Fin de semana en Hidalgo

Hola a todos, desde hace algún tiempo tengo ganas de contarles algo que me ocurrió el año pasado y por fin encontré un poco de tiempo libre para hacerlo, por cuestiones prácticas voy a cambiar los nombres de las personas involucradas así como, el nombre de los lugares donde sucedió todo.

El año pasado recibí una llamada telefónica de mi amigo Daniel, pidiéndome que lo apoyara en un problema en el que se había metido por falta de paciencia, dicho problema en cuestión fue algo estúpido y no vale la pena comentarlo aquí, pero mientras solucionábamos la situación apareció el motivo de este relato.

Una linda mujer de 39 años (en ese entonces), más alta que el promedio (1.75 cm aprox), ojos verdes y algo pasada de peso, lo cual le agregaba un gran y sexy trasero y un par de enormes tetas, lo primero que me fascino de esta mujer fue su sonrisa sincera, después de las clásicas presentaciones terminamos mi amigo ella y yo en un café de la condesa platicando de banalidades, durante toda la plática pude observarla detenidamente y momentos después mis sospechas fueron confirmadas.

Ana era hija de padre mexicano y madre europea, lo que le daba un toque más llamativo a la gordita, obviamente Daniel no dejo de hablar en toda la noche y no tuve oportunidad de establecer una conversación mas intima con Ana, consiguiendo únicamente su dirección de correo electrónico al despedirnos.

Después de ese día nos pasamos horas enteras platicando por el Messenger y así pude saber que era soltera, el prototipo de hombre por el que se sentía atraída y los motivos de su soltería, algunos días después de conocernos volvimos a salir pero esta vez solos, pasamos toda la noche charlando en un famoso restaurante de insurgentes. Al pasar a dejarla a su hogar me comento que tenía que salir para Hidalgo el fin de semana dado que tenia casa ahí y me pregunto que si quería acompañarla, esta de mas decir que acepte pensando en las posibilidades que podrían surgir.

Al cabo de algunas horas de estar manejando y platicando llegamos por fin a su casa, un lugar solitario, rustico y bastante apacible, después de revisar que toda la casa estuviera en orden nos sentamos a comer y a tomar algunas copas, como se pueden imaginar después de media botella de vodka los sentidos ya estaban alterados y la noche había caído, fue entonces cuando decidimos pasar a su habitación "a ver televisión un rato", estando los dos acostados ignoramos totalmente la caja idiota y comenzamos a besarnos lentamente, mientras mis manos recorrían su cuerpo pudiendo constatar el gran tamaño de sus tetas, al mismo tiempo ella comenzó a pasar su mano por mi pecho bajándola hasta mi verga que ya estaba a mil y pidiendo ser liberada.

Antes de que pudiera desabrochar su blusa me tomo por las manos y me dijo "espera tengo algo para ti" y se metió al baño, mientras la esperaba decidí prender un cigarro. Nunca a mis 24 años había visto algo mas encantador atravesar una puerta, se había quitado toda la ropa y la había cambiado por un baby doll color rosa dejando sus pezones a la vista bajo esa tela semitransparente, pude observar también ese sobre peso el cual me bloqueaba la vista de su coño.

Antes de que pudiera reaccionar se sentó en la cama junto a mí y comenzó a besarme mientras me desabrochaba el pantalón, mis manos se apoderaron de esas tetas que me había cautivado desde un principio y comencé a lamerlas sobre la tela mientras que con la otra mano recorría la enormidad de su trasero, antes de que comenzara a bajarme el pantalón le di la vuelta y la recosté de espaldas en la cama y comencé a bajar lamiendo su pancita y deteniéndome a ratos en su ombligo.

