Fin de semana rural con papá 5

En un buen lío.

Papá durmió esa noche en el salón y yo en la habitación, él me hablaba pero yo no respondí. Estaba despierto con mi móvil curioseando por Internet, la hora marcaba las dos de la madrugada, papá entró a la habitación.

  • ¿Hemos venido aquí para estar encerrados? Hemos venido aquí porque nadie nos conoce, podemos salir por ahí, disfrutar del tiempo, luego habrá que volver a casa. - Me dijo con tono persuasivo.

  • No me gusta lo que me dijiste ¿Qué es esto para ti? - Le pregunté molesto, sentado en la cama, él se acercó a mi y se sentó en una lado.

  • Cariño te quiero, te quiero más que a mi vida y eres la razón por la que vivo, pero esto no va a ser una relación duradera, no vamos a tener un noviazgo, ni mucho menos fechas de aniversario ni demás cosas así, porque soy tu padre y para la sociedad también ¿Lo entiendes? - Me dijo con tono claro, miré a mi o padre en silencio y aparté la mirada, sabia perfectamente que lo que decía tenía lógica, pero luego me enfadaba de nuevo con él, cayendo en la cuenta de que tampoco era muy de padre e hijo estar allí, eso era más típico de un viaje de amantes, todo se comenzó a mezclar en mi cabeza, mis pensamientos, las palabras de papá, la figura de mamá, me agobie de sobre manera y papá debió notarmelo.

Me agarró de los hombros con suavidad y con tono sereno me hablo.

  • Cariño mírame. - Me agarró de la cara con suavidad y me miró a los ojos. - Olvídate de todo aquí estamos solo tú y yo. - Su mirada estaba fija en mi. Acaricié su mano con suavidad.

  • Te quiero. - Me susurró, mientras se acercaba a mi lentamente y terminó besandome en los labios, lentamente, acabando jugando con su lengua en mi boca, él sabía que me dejaría hacer y ante eso no tenía nada que hacer, le respondí al morreo suavemente, aumentando la intensidad y me fue recostando sobre la cama, poco a poco comencé a sentir su cuerpo sobre el mío, la presión de sus musculos sobre mi. Suspiré sin poder evitarlo, él me acariciaba el cuerpo despacio, me agarró las manos y las puso sobre mi cabeza, sujetaba mis manos con as suyas mientras me morreaba y me besaba el cuello, su pelvis se movía simulando el ritmo de la penetración, notaba su bulto duro en sus vaqueros, mientras yo en pantalón de pijama sin nada arriba y con un pequeño slip debajo se hacía notar mi erección.

  • No pares papá... - Susurré excitado, cerré mis ojos y solo me disponía a sentir, papá pegó mis labios a mi oído.

  • No pensaba hacerlo. - Me dijo en baja voz, volvió a besar mis labios y a besar mi cuello, continuo bajando por mi torso, cuando sus dientes atraparon mi pezón me estremecí, todo mi cuerpo se altero y mis manos agarraron su cabeza fuertemente contra mi pecho, eso fue una invitación para que papá apretará con mas fuerza mi pezón, mientras con su mano agarraba el otro.

  • Aaah, aah. - Gemí, su saliva caía por mi pecho y después de dejarme los pezones bien marcados y sensibles, haciendo que a cualquier roce me excitara, bajo por mi abdomen y mientras lamía mi vientre rajó el pantalón de mi pijama. - Papá, mmmmmm...

No se detuvo y comenzó a lamer mi tronco marcado por encima del slip, mojando de saliva la tela, cerré mis ojos, eché mi cabeza hacía atrás y puse mis piernas por encima de su espalda, dejando su cabeza entre mis piernas muy presionada, marco con sus dientes mi tronco y también rajo mi slip, liberando mi polla tiesa, no lo pensó dos veces para meterla entera en su boca, fue seguidamente, me retorcí de placer y apreté más mis piernas, atrapando más su cabeza.

  • ¡¡Aaaaah!! ¡Dios! - Gemí, su cabeza comenzó a moverse entre mis muslos, dios que mamada me estaba haciendo, me tenia encendido, notaba como la dejaba salir y entrar de su boca, sentía toda su saliva llenarla bien, presionaba sus labios y apretaba más, todo mi cuerpo sentía un placer increíble, comenzó acariciarme los muslos sin cesar, en su sube y baja por mi polla, una de sus manos empezó a masajearme los huevos, no quería que parara nunca, pero esa excitación estaba provocando que a toda mi polla le dieran convulsiones y comencé a lefarle la boca casi sin poder reaccionar, papá continuo con su mamada mientras me corría en su boca, incluso aumento el ritmo.

  • Aaaaarrgg, aaaargggg... Dioos papá... Aaaarg. - Gemí sin parar,cuando terminé de correrme sujete el cuello de papá y subió por mi cuerpo, nos morreamos compartiendo la lefa y sintiendo la mezcla de nuestra saliva con mi semen. Ayude a papá a desnudarse y cuando al fin estaba sin ropa, agarré su polla ansiosamente.

