Fin es comenzar otra vez (08)
Me encuentro en la casa de mi hermana, en la bella ciudad de Cobán. Huí de Ángel, abandonándolo, y luego de una fuerte regañada de mi cuñado, soy testigo de su caliente vida familiar. (amor filial gay).
Fin es Comenzar otra Vez 08
Luego de ser utilizada como una puta por Ángel, mediante engaños, ya no quise estar a su lado más tiempo. No le volví a dirigir la palabra en todo el camino de regreso a su chalet, y el trataba de hallar algún medio para mitigar mi enojo. Sabía que lo que había hecho era horrible, pero el tipo es tan sinvergüenza que trataba de echarme a mi la culpa.
Ya, ya, Lala, ya mirá que te la pasaste bien, ¿o no? si lo que querés es una parte de lo que ganamos, te la doy, solo decime cuánto
¿Lo querés todo? ¡Perfecto, te lo doy todo y ya!
Vos misma tuviste muchos orgasmos, si de verdad hubiera sido algo malo lo que hice, te la habrías pasado mal ¿Lala?
---- seguía sin dirigirle la palabra.
Mmmmm ¡ya sé! Lo que vos querés es que te haga un regalo muy bien, en cuánto lleguemos busco lago para darte ¡te aseguro que te va a encantar!
No le contesté ni le hablé más, como ya dije. Me fui en silencio y sin mirarlo hasta el chalet, me aguantaba una horribles ganas de llorar, ¿cómo puede caer tan bajo? ¿Qué había pasado conmigo? Y la imagen de mi esposo no me la podía sacar de la cabeza, lo amaba y lo extrañaba mucho, lo necesitaba.
Ángel salió en cuanto llegamos, se llevó su lancha de motor, supongo que ha comprarme el dichoso regalito. Yo no me quedé parada y esperando, hice mis maletas y salí al muelle, afortunadamente pasó una lancha fletera que me vio. Le pagué bien al piloto y me sacó de allí, hasta un pueblo en donde tomé un bus. Hasta ese momento derramé algunas lágrimas.
Como a la hora, Ángel me llamó histérico y enojadísimo, que dónde estaba, que por qué me había ido. Me exigió que me bajara en alguna parada, pues el pasaría por mi de inmediato. No voy a decir la manera como lo mandé a la mierda. Además, también le dije que me iría hasta mi casa, cuando en realidad tomé un segundo bus que se dirigía hacia Cobán, donde vive mi hermana Lucía y su esposo Arturo, los "Perros de Alquiler".
¡Pero Laura, ¿en qué estabas pensando?!
¡No sé Lucy, no sé! ¡Ya ni sé lo que está pasando con mi vida! le contesté a mi hermana, cubierta en llanto.
Arturo solo me veía, no quería que el me dijera nada, pues sabía que solo me diría verdades y no lo que yo deseaba escuchar igual tuve que oírlo.
¡Mañana mismo te vas de regreso a tu casa y buscás a Kike! ¡Van a hablar esto de una buena vez!
¡Pero Arturo!
¡Nada de berrinches Laura, ya mucho la han cagado ustedes dos callándose todo!
Arturo, amor, no creo que se conveniente
¿Y cuándo entonces Lucía?
¡Yo sabré cuándo! bramé.
¡Vos no sabés nada! me contestó Arturo.
Laura, callate. agregó Lucía, y me quedé con cara de niña regañada.
Ya no pueden seguir así, vos yéndote con el primer hijo de puta que aparece y tu marido como la puta de Javier ¡mirá que Kika no me agrada mucho! Arturo tenía la boca llena de razón Mañana mismo te llevó a Zacapa para que arreglés las cosas con tu marido.
Amor, mañana es la graduación de tu sobrinita
¡Mierda!
Me salvó la campana, su sobrinita se iba a graduar de pre-primaria y el no podía faltar. Dije que me salvó la campana porque de verdad que no sabía qué decirle a Kike, no tenía ni idea, y el tampoco, de eso podía estar segura. Tenía por lo menos 2 días para pensar en todo lo que era mi vida, 2 días.
Para todo aquello, eran como las 12 del medio día. Ahora que lo pienso, me parece que no les dije cuál había sido el paradero de mis bebés. Pues bien, luego de la separación, los mandé con ellos, con Arturo y Lucía, diciendo que no estaba para poderlos cuidar adecuadamente. En parte esa fue la razón principal de que Arturo estuviera tan molesto conmigo, ciertamente no estaba en condiciones de cuidarlos, pero si de coger y de hacer de ramera. La verdad, tenía mucha razón en estar molesto.
