Fin de semana rural con papá. 3
Viaje en secreto.
Después de volver a sentir a papá en mi interior mi humor cambió, estaba feliz de que hubiera vuelto a tocarme, cuando llegué al instituto hasta mi amigo Pablo me lo notó, aunque obvio no adivino el motivo de mi buen humor.
Ese Lunes cuando llegué a casa al medio día papá me dio una buena noticia, al terminar de poner la mesa me hizo un pequeño gesto y yo le seguí en silencio entramos a su despacho.
"Tú madre se va todo el fin de semana al retiró espiritual de santa Ursula." Me informó mi padre, sonreí.
"Estaremos solos." Dije contento.
"He pensado algo, cuando tu madre duerma te lo explicaré." Dijo él.
"¿El qué?" Pregunté impaciente, un grito se escuchó desde la cocina ; ¡A cenar!
"Luego." Dijo mientras salía del despacho, yo le seguí.
El tiempo de la cena, recoger la mesa y fregar los platos se me hizo interminable, pero más aún el tiempo que esperé en mi cuarto que papá entrará. Al fin escuché la puerta abrirse cuando toda la casa estaba en silencio.
"Buenas noches cielo." Dijo mi padre cerrando la puerta delicadamente tras de sí.
"Hola papá." Sonreí, él se sentó en mi cama.
"¿Qué es eso que habías pensado?" Pregunté curioso.
"Mamá estará fuera todo el fin de semana, le he dicho que estaremos de caza, pero en realidad estaremos aquí. Si quieres claro..." Papá me enseñó unos fotos en su móvil de un apartamento a tan sólo pocos metros de una playa privada.
"¿¡Dónde es!?" Pregunté asombrado.
"En Canarias ¿te apetece ir?." Preguntó sonriendome.
"Claro que sí." Dije entusiasmado.
"Saldremos el viernes al mediodía cuando te recoja del instituto y volveremos el domingo noche, bueno más bien la madrugada del lunes." Me aclaró.
"¡Me encanta el plan!" Volví a revisar las fotos del móvil.
"Pero que mamá no vea nada de esto y disimula que no te lo noté." Me advirtió.
"Ya, ya lo sé." La sonrisa no se iba de mi cara.
"¡Qué descanses mi amor!" Me acarició en la cara y me besó en los labios, luego se dirigió a la puerta y agarró el picaporte.
"¡Papá espera!" Dije antes de que abriera, me dirigí hacía él y le besé en los labios mientras le agarraba de su pelo corto, él se agachó y me agarró de la cintura abrazandome fuertemente mientras nos besabamos de forma pasional.
"Buenas noches." Me dijo dedicándome una sonrisa antes de salir.
La semana se me hizo eterna, el jueves por la noche ya andaba revisando mi maleta, el equipaje era en gran parte bañadores y ropa veraniega, estaba excitado con la idea de pasar todo un fin de semana con papá en aquel precioso apartamento, esa noche cuando ya estaba en la cama y mi madre dormía papá se pasó por mi habitación.
"Hola cariño." Sonrió.
"Mañana salimos, ya he preparado mi equipaje." Le informé.
"Tú madre y yo también." Se sentó en la cama.
"¿Irás a recogerme al tuto?"
"Sí claro." Respondió.
"Pues la dejo aquí, cuando vayas a ir a por mi..."
"La echo al maletero, lo sé." Rió acabando mi frase.
"Tengo muchas ganas de que sea mañana."
"Duermete y descansa en unas horas nos vamos." Me besó con cariño y salió de mi dormitorio.
A la mañana siguiente no tuve ni una pizca de pereza para levantarme, pase la mañana en el instituto inquieto, llegando a desesperar a mi amigo Pablo, aunque no compartí donde iba a pasar el fin de semana con él, sentía que eso era algo solo mío y de mi padre. Al medio día llegó papá a buscarme, salí dos clases antes.
"Hola ¿Qué tal?" Sonreí contento.
"Bien ¿Se te ha hecho muy larga la mañana?" Preguntó sonriente.
"Muchísimo." Respondí.
"Tú madre salió esta mañana." Me informó, cuando llegamos al aeropuerto fracturó las maletas, dejó el coche en el parking del aeropuerto y fuimos a comer en un establecimiento del mismo aeropuerto, el avión tardó en llegar desde la península a Canarias dos horas y media aproximadamente, cuando llegamos una mujer de aproximadamente de unos cuarenta años nos entregó las llaves del apartamento y nos recomendó algunos lugares, después de ello se marchó.
