecido culo y su amigo, hizo exactamente lo mismo con el jugoso culo de mi Alice..
Sus personales azotainas, en nuestros culos, nos arrancaban gemidos y gritos de placer, cada vez que sentía como la mano de aquel cachondo, se estrellaba contra una de mis nalgas y esperando ya la siguiente con mucho morbo de ser “castigadas de placer”
Nosotras moviendo nuestras cabezas al ritmo de los azotes y nuestros deseos por comernos la boca mutuamente y pellizcarnos los pezones una a la otra, gozamos como putas del castigo, hasta que ellos decidieron hacer un cambio, cuando ya llevaban unos cuantos minutos seguidos azotando nuestros sensuales culitos.
Mi castigador me digo que no me moviese y el otro tipo le dijo a Alice que se diese la vuelta y me ofreciese ahora su culo y coño a mi, que éramos muy putas y quería ver como yo me la follaba a ella.
Alice se subió a la mesa y de rodillas con sus muslos abiertos, colocó su mojado e hinchado coño, junto a mi cara.
Yo, sin esperar, empecé a acariciárselo al mismo tiempo, que empezaba a follárselo con tres dedos y otro metido en su culo de zorra.
Mientras yo empezaba a follarme a mi amiga, otra de las chicas, vino junto a la mesa y empezó a trabajarle las tetas a Alice con deseo, mientras el que había estado azotando a Alice, se bajo los pantalones y le ofreció su polla durísima y mojada tras el espectáculo y el gusto de haberla estado azotando, para que Alice que la chupase, cosa que empezó a hacer con vicio y deseo, como si fuese la última polla que iba a mamar.
El macho que se estaba encargando de mi, había parado de azotarme unos instantes, pero pronto sentí como removía a la entrada de mi culo, un grueso y metálico plug anal, que finalmente me metió de un solo empujón hasta sentir como el tope exterior evitaba que se me colase todo dentro, Gemí como una perra, al sentir mi culo perforado por el frío metal, lo que provocó la complacencia de aquel guarro que dijo “ Jajaja …., me gusta que mis putas, gocen por todos sus agujeros, que para eso, los tienen, para ser jodidas y mearse de gusto”
Tras su caliente comentario, sentí como recorría con su polla mojada, toda la longitud de mis labios, desde el clítoris, hasta casi la base de mi ano.
Yo me estaba poniendo muy cerda con aquellas caricias de su dura verga y el culo apretado por el plug, mientras seguía follándome el coño y lamiendo el culo, metiéndole mi lengua muy profunda, de esos hoyos que tan bien conocía.
Mis gemidos, se entremezclaban con los de Alice y los del tipo al que se la chupaba con vicio, y por fin, mi macho, decidió clavarme su polla de una sola estocada, viendo que tenía el coño mojadísimo y que su pollón iba a entrar con facilidad hasta el fondo, como así fue.
Aquel semental, empezó a follarme con mucho ímpetu, como si me quisiese preñar, golpean duro a cada embestida y sujetándome por las caderas para atraerme hacia el, y metérmela al máximo.
Sentí como Alice se corría en mi boca y al poco tiempo, el gorgoteo de su boca al recibir la corrida de su macho, que le mantenía la boca apretada contra su pelvis para que tragase como una cerda.
Eso inspiró aún más a mi cerdo, que empezó a meter y sacar el plug anal de mi culo, hasta que cambiando de agujero, lo substituyo, por su hinchada y dura polla al tiempo que decía – “A las perras como vosotras, lo que os gusta es que os follen por el culo” “adoráis ser sodomizadas y que llenen vuestras tripas de caliente leche de macho” – añadiendo- “Pues prepárate perra, porqué te lo voy a llenar, hasta que mi leche te salga por la boca, guarra” y tras decir eso, empezó a follarme el culo, con todas sus fuerzas, hasta que sentí como se tensaban sus venas y la caliente descarga de aquel semental, empezaba a inundar mi culo, deslizándose hacia lo más profundo, a medida que un nuevo chorro empujaba al anterior.
El hombre, gemía como un toro, mientras se vaciaba en mi, tras lo cual, sin sacármela del culo, para que no se perdiese nada, me cogió de las tetas, y de un solo tirón, me atrajo hacia el, quedando min espalda pegada a su pecho.
