Fin de semana en la playa
Arturo viaja hasta el puerto de Acapulco en donde se deja llevar por la música, la pasión y un mundo lleno de excitación.
FIN DE SEMANA EN LA PLAYA.
Mi esposa y yo decidimos irnos de fin de semana al puerto de Acapulco, salimos un viernes por la tarde llegando a Acapulco después de las 8 de la noche una vez instalados en el hotel y viendo que la noche apenas comenzaba decidimos salir a dar un paseo por la costera para buscar un lugar donde divertirnos un rato, mi esposa se cambio de ropa vistiendo una falda arriba de la rodilla y una blusa que sin ser muy escotada dejaba ver bien el nacimiento de sus senos, debajo de esa ropa se coloco una breve tanga en color blanco y un sostén de media copa que realzaba sus apetitosos pechos, nos dirigimos a la zona del Acapulco tradicional y entramos a un piano bar para escuchar música al mismo tiempo que tomábamos la copa, sin prisa y tratando de pasar un rato agradable comenzamos a platicar después vimos que algunas parejas bailaban en un pequeño espacio al lado del piano e invite a mi esposa a bailar.
Ella acepto y comenzamos a bailar al compás de una melodía romántica, por lo que bailamos abrazados, la cercanía de nuestros cuerpos, el calor y las bebidas ingeridas provocaron que comenzamos a excitarnos, mi esposa al sentir que mi verga comenzaba a reaccionar se pego aun mas a mi y me pregunto que si quería que ya nos fuéramos, yo le respondí que no, que siguiéramos bailando, después nos fuimos a sentar y pedimos otras copas, mientras tomábamos nuestras bebidas comencé a tocar las piernas de mi esposa quien abrió ligeramente las piernas para que pudiera tocar la parte interior de sus muslos, después me pidió que nos fuéramos de ahí, pues se sentía excitada y ese no era un lugar muy propició para cachondear.
Cuando salimos le pregunte a mi esposa que si ya quería que nos fuéramos al hotel y ella me respondió que no, que mejor fuéramos a algún otro lugar donde bailar y cachondear, nos dirigimos a unos locales que tienen forma de palapa y en los cuales tocan música para bailar y tienen acceso a la playa, por lo que colocan mesas también del lado de la playa, pedimos una mesa del lado de la playa y pedimos también una bebidas bien frías pues a pesar de la hora se sentía mucho calor, mi esposa me pidió que volviéramos a bailar, la tome de la mano y nos dirigimos a un espacio que estaba habilitado como pista de baile y comenzamos a bailar nuevamente, esta vez al ritmo de música tropical, después volvimos a nuestra mesa para descansar un poco, tomar nuestras bebidas y pedir otras, mientras tomábamos nuestras bebidas y esperábamos que iniciara nuevamente la música vimos que algunas parejas se alejaban de la zona de mesas y se acercaban a la playa, ya que esa parte estaba menos iluminada, pusimos un poco mas de atención y vimos que a lo que se dirigían era a cachondear, aprovechando la penumbra, mi esposa me comento que ella ya había notado que algunas de las mujeres solo llevaban un pareo sobre el bikini, por lo que imaginamos que ya en la oscuridad los fajes que se darían serian de campeonato, mientras comentábamos esto, yo volví a tocar las piernas de mi mujer, quien volvió a abrir las piernas para que yo pudiera meter mi mano entre sus muslos y subir poco a poco hasta llegar a tocar su tanga, la cual hice a un lado para poder tocar la vagina, la cual comenzaba a humedecerse por la platica y las caricias, mientras tanto la música había comenzado nuevamente y esta vez en lugar de música tropical tocaron algunas baladas, por lo que mi esposa y yo volvimos a bailar bastante juntos y yo volví a excitarme al sentir los senos de mi esposa, comencé a bajar mis manos para tocarle las nalgas y ella se pego aun mas para sentir la dureza de mi verga que comenzaba a reaccionar, luego de bailar un rato volvimos a sentarnos y a seguir tomando, mientras tanto note que mi esposa aun bailando no perdía detalle de lo que hacían las parejas que se dirigían a la parte de la playa, le pregunte que si deseaba ir y me contesto que solo acercarse un poco, nos levantamos y caminamos rumbo al mar, vimos como detrás de las sillas de playa que a esa hora estaban colocadas al revés las parejas se acariciaban y fajaban a gusto, pues solo levantaban levemente las cortas faldas o los pareos que portaban las mujeres para colocarles la verga entre las piernas, para no desentonar y llamar la atención comencé a abrazar a mi esposa y a tocarle los senos por sobre la blusa, ella