No me habló en todo el resto de la tarde, tan solo lo veía caminar dirigiéndome miradas molestas. Lucía si me comprendía un poco más, pero no me justificaba de ninguna forma. Ella casi había pasado por lo mismo y sabía lo difícil que era para nosotras, las Ovalle, manejar el sexo, pero me decía que primer venía la familia y luego la diversión.
Por muy bueno que sea algún amante o algún cliente, yo no lo puedo atender, mucho menos gozar, si siento que mis bebés están mal. Lala, yo sé que nunca te imaginaste que esto te podía pasar, pero siempre fue un riesgo, ahora tenés que regresar y encararlo. tenía mucha razón, pero igual sentía mucho miedo de oír a mi Kike decirme "me voy con Javier para siempre", ¡mierda!
La noche cayó, los niños estaban muy entretenidos mirando una película. Me encanta lo bien que mi Kikín y mi Estelita se llevan con Arturito y Lucy, mis sobrinos. Luego, al hacerse más de noche, Se quedaron bajo el cuidado me Pamela, una linda muchacha que trabaja para los suegros de mi hermana. Doña Carmela, una elegante mujer cercana a los 65 años, de cabello negro entrecano crespo y un frondoso cuerpo, con una par de senos que destacaban entre todo. Aun no perdía su mirada felina, muy agresiva. Don Norberto había cumplido ya los 70, era una afable anciano, corpulento y fuerte, aunque ya la edad le estaba cayendo encima, especialmente en el área del vientre. De ellos ya saben, si es que leyeron mi serie de "De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida", si no, los invito a que los hagan.
Ellos son una pareja muy comprensiva, y en ningún momento me juzgaron. Pero si me dijeron que debía arreglar las cosas cuánto antes, que esos asuntos nunca debían encomendarse a la sabiduría del tiempo, estaba de acuerdo con ellos.
Llegó la hora de dormir para los niños, yo mismo los llevé a sus cuartos y los acosté. Me quedé pensando un poco en lo que tenía que hacer, si, de verdad que no podía dejar pasar las cosas más tiempo, tenía que resolver todo aquello y rápido. De repente caí en la cuenta de que no sabía en dónde estaban todos. Los busqué por toda la posada (los papás de Arturo viven y tienen una posada muy bonita en Cobán) pero no los pude hallar. Entonces recordé lo que mi hermana me contó, de dónde se escondía para ver a sus suegros con sus jueguitos sexuales, así que me apresuré a buscar la bodega, tal vez allí estarían todos.
Llegué y me quedé parada en la entrada, dudaba si entrar o no, si estaban allí, eso no me incumbía a mi. Entonces una mano se posé en mi hombro.
¿Lala? pegué un saltito y un pequeño gritito como de niña, era Lucía que me había visto a lo lejos ¡Mmmm!, ya veo que alguien quiere ver acción me puse más roja que un tomate, su mirada pícara e inquisidora no me dejó decir ni pío - ¿No querés entrar?
¿Cómo?
¿Qué si no querés entrar a ver?
¡Pero! ¡Yo no!
¡Lala, vos ya sabés todo lo que se hace en esta casa! ¡Yo misma te lo conté! Así que no nos hagamos las santitas, vení conmigo que necesitás distraerte un poco. - ¡vaya!, menuda distracción
Entré a la bodega, nos fuimos sigilosamente hasta donde estaba un puesto de observación muy discreto, supongo que allí es donde se escondía Lucía. Allí estaban mi cuñado y su padre desnudos. Norberto estaba sentado sobre una silla metálica, con un impresionante falo parado, eran 18 cm muy gruesos, coronados con un piercing plateado que salía por el meato, un auténtico "príncipe Alberto". Era un viejo aun de muy buen ver, con un pecho amplio, velludo, aunque canoso. Sus tetillas exhibían también sendos aros de plata.
Sentado sobre el suelo, entre sus piernas, estaba Arturo. Ese tipo siempre me impresionó, aun cuando era solo novio de Lucía, siempre fue guapo. Sin embargo, ahora estaba hecho todo un semental. Con sus 45 años era casi un físico culturista cubierto de pelo, era velludo como un oso, con los músculos muy marcados y grandes. Barbado, mirada alegre y amable, nalgas grandes y redondas, pene de 18 cm, algo menos grueso que el de su progenitor, ¡estaba para comérselo!
Platicaban como si nada, Nor le contaba acerca de un negocio que le habían propuesto a una de las hermanas de Arturo, y le expresaba sus reservas respecto a este. Le pedía consejo a su hijo, que es administrador de empresas.
Ya sabés como es la Patty mijo, se va a dejar llevar por la emoción del momento y no le va a ir muy bien yo tengo muchas du ¡ay!
Perdón papa
Sin jalonear mucho mijo, que duele le dijo a mi cuñado luego que este jaló fuerte la bolita del piercing.
Seguí papa. dijo Arturo, poniéndose a lamerle las bolas a su padre.
Como te decía mijo, ya sabés que Patty no está muy bien, todavía no se recupera de aquello y mmmm, ¡qué rico! Arturo estaba frotándole la cabeza de la verga con la palma de la mano en círculos temo que no le vaya bien Arturo. dijo el viejo, a esas alturas ya hasta le costaba hablar.
Dejame revisarlo chump, chump, chump si no le conviene hablo con ella chump, chump, chump la lengua de Arturo sonaba como chapoteos mientras se comía los huevos.
¡Aaahhh!, qué rico, qué rico ¡Saliste igual que tu madre! exclamó el viejo, deslizando un poco las caderas hacia abajo para permitirle a su hijo trabajar mejor.
Mmmm ya empezaron Lala, poné atención que siempre se pone muy bueno. me dijo Lucy.
Yo ya sabía que Arturo cogía con su padre, pero nunca los había visto, y me parecía increíble ¡estaba alucinando, eran padre e hijo! Mi cuñado metió el grueso glande del viejo a la boca, casi no le cabía pero igual estaba haciendo una buena faena, lamiéndolo con fuerza, mientras lo agarraba con ambas manos y lo pegaba a su cara. A ratos bajaba y le lamía los huevos, 2 bolas grandes y peludas. A veces bajaba más y le daba lengua al ano de su papá, para subir de nuevo y repetir todo nuevamente. Algo que le gustaba hacer era mordisquear con suavidad el arete que su viejo exhibía en el glande, jaloneándolo con los dientes con mucha delicadeza.
¡¡¡AAAHHHHH!!! ¡Qué rico envejecer así! dijo el viejo cerrando los ojos, mientras su hijo seguía manipulando su sexo - ¿Dónde estará Carmela?
Creo que salió chump, chump, chump con doña chump, chump, chump, doña Rosita
Mmmm yo quería que jugara con nosotros
En la noche papa llevo a Lucía también
¡Mmmm!, mi nuera la Lala se está cayendo de buena también, solo que tiene más tetas. me sorprendí de oír a Don Norberto expresarse de esa manera de mi.
Si, está buenísima algún día la invitaré a la casa a ella y Kike
Mi suegro ya planeó cogerte Lala. me susurró al oído Lucía, que se estaba masturbando por arriba de su pantalón, a mi me metía mano en las chiches.
Ponete mijo le dijo Nor a su hijo.
Arturo se puso de pié, su padre también, el primero se colocó de espaldas, arrodillándose sobre la silla mientras su padre le acariciaba las nalgas y el ano. Jugó un poco con el, restregaba la cabeza de hongo de su herramienta por todo lo largo de la raya de su hijo, el cual tenía los ojos cerrados y respiraba agitadamente. Su pene estaba sumamente hinchado y veía desde lejos que quería acabar ya.
Por fin el viejo lo empezó a penetrar, lo hizo lenta y pausadamente, sin prisas ni nada, para desesperarlo, para hacerse desear. Arturo empujaba las caderas hacia atrás, quería sentirse invadido por su padre de una buena vez, pero este no quería, iba a su propio paso.
¡Aaahhhh, mijo! ¡Te has convertido en una puta viciosa como tu madre!
¡¡SIIIIIIII!! ¡soy una puta viciosa papá! necesito que me apaleen duro
mi sexo me palpitaba, lo sentía hinchado y caliente bajo la tela de mi ropa, con los labios vaginales repletos de sangre y mi conducto rebosante de fluidos, clamando por una buena estaca que me partiera en 2. mi hermana ya metía una de sus manos entre su pantalón, masturbándose frenéticamente, pero teniendo cuidado de no hacer ruido. Me lamía y chupaba un seno, que sacó por debajo de mi brasier y mi blusa. Yo seguía frotando mi entrepierna, mientras metía mi otra mano baje su pantalón, por las nalgas, acariciándole el agujero posterior y jugueteando con sus dedos, que, desde el frente, salían a mi encuentro. Estábamos verdaderamente perdidas en la lujuria, hirviendo, casi derritiéndonos.
