Filial Taboo 1

Daniel y su familia, comenzaran una relación un tanto complicada, rompiendo todos los esquemas de la sociedad. Y incluso encargándose de llevar muchos a su pequeño y cómodo rincón del mundo donde todo vale y todo se puede. Incluso si eso significa follar con su familia.

Taboo 1 ( Juego previo)

Abrí los ojos y nege a levantarme. Mire mi celular y vi que era las 6: 30, me gire y comencé a buscar algo bueno por ver en lo que decidía levantarme. Hoy es mi cumpleaños 18, y no tenia que ir a la universidad tampoco, incluso mi novia estaba de viaje con su madre. Pero como buen adulto, mi miembro estaba a tope alzando mi ropa interior y las cobijas. Me moví y comencé a calmarme, acariciándolo y moviéndolo con rapidez.

Algunas veces taraba bastante, pero se debía a mi somnolencia o las ganas de alcanzar la eyaculación.

Hoy estaba algo mas excitado que de costumbre por lo que moví mi mano con desenfreno hasta soltar todo y dejar que se bajara lentamente. Mi miembro me parece bastante normal, aunque un poco mas ancho de lo normal, por lo menos de 3 dedos juntos, sin contar que mi glande sobresalía demasiado.

Con el desastre recién echo, con mis ropa interior empapada en mi semen y ya bien despierto me levante y fui directo al baño a tomar un ducha. Pare a observar mi cuerpo un momento, estaba en forma, con todo en su lugar, y bastante marcado. No estaba obsesionado con el ejercicio pero me mantenía en forma.

En el baño, con el agua caliente y el rose al limpiarme, volví a excitarme, no suele pasarme así, pero algo nuevo estaba pensando en que regalo me esperaba con mi novia.

Me imagine a mi novia, esa pelirroja con curvas de infarto, un rostro angelical y su culo respingón. Pero en algún punto cambio a mi hermana, viéndola tal cual días antes, solo con sus pequeñas braguitas y una camisa de tirantes que no disimulaba sus tetas enormes.

No debería pero mi hermana, esa morena de cabello oscuro, y con pechos que atraen la mirada de cualquiera, sin contar con su colita que me fascina, me excitaba mucho. No puedo evitar verla desde que cumplió los 18, y ahora con sus 21 años estaba para comerse por completo y sin arrepentimientos. Incluso la confundía con modelo en cualquier lado y en parte también por hacerle un cumplido y si algún idiota conseguía algo. Pero no, ella había tenido novios pero no le duraban, parecía que no le gustaba andar emparejada con cualquiera.

Y de repente, en mi imaginación, mientras me masturbaba, mi madre se acercaba de la misma forma. Con solo su ropita interior, deslumbrante con un par de nalgas espectaculares y paraditas, unas tetas como las de mi hermana y un con un cuerpo aun en forma. Al contrario que mi hermana ella tenia un cabello ondulado y café negruzco, incluso portaba unos ojos azules intensos, como los míos.

Y por ultimo mi hermana menor, la cual aun con sus 17 casi, 18 años, era una deslumbrante hembra. Solo que aun a mis ojos parecía una niña, mi niña que protegía y consentía. Aunque no pasaba desapercibida como mujer, ya que últimamente siempre ocurrían pequeños accidentes, donde ella terminaba acariciando mi miembro o se pegaba a mi restregando su pecho, del tamaño de mi madre, contra mi cuerpo. O creía que eran accidentes, ya que aun tenia esa actitud infantil que amaba.

De solo pensar como se comportaban últimamente me ponía a cien.

Ambas se comportaban mas juguetona de lo normal, se movían de cierta forma que yo me estimulara con sus andares, sus movimientos medio inocentes, sus aparentes descuidos dejando la puerta de su habitación abierta… mientras estaban bañándose o dejando su bragas por cualquier lado de la casa.

No las había vista desnudas aun, pero estaba seguro que era tono una delicia solo la imagen de ambas. Sobre todo cuando mi hermana era una nadadora de profesión y mi madre una espectacular bailarina.

Termine nuevamente teniendo una corrida monumental en honor a mis mujeres, mi novia, mi madre y mi hermana.

Otras veces pienso en mi mejor amiga, o en la maestra de programación, incluso a veces pienso en la vecina de al lado o en alguna compañera del instituto, mas admito que no dudo en pensar en mi familia cuando me masturbo.