  • No, no. Aún no he terminado. - Terminó de decir esto y me puso boca abajo sobre la cama a la fuerza, me quedé completamente pegado a la cama, mi calentón no se baja y puede sentir como abría mis nalgas con sus manos, metió su nariz entre mis dos cachetes, y olio mi agujero, aspiró profundamente y sentí su lengua húmeda en mi ojete.

  • ¡AaAAAH! - Me agarré a las sabanas.

Movía muy rápidamente su lengua en mi interior, mi agujero estaba muy caliente, pero sintiendo su lengua me puse mas a tono, movía mi culo mientras lamía mi raja y metía lengua, se volvió loco en mi culo, mordía mi agujero, olía, chupaba, me daba agarrones fuertes, mordía mis nalgas, me azotaba mientras me perforaba con su lengua. Y comencé a sentir como su dedo entraba en mi interior, a esas alturas no podía parar de gemir y gemir sin poder controlarme.

  • Gime cuanto quieras, aquí nadie nos oye. - Me dijo, mientras metía dos dedos en mi lubricado ano y los movía de arriba abajo.

  • Aaaaargggggg, papá, diooooos, aaaaargggg, que lengua, aaaaarg y que manos. Ufffffff. Encogía mis pies del placer que me provocaba y mis gemidos eran muy sonoros.

Sus dedos entraban y salían de mi interior, me penetraba con ellos, cada vez más rápido, creía que no podía sentir mayor placer en esa masturbación, cuando tocó mi punto G, Dios como pude sentirlo, comencé a correrme, llené todas las sabanas de lefa y me retorcía de placer, tanto fue que sin querer provoqué que se salieran los dedos de papá de mi interior, estaba bien abierto y con todo mi cuerpo a un nivel de sensibilidad, que una caricia de sus manos hacían que sintiera una oleada de morbosidad y placer. Después de la corrida quedé suspirando, mi cuerpo estaba cubierto por el sudor, mi raja llena de saliva, mi polla impregnada de semen y mi cuerpo temblando de placer. Papá se puso sobre mi, pegando su pecho a mi espalda y con sus labios casi pegados a mi oreja me dijo ;

  • No te imaginas como me pone verte así. - Mientras hablaba sentía como la punta de su rabo me rozaba mi raja. Se quitó de encima y noté como me dio un tirón sobre la cama, agarrándome de mis caderas, quede a cuatro patas, sabia lo que venía y abrí mi culo para recibirla bien, pasó su polla por mi raja, restregando bien la cabeza por ella, que esta estaba llena de presemen, la metió entre mis nalgas y apretó, comenzó a moverse como si se hiciera una cubana con mis nalgas, yo también me movía para darle un mayor placer y apretaba mi culo.

  • Mmmmmmmmmm... Uffff. - Suspiraba él de placer, mientras yo no podía parar de gemir.

Colocó su cabeza en la entrada de mi agujero y presionó, entró con tanta facilidad su glande, estaba tan dilatado, cuando sentí su cabeza perforarme creí que desvanecería de placer y al notar como todo su tronco seguía entrando me ponía a mil, semejante pollón y que me entrará así de bien, papá sabía prepararme, había encontrado a mi macho y por nada del mundo quería que aquello terminase, cuando sentí como sus huevos presionaban contra mi culo me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

  • ¡¡Papá!! Aaaaaaaaarggggggggg,,, Si.... Aaaaaaaaarg! - No podía parar de gemir.

La sacó suavemente y la volvió a meter de igual manera, así lo hizo varias veces, cuando se agarró a mis hombros desde atrás, comencé a sentir una penetración mas continua, el mete y saca se hizo intenso, se escuchaba el golpear de sus huevos, que se mezclaban con mis gemidos y sus jadeos. Después de un buen rato así, sintiendo que tocaba el cielo sin salir de aquella cama, comenzó a sacar toda su polla, dejando solo dentro el glande y metiendola de golpe, hacía tanto ruido cuando sus huevos hacían tope que mis gemidos se convirtieron en gritos de placer, sentía que me dividía en dos y me ponía en celo. Así continuó, hasta que caí sobre la cama cuando me teblaron las piernas por el placer y continuo follándome así, yo mordía la almohada, mientras recibía su mástil.

"plaf, plaf, plaf" - Se escuchaba en la habitación.

  • Aaaaargg, si, si, Aaaaaaaaaaaaarg, si, si, no parees, Aaaaaaaarg, dios mio! Aaaaaarg... Si, si, si. Papa, AAaaaaarg.

  • Mmmmmmmm, que culito... Uffff, peque que duro estas...

Cambiamos de postura, papá flexionó mi pierna sobre la cama, dejando la otra estirada, yo me encontraba de costado sobre la cama y continuo dandome así.

