Fin es comenzar otra vez (02)

No sabía qué hacer, estaba muy confundida. Y entonces reaparece un viejo amante fugaz que tuve, dicen que la tristeza y la soledad son muy malas consejeras...

Fin es Comenzar otra Vez 02

¡Ángel! – dije sorprendida – ¿Qué hacés aquí?

Visitando a los amigos, ¡qué mal recibimientos Laura! – se quedó callado cuando me vio bien, venía llorosa y con cara de muerta – ¿Qué tenés?

Nada… nada… estoy bien

¿Y Kike? – mierda, tenía que preguntar por el… allí si ya no pude fingir y rompí en llanto, el me terminó consolando sobre su hombro.

¿Qué pasó Laura? ¿Te peleaste con el?

Me quiero ir de aquí – le dijo sollozando y sin reflexionar sobre mis palabras – Llevame lejos, muy lejos

Los ojos se le encendieron como brasas, y casi puedo decir que comenzó a salivar. Una persona como el no iba a perder esta inmejorable oportunidad, la oveja le estaba pidiendo al lobo que no se la comiera… sirviéndose asada.

Sin pensarlo 2 veces me llevó a su carro, me subió en el, y arrancamos. Manejó un buen trecho, hasta llegar al pueblo vecino, yo me fui llorando todo el camino. Nos metimos a una cafetería y allí platicamos, terminé por contarle toda mi vida de casada, lo que hacíamos con Kike, de Javier, todo de todo.

Pero… entonces… tu… el… ya… sabía… … … ¿qué? – el gesto de idiota que tenía es una de las cosas más chistosas que recuerdo.

Ángel, mi relación con Kike es distinta, no es como las demás como ya te habrás dado cuenta… somos diferentes al resto.

Pero… pero… pero… pero… ¡¿el nos estaba viendo?! – preguntó, recordando la primera y única vez que me poseyó.

Si

¡¿Y no le importó?!

Si, pero le importaba más mi placer y bienestar

¡Pero no hizo nada!

Te repito Ángel que mi relación con el es diferente. Siempre tuvimos esa libertad

¿Son swingers?… ¡Son swingers!

Si, si, lo somos… pero eso no viene a esta conversación, es irrelevante y no importa… ¿no vez que lo perdí para siempre?

Porque el se quedó con… estemmmm… Javier

Si… si, se quedó con el

Mmmmm… – guardó silencio un rato, no sabía qué decir, pero al final agregó – Bueno, el muerto al foso y el vivo al gozo… no dejés que esto te mate Laura, podés contar conmigo

Me abrazó entonces, y yo, que necesitaba tanto de un buen abrazo, me entré totalmente. Pero como dije, un lobo hambriento no va a dejar pasar unas deliciosas chuletas asadas. Despacio, sin precipitarse, ese abrazo se fue alargando, convirtiéndose en caricias en mi espalda. Lentamente, con el abrazo me empezó a transmitir su calor corporal, su excitación. Hasta que, en un momento dado, me tenía frente a el, sintiendo su aliento a menta, me besó.

No vimos a los ojos, en condiciones normales, un beso no me habría trastornado tanto, pero es que necesitaba sentirme querida con tal desesperación

Me tendió su mano y me llevó afuera, subimos a su carro nuevamente y volvimos a la carretera, paramos en un motel. Entramos a la habitación y siguió besándome, pero esta vez me manoseaba también. No le fue difícil calentarme, ya estaba predispuesta. Se sorprendió cuando me arrodillé a sus pies y le bajé el pantalón y el calzoncillo.

Su pene ya estaba despierto, así que me lo llevé a la boca y me use a succionarlo y chuparlo, Ángel cerró los ojos y se dejó hacer, creo que se sorprendió un poco, pues lo mamaba como una puta profesional. El echaba la cabeza hacia atrás, haciendo hacia delante sus caderas para que yo engullera más de sus 17 cm de masculinidad (una medida respetable y dentro de lo normal creo yo).

Ángel se fue acercando a la cama poco a poco, hasta quedar sentado sobre ella. Yo no se la dejé de mamar ni un segundo, la tenía tomada firmemente de la base y la lamía desesperada por hacerlo acabar. Le lamía el glande como a un helado y engullía entero ese falo, para luego sacarlo en medio de una succión larga y fuerte. Me lo restregaba en toda la cara y volvía a empezar de nuevo otra vez.