Yo giré la cara y el empezó a morrearme, mientras seguía agarrado a mi tetas y de vez en cuando, golpeaba de nuevo su polla contra mi culo, aunque su verga se iba ablandando poco a poco.
Así me tuvo, mientras Alice y su pareja, nos miraban con deseo, y su compañero añadía “Se nota que tenías ganas de follarte a esa zorra, porque te la has tirado como a una perra y la has hecho gozar como pocos a la muy puta!”
Mi follador me preguntó entonces – “Te he jodido como te gusta guarra?” a lo que yo le respondí, “Si señor, me vuelve loca que me follen así de duro”
Cuando finalmente, con su polla morcillona de desengancho de mi, me dijo – “Toma guapa, te regalo el Rosebud con que te he follado el culo, para que me recuerdes y porque te lo has ganado como una buena yegua”
Lo acepté dándole las gracias y ambas volvimos a quedar liberadas, al menos temporalmente.
Empezaba ser realmente tarde y algunos de los invitados, ya se habían ido marchando, no llevaba reloj pero debían ser más o menos las seis de la madrugada.
Nos acercamos Alice y yo a Kurt, para preguntarle hasta cuando se prolongaba la fiesta. Kurt nos aclaró – “Nunca ponemos una hora para terminar, nuestras fiestas terminan cuando los invitados deciden irse retirando a sus casas, pero siempre quedo yo y algunos que acostumbramos ver amanecer entre charlas copas y diversión”
“Vosotras, como invitadas “especiales” a pesar de que hacéis el rol de “chicas mías” podéis iros cuando lo deseéis, o también os podéis quedar a dormir aquí en la Villa, y mañana, duchadas y descansadas, regresar a vuestra casa, eso es decisión vuestra” – añadiendo- aunque me gustaría que al ser la primer vez que venís a una fiesta mía, os quedaseis a dormir en mi casa esta noche”
Yo le respondí – “es que no hemos traído nada de ropa ni de cosas de baño”, a lo que el aclaró - “Eso no es ningún problema guapas, aquí tenéis de todo lo que necesitéis y mucho más, y si necesitáis otro tipo de ropa para mañana, tenemos de todo, desde tejanos hasta lo más atrevido”
Para remarcar su interés en que nos quedásemos añadió – “Ahora regresar es una pena, con lo a gusto que estamos todos aquí” “hay una pareja que también se queda y que son muy traviesos y agradables” “Como las habitaciones son grandes, hay una con dos camas de matrimonio, que podríais compartir con esa pareja, si queréis, se lo digo y seguro que estarán encantados de contar con vuestra compañía, ella también es bisex y el en situaciones calientes también”
Alice y yo nos miramos, y con el calentón que llevábamos y pensando en pasar a una cama, según aseguraba Kurt en buena compañía, nos seducía mucho para rematar la orgía.
Viendo que mi pareja Alice, lo deseaba igual que yo, le dije a Kurt “Querido anfitrión , nos encantaría, si a esa pareja le apetece, compartir habitación esta noche y “todo” lo que deseen!” – añadiendo – “Pregúntales si les apetece”
Cogiéndonos de la mano a las dos, Kurt nos llevo junto a Nils y Svetlana, una pareja atractiva, alemán el rusa ella, y nos presentó, aunque ya nos habíamos visto – “Nils, Svetlana, os presento a dos chicas maravillosas y traviesas, Alice y Becka” nos saludamos mutuamente y Kurt añadió – “Les he dicho a mis amigas e invitadas, que a vosotros, pareja, os encantaría compartir la habitación con dos camas que tiene esa terraza que da al jardín”
Nils fue el primero en contestar – “La verdad es que sería un placer, compartir habitación y camas con tres bellezas como ellas dos y Svetlana, que opinas cariño?” – añadió dirigiéndose a su esposa – “Si sin ninguna duda – añadió ella – por nosotros encantados de compartir habitación esta noche, los cuatro en una cama, apretados, o de dos en dos en ambas, Si, es perfecto”
“Bien”, sentenció Kurt, Nils ya tiene la llave, así que cuando queráis, la habitación está a disposición total de los cuatro, y si necesitáis algo, aunque no hay nadie del servicio, que son unos cotillas” “cualquiera de vosotras o Nils, podéis bajar a buscar cualquier cosa que deseéis, desde bebida, hasta una silla, jajaja “ – dijo bromeando – “para que puedas defenderte tu, de estas tres “leonas en celo, jaja”
Le dimos las gracias a Kurt y nos mantuvimos ya, mientras la fiesta iba languideciendo, junto a Nils y Svetlana, comentando cosas interesantes para ir conociéndonos, pero banales en realidad.
