Fin de semana en Alicante
En esta ocasión soy yo, Gaby, en lugar de Raúl, quien narra la historia que sucedió un fin de semana que fuimos a casa de unos amigos de Alicante llamados Luís y Laura. Espero hacerlo bien, con la supervisión de Raúl.
Durante los últimos coletazos del verano fuimos a casa de unos amigos, que también son liberales, a disfrutar de un fin de semana completo con ellos.
Son una pareja curiosa porque ella es delgada pero tiene un culito respingón, aunque no grande y unos pechos gigantescos. Algo atípico para su delgadez. Él es gordito pero tiene una cosa muy interesante. Tiene una polla larga, aunque no muy gorda. No es tan gorda como la de Raúl pero sí que es más larga con lo cual se puede hacer algunas cosas interesantes y realizar algunos juegos y morbosidades que con la polla de Raúl no puedo pues aunque está bien de tamaño y es gordita, la de este chico mide, según Laura 20 centímetros. La verdad es que no se la he medido nunca.
Lo que más me gusta es meterme las dos pollas a la vez dentro de la boca, la de Raúl y la de Luís, aunque a Raúl no le ilusiona demasiado sentir la polla de otro hombre junto a la suya, pero a mí me pone mucho meterme las dos a la vez, me pone muy cachonda.
A la otra chica, Laura, lo que le encanta es que Raúl se la folle por el coño mientras que su marido se la folla por el culo, porque como la polla de Raúl es más gorda que la de su marido dice que le da mucho placer.
Ella es bisexual, yo no, aunque no tengo problemas en que me toque o chupe una mujer, pero no me gusta comer coños. Yo me vuelvo loca mientras Raúl me folla el coño, el otro chico me folla el culo y ella me come el clítoris. Aunque soy hetero, como dije, no me desagrada que me coman el coño, aunque sea chica. Esa es la postura que más le gusta a Raúl porque así, mientras me folla, de vez en cuando saca la polla de mi coño y se la mete en la boca a Laura para que se la chupe y luego, cuando está bien ensalivada, volver a meterla en mi coño.
En fin, nos esperaba un fin de semana de nudismo y placer. Así pues, tras comer, nos desplazamos hacia su casa a disfrutar del resto del fin de semana. Por suerte aún podría hacía buen clima para ir a la playa, nudista por supuesto. Puede que hasta tuviéramos suerte y a última hora de la tarde, cuando se va la gente, pudiéramos tener algún mirón o pareja de mirones para exhibirnos. Nos gusta provocar y morbosear.
Como salimos algo tarde de nuestra casa, al final, llegamos oscureciendo y no pudimos ir a la playa, pero habría tiempo al día siguiente. Llegamos y tras los saludos de rigor, las miradas de escaneando de los cuerpos de los otros y tras acomodarnos nos invitaron a ir a la piscina de los apartamentos, así nos podríamos refrescar y relajar tranquilamente, aprovechando que no había ningún vecino, pues la mayoría se había marchado por estar fuera ya del periodo vacacional habitual. Así pues nos metimos las dos parejas en el agua. Lo único que Luís, muy prudentemente, evitó encender la farola que está al lado de la piscina para poder jugar a oscuras.
Yo ya tenía puesto mi mini bañador. Un bikini de triangulitos muy pequeñitos que cubren justo mis grandes aureolas y una tanga de hilo que tiene un triangulito muy chiquitín delante con lo cual la cuerda que sale hacia detrás se clava por el coño y por el culo. Me encanta porque así es mas excitante y muy fácil de apartarla para que me la puedan meter si se tercia la ocasión. Desde luego no es un bikini para ir a una playa normal, es para ocasiones especiales.
Nada mas meternos en la piscina Raúl me acercó hacia una zona bajita, que tenía una especie de escalón para sentarse dentro del agua, y aprovechando que tenía ya la polla a tono se acercó a mi y apartando el hilo de mi tanga me la metió en el coño y comenzó a follarme. Luís no desperdiciando la ocasión se acerco y me la metió en la boca. Yo le agarré sus huevos con una mano y la polla con la otra y comencé a mamársela.
La oscuridad del lugar era propicia para realizar nuestro festín sexual y evitar problemas por algún posible vecino que pudiera quedar. Por otro lado, Laura se limitó a masturbarse mientras nos veía. Estaba con las piernas bien abiertas y masturbándose fuertemente con los dedos mientras se chupaba también los pezones de esas grandes tetas, es lo que tiene tenerlas grandes, que da juego para todo. No podíamos demorarnos mucho por el riesgo de ser descubiertos, ya que era una zona comunitaria, así que comencé a cabalgar rápido a Raúl y chupar fuerte y rápido la polla de Luís para que los dos se corrieran rápido.
