Fin de semana
El fin de semana no salió como esperaba
--"Hola cariño, ¿por dónde andas, tardas mucho?
--No, ya estoy casi llegando, diez minutos, ¿me echas de menos?
--Sabes que sí, mucho, le contesté con voz mimosa.
Santiago, que así se llama mi marido, es un hombre guapo, con buen cuerpo, sin músculos marcados, pero apetecible de mirar, de 1.80 de altura, ojos
negros, bonitos labios, pelo no muy largo, romántico, muy romántico, de hecho, cuando lo conocí pensé que era gay, vamos, un encanto!.,
y para este fin de semana, después de una semana dura de trabajo habíamos planeado no hacer nada, excepto lo que más nos gusta hacer.
Yo había llegado antes a casa, como a las ocho de la noche, piqué algo, me duché, me perfumé, y me vestí de la manera que sabía que le iba a encender, un tanga negro de encaje, sujetador a juego, las dos cosas de un tamaño mínimo, una bata de raso por encima de las rodillas, y unos zapatos de tacón que le vuelven loco.
Ya eran casi las nueve y sabía que no tardaría mucho más, de hecho, en ese mismo momento oí abrirse la puerta,
--Holaaaaa, cariño, he llegado !!
Salí de la habitación y desde arriba de la escalera le contesté,
--Hola cielo, qué tal?
Se quedó mirándome embobado, soltando el maletín del trabajo que traía en el suelo,
--Uffffffff, nena, acabo de llegar, no puedes salir así a recibirme!!
--¿no?, ah, vale, entonces me cambio
--ni se te ocurra !!!, gritó, al tiempo de subir las escaleras de tres en tres, mientras yo me reía y entraba a la habitación
LLegó hasta mí, los dos riendo, y cogiéndome por la cintura me empujó contra la pared devorando mi boca con una pasión inmensa. Luego fue bajando sus manos hasta mi culo, el cual apretó fuerte, amasándolo, abriéndolo y cerrándolo, ummm, lo sentía delicioso mientras su boca hacia un muy buen trabajo ahora en mi cuello y en mi oreja.
- ummmmmm, si cariño, ...sigue así…
-¡¡Dios, qué ganas te tengo!!
Mientras me continuaba besando y manoseando comenzó a quitarse la ropa.
Yo comencé a hacer movimientos sensuales bailando, y mostrándole mi cuerpo entero, dándome la vuelta, moviéndome, y subiendo la bata para que pudiera adivinar mi culo.
Terminó de desnudarse entero, yo me quité la bata que tiré al suelo, le empujé encima de la cama y me acosté sobre él. Empecé a besarle, nos comíamos la boca rodando uno sobre otro, sus manos recorriendo mi cuerpo desnudo.
Bajando, lamiendo su cuerpo, llegué a su polla, que ya la tenía como un mástil, y empecé a lamerla lentamente, la estaba dejando brillante de mi saliva, y
mientras lo hacía le miraba con cara de zorra perversa, viendo como eso le excitaba.
No tenía yo ni idea de que esa sería la última vez que mi boca tocaría su miembro esa noche.
En ese momento oímos que tocaron a la puerta. Nos miramos los dos, encogiéndonos de hombros, y dispuestos a no hacer caso fuera quien fuera,
no habíamos quedado con nadie. Seguimos devorándonos uno a otro, cuando volvieron a insistir con varios timbrazos de manera insistente,
--joderrrr!, quién coño será ! , ¿has pedido tú algo?
--No, pero habrá que contestar. No llamarían tanto si no fuera algo importante
.
--Mierda !!, deja, me pongo la bata y bajo, tú estás desnudo. De mala gana me levanté y bajé hacia la puerta,
-- ¿
Quién es?
--Amazon, un paquete para Laura ...., y Santiago.....
--No hemos pedido nada, contesté sin abrir la puerta-
--No lo sé señorita, me lo han dado para entregar como urgente.
--Debe haber un error, nosotros no hemos pedimos nada, contesté ya algo enfadada
-Lo que usted me diga, si quiere me lo llevo y lo devuelvo, pero tengo algo de prisa , por favor, dígame qué hago.
Joder, algo urgente, bueno, lo mejor será cogerlo y ya está, tardaré menos, pensé y me dispuse a abrir la puerta .
Cual sería mi sorpresa que al abrir la puerta y por la falta de buena iluminación dada la hora que ya era, vi como en sombras a varias personas.