Al principio tuve mis reparos morales y todo raro y lleno de dudas éticas. Mas con el tiempo se olvidaron y como no con con una madre y una hermana que están tan buenas, es difícil no pensar en ellas. Y con el tiempo descubrí que no soy yo el único que piensa que mi madre es una madurita super sexy o mi hermana una jovencita más que follable, esto está contrastado por muchos de mis amigos que me envidian por tener a esos dos bombones en casa.

-Vamos, que el desayuno esta listo- llamo mi madre del otro lado de la puerta mientras me secaba y cambiaba.

-Ya voy- dije, pero mire mi miembro queriendo otra vez ponerse en asta y tener guerra.

No le preste atención esta vez, pues debía de bajar y enfrentar a mis dos mujeres, lo cual no debía hacer con mi miembro todo erecto. Intente dejar de pensar en ellas y como se verían desnudas pero la verdad es que tengo el sexo en la mente sobre todo en esas temporadas de calor y que estoy encerrado en casa con ellas.

Las odia hablar en la cocina, y me pregunte si habían quedado para hacer algo en mi cumpleaños, siempre me sorprendían con algún detallito. Por muy poco que fuera siempre me hacia muy feliz que se acordara, incluso una simple felicitación y beso me ponía contento.

Entre a la cocina, y mi sorpresa fue encontrarla decorada, con globos, y un cartel ¡Felicidades Dani!

-¡Feliz cumpleaños!- dicen al unísono mis dos chicas con una gran sonrisa en sus preciosos rostros.

Me quede pasmado, no por la felicitación, si no por sus atuendos.

Mamá está aún en camisón morado muy transparente y seductor, notaba sus piernas firmes y largas debajo y su pecho oprimiendo la tela. Desde luego, sostén no usaba, porque sus tetas se movíancon casi nada de dificultad, por no mencionar sus pezones que se marcan con claridad en la fina tela. Y solo por la transparencia note que llevará bragas, pero era pequeña, incluso pareciendo un tanga.

A su derecha mi hermana, Erika, esa chica que tenia un culo espectacular. Acaba de venir de correr y lleva esas mallas negras tan pegadas que hacen que la prenda se pegue a sus curvas de forma vertiginosa y esa camiseta deportiva blanca que es un top ajustado y se nota que está algo sudorosa. Pero eso solo la hacia ver mas… sexy.

Mientras mi hermana se daba vuelta por algo, y distraído por su trasero, de repente, sin tiempo a reaccionar, se acerco mi madre y me planto un beso en toda la boca. No somos de ese tipo de familia, la verdad es que mi madre era muy cariñosa, pero jamas me beso en la boca.

  • ¡Felicidades, cariño! -dijo sonriendo y acariciando mi pecho. -¡Ya eres un hombre, el hombre de esta casa!-

Volvió a besarme, esta vez no tan rápido, como tanteando el terreno saber si me negaba a ello o lo aceptaba, pero con aquella vista y labios tan cálidos y tiernos no me negaría nunca. Y sin poder evitar que se me ponga dura al instante, en mi adentro palpitaba queriendo salir y volver a dar batalla.

-Gracias mamá- dije en cuento se separo, no se si por el beso o la sorpresa, pero me encantaba ello.

-Esto es todo tuyo- dijo mi hermana colocando un pastel mediano, para los tres en la mesa, luego fue a mi, bamboleando su cadera y mirando a mis ojos- Igual que esto-

Igual que mi madre se acerco, pegando su cuerpo al mio por completo, pasando su mano por la nuca acariciando mi cabello y jalando me hacia ella, dando un beso, un poco mas pasional que el de mi madre. Pensé que solo serian sus labios los que probaría, pero ella abrió un poco la boca y antes de darme cuenta nos estábamos comiendo las bocas. Con mi lengua en ella y la de ella en la miá, mientras que mis manos la terminaban de abrazar y el bulto en mis pantalones incrementaba.

Mi mano viajo por su espalda, sin darme cuenta, pero antes de llegar a sus firmes glúteos, me tomo la mano, se separo y me sonrió picara.

-No arruinemos las cosas- dijo Erika caminando lejos y sentándose en la mesa, con esa misma sonrisa con que me beso. -Aun no partimos ni el pastel-

Me quede estático un momento, observando a mi madre que solo colocaba todo en la mesa y parecía no acabar de ver a sus dos hijos mayores dándose un beso nada fraternal. Ese beso estaba cargado de pasión, deseo, y lujuria

Definitivamente ese día algo pasaría.