El estaba volando alto en otros mundos, loco del placer, casi estaba temblando. Yo era la mujer de sus sueños, lo había sido desde hacía mucho tiempo, y ahora, por fin, me tenía arrodillada a sus pies, mamándole la verga como si la vida se me fuera en ello.

Le chupé los huevos, uno por uno, y justo en ese momento me dijo que ya no aguantaba, escuché que empezó a gemir y yo le aceleraba el tratamiento. Así, no tardó en echarme entre la boca todo su semen, en medio de un largo gruñido.

¡¡¡¡AAAAARRRRRGGGGGJJJJHHHHH!!!!… ¡¡¡¡QUE RICO!!!! ¡¡¡¡QUE RICO!!!!

Cayó rendido sobre la cama, sudando y muy feliz. Aun estaba arrodillada, mirando al suelo, con una mano metida entre mis piernas, apretando con fuerza contra mi ingle. Pensaba en lo que acababa de hacer, me había entregado a ese hombre como venganza contra Kike, ¿cuándo fue que me volví tan puta Dios mío, cuándo?, yo no era así… pero ahora estaba aun en el suelo, con la boca llena de semen, casi a rebalsar, el sexo mojado y mi corazón muy acelerado. Mi piel, bajo la ropa, solo deseaba ser liberada, tocada, manoseada, lamida, mordida… cualquier cosa, ¡estaba ardiendo! ¿Cuándo fue que pasó? ¿En qué momento nos perdimos mi marido y yo?

Ni me di cuenta de cuando Ángel se puso de pié, repuesto y con la verga dura de nuevo, apenas sentía cuando me levantó del suelo y me besó con fuerza, casi no reparé en qué momento me hallaba completamente desnuda, y cuándo siendo manoseada por todos lados. Lo cierto es que, en un abrir y cerrar de ojos, mi sexo caliente e inundado, se hallaba siendo perforado con fuerza, y yo gritando como una auténtica ramera.

¡¡¡OOOOHHHHH!!! ¡¡¡OOOOHHHHH!!!… ¡¡¡ÁNGEL, ÁNGEL!!!… ¡¡¡OOOOHHHHH!!!

¡Qué rico Lala, que caliente tenés la pusa! – me embestía como un animal, ya llevaba más de media jora así, cogiéndome como si fuera la última vez de su vida.

¡¡¡OOOOHHHHHMMMM!!!… ¡¡¡OOOOHHHHHMMMM!!!… ya… ya-ya… ya llevás mucho… allí… metido … ¡¡¡OOOOHHHHHMMMM!!!

¡Ya casi Lala! ¡Ya casi!… ¡Solo un poco más, un poco más!

¡¡¡OOOOHHHHHMMMM!!!… ¡¡¡POR DIOOOOOOOOOOSSSSS!!!… ¡¡¡OUUAAAGGG!!!… ¡¡¡¡AAAAOOOOOUUUUUUGGHHHHH!!!

Boca abajo sobre la cama y con las piernas sobre sus hombros, Ángel hincaba su belicoso miembro adentro de mi ser, barrenándome las entrañas. Me sostenía de las caderas, levantándomelas en el aire mientras yo me apretaba con fuerza mis pezones, sufriendo en sus manos, pero gozado de esa terrible cogida.

La respiración de Ángel se agitó mucho y sus ojos se quedaron en blanco. Sacó su pene de mi vagina y lo tomó en sus manos, frotándolo con fuerza pegó un fuerte bufido y descargó sus testículos sobre mi. Lanzó chorros fuertísimos que cayeron desde mi vientre hasta mi cuello y rostro, mojando mis senos morenos y mi pecho, de verdad fue un orgasmo impresionante.

¡¡¡¡¡OOOOOOOHHHHHHHLAAAAAAALAAAAAAAGHHHHHHHHH!!!!!

Quedamos tirados sobre la cama, exhaustos, muertos. Se acostó a mi lado y me abrazó, agarrándome un seno con una de sus manos. Se durmió al instante. Yo no, yo no podía dejar de pensar en Kike, imaginaba lo que estaría haciendo en ese momento, seguro no sería el, sería Kika la que le estaría dando el culo a Javier, para ser penetrado y perforado como se le diera la gana. Sentí ganas de llorar, pero mejor me di la vuelta y me dormí… aun toda embarrada de semen.

Continuará

Garganta de Cuero. ( garganta_de_cuero@latinmail.com ).