Fin de semana en Vera invitados por un amigo.(3)

Después de lo ocurrido la primera noche, mi mujer y yo, decidimos continuar disfrutando del fin de semana y gozar del sexo,como nunca lo habíamos hecho.

Fin de semana en Vera invitados por un amigo. Continuación (2º día sábado)

Prologo:

Nuestro segundo día  en Vera, lo he relatado cronológicamente, describiendo lo que hicimos a lo largo del día.

Las situaciones más morbosas, las hemos descrito tal y como ocurrieron, (comentarios incluidos).

Detallar las conversaciones que tuvimos durante esa jornada, me ha resultado más complicado, por el tiempo transcurrido; pero lo recopilado refleja esencialmente, lo que ese día, sentíamos todos.

Compartir públicamente, (gracias al anonimato), la experiencia más excitante y morbosa  que hemos tenido en nuestro matrimonio, nos ha proporcionado un placer añadido, y un sentimiento de libertad difícil de expresar.

Las situaciones que describimos han sido totalmente reales, y las hemos disfrutado tal y como las exponemos aquí; aunque evidentemente, los nombres utilizados, son ficticios.

Ya era sábado,  el reloj marcaba las 10:30,  el sol iluminaba la habitación, y  prometía un buen día, las vistas desde la ventana, invitaban a dar un paseo por la playa; pero antes había que desayunar. Como siempre hago en casa, me levante el primero para hacer el café.

Andrés, ya se nos había adelantado, estaba en el salón  poniendo la mesa, y haciendo unas tostadas para el desayuno.

  • Buenos días, espero que halláis dormido bien;  yo particularmente, cuando salgo de viaje, siempre extraño la cama, espero que no os haya ocurrido a vosotros.

  • Para nada, hemos dormido fenomenal, y muy relajados; dije sonriendo.

  • Te quieres creer, que no he parado de pensar en la situación de ayer; todavía me parece algo irreal. Solo se me ocurre daros las gracias a los dos…. Por dejarme compartir vuestra intimidad.

  • Nada de gracias, para serte sincero Andrés, nosotros tampoco hemos dejado de pensar en lo que pasó ayer, de hecho; anoche cuando nos fuimos a dormir, Paloma y yo lo estuvimos comentando. Estábamos sorprendidos, de lo desinhibidos que estuvimos contigo, nos sentimos realmente cómodos. Al revés, somos nosotros, los que te damos las gracias, por contribuir a hacer realidad una de nuestras fantasías. De no ser por ti, posiblemente no la habríamos realizado nunca.

  • Para nosotros ha sido extremadamente morboso y excitante, y… lo mejor de todo….  Que coincidimos en nuestros gustos sexuales.

  • Antes de lo sucedido ayer,  la reflexión que nos hacíamos, después de tener una buena sesión de sexo en casa,… con  fantasía incluida, era…¿y después que ?...  – nos preguntábamos –…  ¿te imaginas ahora otra persona aquí con nosotros? Éramos incapaces de vernos en esa situación. Contigo nos hemos llevado una grata sorpresa, el después fue genial; charlamos, cambiamos impresiones, dijimos cada uno lo pensábamos, en fin; creo que la química entre nosotros ha sido mas que evidente. Por nuestra parte para repetir.

  • Anoche decidimos (si estás de acuerdo); que en estos dos días que nos quedan, nos gustaría realizar y compartir contigo nuestras fantasías; y que tú puedas también, compartir las tuyas con nosotros. En una palabra, hacer lo que nos de la gana, de mutuo acuerdo, sin prejuicios ni tabúes, disfrutar  sin mas. Plantear cada cual lo que le apetezca, y si hay consenso… hacerlo.

  • ¿Qué te parece?......

  • ¿Qué, que me parece? pues……- increíble-… ¿Estáis seguros? …por mí, de acuerdo.

  • Ya os comente anoche, que en varias ocasiones había entrado en alguna página de contactos,  intentando quedar con alguna pareja o matrimonio, sin ningún resultado.

  • Lo que me proponéis,…es un auténtico regalo, que acepto encantado y espero que no os arrepintáis.

  • Buenos días chicos, ¿no estaréis conspirando a mi espaldas? he oído a Andrés algo de increíble, - espero que no sea nada malo, por vuestro bien.

  • Cariño, te has perdido una conversación muy interesante, - ¿Andrés te importa que se lo comente? – En absoluto, -  me ha confesado, que no había parado de pensar en lo ocurrido anoche, y nos da las gracias por compartir nuestra intimidad con el. Ya le he dicho que se deje de gracias, le he comentado que nosotros también lo hablamos anoche, proponiéndole lo que queremos hacer; - disfrutar  estos dos días que nos quedan sin prejuicios, como anoche, …- por eso, has oído lo de increíble-

  • Y está…- de  acuerdo.