Tome una de sus piernas y alzándola a la altura de mi rostro y comencé a morder lentamente su entrepierna, (siempre he considerado esta parte la más suave y deliciosa de las piernas de una mujer) subí hacia su rodilla lamiendo y mordiendo la parte trasera de esta, y de nuevo comencé a bajar hacia su coño, fue cuando pude notar a la perfección su coño depilado ya que la parte baja del baby doll era cola – less. Su coño totalmente depilado me idiotizo y poco a poco comencé a comérselo, tomando su clítoris suavemente entre mis dientes, como negar que era exquisito, y pronto comencé a jugar con mis dedos aparte de mi lengua, en ese momento recordé el cigarro que había prendido y se me ocurrió una idea, tome el cigarro y después de tranquilizarla un poco y pedirle que confiara en mi comencé a hacer círculos con él sobre su clítoris a una distancia prudente para no quemarla, así fui intercambiando mi lengua por el cigarro varias veces hasta que observe que su coño estaba completamente mojado y advirtiendo su orgasmo comencé a lamer con más intensidad mientras reanudaba mis embates con los dedos.

En mi mano pude sentir las contracciones de su coño mientras se corría como una cerda, gimiendo con fuerza y respirando entrecortadamente, su respuesta después de recuperar el aliento fue tumbarme sobre la cama y comenzar a comerme la verga, nada me había preparado para esto ya que la habilidad concedida por los años era increíble y en poco tiempo me tenía a punto de correrme.

Con la voz entre cortada por el esfuerzo de contenerme le hice saber que pronto me haría acabar y su respuesta con mi verga dentro de su boca fue "termina, me gusta su sabor", he de reconocer que era la primera vez que escuchaba esas palabras y termine por regar su boca, mientras ella seguía comiéndomela sin parar.

Las ventajas de la edad me hicieron reponerme de inmediato, mientras ella poniéndose en cuatro me dijo "métemela cabrón me tienes a mil", poniéndome detrás de ella y tomando su enorme culo entre mis manos comencé a penetrarla lentamente, vaya suerte la mía, era multiorgasmica ya que a los pocos minutos de estarla penetrando comenzó a venirse de nuevo, esta vez gimiendo más fuerte y meneando su delicioso culo.

Y cuando creía que mi suerte no podía llegar aun mas lejos volteo a verme y con una tímida sonrisa y totalmente ruborizada me dijo "¿te gustaría metérmela por el culo?", dudo que exista un hombre sobre la tierra al cual le incomode esta pregunta y sin responder a su pregunta comencé a lamer su culo aprovechando que seguía en cuatro, mis manos abrieron ese par de nalgas y mi lengua comenzó a pasar lentamente por ese pequeño agujero, Ana al sentir la humedad de mi lengua dio un pequeño respingo pero después recostó su cara contra el colchón y me dejo hacer.

Después de algunas lamidas e intrusiones de mi lengua en su agujerito mis manos hicieron presencia y lentamente le metí un dedo para empezar a dilatarla, mientras ella gemía en voz baja y contoneaba lentamente su trasero introduje otro dedo ayudándome por su conteo.

Cuando pude introducir otro dedo con facilidad retire mi mano y la penetre por el coño para lubricar mi verga y después la puse en la entrada de su culo, antes de que pudiera penetrarla me dijo "espera" y levantándose nuevamente sobre sus manos empezó a recular a la vez que se iba penetrando ella sola.

Al sentir sus nalgas pegadas a mi abdomen baje una mano y empecé a jugar con su clítoris, mientras la velocidad de mis embestidas aumentaba así como la de mi mano comenzó a gemir y a incitarme "anda cógeme el culo, soy tu perra, vamos papi cógeme fuerte, dale cabrón destrózame el culo" obviamente aumente la velocidad mientras sentía el calor de su culo aprisionando mi verga, cuando comencé a sentir los espasmos, no sé si fue un orgasmo anal ya que nunca le pregunte pero mientras se corría me dijo "termina en mi culo, me encanta sentirme llena" acto seguido explote llenándole los intestinos de leche caliente.

Ya estando los dos acostados recuperándonos comenzamos a platicar de otros temas mientras fumábamos y terminábamos los respectivos vasos.

Al otro día salimos y pude conocer a algunos amigos de ella mientras observaba que le costaba trabajo caminar o sentarse.

Bueno este es mi primer relato espero que les haya gustado, en cualquier caso agradecería sus opiniones al respecto, mi correo es: da_mn_bastard@hotmail.com, este relato es 100% verídico y solo he cambiado los nombres de los protagonistas así como el de los lugares donde estuvimos, en cuanto el tiempo me lo permita volveré para contarles lo que ocurrió después.

Mil gracias por su atención.