al principio trato de evitar las caricias, pero le dije que de otra manera seria muy evidente que lo que queríamos era ver que pasaba, ella acepto e incluso dejo que le desabrochara dos botones de su blusa, para así tocarle mejor los senos, mi esposa ante las caricias y el espectáculo de las parejas en la oscuridad comenzó a calentarse, yo al notarlo le acariciaba las nalgas por sobre la falda y luego levante un poco la falda de la parte de atrás y me pegue a ella, colocando mi ya erecta verga entre sus nalgas, mi esposa comenzó a mover las nalgas y yo le saque uno de los senos para poder jugar con su pezón calentando aun mas a mi esposa, luego hice a un lado la tanga y trate de que abriera las piernas para poner mi verga en la entrada de su panocha, pero me dijo mi esposa que no podía abrir bien las piernas sin que le subiera toda la falda , pues no era muy amplia, le dije que entonces se levantara la falda, pero no acepto y me pidió que mejor regresáramos a la mesa, una vez en la mesa mi esposa me dijo que iría al baño, yo aproveche para pedir otras copas y cuando el mesero llevo las copas le pregunte que si no había problema para las parejas que se iban a las palapas de la playa y me respondió que no, que muchas parejas buscaban la oscuridad de esa zona para poder fajar a gusto y que los sábados por la noche era mayor la cantidad de parejas que buscaban ir esa zona inclusive para coger, aunque se corría el riesgo de ser visto por la policía y en ese caso había que darle un dinero a los policías para evitar ser llevados a la delegación.
Cuando regreso mi esposa me pregunto que de que platicaba con el mesero y le comente lo que me había dicho el mesero, mi esposa no dijo nada al respecto y solo me pidió que fuéramos a bailar nuevamente, mientras bailábamos ella me pregunto que si yo tenia ganas de ir a las palapas, yo le respondí que si, y me propuso volver al día siguiente, yo le pregunte que porque al día siguiente y no ir en ese momento, pero ella me respondió que con la ropa que llevaba no seria fácil que pudiéramos tener relaciones, que la siguiente noche iría preparada, yo acepte y luego de terminar nuestras copas salimos del lugar para irnos al hotel.
Ya en el coche mi esposa me pregunto que si me había quedado con ganas de seguirla tocando, yo le respondí que si y ella se levanto la falda y se despojo de la tanga abriendo las piernas para mostrarme su rasurada vagina, la cual estaba húmeda pues ella también se había calentado cuando le pegue la verga a sus nalgas, yo comencé a tocarla para seguir calentándola ya que deseaba llegar a cogérmela al hotel, ella saco uno de sus senos y comenzó a tocarse el pezón para calentarse aun mas, cuando llegamos al hotel ella se arreglo la ropa y bajamos de coche para pasar por la llave a la administración, ya con la llave de la habitación no dirigimos a la escalera en donde mi esposa volvió a levantar su falda para subir mostrándome sus nalgas, en cuanto entramos a la habitación mi esposa se desnudo por completo y saco mi verga para comenzar a mamarla, pues según ella se había quedado con las ganas de darme una mamada mientras estábamos en la playa, yo me despoje de mi ropa y lleve a mi esposa a la cama en donde la tendí de espalda y abriéndole las piernas comencé a mamarle su rica y mojada rajada, ella no tardo mucho en tener su primer orgasmo luego del cual me pidió que ya se la metiera pues estaba muy caliente, yo no espere mas y de inmediato le clave la verga en su mojada panocha, mi esposa comenzó a moverse y a gemir pidiendo que se la metiera hasta el fondo, yo apure los movimientos de entrada y salida para darle el placer que ella me pedía, luego de un rato descansamos unos momentos y a mi esposa se le ocurrió quería que me la cogiera en el balcón de la habitación mientras veíamos la bahía, de manera que se coloco una blusa larga y se recargo del balcón dejándome sus nalgas listas parta que me la cogiera desde atrás, yo le levante la blusa y le volví a clavar la verga para continuar cogiéndomela hasta que después de un rato terminamos los dos en un rico orgasmo que nos dejo satisfechos y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente nos dedicamos a tomar el sol y disfrutar de la playa y después de la comida mi esposa me pidió que la llevara a comprar lo necesario para ir por la noche a bailar, fuimos a una de las plazas comerciales que hay en el puerto y luego de llegar me pidió que la dejara ahí y que ella regresaría en taxi.
