Fin de curso con los amigos - Parte 1

Nos vamos de viaje de fin de curso todos los amigos juntos. Desde el primer momento el destape entre nosotros comienza a aflorar. 10 días dan para mucho!

Este relato es largo porqué contiene mucho detallismo, me gusta contextualizar bien la historia para que el relato sea lo más parecido a la realidad. Aun así, los detalles no tienen desperdicio y son clave para entender bien los relatos.

Me llamo Álex y tengo 19 años. Mido 1’75, soy delgado, cabello castaño y me considero atractivo de cara. Soy bisexual, aunque debo reconocer que me atraen más los hombres que las mujeres. Vivo en un pueblo cerca de Barcelona, a unos 40 minutos de la ciudad. La vida aquí es bastante tranquila, aunque nunca nos faltan cosas por hacer. Ahora ya estoy en la universidad, igual que todos mis amigos, y vamos cada día a estudiar a la ciudad.

La historia que va a marcar este relato y los que le siguen se remonta al año 2015. El verano pasado hicimos un viaje de fin de curso a Menorca, solos el grupo de amigos que éramos (pese a que lo normal es ir toda la clase). En mi grupo de amigos somos 7 chicos y 9 chicas. De momento os presentaré a todos los chicos, porque son los que tienen importancia en este relato, y mientras vaya avanzando la historia ya os contaré quienes son las chicas.

Los siete chicos somos:

Nacho, 1’73m, moreno de cabello, ojos marrones, muy buen cuerpo y muy guapo de cara. El más ligón del grupo sin duda.

Oscar, 1’72m, cabello castaño, ojos verdes, correcto de cara, ni muy guapo ni muy feo, cuerpo fibrado pero es poca cosa. No es demasiado ligón pero no le importa, es el más salido del grupo, uno de los más pajeros junto a mi.

Carlos, 1’77, cabello moreno, ojos marrones, bastante grande de cuerpo (es un oso), pero no es peludo en exceso. Aun así, es bastante guapo de cara y tiene sex appeal. Tiene novia.

Guille, 1’73m, cabello moreno y ojos marrón claro y gafas que le quedan genial. Muy delgado pero muy fibrado también. Muy guapo de cara. En el momento del viaje tenía novia (una de las chicas del grupo). Se rumorea que pese a ser tan poca cosa tiene una buena polla.

Juan, 1’78m, cabello castaño y ojos claros. Buen cuerpo pero nada guapo de cara, aunque aceptable. Vino nuevo al colegio el último año y le hicimos de nuestro grupo.

Javi, 1’78m, cabello moreno y ojos marrón claro. Guapito de cara pero nada del otro mundo. Cuerpazo: tipo nadador, espalda muy ancha y un poco fibrado. También era bastante ligón, pero Nacho le superaba.

Nuestro grupo de amigos se consolidó, sobretodo, en los dos últimos años en el instituto, cuando hacíamos bachillerato. Esos dos años nos hicimos muy buenos amigos, y ya os podéis imaginar cómo llegamos a Menorca: con ganas de que ese viaje fuera inolvidable. En los años anteriores nos mezclaban de clase cada curso, así que más o menos les vi las pollas a todos en los vestuarios de educación física. Pero en 2º de bachillerato se me acabó el chollo. En 1º sí que hacíamos educación física, y fue ahí la última vez que les vi la polla a algunos de ellos (no estábamos todos en el mismo vestuario). De los que éramos y los que recuerdo era más o menos así: (sin estar empalmados)

Nacho: siempre que llegábamos a las duchas estaba con la polla morcillona. No estaba nada mal dotado, polla muy larga y gordota, quizás por eso ligaba tanto. Toda la zona depilada hacía que fuera aún más apetecible.

Oscar: se denotaba una buena polla, era gordota y un poco larga. Normalmente tenía pelo pero no demasiado largo.

Carlos: polla gorda entre una mata de pelo negro bien recortado.

Javi: bien depilado, no era demasiado gorda pero era bien larga.

Ahora sí, vamos a contar que pasó en ese viaje.

Llegamos a Menorca. Habíamos alquilado dos casas vecinas (solo había una casa de separación entre medio de las nuestras, pero no estaba alquilada) en una urbanización muy tranquila. En cada una de ellas dormíamos 8 personas, mezclados chicos y chicas.

Casa1: Una casa moderna (tendría unos 10 años), muy grande, con 3 pisos. En la parte de arriba, que era por donde se entraba, había la cocina, el comedor, un baño y una habitación. En la planta de abajo, 3 habitaciones y 2 baños más. En el 3r nivel había como unas duchas exteriores y la piscina. En el 1r y 2º piso teníamos un balcón largo que comunicaba todas las estancias. Es decir, que desde la cocina podías salir al balcón y entrar por el comedor. La parte de la piscina estaba rodeada de pinos, cosa que daba total intimidad con las casa vecinas ya que no se veía nada.

Casa2: Un poco más antigua, también tenía 3 niveles. En el primero, que era el que estaba a pie de calle igual que la otra, había la cocina, el comedor y un baño. En la planta de abajo 4 habitaciones y 1 baño. También tenía un balcón que comunicaba todas las estancias. Y en el 3r nivel, la piscina. En esta, la piscina era con vistas al mar y a las casas vecinas.  Había una barbacoa.