Los dos que estaban primeros se abalanzaron sobre mí, uno tapando mi boca y mi nariz con un pañuelo ahogando mi grito de sorpresa,
y el otro cogiéndome de la cintura para meterme dentro de casa.
Forcejeé con ellos y chillé, pero me sujetaron firmemente, tapándome la boca para que no lo hiciera.
Al oir mis gritos bajó Santi gritando a su vez, escaleras abajo, desnudo como estaba
--ehhh!!, ¡¡¡qué pasa, qué hacéis !!!, abalanzándose sobre ellos, y sin darse cuenta que detrás de él había otro hombre que le golpeó
en la cabeza.
Me inmovilizaron y pude ver como hacían lo mismo con Santi, atándolo y empujándolo a un rincón de una de las paredes del salón. Lo dejaron
atado, amordazado, y con los ojos vendados, desnudo como había bajado.
A mí me ataron también poniéndome en la chaise longue con una bola en la boca atada con una correa por detrás, igualmente casi desnuda.
Mis pechos estaban todos llenos de mi saliva, ya que la bola me hacía babear en abundancia. Estaba muy nerviosa, y peor me puse cuando al mirar a mi
alrededor ví a los tres hombres vestidos de negro, y que nos miraban con cara de satisfacción.
Uno me cogió por el pelo haciendo que me levantara del sofá de forma brusca, y otro de ellos se me acercó y comenzó a palpar mi cuerpo mientras me
rodeaba, como comprobando la calidad de una mercancía, como si fuera un simple objeto.
--Esta puta es de muy buena calidad, la zorrita tiene carne de primera.
--jajajajajaaja!!, desde luego que sí, y parece que estaban en faena. ¿Por qué no probamos la mercancía? Total, virgen ya no es,
dijo el segundo al tiempo de pasar su mano por mi coño, por encima del tanga.
-No es una mala idea, pero antes, dejadme hacer una pequeña maldad -
dijo el tercero-, dirigiéndose a mi marido , tomándolo por la nuca y poniéndolo
en el borde del sofá con el culo en pompa.
Apuesto a que le gustará jajajaja,pásame la bolsa,
-le dijo al último-, señalándole un bolso.
Este le pasó dicho bolso diciendo –jajaja eres todo un caso!.
El hombre lo abre con una mano y saca un consolador de tamaño descomunal de su interior. Mis ojos se pusieron como platos al verlo, era inmenso,
y no solo eso sino que su grosor era considerable. Otro de ellos buscó en el bolso y extrajo de él un par de pinzas,
una cuerda negra y una bomba succionadora automática.
Tomó la cuerda y ató las dos bolas de Santi de manera fuerte en la base de su herramienta sexual, la cual, lógicamente, estaba flácida.
Luego escupió en su polla y lo embadurnó todo con su saliva y con algo de un tubo que cogió, con un movimiento que se notaba suave y delicado,
extraño en ese cabrón,
grande y con unos músculos muy marcados. Aluciné cuando ví como el masaje comenzó a surtir efecto y el pene de mi marido
comenzó a reaccionar
y poco a poco a crecer hasta quedar completamente erecto, fruto seguramente de lo que hubiera en el puto tubo que cogió.
Cogió una bomba succionadora y le metió la polla en ella, fijándola en la base con una rosca que se adaptaba al grosor de ella.
Para completar, le colocó unas pinzas en los dos testículos, y puso a funcionar el succionador. Santi comenzó a estremecerse y a intentar gritar,
mientras que uno de ellos lo tomaba por la nuca de nuevo, lo ponía contra el respaldo de manera brusca con su culo en pompa y luego con una sonrisa
maliciosa puso el inmenso consolador en la entrada de su culo.
-- Traed a la zorrita, quiero que vea el comienzo del adiestramiento de la putita de su marido jajajajajajajajaja!!
Me acercaron a la cama para que viera con más detalle todo y me desataron. Santi intentaba poner resistencia, intentaba zafarse, y los gemidos se oían
más fuerte, a pesar de la mordaza que ahogaba sus gritos. Se acercaron dos de ellos para controlarlo, y cuando lo lograron, comenzó la penetración,
poco a poco. El enorme consolador comenzó a entrar con mucha dificultad, y los gemidos ya eran gritos ahogados a pesar de la mordaza. Tuvieron que
acudir los otros dos hombres ya que mi marido pataleaba y se resistía con todas sus fuerzas.