Poco después, ya deseábamos subir a nuestra habitación y los cuatro subimos las escaleras, Alive yo casi desnudas ya como durante la fiesta, mientras Svetlana, llevaba un mini vestido sin tirante, que acentuaba su belleza, era alta y sensual, como muchas rusas, piel blanca y buenos pechos.
Nils, se había arreglado el traje de nuevo, pero ya no conservaba la pajarita y llevaba su camisa semi desabrochada.
Svetlana que llevaba la llave, abrió la habitación, entramos y era muy acogedora del estilo del salón de abajo, con dos camas grandes, situadas en esquinas opuestas de la amplia habitación, muy bien decorada con mesa y un sofá además de otros complementos.
Mirando a su pareja Svetlana le dijo “ tu ocuparás la cama que está junto a la ventana, y nosotras tres, nos acomodaremos en la otra que esta junto al techo bajo y es más sensual”
El no pudo menos que protestar – “Pero mujer, no me digas que vosotras tres me vais a marginar a pasar la noche solito en esa cama tan grande!”
A lo que ella respondió, “Tranquilo amor, sabes que siempre pienso en ti, nunca me olvido de mi macho, pero ahora como buena anfitriona, quiero estar a solas con mis sensuales amigas” – apostillando – “estoy segura que mirándonos, no conseguirás dormirte, y se te va a poner una polla maravillosa ….. que luego necesitarás, jaja”
Dicho esto, la primera en quitarse las medias y los zapatos, que era lo único que llevaba, fue Alice, que se dejó caer boca arriba sobre la cama, mientras se acariciaba los muslos y el coño, mientras nos miraba a nosotras dos.
Svetlana, antes de que lo hiciese yo, me desabrocho el portaligas y lo tiro a un lado, para acto seguido, se agachó, dejando que su lengua, se deslizase lentamente a lo largo de todo mi caliente coño, lo que me produjo escalofríos de placer, mientras le acariciaba la cabeza.
Me desabrochó con calma las sandalias de tacón y me fue bajando las medias, quedándose con una de ellas en la mano.
Se puso de pié y diciéndome al oído, mientras me lamia el cuello y mi oreja, “Date la vuelta puta”! – eso me excitó mucho y me puse de espaldas a ella, mientras acariciando mi culo, decía “Tienes un culo perfecto para ser follado golfa”!
Tras ese nuevo comentario caliente, juntó mis manos a mi espalda y me las ató con cuidado pero firmemente, con la media de seda que se había guardado.
Cogiéndome del pelo con autoridad, me llevó hasta el borde la cama, junto en medio de donde Alice se encontraba abierta de piernas, y me empujó hasta que mi cara, tumbada boca abajo, quedó justo frente al mojado coño de Alice.
Con mis piernas empujando, terminé de acercar mi boca a aquel húmedo y deseado coño de mi amiga, que bajó su culo y abriendo aún más las piernas, me puso su abierto coño en mi boca, empezando a comérselo, como si fuese el último coño que me iba a comer en mi vida, mientras empujaba con mis muslos y rodillas, para entras hasta el fondo de la caliente raja de mi amiga, que movía su pelvis como poseída de placer y deseo.
Mientras Svetlana gozaba viéndonos empezar el juego, su marido, ya se había desnudado y tumbado e incorporado con las almohadas en su cama, empezaba a acariciarse su polla que apuntaba al techo ya.
Svetlana viendo mi redondo culito, tratando de empujar contra el coño de mi amiga, decidió ayudar y de rodilla en el borde la cama, desnuda ya también y luciendo su magnífica figura, empezó a comerme el culo y el coño, mientras con sus manos, me empujaba empotrando mi cara y boca, contra el chocho de Alice que ya se había corrido una vez.