Papá y yo exploramos el apartamento después de dejar las maletas, la habitación principal era inmensa, tenía jacuzzi, cama de matrimonio, cama de agua, una gran terraza que tenía vistas a una pequeña playa que era realmente hermosa, todo el entorno estaba cuidado, lleno de vegetación y los grandes portones de cristaleras te permitían salir directamente a la playa desde tu habitación.
"¿¡Has visto eso papá!? ¡Me encanta este sitio!" Dije con entusiasmo.
"Sí." Dijo mirando al mar.
"Vamos papá." Le dije abriendo los portones y salí corriendo a la playa, papá se quedó un poco parado y tras comenzar a reír me siguió, me quité el suéter, los zapatos y mis pantalones quedando en slip, me metí al agua sin pensarlo.
"Vamos papá, ven." Dije desde el agua antes de zambullirme, teníamos la cala solo para nosotros, cuando salí a la superficie aprecié como papá entraba al agua en boxer.
Esperé en el agua quieto, cuando papá llegó a mí noté como sus manos me agarraban la cintura, me agarré con las piernas a su cintura, el agua estaba en calma, él se adentró, en ese punto yo no hacía pie, buscó mi boca y nuestras lenguas se entrelazaron, mi manos se cruzaban tras su nuca, comencé a sentir como el bulto de papá se iba poniendo duro por momentos con cada roce que teníamos, agarrado a él me quité el slip y se lo metí por la cabeza dejándolo en su cuello, sonrió sin soltarme, me besó apasionadamente en la boca y el cuello.
Bajé un poco su boxer, su polla salió de su prisión de tela y quedó pegada a mi culo, papá la guió con una de sus manos y la metió en mi agujero de manera seguida.
"Aaah... Mmm..." Gemí agarrándome a su cuello.
"Llevo toda la semana pensando en esto." Me dijo jadeante, mientras me miraba a los ojos.
"Y yo." Le respondí de igual manera.
"Te quiero mi amor." Acto seguido me besó y comenzó a mover su pelvis seguidamente.
"Mmmmm... Aaah... Y... ummm... yo..." Me agarré a su cuello mientras recibía su polla en mi interior, me encantaba sentir como su rabo de carne me abría sin parar, entraba y salía, notaba sus huevos bien pegados, el vaivén en el agua era muy cómodo, la penetración profunda, yo apretaba mi culito para darle un mayor placer y nuestros jadeos y gemidos se mezclaban.
"Me corro mi amor." No acabó de decir esta frase cuando comencé a sentir sus chorros de semen calientes en mi interior, haciendo contraste con la temperatura del agua, me aferre a él y recibí toda su leche con placer, entre gemidos y lametones. Nos morreamos con su rabo en mi interior y sin soltarme de su cintura papá comenzó a salir del agua, su polla salía sola de mi culito con los pasos de mi padre, al llegar a la orilla me dejó con suavidad sobre la arena y se puso sobre mí. Mis piernas volvían abrirse, el agua nos mojaba, la polla de mi padre aún seguía dura y comenzó hacer algo que me volvía loco.
Metiendo las manos entre mis nalgas y la arena me agarró de las nalgas mientras estaba sobre y comenzó a comerme los pezones, no había nada que me pusiera más cachondo que eso, sus manos grandes apretaban bien mi culito, mientras me daba mordiscos en los pezones poniéndolos como piedras.
"Ah, papá, dios que gusto." Hablaba entre gemidos, mientras le apretaba la cabeza contra mi pecho.
Bajó por mi abdomen, besándome sin parar y agarró mi polla con sus manos, se la metió en la boca entera y con su mano comenzó a masajearme los huevos, cuando tenía toda mi polla en su interior.
"Aaaarg, siiiii... Ah, ah, ah." Yo acariciaba su cabeza, comenzó a mamarmela de forma seguida, dejándo sólo el glande en su interior y volvía a introducirsela.
"Aaaaah... Papá..." Yo no paraba de gemir. Me giró y abrió mis nalgas con ambas manos.
"Uff... ¡Qué culito!" Mencionó cachondo, empezó a darme lametones en mi raja.
"Aaaaaaah, sabes todo lo que me gusta papá." Noté como su lengua entraba en mi agujero, la metió y la movió circularmente en mi interior.
"Uuufff... Si, así Ufff..."
"Yo te hago todo lo que tú quieras mi niño." Dijo y volvió a meterla en mi agujero.
"Papá... ¡Qué gustó!" La comida de culo estaba quemandome, mi culo estaba super caliente, pedía un rabo a gritos, él continuaba comiendomelo.