Una vez inmovilizado por completo, lo que era el glande de plástico terminó de entrar en su abertura anal.
-.
V
aya vaya…que me dices zorrita, se lo metemos completo o hasta la mitad? Ya sé, ya se, a juzgar por tu expresión, quieres que sea completo
.
Falso. Mi expresión era de pavor, no quería que mi marido sufriera eso. Entre nosotros habíamos jugado algunas veces a atarnos, vendarnos, hacer algo
de
bondage, pero esto era distinto, muy distinto. Por muy morbosa que yo fuera, esto me estaba causando un auténtico terror.
El hombre continuó introduciendo el vibrador por la cavidad anal de mi esposo quien, al estar inmovilizado solo se le oía gritar de manera ahogada,
como si así pudiera evitar el suceso. El hombre tardó como 5 minutos interminables en introducir el aparato en el culo de mi marido, 5 minutos que se me
hicieron eternos a mí, no quiero pensar a Santi. Lloraba y suplicaba que lo dejaran en paz.
--Ya, por favor, ¡¡¡parad!!!, parad !!!, hacedme a mí lo que queráis, pero dejadle, por favor, dejadle !!!!
Una vez introducido el vibrador hasta la mitad, uno de ellos me tomó por el cuello, de manera fuerte, casi asfixiándome, mientras que, a Santi, inclinado
como estaba le metían y le sacaban lentamente el consolador en el culo. Se lo sacaron de golpe y le metieron lo que me pareció un tapón anal.
Su respiración era agitada,
estaba sudando, y las vendas de sus ojos estaban empapadas de sus lágrimas. Me dio mucha lastima,
y al mirar a uno de ellos a los ojos supe que ahora seria mi turno.
-- Muy bien perra, muy bien, es hora de comenzar con tu adiestramiento ahora. Tú, quítale las vendas al maricón, es hora de que vea cómo se comporta
un macho de verdad, y de aprender cuál será su papel en sus futuras relaciones sexuales .
Dirigiéndose a mi marido le dijo,
-- Muy bien nenita, seré tu instructor en esta clase, mira bien a la puta que tienes por esposa, de ahora en adelante, el pequeño e insignificante pene que
tienes no tendrá uso, de ahora en adelante en cada una de las relaciones sexuales que tengas tú serás como su puta: una golfa regalada. Ese será tu
papel, y fíjate bien en como lo hace la zorra esta, porque en cuanto te comportes de manera distinta tendrás unos castigos muy severos…
Uno de los hombres me tomó por el pelo, estirándolo hacia atrás hasta que quedé viendo hacia arriba.
--
Óyeme bien furcia, te vamos a romper el culo y reventar el coño, y ten en cuenta lo siguiente, perra callejera, no lo volveré a repetir así que presta
atención: no nos gustan los gritos, así como sabemos que no te gustaría que este video llegara a manos de tu familia, y menos que lo vea tu marido,
verdad?
Esto último lo dijo encendiendo el televisor, girándolo hacia mí y fuera de la visión de Santi. Para mi sorpresa, la película que tenían puesta era sobre una
de las veces que había ido a un hotel con un
amante.
Reconocí la escena en que los dos estábamos entregados a la pasión, sexo sucio como me gusta,
duro, fuerte, con palabras obscenas como me gusta escuchar en esos momentos, comportándome como la puta que llevo dentro en mi realidad oculta,
y que,
por fortuna, al estar el sonido quitado, Santi tampoco podía
escuchar. Quedé pasmada, atónita, muerta de miedo, mirando el video y mirando a mi
marido, ni se imagina que le pongo los cuernos, no conoce la Laura guarra y sucia que llevo dentro.
Según veía el video y oía sus risas quise relajarme un poco, intentar pensar, suponer que una vez me follaran a mi nos dejarían en paz, sobre
todo, dejarían en paz a Santi y se irían satisfechos. Obviamente era muy ingenua.
-- ¿Entiendes lo que te digo zorra?
–Asentí con la cabeza . –Muy bien, esperemos que no se te ocurra nada gracioso ramerita de tercera y colabores, o te
ira mal. Se obediente y las cosas serán mejores para ti, quizás hasta lo disfrutes zorra, dijo al tiempo de que empezaron a desnudarse todos.
Eran todos como culturistas, músculos muy marcados, fuertes, dos de ellos blancos y el tercero negro.
