Fin de semana en el lugar de trabajo

Una pareja, un trabajo, una casa de momento para ellos sólos, 3 inquilinos más y un día aciago para él. (Fin de semana de trabajo. Revisited.)

Ellos son una joven pareja del sureste español, que por motivos de trabajo él tiene que desplazarse a Madrid a trabajar de jefe de unas importantes obras.

Ella tiene 33 años, los lleva muy bien, es rubia con ojos azules, con un cuerpo macizorro, con un buen culo y unos buenos muslos, con unas tetas duras de las que te caben en la mano.

Él se define como un chico al que le gusta el deporte de forma ocasional notándose en su cuerpo cuando lo practica.

El caso es que por motivos de trabajo él fue destinado a un pequeño pueblo de las afueras de Madrid, allí tenía que estar dos meses trabajando como jefe de obra, para dicho trabajo la empresa le proporcionó una buena vivienda, dentro de parcela con todas las comodidades.

Se trataba de la construcción de una importante obra pública, en la que el tiempo andaba muy justo, debido a que para que la empresa adjudicataria cobrara unas buenas comisiones, tenían que terminar las obras en un tiempo récord o en el caso contrario pagaría multas por retraso.

Un fin de semana que él tenía libre, invitó a su pareja a que fuera con él a la vivienda, pues hacía tiempo que no se veían y así aprovecharían y pasarían unos días juntos.

Ese viernes subió ella con ganas de ver a su marido, debido a que era invierno subió con ropa del tiempo, bien abrigada, aunque cuando llegó pudo comprobar que la vivienda se encontraba bien acondicionada, por lo que pronto se despojó de la ropa más pesada.

Trajo su mejor ropa interior, tratándose de una medias y braguitas blancas de encaje y de un sujetador que dejaba perfectamente entrever sus pezones y la forma de sus preciosas tetas.

Esa misma tarde salieron y cenaron fuera, y como es lógico cuando llegaron aprovecharon y nada más cerrar la puerta se desvistieron por completo y lo hicieron en todos los rincones de la casa.

Al día siguiente, sábado, él recibió una llamada de la oficina indicándole que si no le importaría acoger en la vivienda durante unos días a unos obreros, mientras que se pudiera encontrar otro lugar para ellos, él se enojó muchísimo con la situación dado que no podía indicar que la vivienda estaba siendo utilizada para sus fines privados, por lo que negó la petición.

A los diez minutos recibió otra llamada de uno de los jefes de la empresa pidiéndole que por favor, accediera y que sólo sería cuestión de días, a lo cual no tuvo más remedio que acceder.

Tras esta llamada le indicó lo sucedido a su mujer, y a ella también le molestó, pero pronto y tras un buen almuerzo olvidaron lo ocurrido, seguidamente siguieron de compras por la zona y al mediodía volvieron a la vivienda para hacer la comida allí y pasar la tarde juntos.

Nada más llegar encontraron varios coches aparcados junto a la puerta de la vivienda, habiendo olvidado las llamadas de la oficina de la mañana.

Cuando abrieron la puerta se encontraron que está no estaba cerrada, recordando de inmediato cuál era la situación.

Pasaron junto a la cocina y vieron que había 3 hombres que estaban tomando unas cervezas y hablando muy fuerte.

Él se presentó como su jefe, a lo cúal ellos de forma muy educada hicieron lo mismo dejando las cervezas de inmediato.

Ella se encontraba tras él, por lo que ellos tardaron un momento en percatarse de su presencia, sin embargo fue una alegría para ellos cuando esto sucedió.

Le indicaron que habían estado intentando encontrar vivienda y que tras haber localizado una, su dueño se echó para atrás, dejándoles en la calle.

El caso es que tras las presentaciones, ambas partes siguieron con lo suyo.

La pareja se refugió en su dormitorio, comentando que lo mejor sería que salieran un rato y comieran fuera y que luego pasaran la tarde-noche fuera de la vivienda, así que eso hicieron.