  • Por favor cariño, dile lo que opinas tú,....para que no tenga dudas.

  • Como ya te ha dicho Jaime, lo hablamos anoche,  y comparto todo  lo que te ha propuesto. Aunque sinceramente, me da un poco de vértigo. La situación que hemos creado es… de locos.  Jamás pensé que algo así, nos pudiera pasar a nosotros, y mucho menos contigo. Aunque debo  reconocer que tu comportamiento ayer, fue de diez.

  • Al ser la primera vez tenía sexo con mi marido y otro hombre, no sabía cómo sería mi reacción, me preocupaba el comportamiento que pudieras tener tu, afortunadamente, todo salió perfecto, y disfrutamos todos.

  • No obstante,  creo que  estamos de psicólogo.

-Espero que seamos discretos y esto, quede solo entre nosotros, por la cuenta que nos tiene.

  • Muy bien cariño, todo claro y concreto.

  • Por la parte que me toca… darte las gracias por tu comentario, y agradecer a los dos, vuestra confianza, solo espero que no os arrepintáis de haber aceptado mi invitación, y que el fin de semana sea lo mas largo posible, aunque presiento, que a mi, se me hará muy corto.

  • Creo que es hora de dejarnos de charlas,  ahora toca disfrutar de la playa, que es a lo que hemos venido, y además sin la problemática de elegir bañador, es la ventaja de las playas nudistas.

-  A las 12.30 nos dirigimos a la playa, llevamos una sombrilla, dos sillas bajas, y una pequeña nevera, con cuatro cervezas, y dos coca colas. Ya había gente instalada en la misma, se podían ver los cuerpos desnudos tomando el sol. Andrés y yo llevábamos unos pantalones cortos de deporte,  que optamos por quitarnos, cuando estuvimos a escasos metros del primer grupo de personas, Paloma llevaba un vestido tipo camiseta playera, y la braguita diminuta de un bikini; hizo lo mismo que nosotros, con toda naturalidad del mundo, se deshizo del vestido, y se quito las braguitas del bikini, como si esa operación la hiciera todos los días.

Nos quedamos desnudos, con la vista perdida en el horizonte del mar, tras breves segundos, buscamos un sitio discreto en la playa, donde poder charlar, sin tener al vecino a un metro de distancia.

Paloma se cuida mucho y a pesar de sus años, tiene un cuerpo bastante atractivo, unos pechos no muy grandes pero muy bien conformados, el sexo lo tiene muy arreglado y depilado, se deja en su vello púbico, un triángulo minúsculo, que me encanta.

Andrés, la miraba con discreción, y a mí me pareció, que con un puntito de admiración y deseo, yo también tenia ese mismo sentimiento hacia mi mujer; la situación y el lugar, incitaba a dejar volar un poco la imaginación, provocando sin lugar a dudas la subida de nuestra libido, pero sin llegar a mayores.

Paloma me pidió que le diese crema; el sol calentaba bastante, y no quería estropear  el fin de semana por una negligencia, así que me puse a ello, se tumbo en la toalla boca abajo, y comencé a extendérsela: primero por la espalda, después lentamente se la extendí por la cintura, para seguir por el culo, y terminar por la parte posterior de las piernas.

  • Ya ves Andrés, para lo que he quedado –le dije- riéndome

  • Entre risas contesto;…- si te cansas dímelo… y sigo yo -

  • Paloma soltó un…– muy graciosos -.

  • Date la vuelta cariño,… - no deja, ya me lo hago yo,… por delante, puedo –... de verdad que no me importa… -ya, ya lo sé, que no te importa- …pero mejor me la doy yo, - me decía- dándome manotazos en las manos, y apartándolas de sus pechos.

  • Que conste que me has quitado lo mejor.

Andrés, se reía y disfrutaba de la escena que estábamos protagonizando, parecíamos dos crios.

Había bastante gente paseando por la playa, así que decidimos, hacer lo propio, nos dispusimos a dar un tranquilo y largo paseo por la orilla; a la vez  que disfrutaríamos de  la visión de algunos cuerpos; que se exhibían de forma espectacular, llamando la atención.

Nos cruzamos con varios de ellos; de ambos sexos, a los que observamos con cierta discreción, pero sin que  pasaran desapercibidos a nuestra atenta mirada, de vez en cuando, los tres nos mirábamos… y sonreíamos, con picardía.

Era la ocasión perfecta, para dar  rienda suelta a nuestros pensamientos más lujuriosos, y libidinosos (por lo menos para mí, que soy un verdadero experto en ello). Sin duda estábamos en el sitio idóneo, para traspasar cualquier barrera que pudiera frenar nuestro deseo; que por mi parte, no dejaba de crecer, sobre todo en mi principal órgano sexual, (el cerebro).