Yo sentía la lengua de Svetlana, introducirse alternativamente dentro de mi ano, y después en lo más profundo de mi coño enrojecido y abierto, haciéndome una comida con su suave y sensual boca, como solo sabemos hacer las hembras, hasta que me corrí como una puta en un nuevo orgasmo que parecía no terminar nunca.
Mientras veía como su marido gozaba como un cerdo con el espectáculo, que no tenía permitido intervenir, se ató un dildo de correas, negro y grande y diciéndome.
“Se lo que deseas Becka, mi puta!” – añadiendo- “Deseas que te folle el culo como la perra que eres!” pero tranquila, ahora sabrás lo que es ser sodomizada por otra perra en ceo como yo”
Tras decir eso y ya con el Dildo bien sujeto a sus caderas, sentí como la lubricada cabeza del negro dildo empezaba a abrir mi esfínter y sin detenerse un segundo y sin compasión iba hundiendo la gruesa y larga pollada de latex negro de al menos 7 pulgadas, toda dentro de mi culo, hasta que sentí su pelvis de caliente hembra, haciendo tope contra mi culo, lo que me hacía gemir como una guarra “ahhhhhggg” “dios ya estoy llena, no me cabe más dildo en el culo Svetlana!” hummmm, que gustoooo”
A lo que ella respondía – “Querida dulce puta, ni te imaginas lo grande que iba a ser el dildo, que me gustaría meterte, y te aseguro que te iba a caber, cerda!” añadiendo - “Esta de 7” ½ pulgadas solo te llena el recto, pero amaría que sintieses la cabeza de un dildo, penetrando en tu primer tramo de colon, mi jugosa puta” “ toma, toma!” – exclamó mientras empujaba con todas sus fuerzas – no me niegues que estás gozando como nunca lo habías hecho antes pedazo de puta” “ ya te dije que tiene un culito redondo, perfecto para ser follado!”
Con sinceridad, tuve que admitir – “Siiii! Amor, me haces gozar hasta casi perder el sentido” “Me gusta me vuelve loca como me follas tan profundo el culo, querida”
Con sus pulgares, apoyados en mi ano, Svetlana controlaba por las contracciones, mis corridas y me estuvo sodomizando, hasta que me hizo correr tres veces.
Alice al mismo tiempo, mientras se pellizcaba los pezones, moría también de gusto, con mi boca sin dejar de comerle el coño y viendo en su posición como Svetlana me sodomizaba como nunca antes había visto, y las hermosas tetas de la rusa, se balanceaban al ritmo de su caderas mientras me enculaba.
Así estuvimos las tres, hasta que ella estuvo satisfecha con mis tres orgasmos casi seguidos.
Me desató las manos y las tres, satisfechas y con varios orgasmos conseguidos cada uno, empezamos a acariciarnos entre todas, sin distinción de a quien estaba yo dando placer y tampoco me importaba mucho, ya que al mismo tiempo, una de las dos, me lo daba a mi, comiéndome la boca o el coño, mientras yo le comía el culo y los pezones a otra.
Nuestros tres pares de manos, no pararon de dar placer al mismo tiempo, revueltas en la cama, y apretadas una contra otra, para no caernos de ella, porque la ocupábamos entera.
Tras más de media hora de estar comiéndonos, masturbando a la de más cerca, chupando todo lo que más deseábamos y dándonos placer sin parar, ya casi nos habíamos olvidado de Nils, que con una gran sonrisa de placer y mientras se seguía masturbando, no se perdía detalle, desde su cama, donde le había ordenado no moverse Svetlana.
Llegado ese momento, la rusa, nos susurró para que el no lo oyese “ahora iremos las tres al mismo tiempo a por ese cerdo, jaja, que hasta ahora solo ha estado mirando” – mientras añadía – “Nils va a saber, lo que son tres leonas en celo, todas contra el macho, jaja, el”
Nos levantamos de la cama y andamos despacio y sensualmente hacia Nils. Svetlana le susurró algo al oído de Alice y ella se adelantó, dirigiéndose directamente hacia el y subiendo a la cama, empezó a mamarle aquella polla que tenía tan dura, a pesar de haberse corrido ya una vez, mientras nos miraba.