El primer día llegamos y nos instalamos en las casas. En la mía éramos Oscar, Guille, Javi y yo con María, Laura, Marta y Carla. Carla era la novia de Guille, y dormían juntos en la única cama de matrimonio. Oscar y Javi dormían en la habitación de la planta superior. Marta, Laura, María y yo dormíamos en dos habitaciones que estaban en la planta de abajo, en camas individuales.

En la otra casa, Nacho, Carlos y Juan dormían en la misma habitación en 3 camas individuales. El resto eran las demás chicas distribuidas en las otras habitaciones.

Fuimos a hacer la compra e hicimos de comer. Una vez situados todo el mundo en su habitación, las chicas dijeron de ir a casa2 a hacerse fotos a la piscina, ya que el paisaje valía realmente la pena. Los chicos decidimos ir a casa1 a bañarnos a la piscina, ya que preferíamos estrenarla y dejar las fotos para más adelante. Nos reunimos todos en la piscina de casa1 sin nadie que nos molestara, ya que era pura intimidad. Cerramos la puerta de entrada porque desde la piscina no la podíamos controlar, si alguna de las chicas quería entrar a la casa nos tenían que llamar al móvil. Pusimos música y nos comenzamos a tirar al agua. Oscar, que es de los más salidos del grupo, decidió hacerle la típica broma a Carlos de quitarle el bañador. En ese momento yo ya me puse alerta: comenzaba el destape que yo tanto deseaba, ¡el primer día! Este viaje promete, pensé. Carlos, en lugar de picarse e intentar recuperar su bañador, cogió a Nacho y también se lo quitó. Por el momento estábamos en el agua y no se veía nada, pero yo decidí salir disimuladamente y tumbarme en la tumbona para ver mejor el espectáculo. De golpe, entre Carlos y Nacho le quitaron su bañador a Oscar. Javi, Juan y Guille salieron corriendo del agua para que no se los quitaran, pero los 3 desnudos, ni cortos ni perezosos, salieron del agua con todo al aire para cazarlos. Ahí mi corazón ya iba a 1000. Todos mojados, desnudos, y corriendo, con su miembro colgando de un lado para otro. La escena tenía un morbazo increíble. De golpe, Carlos y Oscar me levantaron de la tumbona y me quitaron el bañador de un tirón. Corriendo, me tiré al agua, porque mi polla comenzaba a empalmarse a pasos de gigante. Pasamos un buen rato jugando en el agua todos desnudos. Nacho salió del agua y se tiró en la tumbona a tomar el sol. Nos dijo:

-       Chavales, yo no me pongo el bañador, así no me queda la marca del sol en la piel.

Los demás le seguimos el rollo y nos pusimos todos a tomar el sol en pelotas. La verdad es que yo me calcé mis gafas de sol y me dediqué a analizarlos uno por uno, de pies a cabeza y sobretodo sus pollas. Me detuve, sobretodo, en Guille y Juan, porque eran los dos a quienes no les había visto la polla. Casualmente eran los dos únicos circuncidados. Ambos con buena polla, Guille con el pelo rasurado y Juan un poco más largo. Pero no estaban nada mal.

De golpe veo como Oscar comienza a tocarse la polla. Lo miro con cara de sorpresa y me responde con signos: primero me dijo “silencio” y después me señaló que se iba a pajear. Yo no daba crédito, pero comencé a empalmarme y me hizo señal de OK. Ambos nos comenzamos a pajear en silencio porque los demás estaban con los ojos cerrados. Fue morbazo total. De golpe, Nacho abrió los ojos y nos vio. Pensé que iba a molestarse, pero nada más lejos de la realidad, se comenzó a reír en silencio. Vi cómo le decía algo a Oscar. Me quedé con la duda, pero yo seguí con mi paja. De repente, Oscar se levanta y se pone delante de Carlos. Comienza a aumentar el ritmo de su paja en silencio y de golpe, con un grito que les despertó a todos, se corrió encima de Carlos. Del morbazo, me corrí al instante. Carlos le pegó la bronca a Oscar, que se estaba descojonando junto a todos los demás, pero en lugar de cabrearse, le dijo que tendría venganza. Nos fuimos todos a pegar una ducha y a prepararnos para salir a cenar. Las chicas hicieron lo mismo, pero todas juntas en la otra casa. Fue ideal, porque el destape que había entre nosotros era real: en pelotas por toda la casa. Volvimos a casa después de cenar, estábamos todos cansados y lo que hicimos fue comprar bastante cerveza para beber en casa. Estuvimos tomando las cervezas y charlando todos juntos, chicos y chicas, en casa2, porque en la zona de la piscina había una mesa muy grande donde cabíamos los 16 que éramos. Hacia las 2 de la madrugada decidimos ir a dormir todos. Los de casa1 nos marchamos a nuestra casa. Yo dormía con María, la cual tenía novio, así que ya sabía que no iba a pasar nada. Ella se metió en la cama enseguida, pero yo me puse el pijama y salí al balcón de nuestra planta, en el 2º piso, a fumar un cigarro. Se respiraba paz y tranquilidad, no se oía nada. Pero de golpe oí voces en el balcón del piso de arriba. Subí sin hacer ruido por las escaleras exteriores, y cuando llegué arriba no di crédito de lo que vi. Eran Oscar y Javi.

Continuará.

Dejadme en los comentarios que os ha parecido este relato y si queréis la continuación!