Intenté tranquilizarme, hasta ahora estaba siendo humillada, y no solo eso, mi marido sufriendo mirándome, en una posición totalmente vulnerable,
echado sobre el respaldo, con el tapón anal, aunque ahora más tranquilo ya que le habían dejado en paz sin violentarle.
Odio admitirlo, pero, una vez pasada la sorpresa, y al ver las pollas de esos tíos, que sin duda estaban hasta arriba de Viagra porque sus rabos estaban
totalmente tiesos y duros, con las venas totalmente marcadas, empecé a calentarme.
Uno de ellos, tumbándome en el sofá, y justo debajo de la vista de mi marido, subió su pie a mi boca y con un tono autoritario me dijo,
-- Bésalo, chúpalo como sabes hacerlo perra!!
Comencé a acatar la orden de inmediato, mientras logré ver que uno de ellos, el negro, iba hacia mi esposo y encendía el tapón vibrador que le
habían puesto en el culo. El supuesto jefe del grupo y el hombre que me dio las instrucciones comenzaron a tocar mi coño, haciendo que me mojara muy
fácilmente, ya que ante la ausencia de violencia, el morbo me disparó una tremenda calentura. Terminada la labor con su pie, me sentaron y colocaron
ante mí sus pollas.
--"Son monstruosas" –
pensé para mí-. La primera era enorme, una verdadera verga inmensa con las venas hinchadas y bien gruesa. Le debía medir al
menos 20 cm. Pensé que no cabria eso en mi boca .
- Muy bien puta, se la chuparas a Pepe, mientras me pajeas a mí
Comencé a mamar la polla del tal Pepe quien me tomó por el pelo, mientras cogía con mi mano izquierda el duro miembro del otro.
El del tercer hombre, el negro, no se quedaba atrás en cuanto a tamaño, le calcule unos 21 cm., viéndole como se pajeaba delante de mi,
y mucho más gruesa
que la de los otros dos. Eso me confirmaba eso que dicen de que los negros están muy bien dotados.
Sin sacar su polla de mi boca, me dieron la vuelta y me colocaron a cuatro patas.
- El puto de tu marido tiene el culo lleno, y para que no te sientas celosa, llenaré el tuyo también.
Mis ojos casi se salen de las orbitas, intente zafarme de las manos del que me sujetaba, ante la imagen que se dibujó en mi cabeza de esa tranca
entrando en mi culo. No es que fuera virgen por ahí, pero desde luego nunca con esas dimensiones. Fue inútil, me tomó con fuerza del pelo,
y sacó su rabo de mi
boca de un tirón. Me cogió con fuerza del pelo, haciendo una coleta, y me dirigió una mirada con rabia, como diciendo "no me hagas
actuar mal" . Me quedé petrificada mirando hacia atrás cuando sentí la punta del cañón de carne en la entrada de mi agujerito anal.
A pesar de los nervios, el estar siendo ultrajada, humillada, y no solo yo, sino mi esposo también, como espectador y como protagonista de la escena, me
seguía excitando cada vez más. Me gusta el saberme controlada, doblegada, humillada, sometida, y todos los sinónimos de estas palabras…mas de una
vez me hice un dedo imaginándome en situaciones parecidas, ya sea con mi marido, o con algún extraño, y aquí estaba, nada mas y nada menos que
con tres extraños y mi marido.
--Mirad esto, la zorrita esta empapada, le esta gustando la cosa. Jajaja!!, lastima que no te lo vaya a meter en la piscina de jugos que tienes por coño,
sino por este culito que se ve estrechito. Te voy a reventar como a nadie puta cabrona, y te va a encantar, ya lo verás!!!
Comencé a sentir como esa tremenda polla entraba en mi culo, lentamente, diosssss, me dolía, pero la adrenalina y la excitación hacían que lo estuviera
gozando y se me escaparon algunos gemidos. Al mismo tiempo, con la verguenza reflejada en mi cara, miré a mi marido, que hacía lo mismo mirándome
con una mezcla de rabia por lo que me estaban haciendo, y de sorpresa porque sin duda, me había oido gemir, ahhhhhh, unas lágrimas se escaparon de
mis ojos, al tiempo de con mi mirada intentar pedirle perdón por hacerlo.
El tío empujaba su rabo más dentro agarrándose a mis caderas y bufando de placer,
--Joderrrrrr, me encanta sentirlo tan cerrado perra !!!, diosssss!!!!!.