Svetlana me hizo señas para que cada una de nosotros, nos situásemos a un lado de la cama, de esta forma, mientras Alice se la estaba mamando hasta el fondo, nosotras dos, con uno de nuestros pies apoyado encima del colchón y el otro en el suelo, le ofrecimos nuestros coños y culos.
No hizo falta decir nada, al instante, ambas manos, estaban en la entrepierna de Svetlana y mía, mientras primero nos acariciaba nuestros coños y culos, muy mojados, mientras gemía con la vigorosa y profunda mamada que le estaba haciendo Alice.
A pesar de los gemidos y el trabajo que se le acumulaba, aún acertó a decirnos – “Sois tres putas maravillosas” “No sabría cual escoger para empezar, así que mejor las tres!” hummmmm, como me la está comiendo tu amiga” “ creo que no voy a poder aguantar más”
Mientras sus manos se tensaban y hundía sus dedos en nuestros coños, buscando y jugando con nuestros respectivos clítoris.
Cuando sentimos como profundizaba al mismo tiempo en su inserción con tres o cuatro dedos dentro de nuestros coños y nos atraía hacia el y sus caderas se tensaron, supimos que Alice iba a recibir su premio al buen trabajo que le estaba haciendo.
Ella también lo notó y se la metió todo lo profunda que pudo, mientras el descargaba una nueva tanda de caliente y cremoso semen en la boca de Alice.
“Dios, mis amadas putas, me vais a matar de gusto” “Ahggggg” y en medio minuto, Nils gozó de un intenso orgasmo, que lo dejó relajado y lleno de placer.
Nosotras dos, Svetlana y yo, como en un acto ensayado, nos retiramos un paso atrás con las manos en nuestra espalda, viendo como Alice se tumbaba encima de Nils y empezaba a darle un caliente masaje frotando su cuerpo contra el de el, para revigorizar esa polla que necesitábamos de nuevo dura y en forma.
Alice, muy hábil en nuestros juegos lésbicos, estuvo frotando su vello púbico contra la polla de Nils, y sus tetas suaves con los pezones muy duros, contra su pecho, hasta que de nuevo, sintió, como la polla del macho, de nuevo estaba dura como una piedra.
Entonces, abrazándose a el, le hizo colocar encima de ella, que abriendo las piernas le ordeno “Vamos Nils, ahora fóllame duro tu a mi cabrón, “ “me merezco que me folles duro como a una perra”
Abierta y entregada, con las piernas muy separadas, le ofreció a el su coño ardiente para que se lo follase. Nils la sujetó de las muñecas y sin manos, se la metió hasta el fondo de su mojado coño de una sola embestida, como si tratase de meterle hasta sus bolas dentro del chocho.
El culo de Nils, se estrellaba una y otra vez, contra la pelvis de Alice, que se retorcía como una zorra bien follada y a cada embestida, oíamos el chasquido de los jugos de ambos, al golpear sus pubis uno contra otro.
Nils muy excitado, como poseído, se estuvo follando a Alice a un ritmo sorprendente y constante, mientras ella seguía gimiendo a cada nueva embestida.
Como se había corrido hacia muy poco, estuvo jodiendo a Alice por espacio de muchos minutos, hasta que vimos como tensándose y entre espasmos de ella y el, le llenaba su coño de golfa, con otra carga de semen caliente y dulce.
Mientras yacía feliz de placer sobre Alice, Svetlana me alcanzó una media y ella con la otra, empezamos a atar las manos de Nils al cabecero de la cama, dejándose el hacer, dócilmente, sabiendo que sabíamos los que hacíamos siempre.
Cuando terminamos todavía tumbado en la cama sobre Alice, Svetlana le dijo, “Vamos gandul, incorpórate como un buen perro.”
El que ya sabía los juegos de su esposa, acercó más las muñecas a los barrotes de la cama y nosotras terminamos de atarle una mano en cada lado de la cama, quedando en posición perrito con Alice debajo a la que Svetlana, le hizo señas de que saliese de debajo de su marido.
Solo de nuevo sobre la cama y con ambas manos atadas y a cuatro patas, le dijo Svetlana – “Ya tenemos a nuestra presa preparada” “este macho nos pertenece!” y deslizándose debajo de el, dejando que su coño quedase al alcance de la boca de Nils y su cara entre los muslos de su pareja – le dijo “Vamos a ver que tal te portas como semental contra tres leonas en celo” y tras decir eso, empezó a mamarle la morcillona polla, con su ambas manos y su boca.