Raúl la sacó de mi coño y se fue a por Laura, se la metió en la boca. Ella, sonriendo y relamiéndose, comenzó a mamársela con fuerza, tragándola bien adentro. Cuando Raúl notó que iba a correrse vino hacia mi y tras pedirle el sitio a Luís se corrió en mi boca. Luís se fue a por Laura agitando fuertemente su polla y al acercarse a su boca también descargo toda su leche en la boca de su mujer. Como debe ser, la primera corrida de cada uno para su respectiva esposa, las cuales degustaron y tragaron con placer.
Al rato salimos y nos fuimos dentro de casa a cenar, charlar y poco mas. Ese día no nos acostamos tarde ya que al día siguiente queríamos ir a la playa.
En la mañana del día siguiente, al levantarnos, nuestros amigos seguían en la cama. Tras desayunar les avisamos para ir juntos a una playa nudista que queda a unos 10 minutos caminando desde su casa. Al final solo fuimos a la playa Raúl y yo, nuestros amigos se quedaron durmiendo, decían que las 9 de la mañana era muy temprano para ser domingo.
Cuando llegamos allí no había demasiada gente por las fechas que eran, además no había casi sol y la brisa fresquita que hacía no ayudaba a que hubiera mucha gente. Por suerte la zona donde nos pusimos tenía algunas dunas y matorral que daba cierto resguardo e intimidad. Está vez no fuimos a la orilla del agua, preferimos resguardarnos del aire en las dunas.
Al rato de estar tumbados comenzó el ir y venir de algunos mirones. Muchos se acercaban algo, miraban y seguían. Solo uno se tumbó a unos 5 metros de nosotros. Puso la toalla, se desnudó y se tumbó en ella mirando hacia nosotros.
Claro desde donde estaba nos veía perfectamente de frente, así que decidimos provocar a ver qué pasaba. Abrí las piernas mostrando claramente mi coño depilado. El hombre algo mayor, comenzó a sobarse la polla ante mi invitación a mirar mi coño.
Raúl y yo veíamos como, sin ninguna vergüenza, comenzó una frenética paja, así que Raúl, viendo que la cosa se animaba me comenzó a abrir el coño con los dedos. El hombre agitó bien fuerte su polla y comenzó a correrse sobre su barriga. La verdad es que fue bastante rápido. Se levantó, cogió su toalla y pasó junto a nosotros mostrando claramente la corrida en su barriga, dijo gracias y se fue hacia el agua a limpiarse.
Poco después de que nuestro último mirón se hiciera la paja y se fuera a limpiar yo le dije a Raúl que quedé bastante caliente. Así pues, aprovechando la intimidad que daban las dunas y los matorrales, tumbé a Raúl boca arriba y comencé a hacerle una mamada mientras mi mano libre fue directa a mí coño.
En eso andamos cuando de repente un chico que iba totalmente desnudo se paró como a unos 2 o 3 metros de nosotros y se sentó en la arena a contemplar el espectáculo. La verdad es que se veia una hermosa polla entre sus piernas. Como nosotros no nos cortamos y seguí mamándosela, él tampoco se cortó y comenzó a pajearse mientras nos miraba. Me giré, lo miré y proseguí chupándosela a Raúl y cuando la tuvo bien dura me puse de culo al chico y me ensarte la polla de Raúl quedando mi culo en pompa y mi coño lleno de polla y bien expuesto hacia el chico.
Entonces comencé un vaivén de mete y saca mientras que de vez en cuando giraba mi cabeza hacia detrás para ver lo que hacía nuestro espectador a la vez que me relamía los labios con mi lengua de forma lasciva. El chico comenzó agitar más fuerte su polla y poco a poco fue apareciendo ante mi un tremendo pollón. Aquello no era una polla aquello era un cañón. El chico, al poco, se acercó y se sentó al lado de nosotros quedando pegado a escasos centímetros de mi. Entonces el chico me dijo que si quería probarla dentro de mi coño. Yo le dije que no follaba a pelo y menos con desconocidos. Él dijo que lamentaba no tener condones pensó que quizás nosotros tendríamos. Yo le dije que nosotros tampoco, pero aún así estaría encantada de probarla de otras maneras.
Raúl también flipó con el tamaño de aquella polla y me preguntó que qué pensaba hacer con ella. Yo le respondí que lo primero sería metérmela en la boca para probarla bien probada, si es que conseguia meterla toda en la boca, pues era realmente grande. Así que no tarde ni un segundo coger aquel pollón con mi mano, hacer levantar al chico y acercarlo hacia mi para comenzar a chupar y mamar aquel tronco, que con cierta dificultad entró en mi boca,mientras con la otra mano comencé a sobar esas enormes bolas que colgaban al final. Mi lengua recorría todo aquel tronco gordo y largo. Se la chupaba a la vez que con mis dos manos lo masturbaba ya que ahí había polla suficiente para todas las cosas.
Al rato de estar haciendo la faena, sin descuidar la follada a Raúl, el chico me dijo que si no me importaba que le diera más fuerte para poder correrse. Así que comencé a pajearlo fuertemente hasta que al cabo de unos minutos anuncio su inminente corrida la cual no desaproveche, juntando mis pechos y haciendo que se corriera abundantemente ellos. Raúl que estaba pendiente de todo tampoco pudo controlar mucho más tiempo la follada y comenzó a correrse, llenándome todo el coño de leche. Me tiró tanta leche que cuando me la saqué y me puse de pie comenzó a resbalar por mis piernas, así que entre risas dijimos los tres, bueno vamos al agua limpiarnos.
Después de estar un rato en el agua jugando y limpiándonos, al salir le dijimos al chico si quería apuntarse a una fiesta con unos amigos de aquí. Un pollón así no podía desperdiciarse. Este nos dio su teléfono para llamarlo por la tarde.
Cuando llegamos a casa Luis y Laura ya estaban despiertos y nos preguntaron por la jornada playera. Cuando les contamos lo que pasó no daban crédito a lo sucedido. Laura flipaba cuando yo le describía como era aquel pollón que me metí en la boca y finalmente tanto Luis como ella nos dijeron que lo invitáramos para la tarde, para el fin de fiesta.
Luis y Laura insistieron tanto que llamé por teléfono al chico, que se llamaba Pedro y le invite a que viniera a la fiesta. Esa tarde, serían las seis, apareció por la puerta. Les presenté a Pedro y después de los besos de rigor le dije a Laura que le faltaba por conocer a Pedrito. Laura se quedó sorprendida con lo de Pedrito y dijo que quién era. Entonces le baje las Bermudas a Pedro, dejándolo con la polla al aire, se la cogí con la mano, empecé a pajearlo y apareció de repente súper Pedrito.
Laura no podía creer cómo no paraba de crecer esa polla. Vino junto a mí y me ayudó a pajearlo mientras Raúl y Luis miraban sentados desde el sofá el espectáculo. Ante la majestuosidad de esa polla no pudimos evitar metérnosla en la boca y chuparla entre las dos. Ese muchacho, a pesar de ser blanco, tenía un pollón de negro de película porno. Laura no pudo evitar ir por una cinta métrica y verificó que medía unos 27 cm de largo y 18 de contorno.
Esta vez sí que nos íbamos a follar esa polla bien follada, ya que Pedro traía protección de tamaño adecuado para ese pollón y lubricación extra. Pedro sé puso un condón, lo llenó de lubricante y se tumbó boca arriba con la polla apuntando al techo. La primera fue Laura, dijo que al ser su casa era primero su turno. Se puso de pie sobre él y se la fue metiendo a duras penas, poco a poco. Parecía imposible que pudiera entrarle ese pollón en un cuerpo tan pequeño.
Yo me senté a horcajadas sobre la cara de Pedro para que empezara a comerme el coño. Parece ser que además de la polla también tenía otra cosa muy grande y era su lengua.
Raúl no pudo evitar levantarse y ponerse delante de Laura para meterle la polla en la boca, que se la empezó a chupar como una posesa y claro, Luis, como no iba a ser menos, vino y me la metió a mí en la boca.
Así estuvimos un tiempo hasta que le reclamé a Laura el sitio y le dije que me tocaba disfrutar a mí de ese pollón. Así pues cambiamos de posición y fui yo la que se metió ese pollón en el coño. Me costó mucho más que a ella, ya que mi coño es mas estrecho que el de Laura y tuve que hacerlo despacito, pero al final entró y entre el lubricante y el sube y baja mi coño se adecuó a esa polla tan grande.
Comencé a cabalgarlo, primero despacito, para acomodarme a ese pollón y ya al rato fuertemente. Raúl, al ver mi culo en pompa, sin pensárselo dos veces empezó a jugar con él, primero metiendo un dedo, luego dos y finalmente me metió su polla por el culo. Allí estaba yo ensartada por dos pollas la de Pedro en mi coño y la de Raúl en mi culo. Me retorcía de placer ensartada por dos machos. Para finalizar de rellenar Luis vino y me la metió en la boca.
