Fin de semana (2)
Continúa la historias de aquél fin de semana....
Entonces sonó el timbre de la puerta, sería Julia, sin darme tiempo a reaccionar, Jesús se puso unos bóxer y bajó corriendo a la puerta diciendo: "Ya voy yo .."
Aquel timbrazo me devolvió a la realidad, la realidad de Julia, de mi vida, y sin pensarlo cogí mis slip y me fui a la ducha, el agua tibia recorriendo mi cuerpo hizo de bálsamo y fui relajándome, digiriendo lo que había ocurrido, lo que me había llevado a aquella situación, cuando oí la puerta del baño cerrarse y, a través de la mampara, pude ver el contorno de Rocío, que se sentaba en el inodoro, oí el sonido de su pis al golpear la porcelana, y oí su voz preguntándome que pasaba.
-¿Cómo que qué pasaba? Acabamos de acostarnos Jesús, tú y yo, hemos fallado a Julia, Ahora ella ¿qué pensará?, ¿cómo se lo diremos?, ¿Qué hará?....
- Pues que hará en un futuro no lo sé, pero lo está haciendo ahora mismo sí, le estará haciendo a Jesús una de esas mamadas que tanto le gustan Esas palabras congelaron el agua que caía sobre mi cuerpo, y me noquearon, no quería ver lo que era evidente, pero aún así me aferraba a una idea idílica de la situación .
-¿Qué estás diciendo? No sabes lo que dices .
-El que no sabe o no quiere sabes eres tú, pero no te confundas Julia te quiere como jamás ha querido a nadie, igual que yo a Jesús, esto nada tiene que ver con el amor, ya te lo advirtió Jesús, si seguías nada iba a ser igual y tú seguiste. Pero tienes que tener claro que esto es placer, puro placer, como irse al cine o a cenar con los amigos, sin la pareja, por esto no la traicionas disfrutas y ya está. Yo no podría imaginarme la vida sin Jesús a mi lado ..
-No sé cómo creerte .
-¡Es fácil! Si te atreves dame la mano, bajemos al comedor y verás por ti mismo lo que hablamos
Salí de la ducha y no sé si por pudor o por costumbre, me puse la toalla alrededor de la cintura, tomé la mano de Rocío y bajamos juntos, sin hacer ruido y efectivamente allí estaba Julia, de rodillas antes Jesús, con las manos en la espalda y haciéndole una mamada como quizás nunca me había hecho a mí .
-Lo ves Ricardo, ves cómo tenía razón, pero ellos no te están engañando ni a ti ni a mí, disfrutan de algo que les apetece, nos esperan, si quieres . Nada de lo que pase aquí este fin de semana, pasará en contra de la voluntad de nadie, pero todos debemos ser conscientes de la situación, Julia es tu mujer y debéis seguir amándoos como hasta ahora, por nuestra parte Jesús y yo ya sabemos que somos uno, y cada uno por su lado no sería más que una parte de algo Ahora vuelve a ser tu decisión, entrar en el comedor y dejar que los deseos se cumplan- me decía mientras acariciaba mi polla por encima de la toalla y pellizcaba suavemente mis pezones o dejar que terminen y volver cada oveja con su pareja .
La tomé por la cabeza y la di el beso más húmedo y lascivo que pudo salir de mi boca, ella aprovechó para dejar caer mi toalla y liberó mi polla, me agarró de ella y me llevó al comedor, cuando entramos Julia me miró, sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, estaba bella, feliz y Jesús nos dijo, podéis ayudarla creo que hay para los tres, LA poco estábamos los tres ante él chupándole todo lo que se ponía a nuestro alcance y él gemía, de vez en cuando nos regalábamos algunos besos Julia y yo, Rocío y Julia o Rocío y yo, pero el tema central era el conjunto polla, huevos y culo de Jesús. En un momento determinado la respiración de éste se aceleró y sin darnos tiempo se corrió sobre nuestras caras, uno de los "disparos" fue a caer sobre mis labios y Julia, sin darme tiempo lo limpió con la lengua, el resto se perdió y recuperó de los pechos de Rocío y del cuello de Julia.
Jesús pidió un poco de tiempo para recuperarse, pero ellas no estaban para perder tiempo, me tumbaron boca arriba y Julia se montó sobre introduciéndose mi miembro, mientras Roció me montaba sobre la cara para que le comiese todo su coño. Aquello debía de ser algo parecido al paraíso, los jugos de Rocío corrían por mi cara y mi polla horadaba las entrañas de Julia, mientras pude ver a Jesús sentarse en el sofá y disfrutar del espectáculo, con su polla morcillona, goteando jugos.
Parece ser que no lo estaba haciendo del todo mal pues Rocío gemía y gritaba que se corría, con mi boca en su vientre y las manos de Julia pellizcándole los pezones, y Julia gemía con esos grititos que emitía cuando le iba a venir un orgasmo, yo por mi parte esperaba que fuese pronto pues no iba a aguantar mucho más aquello, y efectivamente poco después me corría en el interior de mi mujer, fue un orgasmo largo, intenso con varias descargas que llenaron por completo a Julia. Ahora era yo el que pedía un poco de calma, pero de nuevo las chicas no estaban por la labor de terminar ellas también así es que con un 69 perfecto se dedicaron las una a la otra sus mejores masajea, sin dejar de penetrar ningún agujero hasta que ambas se dieron por satisfechas . Estábamos los cuatro en el comedor, Jesús sentado en el sofá, yo sentado en suelo con la espalda apoyada en el tresillo y Rocío y Julia, más bellas que nunca , tumbadas en el suelo, una al lado de la otra, abrazadas y sonrientes.