Sin dejar de mirar a Santi, me movía como intentando zafarme, pero en realidad lo que conseguía, y yo lo sabía, era facilitar el que ese rabo entrara más
en mi culo, la sensación de dolor empezaba a desaparecer y el placer me empezaba a venir en oleadas.
Intentaba gritar, pero no me salía el grito, eran jadeos los que salían de mi garganta, momento que el otro hombre aprovechó para meter su polla en ella.
Metió su boca en mi boca hasta el fondo mientras el otro me enculaba.
-- Jajajaja definitivamente le gusta, mirad por debajo donde tiene la mano la muy puta, se está haciendo una paja !!!!!!. Dilo puta, di que te gusta, di que te
encanta que te enculen, di que te encanta mamar pollas, di que te encanta ser una perra, una puta, DILO!! –me forzaba ese macho-, a lo que con los ojos
en blanco y no por el dolor, sino por el placer y el éxtasis en el que ya definitivamente me encontraba, me olvidé de todo y lo grité a mis anchas,
liberándome totalmente y mirando directamente a los ojos de mi marido.
-- ¡¡Lo siento cariño, lo siento mucho !!!!, pero sí, me gusta cabrones!!!, me encanta esto, folladme hijos de puta, follad a esta perra, no paréis y rompedme
el culo de una puta vez !!!, joderrrrrrrrrrrrrrrrrr, quiero vuestras pollas, no paréis, ahora no paréis por favor, quiero más, quiero más, folladme todos,
soy vuestra, vuestra perra sucia y puta !!!!
--Siii, ya saliste perra !!!, ya eres tú de verdad !!!, dinos que eres ahora para nosotros. ¿Qué sois tú y la basura que llamas marido ahora?
--!!soy vuestra puta para lo que queráis, quiero vuestras pollas, que me reventéis de placer , no paréis por favor, os lo suplico !!!
Estaba fuera de mi, sintiendo como esa polla entraba, ahora ya si, hasta el fondo de mi culo. Entraba y salía a tremenda velocidad, y la sentía pegada a
mis entrañas dándome un placer indescriptible. La otra polla que me follaba la boca, y yo mientras por delante me pajeaba como una loca con mis dedos,
provocándome un orgasmo tras otro, chorreando líquidos en el sofá.
--¿y tu marido perrita? ¿qué nos dices de él?
Sin dejar de chupar la polla que tenía en la boca, grité,
--¡¡¡él no sabe follarme así, lo siento cariño, de verdad, te quiero como a nadie pero nunca has sabido conocerme, nunca has sabido la Laura que tenías,
he tenido que ponerte los cuernos muchas veces para sentirme como de verdad me gusta sentirme, así, como ahora, dominada por unos buenos
machos, necesito estas pollas !!!!, lo siento, lo siento, lo siento!!!!, pero no puedo evitarlo !!!!
Pero mi sorpresa, fue al girar mi cabeza para volver a mirarle.....mis ojos se abrieron como platos. Estaba de pie, el negro le tenía
cogido del pelomanteniendo su cabeza alta,mientras le estaba pajeando la polla, que ahora estaba grande y dura, le habían quitado la mordaza de
la boca, y no chillaba. Simplemente me miraba y pude ver en sus ojos la excitación, estaba totalmente cachondo el hijo de puta dejándose pajear !!
--Ahhhh, cabrón, cabronazo, qué haces?...estás disfrutando con lo que ves? estás cachondo como yo hijo de puta !!!
En ese momento algo terminó de romperse dentro de mi, e
ra un pozo de contradicciones,
mis pensamientos iban a mil por hora....
yo estaba disfrutando como una perra, pero ver que mi marido
estaba igual viendo como me forzaban
y como le pajeaban, me rompía
y también me excitaba, ....no sabía que pensar.
Cerré los ojos y asumí por completo mi nuevo papel de puta de esta banda de violadores. Me sodomizaban con brusquedad, pero al mismo
tiempo, también lo sentía de una manera deliciosa.
El que me estaba follando la boca salió de mi, y se tumbó en la parte larga de la chaise longue,
--ponme a esa zorra encima, vamos a follarla los dos!!
Diossss, sentí un calambrazo en todo mi cuerpo al oirle decir eso, y ver como el que me estaba enculando me cogió como si fuera una pluma y me
puso encima del otro, que no tuvo que hacer ningún esfuerzo para clavarme todo su rabo hasta el fondo de mi coño de un golpe,
--ahhhhhhhhhhh, cabrón !!!!!!!!!!!!!!, chillé al sentirme empalada hasta el útero.