Ver tantos cuerpos desnudos, y en ocasiones de forma tan sugerente, provocaba en mi mente, las escenas más lujuriosas y calientes imaginables; cuyos protagonistas éramos mi mujer, Andrés y yo.

Después de lo vivido la noche anterior, y sabiendo, que lo volveríamos a repetir hoy, no me extrañó que estuviera en ese estado de… excitación mental. La sensación era  fantástica, e imaginé que; no seria el único de los tres, que estaba teniendo dichos pensamientos. Ya tendría ocasión de preguntarlo, cuando surgiese la ocasión.

Después de un largo paseo por la playa, disfrutando de las vistas; Andrés dijo: … ¿Nos damos un bañito?.... – vamos – dije; salimos corriendo los dos, hacia el agua… mientras; Paloma moviendo la cabeza, nos seguía diciendo, no seáis crios por favor, que ya no tenéis edad para hacer extravagancias.

Entramos en el agua, haciendo un poco el ganso, y cuando se metió Paloma, nos miramos los dos y con un gesto de complicidad, nos abalanzamos sobre ella, a pesar de sus protestas, entre los dos la llevamos un poco mas lejos de la orilla, donde no podía hacer pie, (nosotros, a saltitos, si), en esta situación era inevitable el roce de nuestros cuerpos; sentimos los pechos de Paloma, rozándonos; y nosotros, rozábamos su cuerpo con nuestras pollas, que aunque no estaban empalmadas, lucían, un tamaño aceptable; prueba inequívoca, de nuestros pensamientos mas libidinosos y calenturientos, puedo asegurar, que a pesar de las protestas de mi mujer, lo estaba pasando realmente bien, y  su excitación mental, estaba a la misma altura que la nuestra.(según me confeso ella misma  en el apartamento, después).

Salimos del agua, y dimos cuenta de las bebidas, las cervezas cayeron como por arte de magia. Andrés y yo estuvimos hablando, largo y tendido, sobre lo fantástico que lo estábamos pasando.

Hablamos de nuestros gustos en materia de sexo; prácticamente coincidíamos en todo. La confianza que estábamos teniendo el uno con el otro, nos animó a dar el paso y confesarnos, nuestros deseos mas íntimos e inconfesables.

Me confeso; que había sido la primera vez que le hacia una mamada a un hombre,  (fantasía que tenía desde hace años), y… - me ha encantado realizarla - dijo

A mi vez le confesé, que yo también tenia esa misma fantasía, amén de otras muchas, a cual más lujuriosa y viciosa, nos echamos a reír, no sin antes asegurarnos, que haríamos todo lo posible por realizar cuantas mas mejor, por supuesto; con  el consentimiento de Paloma.

Mientras tanto, Paloma,… ¿¡Cómo no!?… tomaba el sol a sus anchas, y de vez en cuando le dedicábamos, sin que se diera cuenta alguna, que otra mirada libidinosa. Nuestra conversación, nos había calentado un poco mas de lo deseable; se nos notaba deseosos por realizar  lo que estábamos hablando, así que optamos por cambiar de tema, y proponer a Paloma (que no se había enterado de nuestra conversación) irnos a comer al chiringuito.

El hambre no había hecho acto de presencia, por lo tanto decidimos comer algo de picoteo,  y después, irnos al apartamento para hacer una buena siesta, en realidad, es lo que Andrés y yo deseábamos con todas nuestras fuerzas, y… no por motivos de descanso precisamente.

Nos dirigimos al apartamento, eran las tres y media de la tarde, y el calor apretaba.

Tanto Andrés como yo, teníamos un buen puntito de excitación.

La mañana de playa, había cumplido su misión, nuestra libido, estaba en sus máximos niveles.

Al llegar,  Paloma nos pidió ducharse primero, cosa que le concedimos, sin ponerle ninguna pega.

Mientras tanto, nos preparamos un par de copas, y retomamos la conversación que habíamos tenido en la playa, ¿tenéis algún límite? - me pregunto-   le dije que no, ya que en principio no habíamos previsto esta situación, y no pensábamos repetirla con nadie mas, por lo menos por el momento.

  • Y tú, ¿tienes algún límite? –  Pregunté- el que vosotros queráis poner –contesto-

  • Pues me parece que los limites,… si los hay, los pondrá Paloma.

Paloma, salía en ese momento de la ducha, con la toalla alrededor del cuerpo, como única prenda, ¡¡que pase el siguiente¡¡ - dijo- ;  nos levantamos como un resorte, y medio en broma y medio en serio, contestamos, ¿dónde? ¿dónde?...de momento a la ducha dijo con una seductora sonrisa.

