Fin de las Vacaciones en el Balneario

Pues como os iba contando en mi relato “Intercambio en el Balneario”, mi amiga viudita Silvia, había cogido por su cuenta al recién casado Oscar, y quería estar follando siempre con él, a lo que yo le dije que lo dejara descansar un poco y también que lo dejara que también pudiera follarse a su estrenada esposa, a lo que me contesto que si no le pasaba como a ella a Roció tendría muchos años para disfrutarlo y cansarse de él.

Pero vamos que me hizo caso y por lo menos dos días lo dejamos solitos a los recién casados, lo que a ella que se le había soltado el pelo en el tema de la jodienda, se fallaría al primero que se le pusiera a tiro, a mí y para mi descanso me tenía un poco dejado por que su pretensión de salir del Balneario preñada era su objetivo.

Yo me dedique mientras Silvia hacia lo que quería por el Balneario, a jugar al póker y al dominó con señores ya jubilados que había por las salas de juego, luego antes de juntarnos en el comedor a almorzar me daba mi buen baño en el yacusi y a comer.

Silvia me di cuenta de lo que más le gustaba era darse masajes relajantes, sobre todo con un masajista cachas que había por allí, que fue el que dijo ella en recepción que quería ella cuando lo vio un día, la pretensiones claro era follarselo,como así hizo, como los vi ayer por la tarde cuando yo acudí a recepción para solicitar por la tarde una sección de masajes, y me dijeron que de 17,30 a 18,30 estaba con Silvia que si no me importaba podía dármelos el mismo masajista a partir de esa hora a lo que le dije que sí que bajaría después de la siesta.

Silvia se bajaba una hora antes para darse sus chorros de agua antes del masaje, yo baje ese día  a la 17,50 horas para el salón de masajes, y estar junto a Silvia, pero por lo que vi ella no me necesitaba.

Llegando al salón me encontré por el pasillo a Oscar y a Roció, con su albornoz que iban para darse una Sauna, me pregunto el marido que donde estaba Silvia le dije que dándose un masaje, a lo que él contesto riendo que sería en el coño jajá, yo le dije que como no tuviera fallándose al masajista, él dijo casi seguro, vamos a ver os parece dijo Oscar, y así lo hicimos cuando entramos estaba el masajista a cuatro con Silvia en lo alto de la mesa de masaje, vaya pedazo de polla que tenía el masajista y como se la follaba, ella movía la cabeza de un lado a otro como si estuviera loca, solo pararon cuando nos vieron a nosotros entrar, el masajista se asustó un poco cuando me vio me dijo el pobre chaval” perdón Sr, no me podido aguantar follarme a su mujer está muy buena” yo le conteste que no era mi mujer si no una amiga y que continuará con la faena, que siguiera clavándole el estoque, él siguió dándole polla,Rocio me sugirió que dejáramos a su marido allí con ellos y que nosotros nos fuéramos al  spa, a nadar un poco y después ya veríamos,

Así lo hicimos ellos se quedaron me imagino fallándose los dos a Silvia y yo me fui con Roció, porque por el camino me decía “Rafa, quiero que me folles tú y me llenes mi coño de leche ya que no me puedes embarazar porque mi marido no quiere que me quede tan pronto preñada y tengo el coño escocido de tanta goma” jajá yo me partía de risa con esta mujer solo quiere preñar a Silvia y que nos dé el dinero para quitarnos la hipoteca del piso y yo estoy de acuerdo luego si te vi no me acuerdo como ya hemos quedado y ahora me quedo más tranquila porque ya no vamos a saber si es de Oscar o del masajista.

Nosotros después de darnos nuestro baño nos fuimos a mi habitación y follamos hasta que nos cansamos le eche dos polvos casi seguidos, en poco tiempo tenía reserva de un par de días.

Pasamos cuando bajamos por la cafetería eran sobre las 21 horas y estaban solos Oscar y ella tomando unos reflejos a lo que nos agregamos nosotros.

Silvia tenía una cara de satisfacción algo no normal con una sonrisa de oreja a oreja, por lo que le dije ¿Qué te lo has pasado bien no? Solo contesto “como nunca” me han echado dos polvos cada uno, tengo mi matriz llena de leche de los dos, y ovulando que estoy seguro que me han preñado con 38 años, siento los espermatozoides golpear mis óvulos, pues que se peleen a ver quién  gana jajá.

Oscar dijo y nuestro acuerdo del dinero sigue ¿no? Ella dijo por supuesto yo solo tengo una palabra, tú lo que tienes que hacer es echarme leche, que ya tendrás tiempo con tu mujercita cariño.

Silvia dijo a Roció ¿me lo dejas a Oscar la 3 noches que nos quedan, tú te vas con Rafa?, Roció acepto no de muy buen grado pero, quiso disimular diciendo “vale de acuerdo así follo yo con Rafa si condón que tengo el chocho que parece goma requemada jajá”

Después de tomarnos unas copas de cerveza, nos dirigimos, a las habitaciones para cambiar las ropas de ellas ya que hasta el día de salida Silvia y Oscar estarían juntos y querían aprovechar.

Yo aproveche un rato que estuve solo para llamar a mi mujer por teléfono ya que hacía dos días que no habíamos hablado, solo me dijo que todo estaba bien y que ella también estaba follando a toda caña con sus dos morenitos, que llevaba desde que yo me fui con Silvia pasando la noche en casa de uno de ellos pero que había follado ya con más de 5 y que por la noche se acostaba con dos a la vez, que si quería quedarme más tiempo que por ella que no había problema, solo que llamara a nuestros hijos mayores que también se lo estaban pasando pipa con sus novias en nuestra casa, solo me dijeron papá tú disfruta por ahí, porque mamá se está follando la muy guarra a todo el que pilla ya sabes que la menopausia le ha dado por follar, con todos menos contigo jajá.

En fin al mes de a ver vuelto del Balneario ya nos habíamos despedido de Oscar y Roció, Silvia me comunico que estaba preñada, cuando me lo dijo estaba yo ese día con su amiga Carmela, que ya tenía su mosqueo y quería su ración de leche, además Paco su marido se había marchado con otra tía según dijo ella “apañada va la que se ha llevado a mi marido con lo flojo que es en la cama jajá”

Silvia dijo que para que no se le estropeara su preñez que iba a aguantar un poco sin follar, le dijo a su amiga con que tienes a Rafa para ti solita, Carmela dijo “a ver si es verdad”, y así seguí con mi amiga Carmela.-