El de atrás agarró mi culo y su polla empezó a buscar nuevamente mi culo, que tal como estaba de abierto le recibió sin problemas.
C
omencé a mover mis caderas de manera acompasada con las embestidas en una doble penetración.
El tercero que no perdía detalle de lo sucedido, mientras pajeaba a Santi, acercó su rabo negro a mi boca y fuí yo la que alargó la cabeza
para engullirlo todo lo que podía, que no era mucho, su polla era como un tronco de madera, intentaba tragarla lo que podía, y el me empujaba
de la cabeza provocándome arcadas al llegar hasta mi campanilla. La sensación de una polla tan grande y dura en mi boca era extrema,
me estaba matando su olor a hombre, la lamía de arriba abajo, hasta llegar a sus bolas las cuales chupaba y lamía con placer.
La expresión que podía ver en la cara de mi ¿violador?, era de gozo y placer.
- Esta hija de puta lo mama rico, ahhhh, no voy a poder aguantar y quiero hacer algo antes joder!!!
Sacó la polla de mi boca, con una mano empujó el hombro de Santi hacia abajo y le puso de rodillas, se agarró el pollón delante de mis ojos y se la metió
en la boca hasta el fondo, que lo recibió el cabronazo sin una sola queja.
Se la comía hasta donde yo no había conseguido, joderrr, se estaba tragando la polla de ese cabrón, pajeándole y tocándole los huevos mientras lo
hacía, todo con cara de placer y mirándome al al hacerlo
Yo seguía empalada con violencia por mis dos agujeros, y ahora además con la visión al mismo tiempo de mi marido comiéndose esa polla hasta donde
yo no habíaconseguido, no pude evitarlo y estallé chillando,
--siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, me corro hijos de puta!!, me vais a matar, me corro, me corro, no puedo másssssssssssssss, reventadmeeeeeeeeeeeee!!!
Según chillaba vi como, d
e repente de la punta del pollón negro que se estaba comiendo mi marido, salieron los primeros disparos de leche directos
a su cara. Se pajeaba encima de su cara y él esperaba con la boca abierta.
Le llenó entero, la cara, los ojos, la boca, mientras bufaba y chillaba él también,
--siii, vamos maricón !!!, cómeme la polla que es lo que te gusta !!, chúpala, chúpala hasta el fondo y traga toda mi leche de negro !!!.
Los dos que me estaban follando no paraban de resoplar, lo mismo uno que otro, chillando, insultándome sin parar,
--siiiii, me corro yo también, te voy a llenar el culo de leche zorra!!!, ahhhhh, me corro, toma, toma lecheeeeeeeeeeeee!!!
--y yo el coño!!!, ahhhh, joder que bueno, me corrroooooooooooo!!!!
No pude más y me dejé caer encima del que tenía debajo, y el de arriba encima de mi, respirando entrecortadamente, buscando aire, sudando,
empapada, con las dos pollas todavía dentro de mi, sintiéndolas
latir, como un sandwich entre los dos, sintiendo la leche como salía de mi culo
y de mi coño, y en ese instante me sentí completa en cuanto
a materia sexual.
Estaba feliz y satisfecha. Comprendí que en manos de esta gente podría alcanzar el placer que siempre había estado buscando.
Que ahora, con todo esto que nos había pasado, con el amor que sentía por mi marido, podríamos hablar y disfrutar los dos sin ningún
tipo de secreto, ninguno.
Me propuse una meta: ser la mejor puta que jamás se haya tirado nadie.
Adiós a mi altanería, a mi cinismo, a mi antipatía algunas veces, sobre todo
hacia estas personas que pensaban que esto sería una violación
y me habían descubierto un mundo totalmente nuevo.
Quería ser una puta, disfrutar de ello y Santi tendría que entenderlo. Vaya si lo iba a entender !!
Mis dos violadores salieron de mi y me incorporaron, el negro le dio una toalla a Santi que se limpió la cara y se acercó a mi para acariciarme
la cara y besarme con ternura,
--¿estás bien cariño? Espero que Pepe, Javi y Ndulu no se hayan pasado, me dijo con una sonrisa. Espero que te haya gustado la sorpresa,
y tenemos mucho que hablar, ¿no crées?, remató mientras se abrazaban los cuatro.