Regrese al hotel y me dirigí a la alberca para mitigar un poco el calor que se sentía y esperar a que regresara mi esposa, después de 2 horas se asomo mi esposa por el balcón de nuestra habitación para avisarme que ya había regresado. Salí de la alberca y me dirigí a la habitación, de inmediato le pregunte a mi esposa que es lo que había comprado pues solo vi una bolsa pequeña con el logotipo de una tienda de ropa de playa, y por lo regular cunado mi esposa sale de compras regresa cargada de bolsas, ella me dijo que no fuera curioso y esperara a la noche para ver lo que había comprado, mientras tanto ella se puso su traje de baño y me pidió que fuéramos a la alberca pues tenia mucho calor, yo la acompañe a la alberca y cuando empezó a oscurecer salimos del agua y nos fuimos a dar un baño para prepararnos para esa noche.
Mi esposa insistió en bañarse primero por lo que yo prendí la tele para distraerme un rato, luego al salir ella me metí a bañar yo mientras mi esposa se arreglaba, al salir del baño vi a mi esposa ya vestida con un sujetador que realzaba bien sus senos, una tanga y una pequeña falda que apenas le llegaba debajo del nacimiento de las nalgas, cuando le pregunte si estaba lista para irnos a bailar me contesto que si y tomo un saco para cubrirse y al mismo tiempo no salir del hotel con solo el sujetador, que aun cuando era tipo top no dejaba de ser bastante revelador, una vez que nos subimos al coche mi esposa se despojo del saco y me pregunto que como se veía, yo le respondí que se veía muy sexy y que con la faldita que llevaba puesta no podría negarse a que me la cogiera en la playa, ella me respondió que esa era la idea que tenia y para facilitarme las cosas me mostró que la tanga que llevaba tenia una abertura que haría posible que la pudiera penetrar sin que ella se despojara de la tanga.
Cuando llegamos al sitio donde estuvimos la noche anterior notamos que a pesar de ser temprano había mas gente que el día anterior, por lo que esta vez solicitamos de inmediato una mesa en la zona que da a la playa y cuando nos dirigíamos a esa zona vi al mesero que nos atendió la noche anterior, quien de inmediato nos ofreció una mesa en la zona que el atendía, pedimos nuestras bebidas y mientras esperábamos a que comenzara la música para bailar le pregunte a mi esposa el porque de la tanga que se había comprado, y ella me respondió que el imaginarse cogiendo en la playa la había calentado demasiado y no quería quedarse con las ganas y por eso compro una tanga con la cual la pudiera penetrar sin necesidad de quitársela.
Comenzamos a tomar nuestras bebidas y luego nos dirigimos a bailar una rato, yo a propósito hacia girar a mi esposa para que la falda que llevaba se levantar un poco y se pudiera ver el nacimiento de sus ricas nalgas, ella al principio me pedía que no la hiciera girar, pero cuando le comente que al estar el lugar a media luz, no seria muy notorio que la falda se le levantaba levemente, y que los que estuvieran atentos pues se podrían recrear la vista con sus nalgas.
Mi esposa al pensar que podrían verle las nalgas comenzó a excitarse y permitió que la hiciera girar para que la falda se levantara, cuando regresamos a la mesa coloque mi silla junto a la de mi esposa y comencé a tocarle las piernas subiendo mi mano hasta encontrar su tanga, aprovechando la abertura de la misma para poder introducir mi dedo en la mojada vagina de mi mujer, quien abrió las piernas para permitir que mi dedo entrara mas fácilmente, yo comencé a meter y sacar el dedo provocando que mi mujer comenzara a gozar con mi dedo dentro de su ya muy mojada rajada, para evitar que mi esposa se fuera a correr con la masturbada que le estaba dando saque mi dedo ante las protestas de ella que quería seguir disfrutando, pero yo le comente que si seguía excitándola así terminaría por venirse y después tendría que ir al baño para evitar que sus jugos le escurrieran por las piernas, ella acepto y yo le propuse seguir bailando un rato mas para esperar a que las primeras parejas se dirigieran a la playa.