El siguiente fue Andrés, así yo, podría cambiar impresiones con mi mujer, quería saber, si estaba con la misma predisposición que nosotros.

  • Cariño, no sé tú, pero yo,… llevo toda la mañana  imaginándote con Andrés y conmigo, en cantidad de escenas  a cada cual más lujuriosa y viciosa,- le dije-, estoy…que mejor no te cuento.

– Yo también he tenido más de un pensamiento de los que… tú ya sabes. Cuando estábamos en el agua, ha habido un momento que…mejor no te digo como me habéis puesto.

  • La verdad es que la visión de tanto cuerpo desnudo, en la playa, y con la predisposición que tenemos, ¡¡ no hay quien lo aguante¡¡.

  • Entonces si te parece, cuando salga Andrés de la ducha, le  proponemos una siesta los tres juntos, y que hablen los cuerpos. ¿Qué te parece?...

  • Perfecto cariño, además te tengo preparada una petición sorpresa, pero no te la voy a decir ahora, así que dúchate  y no me preguntes.

  • Andrés apareció en el salón, con la toalla al modo de faldita, como uniforme de turno.

  • ¿Qué os parece una siestecita, los tres juntos, y que hablen los cuerpos?..-dije-. Por mi encantado... –Contesto con una sonrisa Andrés-

Cuando salí de la ducha, mi mujer y Andrés, charlaban amigablemente, con las toallas todavía cubriendo sus cuerpos, ¿pero todavía estáis con el uniforme?, fuera toallas, les grite riendo…  mostrando mi cuerpo desnudo, no se hicieron de rogar, se despojaron de ellas, nos miramos los tres, y nos dirigimos a la habitación. (Se respiraba: el deseo, el morbo, y la lujuria).

Nos tumbamos en la cama, dejando a Paloma en medio de los dos, yo, ya estaba muy excitado por la situación, y Andrés, lucía una buena erección, la escena, hizo que mi erección fuera más rápida que de costumbre.

Paloma nos miraba, yo sabía que estaba muy excitada, se acercó y me dijo al  oído, su petición sorpresa. ¿Sabes que es lo que más me gustaría en este momento? –Me dijo- ¿Qué es lo que te gustaría?,  -conteste- …verte haciéndole una paja y haciéndole una mamada a Andrés. Hoy en la playa, es una escena que no he dejado de imaginármela. ¡¡Tengo unas ganas locas y un morbo enorme… de verte chupársela a otro hombre¡¡

Cariño…, ahora mismo hago cualquier cosa que me pidas. Cogí la polla de Andrés y comencé a pajearle suavemente; mi mujer no se perdía detalle;… por favor chúpasela que quiero verte –me dijo bajito- , me la introduje en la boca despacio, y empecé a chuparla lentamente, para que pudiera verme bien. Ver la expresión de Paloma, mientras me observaba haciéndole la mamada a Andrés,  era un placer añadido.

Mientras yo le hacia  la mamada, Paloma se masajeaba suavemente el coño, estaba totalmente fuera de sí.

Era la primera vez que chupaba una polla, me gustaba sentirla dura en mi boca, y mucho más, viendo a mi mujer con su mirada fija en mí,…acercándose e  intentando no perderse ningún detalle.

De repente se puso a mi lado, y comenzó a chupar conmigo, la visión de ambos haciéndole una mamada a Andrés, era de infarto; le pedí que me dejara… y observara,  comencé a lamerle el capullo muy despacio.  Sabiendo que la escena la pondría, desquiciada. (Reconozco que estaba disfrutando enormemente con esta escena)

Lo hice como a ella le gusta hacerlo,…introduciéndomela  al máximo en mi boca, para después, subir lentamente hasta el capullo, detenerme en él y… pasarle la lengua muy despacio, lamiendo el líquido pre seminal que escapaba de él, (estaba imitando a mi mujer), haciéndolo como ella me lo hace a mí.

  • Cariño estoy que no resisto de verte,- me dijo-. Si no paramos no voy a aguantar mucho.

Andrés, no había dicho una palabra, se dejaba hacer, emitiendo gemidos de placer, (creo que precisamente esa actitud de estar, y pasar un poco desapercibido, era lo que mas nos gustaba de él, transmitía confianza), realmente nos sentíamos cómodos.

Paramos nuestro asedio a Andrés; y le sugerimos que participara activamente, en lo que le apeteciera; quiso volver a comer el coño a mi mujer, que estaba súper excitada, y mojadísima; eso no le importo, delicadamente le abrió las piernas, y fue besando sus muslos, hasta que llego a su sexo, paso muy despacio la lengua por toda su raja, deteniéndose, en la parte superior, donde su clítoris debido a la excitación, había alcanzado un mayor volumen; con los dedos separo los labios del coño, y comenzó suavemente y muy despacio a pasar la lengua a lo largo y alrededor del mismo, de vez en cuando introducía su lengua en el coño lo rebañaba y lamia sus jugos con delicadeza volviendo a repetir una y otra vez la misma acción.¡¡ que excitante ha sido verlo!!