El no se hizo de rogar y empezó a comerle el coño a ella, que cruzó sus piernas por encima de la cabeza de Nils, para ofrecerle una posición mejor, para que le comiese el coño y el ano.
Mientras ellos hacían ese caliente y brutal 69, entraba en juego yo como habíamos acordado antes las tres en la cama.
Me ajusté un dildo de correas a mi cintura, algo más pequeño que el que había usado Svetlana conmigo y ante la mirada divertida de ella, me subí a la cama y le hice sentir a Nils la punta lubricada del latex a la entrada de su culo.
El se dio cuenta y en un primer instante, trató de mover el culo para evitar lo inevitable, mientras yo le decía “Cuando un león, está follando a una leona como ella, no debe descuidar su propio culo” jaja” “Porque ahora voy a ser yo,a puta que tanto has gozado viendo como Svetlana me partía el culo” hummmm….. “Te lo voy a follar a ti, mi deseado cerdo”
Svetlana con sus manos, le hundió la cabeza en su coño, mientras le rodeaba con sus muslos la cabeza, y pensé que podía llegar a asfixiarlo, pero ella sabía muy bien lo que hacía, y era para evitar que protestase al traspasarle su esfínter.
Indefenso como un cordero, Nils no pudo hacer otra cosa,, que seguir con el la boca llena con el coño de su mujer, mientras la presión sobre su esfínter era cada vez mayor e inesperada.
Bien lubricado como estaba y con mis dedos abriéndoselo, el dildo se fue introduciendo pulgada a pulgada dentro del culo de nuestro macho, hasta que sintió como mi pelvis hacía tope son su culo, mientras Svetlana, gozaba viendo en primer plano, mientras le apartaba las bolas para ver mejor, como su marido, era enculado por mi hasta el fondo.
La muy traviesa, para excitar más el de por si morboso momento, dijo – “Que tienes ahora que hacer Becka?” – a lo que sin atisbo de duda respondí segura – “Querida amiga, ahora debo sodomizar y follarle el culo, a este caliente cerdo, que es nuestra presa”
Tras lo cual empecé a bombear su culo, cada vez más deprisa, mientras veía como el gozaba cada vez más, sintiendo su culo lleno de dildo, que yo le metía y su esposa, viendo como le entraba y salía entero de dentro de su culo de semental.
Gozando como un verdadero cerdo, con el coño y culo de Svetlana en la boca, y sintiendo como yo le estaba follando con fuerza su culo de macho superior, le tuvimos así, hasta que después de habernos corrido los tres más de una vez, me quedé quieta, tumbado mi cuerpo sobre su espalda, para que sintiese la dureza de mis pezones en ella, pero sin sacársela del culo a mi deseado cerdo.
Agotados, terminamos en esa posición, mientras Alice y Svetlana se morreaban, junto a Nils, y yo le mantenía enganchado por el culo con mi dildo. Wow ¡ había sido un final de orgía maravilloso.
Alice le desató las manos y yo le liberé finalmente, sacándosela del culo, después de haber sentido, lo mismo que sentimos nosotras, cuando somos sodomizadas por ellos.
No recuerdo como lo conseguimos, pero terminamos durmiéndonos los cuatro juntos en la misma cama, empezaba ya casi a amanecer y estábamos todos agotados y el sueño y el placer del calorcito de nuestros cuerpos, hizo el resto, para que nos quedásemos finalmente dormidos entrelazados los cuatro.
Después de dormir un poco, entre esos tres cuerpos de vicio, me desperté y levantándome con cuidado de no despertar al resto, me dirigí a la terraza.
El sol ya había empezado a salir y se elevaba en el cielo. Abrí la cristalera y el frío de la mañana, recorrió mi caliente cuerpo y erizó mi piel y mis pezones.
Salí a la terraza, para gozar de las vistas y el fresco de la mañana. Bordeada por una barandilla balaustrada blanca del mismo estilo de la Villa y apoyé mis manos en ella, desde donde se divisaban otras Villas parecidas, y también un poco más allá, la playa rocosa.
