Fin de semana en un hotelito
Dos amigas van a pasar el fin de semana y terminan en la cama.
FIN DE SEMANA EN UN HOTELITO
Adriana había decidido irse de viaje de fin de semana a un hotelito rural de una ciudad no muy lejana a la suya para poder respirar un poco de aire puro y relajarse. Había quedado en que su amiga Ana la pasaría a recoger con su coche. Preparó la maleta con mucho mimo y se fue a duchar. Era una chica morena, de estatura media, ojos negros, pechos medianos con los pezones color café oscuro de tamaño reducido, un culo redondo duro y el pubis casi completamente rasurado salvo un pequeño pechón.
Comenzó a ducharse, se jabonaba la piel con una esponja, la espuma recorría su cuerpo llegando a casi todos los rincones, tocó con la esponja su sexo, lo recorrió de arriba abajo y dejando caerla comenzó a acariciarse con las manos recreándose en su coño comenzando a hacerse un dedo y masturbarse. Estaba en pleno onanismo mordiéndose los labios por el placer cuando sonó el timbre de la puerta cortándola todo el rollo.
Salió a abrir y ahí estaba su amiga, vestida con una blusa blanca y unos jeans azules que remarcaban su figura, Adriana nunca había mirado el culo de una chica pero hacía varios días que había tenido la fantasia de hacerlo con una mujer y la verdad es que ese fin de semana la oportunidad la presentaban a huevo, ella muy excitada y dos días en la misma habitación con su mejor amiga que aparte era también muy guapa y con muy buen cuerpo.
Cogieron las maletas, las metieron en el maletero del coche y cogieron la carretera, llegaron al hotel, sacaron la ropa y se fueron a pasear y a cenar en un restaurante tipico. Ya de noche y exhaustas llegaron a la habitación, se pusieron el pijama y se pusieron a ver la televisión sentadas en las camas, eran dos camas que aunque eran individuales estaban juntas. Ana jugaba con el mando haciendo zapping. Encontró en una de las cadenas que estaban dando una película pornográfica.
La preguntó a Adriana si quería verla y ésta la dijo que no la importaba:
Igual aprendemos algo y todo--- se rió Adriana.
Llevaban ya como quince minutos de película y Adriana pudo ver como su amiga estaba colorada y había dejado el mando de la televisión a un lado y la mano la tenía en su sexo y se lo estaba frotando por encima de la ropa. Al ver esa escena Adri notaba como su coño comenzaba a encharcarse y su respiración se aceleraba. Al final la película se terminó, Adriana estaba sumamente cachonda así que para calmarse fue al baño a lavarse la cara.
Ana llegó al baño, la tensión sexual se cortaba en el ambiente, Ana se bajó el pantalón del pijama y se puso a hacer pis y Adriana no podía por menos que mirar en el espejo como se veía el coñito de su amiga, estaba completamente rasurado. Ana se dio cuenta y muy zorramente abría las piernas para que su amiga pudiera ver todo su sexo y provocarla. Se secó y se volvió a colocar el pijama en su sitio, cuando fue a lavarse las manos en el lavabo rozó sin querer el pezón de su amiga.
Fue como una señal, notó como Adriana tenía los pezones sumamente duros, se paró mirándola a los ojos y al besó, la lenguas se juntaron como si fuera una lucha entre dos llamas de fuego, se iban desnudando mutuamente mientras se acercaban a la cama. Llegando alli se tumbaron encima y comenzaron a comerse la boca de forma literal, cada vez estaban más calientes y cachondas. Ya no podían parar, Ana se puso encima y siguió con los besos por el cuello de su amiga, lo mordisqueaba mientras la acariciaba los pechos, estos se pusieron duros hasta el extremo, los mordía y los acariciaba, Adriana gemía y jadeaba como una loca.
Su amiga continuó su viaje besando el ombligo y acariciando el coño de su amiga sacándola varios gemidos y llegó por fin al coño colocándose entonces en forma de 69, las dos chicas se comían el coño de manera absolutamente intensa, habían caido en una lujuria sin fin, sus conejitos estaban sumamente mojados, sentían la necesidad de poseerse. Adriana que estaba debajo la metió dos dedos a Ana en el coño y con el pulgar la masajeaba el ano con lo que conseguía una excitación brutal de su amiga.
Pero Ana guardaba una sorpresa, se había llevado su juguetito color rosa chicle. Extendió la mano y lo sacó de debajo de la almohada de su cama y penetró a Adri de una sola vez poniéndolo en marcha, con una mano estimulaba el ano y con la otra variaba las velocidades del vibrador. Ana estalló en un orgasmo llenando la boca de su amiga de fluidos que caían como si de una fuente se tratara.
Ana, por Dios, cómemelo a tope. Dame toda la lenguaaaaaaaa.--- chillaba Adriana.
Te gusta mi juguetito eh?------ respondía Ana.
Aaaaaaaaaaaaaah hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.----chilló Adriana.
Estalló en un orgasmo y su amiga sacó el consolador completamente brillante, las dos amigas se besaron y se quedaron dormidas una en los brazos de la otra. Al día siguiente cuando se despertó Adriana pudo ver como su amiga estaba en la otra cama mirándola y masturbándose acariciándose el coño bruscamente. Hasta hoy no había visto el cuerpo de Ana desnudo, era una chica de pelo rubio, ojos marrones, labios sensuales, pechos normales con los pezones pequeños de color rosa, un culo redondo también respingón y completamente rasurada.
Adriana se acercó pero Ana la dijo que esperase que quería tener el orgasmo mientras la veía tumbada y Adriana obediente esperó tumbada como la maja desnuda. Entonces la que se aproximó fue Ana que besó primero en la frente a su amiga, luego en los dos ojos y por último juntó sus labios a los de la otra chica abriéndoselos e introduciendo su lengua en la boca de ella.
Te voy a enseñar a hacer algo----- dijo Ana.
Situó a su amiga tumbada con las piernas abiertas de forma lateral y ella se colocó con su coño sobre el de Adriana boca arriba de tal forma que empezó a frotar su sexo contra el otro. Adriana enseguida comprobó la maniobra y la siguió de manera que empezaron a hacer la tijera. La excitación y la calentura empezó a crecer hasta que las dos amigas se corrieron.
Levantándose, fueron a la ducha, alli tenía preparado Ana una botella de cava y se lo vertió parte en los pechos y fue cayendo hasta la boca de Adriana que la abrió para recibir tan delicioso néctar repitiendo la operación ella, se volvieron a amar bajo el chorro de agua caliente, terminaron de ducharse y el fin de semana continuó, un tiempo de sexo y lujuria, a partir de esos días de vino y sexo ya no serían solo amigas sino también amantes.
Este relato es imaginario pero va dedicado a mi amiga Andrea(Adriana), que espero que le gusta el relato, si quereis podeis escribirme a: