Fin de semana de película (2)

Al día siguiente llegó el momento de dar la talla, se requerían ganas de ser follado por uno, dos o los que quisieran apuntarse.

Al día siguiente todo mi cuerpo estaba extenuado, casi no podía ni moverme. Félix que así se llamaba mi compañero de faena con el que ya había follado varias veces en anteriores películas me dio un toque en la puerta y entró. Venía en pelota picada y sostenía sobre sus manos una bandeja con un delicioso desayuno de zumo de naranja con tostadas de mantequilla. Aparte de ello pude ver lo hermoso de su pene fláccido con ese par de cojones colgando que me excitaba con solo verlo.

Le dije que se tapara algo aunque para que hablar. Yo me quité las sabanas y también aparecí en pelotas con la polla semi empalmada. Le di un beso cariñoso en los labios y le agradecí el detalle del desayuno.

Pasada una hora y después de ducharme y limpiarme bien todo el cuerpo del sudor de la noche pasada, bajé al salón donde me esperaba el director con Félix y dos actores mas que se habían incorporado esa misma mañana. Eran dos hombres de gran encanto, mulatos y cubanos que estaban deseando empezar a rodar. Tenían unos cuerpos bien formados de gran musculatura y unas nalgas que quitaban el hipo. Estaba deseando verlos en acción.

El director ya con todos allí reunidos nos explicó el plan de trabajo. Pensaba rodar cuatro escenas diarias durante toda aquella semana aunque le faltaba por encontrar cuatro parajes muy concretos para los polvos finales.

Todo el equipo de sonido, de audio, cámaras ,de luces, y maquillaje estaría listo al mediodía, y como aun quedaban 4 horas para empezar Alfredo, el director , de 50 años bien cumplidos nos dio tiempo libre para que nos fuéramos conociendo un poco mas los cuatro compañeros de reparto.

El tiempo pasó muy deprisa, no quisimos hacer nada en especial, nos tomamos unos refrescos, hablamos algo y después casi antes del comienzo fuimos a preparar nuestros cuerpos para la primera escena que iba a rodarse en la piscina. El primer acto comenzaba conmigo entrando casi desmayado y deshidratado en una hacienda de un rico terraniente. A mi llegada me recibe un señor alto, musculoso y bien vestido, un mulato bien formado de autentica belleza vestido con un traje de rayas grises en fondo blanco. Con mucha delicadeza me coje en brazos desfallecido y me lleva hasta una tumbona cerca de una piscina. Viéndome tan mal me da de beber algo y parece que recupero el tono y el color de cara.

Le digo como puedo agradecerle el haberme recibido. Inmediatamente se baja la cremallera y se saca un nabo que aunque fláccido da muestras de su enorme potencia.

Al instante y sin pensármelo me la meto en la boca y empiezo a chupársela con ganas, de arriba abajo, la meneo con la mano y me pongo caliente con solo tener esa polla que va poniéndose dura dentro de mi boca. Mi verga también parece reaccionar a la chupada y empieza a despertar. Dandy que así se llama el rico terrateniente me pide que me desnude en seguida, dicho y hecho, me coge la polla y la menea con ganas se me aproxima lentamente, y con cuidado el también se despelota dejando al fin todo su cuerpo a la vista que me pone caliente con solo mirarlo.

Casi en el suelo el dios de ébano se me echa encima frotando su cuerpo con el mío, sintiendo nuestras pollas en un contacto simétrico y nos comemos los labios con una intensidad casi obscena. Me agarra el trasero, yo soy más menudillo y una sola de sus manos abarca mis nalgas que agarra con ganas sin darme un respiro. No me suelta, con la otra mano que tiene libre me tienta el pecho, me toca la polla, me coge los cojones, me come enterito y me pone a cien por hora.

Me doy la vuelta y su lengua comienza a lamerme el delicioso detalle de mi ano bien rasurado para la ocasión. Empiezo a gemir y él lame cada vez con mas fuerza, su lengua es una milagrosa arma de placer, y este semi dios no descansa ni un segundo hasta que aquello empieza a funcionar e introduce su primer dedo, y luego dos, y el tercero, bien lubricado, mi culo está dispuesto y después de haberle satisfecho el nabo con una ultima mamada empieza a metérmela con cuidado y con gusto solo como un experto lo haría.

Le grito: ¡Sí, sí, ahora... fóllame... méteme tu pollón en mi lindo trasero! empezó a introducirse aquel monstruo en mi ano con suma facilidad por la dilatación sencilla de sus lametones previos. Estaba fuera de mí por el tremendo gustazo que estaba recibiendo y su verga se arrimaba a cada envestida con más fuerza golpeando a mis nalgas con sus cojones bravíos. Aprovechaba yo para meneármela con fuerza y rapidez y gozaba con su polla caliente dentro de mi culo que no quería que terminara nunca aquel polvo endiablado. Pasado un rato de follada me la puso en mi boca y empezó a chorrear su semen por toda mi cara y mi boca, lamí todo su capullo hasta limpiársela entera y otra vez se puso dura, Dandy quería mas….y yo también.

Corten! Dijo el director, la escena fue bien.