Era una delicia sentir el fresco de la mañana sobre mi piel desnuda, porque no me había puesto nada, yo amaba estar desnuda en cualquier lugar privado al aire libre.
Cerré los ojos por el sol, al que no estaba acostumbrada mi vista y los volví a abrir, para ver como amanecía, en un día parcialmente nublado y con algunas nubes amenazadoras de lluvia,
Absorta en el maravilloso espectáculo, no oí llegar a nadie, hasta que unas manos masculinas me taparon los ojos, y sentí el roce de la verga de Nils pegada a mi cuerpo.
Me di la vuelta diciéndole – “solo podías ser tu” “Eres nuestro único macho en la habitación” a lo que el respondió “Podía ser cualquiera que viéndote en tan seductora posición y desnuda en la terraza, hubiese subido a ella para ver si era real!”
Yo me reí por su galantería, que el acalló con un profundo beso en mi boca, mientras sus manos acariciaban mi nuca y jugaban con mi pelo.
Me abandoné a su cálido beso, rodeando su cintura con mis brazos, mientras sentía su dura polla cerca de mi ombligo.
Tras un largo y ardiente beso, me dijo “sigue gozando del paisaje, mientras yo te miro y gozo de la visión de tu hermoso y seductor cuerpo” – haciéndome dar la vuelta, para situarme como antes, apoyada en la barandilla y dándole la espalda.
Intenté decirle algo, pero poniendo un dedo delante de mis labios, me dijo “no digas nada golfa, solo déjate llegar y goza del amanecer y las vistas”
Así que volví a mi anterior posición hasta que sentí su boca lamiendo mis orejas, bajando por mi espalda, produciéndome escalofríos de placer, y mientras sus manos, no olvidaban coger y acariciar mis tetas y pezones, siguió descendiendo con su lengua, hasta llegar a mi canalillo, wow!
Cambió sus manos de mis pezones a mi culo, para abrir mis nalgas y acceder a mi ano.
Yo separé más las piernas para facilitarle la comida de mi culo y coño, que empezó a darme, introduciendo su juguetona lengua, dentro de mi culo, mientras me acariciaba en toda su extensión los labios de mi coño.
Yo agitaba la cabeza, y gozaba dejándome hacer. El empezó a profundizar con su lengua y manos en mis dos hoyos, mientras en una de las terrazas, de otra de las casas, apareció un hombre de unos 50 años, que a pesar de tratar de hacerse el indolente, empezó a no perderse detalle de mi, y de lo que Nils me estaba haciendo en mis bajos.
Ser observada, me dio mucho más morbo y seguí gozando de sus caricias, que ya tenían mi coño encharcado y mi culo empezando a dilatarse.
Nils se pego a mi, y empezó a rozar lentamente su durísima polla, por toda mi raja, llegando hasta mi ano, una y otra vez, como haciéndose rogar que yo le pidiese que me follase ya, pero no pensaba pedírselo, jaja
En la otra terraza a unos 50 metros de la nuestra, posiblemente avisados por el hombre, apareció una pareja de la misma edad, mirándonos los tres como jugábamos en la nuestra.
Yo sabia que no era necesario que le pidiese a el ser follada, porque lo deseaba tanto o más que yo, así que no tardó en situar su polla a la entrada de mi coño y con un solo golpe de caderas me la metió hasta el fondo, muy lubricados como estábamos los dos, a lo que respondí con un seco movimiento de mi cabeza y un gemido de placer, Haaaaa!haaaa… hummmmm!
Apoyando sus manos en mi espalda, pues mi pelvis estaba apoyada firmemente contra la barandilla, empezó a follarme el coño con su dura verga, cada vez con más deseo y fuerza. Así me tuvo unos minutos gimiendo de placer, mientras yo cerraba los ojos e imaginaba el caliente espectáculo que les estábamos dando a los tres vecinos, que gozaban viendo como era follada y mis tetas se bamboleaban al ritmo de las embestidas duras de Nils.
Poco a poco, fue descendiendo el ritmo de sus pollazos, cosa que me sorprendió y acercando su boca a mi oído me dijo “Querida puta, ya sabes que desde ayer te debo una!” y ahora te la voy a devolver, cerda!”