Norberto besaba la nuca de su hijo, al tiempo que movía en círculos sus caderas y empalaba cada vez un poco más a su hijo, que ya respiraba como toro resoplando. Le daba también un vigoroso masaje en los huevos, y le frotaba la verga. A medida que este se sentía más clavado, sentía también la gloria, con forma de un indescriptible placer que iniciaba en su ano, se dispersaba por su próstata y genitales, y subía al resto de su cuerpo.
Arturo sintió cada centímetro de verga que ingresó en su interior, cada vena. Su papá le arrancó profundos suspiros cuando inició los movimientos de embolo, entrando y saliendo con su tremendo falo, al mismo tiempo que acariciaba y sobaba el pene de su vástago, restregándole la cabeza y jalándolo y estirándolo, era un amante muy experimentado. Por mi parte ya tenía a Lucía temblando, casi convulsionando, víctima de un fuerte orgasmo que tenía que disfrutar en silencio. Dejo mis manos totalmente embarradas.
Don Norberto le dio duro a su hijo, 15 minutos después lo estaba taladrando como un loco, sosteniéndolo firmemente de las caderas, con su hijo ya puesto en 4 en el suelo (se cayó por la potencia de las penetraciones de su viejo). Era increíble como gritaba, ya había tenido 2 orgasmos, que derramó sobre la silla y en el suelo, en ambos casos limpió inmediatamente con la lengua.
El calor crecía, el pene de Nor entrando y saliendo del culo de mi cuñado me tenía afiebrada, ya había tenido un orgasmo también y me acercaba al otro, no sabía cuánto tiempo iba a poder aguantar, mi hermana y yo, sin gritar de placer. Mi pantalón ya estaba en mis rodillas, el de Lucía igual, nuestras blusas arremangadas bajo nuestro cuello y nuestros senos al aire.
¡¡¡¡AAAAGGGGGGHHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAAGGGGGGHHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAAGGGGGGHHHHH!!!!
¡¡¡¡AARRRTUUUUUURROOOOO!!!! ¡¡¡¡AAHHHHH!!!! ¡¡¡¡AAHHHHH!!!!
¡¡¡PA !!! ¡¡¡PAPÁ!!! ¡¡¡PAPÁ!!! ¡¡¡VOY !!! ¡¡¡VOY !!! ¡¡¡VOY A ACABAAAAAARRRRRR!!! gritó Arturo.
¡¡¡¡DELE MIJO, DELE!!!!
¡¡¡¡MMMMMMMMGGGGGGGHHRRRRRRRR!!!! ¡¡¡¡AAAAAGHHHHHH!!!! Arturo gritó con tal ímpetu que hasta estrellas creo que vio.
Nuevamente eyaculó sobre el suelo, fueron varios chorros de blanca leche, que rápidamente se apresuró a sorber con la boca y lengua, agachándose y dejándole el culo paradito a su papá para que lo siguiera cogiendo a gusto.
Norberto tampoco era de hierro, de un momento a otro empezó a gesticular más, se estaba acercando al clímax. Lucía y yo también, nos veíamos las caras enrojecidas y sudorosas y sabíamos que casi acabaríamos al mismo tiempo, masturbándonos mutuamente.
Entonces, y justo cuando nos orgasmeábamos, entró doña Carmela, pescándonos con "las manos en nuestras masas".
¡Lucía, Laura! exclamó ella, asustándose pues no nos había visto.
¡¡¡¡AAAARRRRRRTUUUUUUUUUROOOOOOOOO!!!! gritó Nor, vaciándose en el interior del recto de su retoño - ¡¡¡¡UUUUUGGGGGHHHHH!!!!
¡¡¡AAAAAHHHH!!! ¡¡¡AAAAAHHHH!!! ¡¡¡LAAAAALAAAAAAA!!! esa fue Lucía.
¡¡¡AAYY!!! ¡¡¡AAYY!!! ¡¡¡AAYY!!! ¡¡¡AAYY!!! ¡¡¡¡LUCYYYYYYYYYYY!!!! y esa fui yo.
Al final, padre madre e hijo, se nos quedaron mirando a Lucía y a mi, que aun estábamos acuclilladas en el suelo, calientes y con las manos "en las masas". Pero bueno, a esas alturas, y con esa familia, no nos dijeron nada hasta pasamos a participar. Pero eso se los cuento otro día. Mientras tanto les agradezco su atención y sus cartas, y los invito a continuar acompañándome, ya falta poco para el final. Mientras, sigan escribiéndome a mi correo electrónico: garganta_de_cuero@latinmail.com , besos y abrazos.
Continuará
Garganta de Cuero.