  • ¡¡Ah, ah, ah, ah, ah!! ¡Papá!

  • Te gusta eh... Mmmmm - Sonrió lujurioso, mientras aumentaba su ritmo.

  • Papá... Aaaarrrgg ¿Cómo lo haces? Aaaarggg... Estoy apunto de nuevo. Aaaaaaaaaarg ¡No puede ser!

  • Conozco muy bien tu cuerpo peque, Mmmmmmmm... - Mientras hablaba, me follaba y me manoseaba el cuerpo. - Lo hice yo, Mmmmmmmmmmmmm. - Cuando terminó de decir esto aumento el ritmo y volví a correrme casi inmediato.

  • ¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarg!! - Mi semen volvía a manchar las sabanas y papá no paraba de darme. - Déjame cabalgarte. - Le pedí entre gemidos, él me sonrió, se inclino para besarme y la sacó de mi interior, se puso boca arriba y yo me abrí de piernas, me puse sobre él y agarré su polla, era tan grande que para poder meterla, tenía que estar muy levantado, pegué su cabeza a mi agujero y me fui sentando sobre ella, papá tenía sus manos tras de mi nuca y me miraba con una sonrisa en la boca, fui perdiéndola dentro de mi, bajando por el rabazo de mi semental, hasta que quedé sentando sobre él y ese barra de carne dura como el acero estaba perdida dentro de mi, le miré vicioso y me agaché para besarnos, nos morreamos y comencé a mover mi cadera, agarró mis nalgas fuertemente y yo comencé a cabalgar apoyándome con mis manos sobre su pecho, apoyé mis pies sobre la cama para tener mejor cobertura sobre él y no pared de botar, sus jadeos me decían que le gustaba lo que estaba haciendo y se estaba dejando hacer completamente, así estaba, cuando comenzó a pajearme el ritmo se hizo tan frenético, la follada y la paja estaban en perfecta conexión, no podía creer que me fuera a correr una vez más, pero mi cuerpo me decía si y su ritmo mientras me pajeaba aumento, sabía que papá estaba notando como palpitaba en su mano y no dudo en hacerlo mas intenso.

  • ¡¡Diooooos!! ¡¡Papáaaaaaaaaa!! - Grite mientras me corría manchando sus manos, él me miraba excitado, su cuerpo estaba tan tenso, sus venas del abdomen tan marcadas y su cuerpo tan caliente, metió sus manos bajos mis muslos y me agarró, se levantó de la cama conmigo en brazos, yo me agarré a su cuello y su polla comenzó a salir y a entrar de mi interior de una forma brutal, la mirada de papá era desenfrenada, en esa postura, el de pie y yo encima, hacía que fuera tan profunda la penetración, su respiración se agitaba, se polla estaba muy hinchada, sabía que pronto se correría y necesitaba su leche en mi interior, lo deseaba.

  • ¡¡Preñame!! ¡Aaaaah! ¡Papá llename! Aaaaaaaaaaaaaarg ¡No pares! ¡Ah, ah, ah! - Mis gemidos fueron en aumento.

  • Me... Me corroooo... Ohhhh, Ohhhhh... - Sentí toda su leche caliente en mi interior, un chorro tras otro, cada uno mas espeso que el anterior y fue una corrida tan abundante. Sin sacarla me dejó sobre la cama, él sobre mi. La saco con suavidad y noté como su semen salía de mi agujero, llenando mi raja. Quedamos completamente dormimos, entre el sudor y semen.

Nuestro fin de semana en aquel pequeño paraiso fue más de lo mismo, cuando volvimos a casa, yo solo pensaba en la manera de poder volver hacerlo, de poder ausentarnos ambos, sin que mamá se dierá cuenta, pero cuando llegamos a casa, era tarde de madrugada, mamá nos recibió a los dos con besos y achuchones, el reloj de la cocina marcaba las tres y cuarto de la mañana, dejamos las maletas y después de hablar de nuestro fin de semana "de caza", nos retiramos a dormir, llevaba poco durmiendo cuando comencé a escuchar los gemidos de mamá, poco tardó en desnudarte para él, yo intentaba ignorar la situación, pero en plena noche se escuchaba a mamá con total claridad, de repente los gemidos cesaron en seco y comenzaron una serie de gritos más propia de discusión, que de sexo, salí con todas las luces apagadas al pasillo y puse atención, tampoco fue difícil adivinar lo que mamá decía estaba histérica.

  • ¿¡Con qué guarra has estado!? - Gritaba en tono colérico.

  • ¡Con nadie! ¡Miriam por Dios! - Escuche como respondía papá.

  • ¡¡Fuera, fuera!! ¡Me tomas por una idiota, llevas arañazos por toda la espalda grandisimo hijo de puta! ¡Márchate! - Gritó aún mas y lo siguiente que me pareció escuchar fue el sonido de una bofetada.