Estaba gozando tanto que no tardé mucho en correrme y claro al sentir las contracciones de mi cuerpo los machos no pudieron aguantar mucho más y se quisieron correr también. Me descabalgué, junte mis pechos con los brazos y se los ofrecí para que se vaciaran sobre ellos. No tardaron nada en comenzar a correrse los tres abundantemente sobre mis tetas. Ellos me vaciaban su leche y yo les limpiaba la polla con mi lengua. Me dejaron completamente llena de leche las tetas, tanto que comenzó a resbalarme y me tocó ir a ducharme para sacarme tal cantidad de leche de encima.
Al rato, cuando volví, encontré a Laura a cuatro patas chupándole la polla a Pedro mientras Raúl le comía el coño por atrás. Luis estaba en el sofá disfrutando del espectáculo pajeando su flácida polla. Yo me senté junto a Luis, estiré mi mano y comencé a sobarle la polla con una mano mientras la otra fue a parar a mi coño y asi quedamos los dos disfrutanfo del espectáculo. Al cabo de un rato la polla de Pedro empezó a tomar vigor de nuevo así que Laura, tras ponerle otro condón, dándonos la espalda, comenzó ensartarse nuevente la polla de Pedro en su estrecho coño. Era un espectáculo mágico ver el culo de Laura en pompa y como iba desapareciendo la polla de Pedro dentro de Laura. Al poco, cuando el coño de Laura se acomodó al pollón de Pedro, comenzó a cabalgarlo con frenesí. Raúl, para no perder oportunidad, se puso delante, la cogió de la cabeza y tras meter su polla en la boca de ella comenzó a follarle la boca empujando hasta la garganta. Era fantástico el ruido que hacía la polla de Raúl en la garganta de Laura a la vez que se oían los chasquidos de la follada de Pedro a Laura.
Yo, para continuar la fiesta también, le puse un condón a Luis y me monte encima de él, clavándome su polla bien adentro y dándole.mis pechos para que me los chupara. Alli estamos las dos hembras follando a sus respectivas pollas. Raúl dejó la boca de Laura para venir a follarme la mía.
Laura parecía poseída follando aquel pollón sin parar. Pedro no aguantaría mucho más ese ritmo. Así fue, al poco, Pedro le dijo a Laura que se iba a correr y esta se desmontó, le saco el condón y empezó a agitar fuertemente su polla mientras apuntaba a su cara con la boca abierta, invitándolo a recibir alli la corrida. No tardaron en salir fuertes chorros de leche a las cara y boca de ella, cuanta leche tiraba aquel muchacho. Luis, por su parte, no iba a aguantar mucho más ya que yo también le estaba dando un buen meneo. A los pocos segundos de haberse corrido Pedro en la cara de Laura, Luis me bajó de su polla, se fue hacia su mujer y comenzó a correrse también sobre su cara y boca.
Solo faltaba Raúl, así que le cogí su polla y me la metí en la boca para chuparla fuertemente mientras con la mano le agarré bien los huevos para acelerar más aún la mamada y así ayudar a la corrida. No pasó ni un minutom cuando sin poder aguantar le vi la cara que anunciaba su inminente corrida, así que apuntando nuevamente hacia Laura, que seguía en el suelo jugando con la leche de las corridas previas, fue allí a correrse sobre ella. Laura abrió la boca indicando donde quería recibirla y Raúl comenzó a correrse dentro de ella. Laura chupo hasta sacar hasta la última gota de leche la polla de Raúl, luego jugó con la corrida de su voca moviendo su lengua en ella y la dejó caer sobre sus tetas para que yo volviera a restregarsela con mis manos. Laura, viendo tal cantidad de leche sobre ella, se acerco a mi y comenzó a restregar su cuerpo contra el mio, tetas contra tetas, llenándone también de leche de los tres machos. Estábamos las dos retozando cual culebras enganchadas, pringadas de leche, así que nos fuimos a la ducha para limpiarnos bien todo aquello. Cada una enjabonó y limpió a la otra. Se notaba la bisexualidad de Laura ya que ella se recreaba más al frotar mi cuerpo.
Tras asearnos fuimos a tomar algo a la terraza de la casa antes de partir, ya que el domingo terminaba y no tardaríamos en recoger los trastos y volver a casa. Pedro fue el primero en marcharse. Nosotros nos fuimos un rato mas tarde. La verdad es que fue un fin de semana muy movido. De vez en cuando hablamos por teléfono con Luis y Laura y también con Pedro, para saludar.
Hace tiempo que no hemos quedado, por la distancia, pero Luis y Laura sí que han quedado alguna que otra vez con Pedro. Laura no quería desaprovechar ese pollón.