Me senté a lado de mi hermana, quien no dudo en tomar mi mano y entrelazar sus dedos con los míos. Estaba absorte pensando que tal vez seguía dormido y excitado en mi cama. Mas no era así y pensaba averiguar que era lo que pasaba en aquellas dos mujeres.

-Buenos días- dijo Sofi, mi hermana menor desde la puerta.

Abrí los ojos al verla, se tallaba sus ojos grises y su pelo rubio revuelto, de parte de la genética de mi padre. Con solo una camisa que le quedaba algo corta al ombliguero, y se alzaba por sus pechos firmes y grandes, mas se notaban sus pezones demasiado al no tener su sostén. Y de la parte inferior solo llevaba su ropa interior de color rosa de encaje, se forma que enmarcaba el final de esas piernas delgadas pero torneadas.

Bostezo un poco y luego sonrió cuando me miro, sin medir sus acciones fue a la silla de a lado y se abrazo a mi costado, encajando mi brazo entre sus piernas y pecho. Podía sentir una calidez inmensa en esos sitios, y también como mi miembro ya no aguantaba mas estar dentro de mis pantalones.

-¡Feliz cumpleaños hermanito!- dijo con una voz cantarina y luego al igual que mis demás féminas, me beso.

Al estar yo sentado y ella parada, no quedábamos muy separados, pero mi cabeza miraba hacia arriba mientras que ella movía sus labios contra los míos, acariciándolos y de ves en cuando lamiéndolos e incluso mordiéndolos con suavidad.

-Ya niños, que ya esta listo el desayuno- dijo mi madre entre risas, como si no sus hijas acabaran de besar a su hijo.

-Pero má- dijo Sofi quejándose y sentándose, dejándome con el labio impregnado de esa sensación.

Maldición, estaba por quitarme la ropa y tomar a cualquiera de las tres para cogérmela duro. Tan ensimismado estaba con esas sorpresasde que Sofi había colocado su mano en mi muslo y acariciaba de forma nada inocente. Joder, me estaban tentando a hacer locuras.

No, si ya digo que últimamente estaban raras pero ahora sabia que estaban con algo entre manos.

La mesa era pequeña, pero mi madre servia parte del pastel en platos, bamboleando sus pechos y de vez en cuando mostrando su escote al inclinarse. Mis ojos inevitablemente viajaban de las tetas de mi madre, a los muslos embutidos en sus ajustadas mallas de Erika, para luego ir a la ropa interior de Sofi.

-Erika puedes ir por su regalo- dijo mamá terminando de servir y sentándose.

Mi hermana soltó mi mano para obedecer y pude ver bien su culo, perfecto y esa entrepierna perfecta y ese coñito que se dibuja tras la tela. Ojalá me mi novia regresara pronto, quería desfogarse y no solo con una masturbación, quería meter mi miembro en un coñito hasta que me quedara seco. Veo que mamá observa como miro a mi hermana, pero en lugar de reprenderme sonríe y se ríe pasando la vista a Sofi, la cual se ríe también y de un momento a otro sujeta mi pierna apretando.

Tambien siento otra cosa algo tocando mis rodillas y colándose entre mis piernas, no era una mano, era la pierna de mi madre, que sonreía y me miraba con algo en sus ojos. Abrí la boca, para preguntar ¿QUE CARAJOS PASABA? Pero se apresuro y son su pie apretó el bulto de mis pantalones, mi miembro salto por el contacto y al tiempo yo apreté los labios. Quedándome obsesionado con esas redondos melones que se ven al inclinarse, pero quedando a centímetros de mostrar todo.

Como digo, mamá se conserva de maravilla, con un cuerpo muy estilizado y bastante bien proporcionado. No pasa desapercibida para ningún hombre y eso se nota en las miradas lascivas que la echan siempre.

Mi padre había engañado a mi madre, y aun no entendía el por que si estaba para mojar y remojar el miembro en su conchita. Pero el cabrón se había metido con una de sus secretarias mas jóvenes, y para cuando se entero mi madre pidió el divorcio. Fue duro, para mis hermanas mas tenían a mi padre en un pilar, pero apoyamos a mi madre y gano un 80% de lo de mi padre en el acuerdo de divorcio.

Claro que aparte tenia que pagar la pensión de sus tres hijos aun no mayores. Con ello, coloco una pequeña empresa de moda, donde las clientes compraban ropa de todo tipo de talla y todo tipo de artículos. Y ahora los cuatro vivíamos sin problema alguno, y algunas veces dándonos un lujo.