"Follame, metemela... Lo necesito." Le dije ansioso, sentí como mi padre se incorporaba detrás de mí y noté su capullo en mi entrada, la metió lentamente hasta tenerla por completo en mi interior, notaba su corazón agitado pegado a mi pecho, su respiración en mi nuca, sus piernas entre las mías y sus brazos sobre los mios. Comenzó a follarme haciendo caso a mi petición, cada vez que me la metía se escucha un "Plas", que iba acompañado de uno de mis gemidos, cuando creía que no podía hacerlo más rápido apretaba más y me follaba más rápido, sin dejar de penetrarme me puso a cuatro patas, la follada era intensa, comenzó a pejearme desde atrás mientras me daba duro.
"Papá, sigue no pares, quiero más..." Le pedía entre gemidos.
"Es toda para ti." Habló entre jadeos, la penetración de mi padre era dura y su polla ancha y gorda, pero cuanto más brusco era más me llevaba a ese punto de ; Cabrón duele, no pares.
Me volvía loco esa sensación, entré eso y el pajote que me estaba haciendo, me corrí soltando toda mi corrida en la arena, las piernas me temblaban y todo mi cuerpo estaba excitado.
"Quiero ponerme arriba." Mi padre se acostó sobre la arena y yo puse cada una de mis piernas a cada lado de su cuerpo, puse la punta de su picha en la entrada de mi agujero y me deje caer de golpe.
"¡AAAAAAAH!" Grité.
"¡Hey, atrevido." Dijo con sonrisa de golfo en sus labios y sujetando fuertemente mi cintura, le miré mordiendo mi labio inferior, él jadeo.
"Tenemos todo el fin de semana por delante y es nuestro." Me sonrió mientras comenzaba a pajearme.
"Lo sé..." Dije en tono excitado, me apoyé sobre su pecho e inicie la penetración, empecé con suavidad pero fui aumentando el ritmo, la paja que me estaba haciendo seguía el mismo ritmo, el sudor impregnaba nuestros cuerpos y la penetración constante y suave se convirtió en una cabalgada, sentía como mi padre se estremecía a cada embestida, arquee mi espalda sintiendo la penetración intensa sin parar de gemir, me pajeaba y su otra mano agarraba mi pezón.
"Ah, ah, ah, ah." Gemía sin contenerme, sus manos agarraron mi cintura y comenzó a marcar el ritmo de la follada, su mirada de clavó en mí, fuera de sí, sentía su excitación desenfrenada, se levantó agarrándome en brazos y la metió con rapidez una vez que estuvo de pie y yo agarrado a él, comencé a botar sobre su rabo, la penetración era tan intensa que a cada embestida era un grito de placer.
Sentía que moría de placer, cuando sentí como me corría del placer, esas embestidas tan agresivas me llevaban al climax total y a él también, las colvulsiones en su cuerpo se hacían de notar, pedí que me bajara, tuve que pedírselo varias veces para que me hiciera caso, me arrodille frente a él y agarré su polla entre mis manos pajeandola mientras tenía su glande metido en mi boca.
"Dame leche caliente papá." Le dije cachondo y volví a meterme su capullo en la boca mientras pajeaba. Jadeaba y gemía excitado, mientras yo comencé a acariciarle los huevos también, notaba su polla palpitar y comenzó a correrse en mi boca, me la metí bien adentro, deseaba que no se derramará ni una sola gota y así fue, trae todo semen cuando la saqué de mi boca estaba limpia de rastros.
"Uuuufffff..." Se agachó y me morreo, le agarré y se dejó caer sobre la arena, nos morreamos, sus manos acariciamos mi espalda, mi culo, mi pelo... Yo estaba sobre él, acariciando su pecho, su abdomen, su cara y comiendonos la boca.
"Cada vez es mejor que la anterior." Le susurré, me sonrió.
"Esto se me a ido de madre, me has vuelto loco." Respondió agarrándome fuertemente contra él.
"Yo me siento bien cuando estoy entre tus brazos." Le dije.
"Y yo cuando te tengo entre ellos." Respondió sin dudar.
"Papá hay algo que me gustaría preguntarte, pero no quiero que te enfades."
"No voy a enfadarme contigo por una pregunta, dime."
"¿Eres gay y mamá fue tu tapadera?¿O eres bi?" Esa duda me rondaba la cabeza desde hace días y fin tuve el valor para preguntarle.
"Soy gay." Después de la repuesta de mi padre se creó un silencio, me apoyé en su pecho, solo se escuchaban las olas del mar y solo se sentía la brisa y nuestras caricias.
Espero que les guste esta tercera parte.