Los obreros al parecer también hicieron lo mismo, dado que tras la cena se encontraron en una bolera cercana.

La pareja estaba jugando unas partidas, y ellos nada más llegar se dieron cuenta de que también estaban allí sus compañeros de vivienda.

Pronto cogieron una mesa, y pidieron una rápida cena con cervezas.

La pareja no se dio cuenta de que ellos coincidieron también en la misma bolera, así que siguieron su juego.

Cada vez que le tocaba jugar a la chica, al agacharse a coger la bola, se notaba como su culo se marcaba en los pantalones de forma ostentosa, quizás por el tanga que llevaba puesto, las nalgas vibraban con sus andares, y se ponían duras cuando recogía las bolas.

De igual forma sus tetas se meneaban como cántaros, cuando realizaba este movimiento, bamboleando a ambos lados, al compás de sus movimientos.

Era el lanzamiento de la bola lo que hacía que su cuerpo vibrara, no quitándole ojo de encima los obreros a la chica, empezando a bromear sobre ella, desde dónde se encontraban.

La noche pasó y la pareja llegó antes a la vivienda, y viendo que se encontraban solos y con la excitación de poder ser pillados in fraganti, el pronto metió las manos bajo la blusa de ella, apretando las tetas sobre el sujetador y agarrando fuertemente su culo, masajeando desde atrás hacian adelante sus muslos para concluir en su entrepierna, la cúal empezó a humedecerse de gusto y del morbo de la situación.

Ambos se metieron en la cama de uno de los dormitorios adyacentes al suyo, mientras que él la besaba y mordisqueaba en los pezones, ella gemía y le cogía la cabeza para dirigirla a su coño con el fin de que pudiera lubricarlo bien y prepararlo para recibir los pollazos que sabía que recibiría aquella noche.

Él dirigió la punta de su polla al coño de ella, el cúal estaba ya abierto, pudiéndose ver perfectamente sus carnosos pliegues interiores.

Ella cogió la polla y se la metió de golpe, como deseando ser penetrada al momento, sin más demora.

Así que empezaron a follar en la cama de esa habitación, gimiendo y retorciéndose de gusto, sudando y chillando de gusto, sus cuerpos se empaparon en sudor y probaron en distintas posiciones, apretando los duros pechos y pezones de su esposa cuando ésta se ponía en cuclillas sobre él, no olvidando que en cualquier momento se podrían presentar el resto de inquilinos de la vivienda.

Entre las prisas, olvidaron cerrar con llave la puerta de la vivienda para evitar visitas inesperadas, por lo que un ruido en la puerta les alertó, cogiendo toda la ropa y huyendo de inmediato a su dormitorio.

Allí quedaron un rato callados para ver que ocurría, al cabo de unos segundos, entreabrieron la puerta, observando que era una falsa alarma, aquello les excitó aún más, y ella pensando que podían haber sido pillados desnudos y sudando, se excitó aún más.

Por lo que se puso de rodillas y cogiendo con ambas manos los muslos de él, se metió la polla en la boca, chupando y jugando con sus labios y lengua toda su extensión, metiéndosela y sacándosela a un ritmo frenético, como si su boca se hubiera convertido en un jugoso coño.

El a punto de correrse, la cogió de los pelos y le dijo:

"Eres una zorra, te voy a follar como nunca. Esta noche eres mi puta y vas a hacer todo lo que yo te diga".

Ella respondía:

-"Quiero que me folles, soy tuya"

Allí estaba ella totalmente desnuda tras la puerta de la habitación, arrodillada en el suelo tragando polla, y él de pie cogiéndola del pelo, haciéndole mamar su nabo.

De pronto, la cogió de las axilas y la levantó tirándola sobre la cama, nada más caer quedó con las piernas abiertas, a lo que él se tiró encima y le metió la polla bien dentro, haciéndole dar pequeños gritos y aumentar su respiración, mientras con sus manos apretaba más y más sus tetas y la sobaba el culo.

Ella cambió la posición y se situó a cuatro patas, indicando que la follara más, que quería más.