Paloma  emitía unos  gemidos de placer, que sin duda alguna, demostraban lo bien que lo estaba haciendo;  yo, viéndole, era imposible estar mas excitado; me puse debajo de él, y a su vez, comencé a hacerle una mamada,  me sentía totalmente vicioso (es la frase que refleja mi estado en ese momento), me metí su polla hasta la garganta, la chupe desde los huevos hasta el capullo, me detuve en él y pase mi lengua a su  alrededor,.. saboreándolo, como lo había hecho anteriormente, estaba disfrutando de un sexo loco y sin fronteras, totalmente,…impensable.

Mi mujer tuvo varias “corriditas”, como dice ella, y Andrés me pidió que no siguiera chupándole,… “si sigues me corro”, –me dijo-. Paramos para tomar aliento, aunque yo; seguía,… en el sexo sin fronteras.(abierto a todo)

Por favor…, que alguno de los me la meta, necesito sentir a uno dentro,… no aguanto más,… –nos dijo Paloma-, la excitación de los tres era extrema, le propuse a Andrés, que fuera él. Me apetecía, volver a ver a mi mujer en esa escena, seré un depravado, pero creo que no me cansaría nunca de verla.

Le abrió las piernas, y comenzó a metérsela despacio; una vez que la tuvo hasta el fondo; comenzó lenta y suavemente, un mete saca que la puso fuera de sí. Desencajada por la excitación,  pidió  chuparme la polla a mí también, se la puse en la boca,… me la chupaba con vicio y lujuria, era evidente que estaba fuera de control. Me volvía loco verla en ese estado. (Sin control)

  • Aproveche su grado de excitación y le susurre al oído:- ¿que te parece si te como el coño, cuando se corra Andrés?

-Ufff...., cariño, no me digas eso que no aguanto,…ahora mismo ya sabes que me encantaría.

  • Pues prepárate, y disfruta.

  • Le dije a Andrés lo que iba a hacer, y  que me avisara cuando se fuera a correr, le pareció una pasada, pero súper excitante;  esto le puso mucho más cachondo.

  • En pocos minutos, me estaba diciendo que me preparara,…mi excitación era máxima, y en ese momento estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.

  • Empezó a correrse;… Paloma, gemía entrecortadamente.  Me miraba excitada, ofreciéndome una de las escenas más morbosas que he vivido nunca. Cuando Andrés termino de correrse y saco despacio su polla;… apareció un hilillo de semen, que lentamente se deslizaba por la entrada de su coño. Me acerque, y comencé a pasar mi lengua por los restos del semen que resbalaba a lo largo de toda su raja. La lujuria se había apoderado de mí, estaba lamiendo, devorando, las corridas de los dos. Paloma,…estaba llegando al orgasmo de su vida, con jadeos y gemidos, que me dejaron… en estado de shock,… por el simple placer de verla en ese estado de excitación.

  • Introducía mi lengua en su coño notando  su corrida y la de Andrés en él, lo chupaba con vicio y lujuria. (Hasta yo, me sorprendía de lo que estaba haciendo)

  • Yo todavía no me había corrido, así que aproveche, para realizar otro de nuestros deseos mas calientes;  sentir la corrida de otro en mi polla cuando se la metiera; fue el súmmum, metérsela y sentir el semen de Andrés en mi polla, fue un placer indescriptible.

  • Tuve una explosión de placer y la mayor corrida de mi vida,  llenándola otra vez el coño de semen,  volviendo a tener mi mujer, otro orgasmo salvaje;…  por mucho que quiera describir mis sensaciones, no encuentro palabras.

Quedamos exhaustos, Andrés alucinaba, mi mujer alucinaba, y yo alucinaba, somos un matrimonio convencional  normal, con vidas muy normales, y nos preguntamos, si esto  sería también lo normal, (a mi particularmente no me importaba).

Entiendo, que los que tengan la oportunidad de poder vivir, con más o menos frecuencia esta situación; no la consideren tan extraordinaria. En nuestro caso, ha sido excepcional y

extraordinaria. Hemos intentando describirla hasta el último detalle. Esperamos que algún lector se  identifique, por haber vivido o sentido algo similar, en una situación como  la nuestra.

Para reflejar fielmente lo vivido (y lo que pensábamos), lo hacemos en el lenguaje que hemos utilizado cada uno, en las distintas situaciones, (mi mujer,  ha sido un poco menos explícita en su lenguaje (sexual) que nosotros),

Nunca habíamos sentido tanta lujuria y desenfreno, pero nos sentimos totalmente satisfechos, y tremendamente liberados.