Cuando nos levantamos decidimos preparar la comida, había que reponer fuerzas, el silencio era sólo roto por frases del tipo, "Pásame la sal", "¿Dónde hay una sartén?", etc. Era como si nada hubiera pasado, en un momento dado me paré a contemplarlos a los tres sin saber si todo lo que había pasado y a buen seguro pasaría, habría de cobrarse alguna factura.
Después de comer, la sobremesa fue agradable, unas copas de cava, algunos bombones y el juego comenzó de nuevo, esta vez propusieron un juego de rol, uno sería el "amo/a" si cumpliría todos sus deseos con los otros tres, sin dominaciones, ni vejaciones ni rollos de esos, simplemente, saciar los deseos de aquél que el azar designara, todos aceptamos, con el oscuro deseo de ser elegidos "amos", para elegirlo y tras unas graves discusiones se eligió por mayoría absoluta que sería el ganador de una partida a la oca, entre los cuatro, aquél que ganara saciaría sus deseos hasta la cena, para la cual se decidió que saldríamos fuera, que había que oxigenarse.
La partida fue toda muy igualada, más o menos todos fuimos primeros en algunos momentos, pero en el momento final, fue Jesús quien metió su ficha en la oca final, y ahí acabó el juego y comenzó su "reinado".
-Como comprenderéis después de la mamada de antes eso está superado, no obstante me complacerá mucho si Rocío, me dispensa unos cuantos de sus exclusivos lametones, para ponérmela bien dura.
Rocío se levantó se arrodilló ante él que permanecía sentado y le lamió de arriba a abajo. Mientras Julia y yo mirábamos la escena a la espera de las órdenes pertinentes, que no tardaron en llegar.
-Julia, quiero ver como preparas a Ricardo su culito, para que pueda ensartarle como se merece, es más, ahora mismo lo que más me apetece es tener para mi vuestros tres culitos, así en fila, e ir metiéndola en uno, en otro, hasta a ver a quien le toca el premio. Así es que ves metiéndoles los deditos para que dilate bien, y ya aprovechando que él te los vaya metiendo a ti, yo por haceros un favor me encargaré de Rocío.
No tardó Julia ni un momento en tumbarme en el suelo, y ella sobre mi, como para un 69, solo que sus intenciones iban más atrás, empecé a notar cómo sus dedos se deslizaban por mi culo, yo por mi parte no dejé escapar la ocasión de atravesar el culito de mi mujer con mis dedos. Debo reconocer que Julia sabía hacerlo, sus dedos salían y entraban en mí con una maestría . Yo por mi parte hacía lo mío con el ojete de Julia, que se iba abriendo a mí. Hasta que Jesús se levantó y nos hizo poner a los tres en fila, uno al lado del otro, yo quedé en medio de las dos, de rodillas, nos hizo echarnos hacia adelante, bajar las cabezas hasta tocar el suelo, de manera que nuestros tres culos quedaban a su disposición, uno al lado del otro
-¡Que visión! exclamó Jesús- no sabré por cual empezar y mucho menos en cual terminar ..
Yo, aunque Julia había hecho su trabajo, no sabía si aguantaría el "vergazo" que le esperaba a mi culo, así es que esperé no ser el primero y efectivamente por los movimiento pude comprobar que Julia fue su primera víctima, estuvo un rato saliendo y entrando del culo de mi mujer y después le tocó el culo de Rocío. Me reservaba para el final ..
Al poco rato noté en mi culo algo que luchaba por entrar, y que de hecho estaba entrando, pero sentía que me ardían las entrañas, instintivamente intenté apretar el culo.
¡Así , así! comentó Jesús, aprieta si quieres que así se hará más estrecho, a mí me gustará más aunque a ti te va a doler más, de todas formas ya la tienes casi toda dentro, así es que ¡vamos allá!.
Y empezó un mete y saca que me partía en dos, sentía ese trozo de carne invadir mi culo sin ningún impedimento por mi parte, porque el dolor inicial había dejado paso a una sensación de placer, aunque cada vez que embestía con fuerza el dolor parecía renacer.
De pronto la sacó y se la volvió a meter a Julia, estaba descansando de la sensación cuando de pronto y de una estocada me la volvió a clavar, esta vez creía que me había roto, pero al poco tiempo volvió el placer, cuando empezaba a relajarme, volvió al culo de Rocío, y de éste de nuevo al mío.
Creo que ya me he decidido, vosotras dos abrir bien los cachetes de Ricardo, porque voy a romperle en dos hasta que me corra.
Desde esa frase hasta el final, no dejó de embestirme como un loco, parecía fuera de sí, y por fin, se corrió en mi culo, no sé la cantidad de leche que pudo soltar, solo sé que al rato empecé a soltar semen por el culo y obligó a Rocío y a Julia a limpiarme.
Como has sido un buen sirviente, termina lo que he empezado, vosotras ofrecerle el culo a mi amigo, y dejar que os llene, como yo he hecho con él ..
Desde ese momento pude disfrutar de sus dos culos, también pasé de uno a otro sin importarme, hasta que al final fue Julia quien se llevó en premio y Rocío quien se lo comió.
Dejamos pasar el tiempo, todos estábamos agotados, y por fin nos decidimos a ducharnos, vestirnos e irnos a cenar ..
A la vuelta, todos estábamos demasiado cansados y nos fuimos directamente cada uno a su habitación, yo dormí abrazado a Julia, y lo hice profundamente, quizás el nuevo día trajjera más sorpresas .