Después de bailar un rato y tomar varias rondas de bebidas le dije a mi esposa que fuéramos a la playa, ella acepto de inmediato y caminamos hacia la parte menos iluminada, una vez que llegamos buscamos un lugar donde estar a gusto y comencé a tocarle los senos, ella se levanto levemente la falda y me pidió que le tocara su rajadita que ya estaba húmeda, yo introduje un dedo en la rajada de mi esposa y me di cuenta que estaba bien lubricada, le pregunte que a que se debía que estuviera tan mojada y mi esposa me señalo con la mirada hacia una pareja que estaba unos metros delante de donde estábamos nosotros, dicha pareja ya estaba en pleno agasajo, pues la chica tenia las senos fuera del sostén y se había despojado de la tanga, por lo que solo estaba cubierta con el pareo y su pareja estaba cogiéndosela descaradamente, levantándole una pierna para facilitar la penetración, ella mientras tanto se recargaba de una de las sillas de playa, la chica trataba de no llamar mucho la atención, pero sus gemidos eran perfectamente audibles para los que nos encontrábamos cerca, al ver a aquella pareja entendí de inmediato por que mi esposa se había mojado, en seguida comencé a frotar el clítoris de mi esposa para excitarla aun mas y después ella saco mi verga del pantalón y comenzó a acariciarla para ponerla a tope, una vez que sintió mi verga bien dura se volteo hacia mi y levantándose la falda se coloco mi verga en la entrada de su rajada, frotándosela contra su clítoris hasta conseguir su primer orgasmo, aprovechando su calentura yo le saque uno de los senos del sostén y comencé a sobarlo endureciendo el pezón, mi esposa comenzó también a gemir y a pedirme al oído que ya le metiera la verga, yo no tuve mas que empujar un poco para penetrarla, llegando de inmediato hasta el fondo de su mojada vagina, luego ella levanto una de sus piernas para pasarla por mi cintura y colgarse de mi cuello para poder mantener el equilibrio, yo aproveche para levantarle la falda y dejar a la vista sus apetecibles nalgas, mi esposa comenzó a gemir y a pedirme que nos recostáramos sobre la arena para poder coger mas a gusto, yo la recosté sobre la arena, pero en lugar de acostarme junto con ella, lo que hice fue quitarme el zapato y comencé a pasar mi pie por su vagina, mi esposa al ver lo que hacia yo, abrió las piernas y se acomodo de manera que comencé a meter la punta del pie dentro de su mojada vagina, ella abrió aun mas las piernas y se comenzó a tocar el clítoris para excitarse y permitir que le entrara mas mi pie, finalmente y después de varios intentos pude meterle el pie en su vagina, mi esposa comenzó a gozar con la cogida que le estaba dando con el pie hasta que logro un nuevo orgasmo y se levanto para pedirme que descansáramos un rato ya que la penetración le resulto muy excitante pues nunca se le había ocurrido que le pudiera yo meter el pie y hacerla gozar como lo acababa de hacer, después de esto nos regresamos nuevamente a nuestra mesa y pedimos otras bebidas para refrescarnos, mi esposa seguía excitada y yo también por lo que me pregunto que si deseaba volver a ir a la playa, yo le dije que no, que prefería que nos fuéramos al hotel para poder disfrutar con mayor comodidad, pues como aventura había sido bueno el ir a la playa y que ella disfrutara de la penetración, pero para poder coger a gusto lo mejor era el hotel.
Pedimos la cuenta y salimos del lugar para dirigirnos al hotel en el cual estábamos hospedados, durante el camino mi esposa continuo tocándose el clítoris para mantener su excitación y al llegar al hotel bajo del coche tal como estaba vestida y no dirigimos a solicitar la llave, una vez en las escaleras de nueva cuenta volvió a subir delante de mi para que yo pudiera apreciar sus apetitosas nalgas, una vez dentro de la habitación mi esposa volvió a sacar mi verga y comenzó a mamarla para terminar de ponerla erecta y luego se acostó en la cama abriendo las piernas para mostrarme que su vagina estaba completamente mojada y lista para recibirme, yo me desvestí rápidamente y sin perder tiempo le clave la verga a mi esposa hasta el fondo para comenzar a cogérmela con movimientos de entrada y salida a un ritmo lento, mi esposa se despojo del top que usaba como sujetador, liberando sus senos, los cuales comencé a mamar para que así mi esposa pudiera gozar mas intensamente, después de un rato decidimos cambiar de posición colocándose mi esposa apoyada en pies y manos para ofrecerme sus ricas nalgas, yo me situé detrás de ella y volví a meterle la verga bombeando esta vez con fuerza para que mi esposa sintiera mi verga hasta el fondo de su mojada vagina, ella por su parte comenzó a acariciarse la vagina tocándose el clítoris para darse mas placer hasta que después de un rato de estar gozando mi esposa alcanzo un prolongado y abundante orgasmo urgiéndome a mi para terminar ya que solo le faltaba sentir mis tibios mocos dentro de ella para quedar totalmente satisfecha, yo al escuchar sus gemidos e placer por el orgasmo alcanzado no tarde en derramar todo el contenido de mis inflamados huevos dentro de la vagina de mi mujer, quien al sentir la volvió a suspirar satisfecha dejándose caer sobre la cama, después de descansar un rato nos dimos un bao y nos dispusimos a dormir para regresar al día siguiente a la Cd. de México.