Imaginé enseguida a que se refería, y me estremecí de placer y deseo. El me la sacó del coño y bien lubricada con mis jugos vaginales, sentí como me la ponía a la entrada de mi culo y empezaba a metérmela.
Mi esfínter, ya relajado, se había vuelto a cerrar bastante, así que sentía la presión de su polla, al tratar de atravesarlo .
Tras un segundo jugando con el, sin previo aviso, me dio la estocada definitiva y su polla atravesó el apretado esfínter de mi culo y se deslizó profunda dentro de mi culo, soltando un inevitable pequeño quejido al hacerlo – “Hayyy, cerdo, me matas cabrón”!
Los vecinos comentaban algo entre si, y yo ya imaginaba que se habían percatado de cambio de agujero y que Nils me estaba sodomizando, como una perra en celo.
Mi amigo Nils, pensando en la excitante noche anterior, me estuvo follando el culo con toda su fuerza mientras me decía “Gozas puta?” Sii” “Se que te gusta y te vuelve loca que te follen el culo como una puta perra”
Me lo siguió bombeando unos largos minutos, consiguiendo aguantar sin correrse, mientras yo lo hice en un par de ocasiones, que el sintió en su polla por mis contracciones diciéndome - “Sabía que eso te volvía loca so puta, ya te has corrido dos veces, con mi polla taladrando tu culo, pero ahora lo que quiero es …. ¡preñarte! (algo imposible porque yo tomaba anti-babys pero que me excitó mucho que me dijese) y como estaba muy excitado y lo dijo fuerte, es posible que los vecinos le oyesen como me lo decía.
Yo caliente como una perra en celo le dije siguiendo el juego – “Si mi macho, quiero ser preñada por ti” “hazlo mi semental” hummmm!
Tras lo que el nuevamente cambió de hoyo y me la metió muy profunda en mi ardiente coño, que la esperaba, empezando a follarme con todas sus fuerzas, hasta que quedándose un segundo quieto, sentí su primer chorro de caliente semen, estrellarse contra mi útero.
Solo se detuvo un segundo, porque ambos nos corrimos al mismo tiempo, pero sin pausa, siguió bombeando mi coño, que recibió otros seis o siete lechazos de caliente semen, mientras el decía – “Te va a crecer una barriga enorme, como la verdadera puta que eres y todos sabrán que he sido yo quien te ha preñado por puta”
Siguió follando mi coño, para que no se saliese nada de su dulce semen. Hasta que se quedó quieto, pero con su polla dentro de mi, me beso y me acarició unos minutos, antes de sacármela e incorporarnos los dos.
Los vecinos, al ver que los miraba, nos hicieron señales de ok, que les habían encantado y yo les devolví el saludo, agradecida por el morbo añadido de ser jodida delante de tan selecto público.
La sorpresa, fue nuestra, cuando nos dimos la vuelta y vimos a Svetlana y Alice, junto a la puerta que daba a la terraza, sonriendo y empezando a aplaudir nuestra enganchada improvisada.
Y nosotros dos, pensando que ellas dormían las dos.
Svetlana fue la primera que hablo – “Ha sido muy bonito y excitante Nils, ver como tu y Becka follabais sin saber que estábamos aquí gozando de vuestros juegos” “Ha sido muy caliente y morboso veros así con tanta naturalidad follando con mucho vicio”
Nos reímos los dos, mientras yo decía “Aquí no se puede follar sin que a una la pilen, jajaja”
Nos dirigimos yo hacia Alice mi adorada pareja, y Nils, satisfecho con su rol de macho, hacia Svetlana, que apostilló – “Vamos venid otro ratito a la cama, que os vais a resfriar, después de sudar follando” – “Volvamos a la cama”
Regresamos dentro y de nuevo, nos metimos los cuatro en la misma, que todavía estaba calentita y empezamos a comentar la buena sintonía que había entre los cuatro y que había culminado con una noche ardiente y un despertar, no menos lleno de deseo.
Así llegábamos al final de la fiesta en la Villa de Kurt, pero, seguro que no iba a ser la última vez, que los cuatro, compartíamos sexo juntos, pero eso ya es otra historia…….
Besos húmedos y calientes para todos y tod@s los que leen mis relatos. Becka