Eran las 17:30 del sábado, y todavía nos quedaba, parte la tarde y toda la noche. Nos levantamos sin hacer ningún comentario, y nos volvimos a duchar otra vez los tres, (por separado).

Pasamos el resto de la tarde en la playa, relajados y disfrutando de un magnifico día.

  • Paloma opto por tumbarse a tomar sol, y leer un libro.

Andrés y yo nos congratulamos, por tener  a alguien con quien poder hablar sin prejuicios y abiertamente, de nuestros deseos más ocultos y gustos sexuales. Para nosotros era una novedad,  no queríamos dejar escapar la oportunidad de estrechar nuestra confianza, en este tema.

Reconozco que los dos, disfrutamos hablando de sexo, lo hacíamos cada vez de forma más explícita, me comentó; que a pesar de lo que había ocurrido hasta ahora, su opción sexual eran las mujeres, y el deseo que sentía por ciertas situaciones con hombres, le proporcionaba un morbo y un placer, al que no quería renunciar. (real o en fantasías)

  • En el sexo como has podido comprobar, a la hora de obtener placer, no me pongo barreras –me dijo- . Hasta ayer,… solo había podido escenificar mis deseos, a través de fantasías. Gracias a vosotros, pude realizar una, de las que más me obsesionaba. Fue una pasada, te recomiendo que la hagas.

  • Pienso exactamente igual y…como tú, mi opción sexual siguen siendo las   mujeres,…bueno… mi mujer para ser más exacto, pero me da un morbo especial, el sexo con un hombre, sobre todo si participa Paloma. Sentirme observado por ella, me genera una excitación, que no te puedes imaginar. Me gustaría contrastarlo con alguien que este casado, y sienta lo mismo que yo. Mi primera experiencia, ha sido contigo, y… ¿¡madre mía!?... Creo que me he pasado tres pueblos, aunque  lo volvería a repetir.

  • Otra fantasía que me obsesiona,… es ser follado por el culo, –dijo-Andrés…. ¡Me encantaría probarlo!,… si estás de acuerdo...claro.

  • Sinceramente, a mí también me gustaría probarlo, pero al hacerlo por primera vez, no sé si seremos capaces de llegar hasta el final. A Paloma le  encantaría verlo, es una de sus fantasías favoritas, - que me estén follando, mientras la follo-,…esa escena la vuelve loca. Ya sabes,… es el deseo que escribió anoche, en nuestras confidencias.

Ya eran las 8 de la tarde, y decidimos que era suficiente playa por hoy.

Después de darnos una buena ducha y vestirnos para cenar, nos dirigimos al restaurante, por el camino; comentamos lo cortito que se nos había hecho día, tal y como preconizó Andrés.

  • Si llego a saber esto antes, me hubiese comprado el apartamento hace años – dijo Andrés-… riéndose

  • Pues a lo mejor, si lo llegas a comprar antes, no estábamos aquí… –contesto Paloma- riéndose a su vez – y añadiendo a continuación:… hay cosas que ocurren, justo en un momento concreto, y bajo determinadas circunstancias, ni un minuto antes ni un minuto después… ¿no crees?...

  • Llevas toda la, razón del mundo, y por mi experiencia lo puedo afirmar –contesto- Andrés,… aunque es una pena… que ciertos momentos, no ocurran antes.

  • También hay cosas, que si ocurren antes de lo debido, a lo mejor no serían tan buenas – contesto Paloma- soltando, una carcajada y… añadiendo…”porque la experiencia es un grado”

Nos echamos a reír los tres, lanzándonos miradas de complicidad, que demostraban el buen feeling que teníamos todos,… y la confianza que habíamos alcanzado en tan poco tiempo.

  • No la hagas caso, Andrés, ya la hubiese convencido yo – le dije – riéndome

  • Sencilla y llanamente lo estábamos pasando, francamente bien. Comenzaba la noche y apuntaban los mejores augurios.

La cena transcurrió, agradablemente, y como siempre charlamos de todo. La situación política y sus personajes, consumió gran parte de nuestra conversación, variando después a lo económico.

Cuando salimos de cenar, decidimos tomar una copa en una terraza, y consumir con ello un tiempo prudencial antes de retirarnos al apartamento. Los tres queríamos continuar, lo que habíamos comenzado la noche anterior, tal y como lo expusimos los tres por la mañana.

Eran las 00.30 cuando traspasamos la puerta del apartamento, íbamos predispuestos, a saltarnos, todas las barreras que hubiera en materia sexual, dispuestos a realizar todo lo que tres personas adultas, fueran capaces de hacer entre ellos, para gozar y darse placer sin prejuicios ni cortapisas.