-"Venga fóllame antes de que venga nadie y nos pille así."

-"Eres una verdadera zorra, estás caliente por qué venga alguien. Te voy a follar si, pero el culo, prepárate que te lo voy a estrenar".

El culo de ella empezó a vibrar, él se ensalivó los dedos y se los fue metiendo poco a poco, ella agachó más la cabeza y subió las caderas, acelerando el ritmo de su respiración.

Cuando ya lo tuvo preparado el apuntó su nabo a punto de estallar en su culo, metiendosela de forma firme pero interrumpida, finalmente la tenía dentro.

-"Ohhh, que gusto, fóllame el culo venga dame por el culo"

A lo que empezó a mover la cintura con movimientos que la hicieron correrse, chorreando sus muslos de placer.

Mientras esto sucedía, los obreros entraron en la casa sin que ellos se percataran de que ya habían llegado, así que al pasar junto a la puerta de la pareja, oyeron unos ruidos por lo que intentaron entrar para ver que pasaba, así que abrieron la puerta y uno de ellos pudo ver a la pareja desnuda y sudando, ella de forma totalmente sensual completamente abierta a cuatro patas y a él con la polla en su culo.

La pareja se quedó helada, pero él actuó como un resorte cubriendola a ella con la ropa que pudo y echando de la habitación al impertinente que los pilló en el acto.

De pronto fueron a la ducha y comentaron alterados lo sucedido, tratando él de quitarle importancia pues posiblemente no pudiera ver nada de lo ocurrido dado que actuó muy rápido y tapó a la chica de inmediato.

El obrero dado que conocia la posible reacción que pudieran tomar sus compañeros, no mencionó nada de lo ocurrido, y tras salir el marido de la habitación tuvo una pequeña conversación con él, aclarando todo de forma breve, pues quedó muy claro que dependía su puesto de trabajo si contaba algo de lo ocurrido.

Esa noche los obreros fueron pronto a acostarse a sus respectivos dormitorios, como era una casa acomodada al invierno, no necesitaban pijamas, así que prefirieron dormir en slips.

El sueño apareció pronto en los habitantes de la vivienda.

El obrero que vió lo sucedido, tras quedar en vela por lo ocurrido y recordar la escena, no tardó en echarse mano al nabo y sacarlo de sus calzoncillos con el fin de aliviarse de la tensión de aquella noche.

En torno a la 1:00 h sonó el móvil de él, "¿Quién es?", "oye tienes que venir para la obra pues la lluvia de esta noche ha causado daños y estamos verificando lo ocurrido", él indicó que era imposible poniendo la excusa de que tenía había dejado el coche en el taller ese fin de semana y que no tenía con que desplazarse, mala excusa, pues pronto le recordaron que tenía compañeros en la vivienda y que si pedía un coche no le podían negar su uso.

No tuvo más salida, así que con una rabia incontenible tuvo que acceder.

Las llaves del coche, las pidió al obrero que vió la escena, y le dijo que no dijera de nuevo, nada a nadie del coche, accediendo a no contar nada de nada.

Entró de nuevo en su habitación para despedirse, y ella le dijo que no se preocupara y que seguro que no sería nada grave, así que pronto volvería, y que dejaría la luz de la mesilla encendida para así no tener miedo.

Tras salir, ella cerró la puerta de la habitación sin embargo esta no tenía pestillo y tampoco encajaba bien, así que quedaba un poco entreabierta.

Con los nervios, ella no pudo dormir, así que silenciosamente salió de la habitación para beber un poco de agua, pues hacia calor con la calefacción.

Para ello pasó por las puertas de los dormitorios de los demás pudiendo comprobar que dormían a pierna suelta, y fijándose sin querer, en el paquete de los durmientes, pues al quedar en slips, sus penes quedaban perfectamente marcados.

Justo cuando pasó por la puerta del obrero que vió lo ocurrido, quedó un rato escondida pues el bulto que este tenía, todavía por la excitación, era importante…..

(Continuarᅅ…)