  • Simplemente rememorando, lo vivido en las últimas 24 horas, era suficiente, para alcanzar, por mi parte, un alto grado de excitación,

Paloma, estaba desinhibida, y se la veía dispuesta, a cualquier proposición que la hiciéramos. Yo sabía que entrada en faena y excitada, no la frenaría nada.

Andrés, después de la conversación que mantuvimos en la playa, se mostraba mucho más seguro, y con ganas de experimentar.

De alguna manera ambos, nos habíamos desnudado íntimamente, lo cual nos proporcionaba una gran libertad, para realizar nuestros deseos más inconfesables, sin prejuicio.

Para crear ambiente, dejamos una luz tenue, pusimos un poco de música, y nos preparamos algo de beber, (las canciones que teníamos eran de los 70), puse,… “Noches de Blanco Satén”, y… saque a bailar a mi mujer, invite a Andrés a unirse a nosotros.

La pusimos en medio de los dos, yo frente a ella, y Andrés en su espalda, la situación era nueva y muy morbosa para nosotros, note que se me ponía la polla dura, y me apreté más contra su cuerpo. Andrés hizo lo mismo,...“me estáis poniendo…, que me puede dar algo” – dijo Paloma sonriendo –  os siento a tope.

Empecé a besarla, introduje mi lengua en su boca, y entrelazamos nuestras lenguas.  Notaba como Andrés la apretaba contra él, la respuesta de mi mujer a esa presión, la sentía en mi boca, la excitación la delataba, sentir la polla de Andrés en su culo (aun no nos habíamos quitado la ropa) la había puesto desenfrenada, me metía la lengua con pasión y vicio, yo, la correspondía. Andrés,  pásate delante  – le dije- colocándome yo en su lugar. Habíamos cambiado, las posiciones ahora era yo, el que apretaba mi polla contra su culo. Notaba su excitación por el ritmo entrecortado de su respiración,…”me encantaría ver cómo le besas” – le dije bajito al oído-, mientras apretaba más mi polla contra su culo…me miro…  dudó por un momento; vamos… –le anime-, volviendo a apretar mi polla contra su culo,… incitándola otra vez…ya no pudo resistirse más.

Comenzó, a darle un beso suave en los labios, pero la situación era explosiva. Andrés la correspondió, introduciéndole  la  lengua en su boca, mi mujer (ya sin control) entrelazo la suya con él, y se besaron con pasión,… sus leguas salían y entraban de sus bocas con vicio, mientras,…yo, disfrutaba de la excitación que me provocaba la escena,…y apretaba más mi polla a su culo, como respuesta.

Le desabroche la blusa…  introduje mi mano, y comencé a sobarle las tetas liberándolas del sujetador. Andrés por su posición, las tenía a escasos centímetros de su cara, no se pudo resistir, y comenzó a pasar la lengua por sus pezones. Empezó a gemir, mientras yo  quitándole la falda, la dejaba en braguitas y contemplaba… como Andrés le comía los pechos. Paloma le correspondió bajándole  la cremallera del pantalón, y  sacándole la polla, (“totalmente empalmada”) comenzó lentamente a hacerle… una paja.

Me quite la ropa y me coloque otra vez detrás de ella, yo también estaba empalmado. Estoy loco por  meterla, - le dije- , se quitó las braguitas y sin dejar de pajear a Andrés, se inclinó un poco para facilitarme la entrada desde atrás. Le metí la polla hasta el fondo y en ese momento, vi cómo se introducía la polla de Andrés en su boca, y comenzaba una mamada salvaje. Estaba siendo follada, por los dos, yo la penetraba el coño desde atrás, mientras Andrés le follaba la boca por delante.

Estuvimos unos minutos follando y disfrutando  de la postura, el placer era enorme, el morbo mucho mayor (sobre todo para mi), pero; si queríamos que durara; teníamos que parar, y seguir manteniendo el máximo nivel de excitación.

En este ambiente desenfrenado, propuse realizar el deseo de mi mujer: ¿Qué os parece si llevamos a cabo el deseo que Paloma propuso anoche?... a mí no me importaría  -dije-.

  • A mí tampoco, -dijo Andrés-

-¿¡Qué queréis que os diga chicos!?...hace ya bastantes minutos que soy incapaz de decir que no; a todo lo relacionado con disfrutar  los tres del sexo. Vosotros tenéis la culpa.

La hicimos tumbarse en la cama, la vendamos los ojos y entre los dos comenzamos suavemente a masajearle las tetas, sin que pudiera saber quién era el que lo hacía, la masajeamos todo el cuerpo, a dos y a cuatro manos, nos detuvimos especialmente en sus muslos y piernas,( es un masaje que yo sé que le encanta), chupamos sus pezones los dos a la vez, bajamos a su coño  dedicándole nuestras lenguas. Estaba totalmente inundado   por alguna de sus “corriditas” (tiene la suerte de ser multiorgasmica).Sus gemidos de placer nos había puesto a cien,

Le pusimos nuestras pollas en la boca, y nos empezó una mamada, intento hacerlo con las dos a la vez en su boca, pero no le daba para tanto, así que opto por alternarlas, decidimos quitarle la venda, y pudiera disfrutar visualmente del espectáculo.

La follamos por turnos, durante unos minutos, hasta que vimos que era el momento de realizar, su deseo.

-“Andrés me encantaría ver como penetras a mi marido”- dijo mi mujer sobre excitada-

Cogimos un tubo de lubricante, y poniéndome a cuatro patas, Paloma comenzó a masajearme el culo con suavidad, lubricando mi orificio e introduciendo un dedo en él. Esta acción ya la habíamos practicado anteriormente en nuestros juegos sexuales. Según masajeaba e iba introduciéndome el dedo, la sensación era cada vez  más placentera, y mi excitación pasaba ya de los límites normales.

Andrés, como espectador estaba con una erección de caballo, se acercó a  Paloma, incitándola a que le propinara, una pequeña mamada, cosa que hizo. Después dirigiéndose hacia mí, me propuso lo mismo dejando su polla a escasos centímetros de mi cara. No pude resistir la tentación, otra vez la lujuria y el vicio, me podían; así que abrí la boca, para que pudiera introducir su polla en ella; la introdujo muy despacio, y comenzó un mete saca, como si se estuviera follando el coño de Paloma.

Yo, no parecía yo. Mi mujer masajeándome el culo, y por mi parte, haciéndole una mamada a Andrés, los tres necesitábamos descargar, tanta presión.

Le dije a paloma que lo íbamos a intentar, comencé a metérsela. Su coño estaba empapado, creo que por lo menos habría tenido tres “corriditas” o más; mi polla entraba y salía con facilidad, yo también estaba sobre excitado, le dije a Andrés que intentara penetrarme, se colocó detrás, me  puso una buena cantidad de lubricante en el culo e introdujo primero un dedo, después dos y durante unos minutos, intentamos dilatarlo lo más posible. Yo ya estaba preparado para que lo intentase.

Andrés, dejo de masajearme y comenzó a penetrarme, lo hizo muy despacio, al principio note un ligero dolor y escozor. Después según la introducía iba notando la presión, le  dije que parara un segundo, y  le pregunte, si le quedaba mucho por meter; me contesto que ya había metido más de la mitad.- Sigue hasta el final,- le dije-, y lentamente la fue metiendo hasta que note su vello púbico en mi culo.

Volvimos a descansar  un momento, dejando totalmente clavados en mi culo sus 16 cm, ahora la sensación, volvía a ser placentera, Paloma nos miraba, con ojos viciosos, estaba disfrutando como en su vida. No íbamos a aguantar mucho más, así que nos pusimos de acuerdo, para comenzar a movernos al unísono, empezamos a movernos como locos, yo sentía la polla de Andrés en mi culo, mientras notaba las corriditas de mi mujer. Andrés  dijo que no aguantaba más,  le dije que se corriera dentro,  note un impacto caliente en mi interior, y yo tampoco pude controlarme, me corrí como un bestia, Paloma nos acompañó, entre estertores y gemidos.

El placer y el gozo habían sido inenarrables, nos quedamos totalmente desmadejados, y plenamente satisfechos.

El sábado había cumplido con creces todas sus previsiones de lujuria y desenfreno, nos sentimos libres y extraordinariamente bien.

No sé si seré capaz de relatar el último día de este fin de semana, (domingo) en el que repetimos muchas de las situaciones vividas, aunque intercambiándonos los roles.

Debo reconocer que escribir lo vivido, nos ha supuesto, una especie de catarsis.

Nos costaba creer que estuviéramos contando tales intimidades públicamente, con la claridad y crudeza que lo estábamos  haciendo.

Andrés ha sido la clave, (por su empatía y actitud), para poder realizar nuestras fantasías.   Para nosotros ha sido una auténtica sorpresa, (agradable y positiva).

Que vemos difícil repetir con otra persona.

Ojala que; quien nos ha dedicado unos minutos en leernos, haya disfrutado con nuestra experiencia. Simplemente por eso habrá merecido la pena compartirla.

Por ultimo agradecer a:

Pet; Ringo; Carlos; Vergota; Obsesionboos; Jubilado, y especialmente a  Sexibabe.

Sus comentarios en mi  primer relato, ello nos animó a seguir contándolo.

Muchas gracias a todos.

Unomas

-