Cuando mi madre pasaba por la tienda para ver como estaba todo o dar nuevas ordenes, siempre los empleados y clientes miraban con disimulo aquellos pechos despampanantes. El hecho de haber criado a tres hijos, no le han quitado un ápice de su belleza, además un rostro precioso, con unos ojos enormes color azul cielo, una boca perfecta, un pelo largo oscuro y unas bien proporcionadas curvas.

La verdad es que es cierto que se cuida y tal, pero a pesar de eso, ella viene de serie con una belleza espectacular. Que heredo a sus hijas. Sus voluminosos pechos ella lo sabe explotar con prendas más ceñidas o generosos escotes, algo que yo agradezco. En su cuerpo es posible que no haya las carnes prietas y juveniles de mi hermanas, eso está claro, pero como digo, muchas cuarentonas quisieran tener esa figura que tiene mamá. Para mí, está buenísima y ahora estaba deseándola.

Mi hermana llego con una caja en sus brazos, envuelta en papel colorido y con un moño. Lo coloco frente a mi, para luego tomar su plato y comenzar a comer. Mire a mi madre quien con el pulgar de su pie delineo mi entre pierna y con los ojos señalo el regalo.

Mire a Erika observándola con crema del pastel en sus labios, es morena, de pelo largo hasta la cintura, ojos marrones claros y labios carnosos. El culo es la parte más increíble, redondo, respingón y los muslos, ella está muy buena y no puedo evitar sentir atracción por su perfecto cuerpo. ¡Que uno no es de piedra!

-Vamos ábrelo- dijo Sofi tomando mi mano y poniéndola sobre el regalo.

Con tanta sorpresa, no dudaba adentro que hubiera algo que me hiciera saltar sobre mi familia y comenzara tener sexo con ellas.

-Dejalo es suyo- dijo mi madre pero presiono otra vez su pie.- Esta ya grandecito-

Lo de grandecito lo dice principalmente por mis 1,85 de altura y algo fuerte ya que practico box como hobby. No soy un musculitos precisamente, pero sí es cierto que me conservo fuerte. El tamaño me viene heredado de mamá que también es una mujer de altura, lo mismo que mis hermanas, que ha adquirido esa cualidad, lo que le ha permitido ser una de las mejores del instituto, pero además admirada, por su extraordinaria belleza, claro.

-¿Que pasa aquí?- pregunte curioso y excitado -Esto… me supera-

Se rieron las tres y Erika tomo mi otra mano llevándola al regalo.-Ábrelo y sabrás-

-Pero...- dijo mi madre comiendo pero mirándome-… tu eliges si quieres continuar o no. Por nuestra parte, lo hemos hablado y pensado mucho y las cuatro estamos de acuerdo-

-¿Cuatro?- pregunte desconcertado.

Se rieron y Sofi se sonrojo algo, no tenia ni idea por que mas ella hablo en lugar de mamá.

-Jessica- murmuro el nombre de mi novia, luego beso mi mejilla- Ella sabe todo, se lo comentamos y… pues esta de acuerdo, mas que de acuerdo-

No entendía nada, de nada. Pero pensé en Jessica, una chica un poco mas bajita que mis hermanas, de 1,65, pelirroja, ojos color chocolate, y con cuerpo de diosa, cara hermosa, labios que nunca me cansaba de besar. Tenia proporcionado su cuerpo, pechos grandes, culo firme y respingón, incluso cintura de avispa. Pero lo mas atrayente era su acento frases, y también su forma de pensar, era liberal incluso varias veces insinuando que ella había tenido alguna novia y algunas otras incitándome a coquetear con otras chicas.

  • Bueno, yo me voy a duchar que tengo mucho lío en la oficina - dice mamá ya terminando -Esta tarde cuando vuelva celebramos tu cumple como dios manda, que uno no cumple 18 todos los días.-

-Yo tengo que ir a mi trabajo- dijo Erika igual levantándose igual.- Ayer cometieron un error en la edición de la publicidad- ella era una ejecutiva publicitaria y una de las mejores, por ello muchos estaban tras su trasero, literal.

-Voy a terminar mis deberes de vacaciones con una amiga- dijo Sofi con un puchero, para luego verme- O tu me ayudas...-

-¡So!- dijo mi madre, su diminutivo con cariño.- ...esta noche, amor, no te preocupes. Además hice la tarta de queso que tanto te gusta.-

-Genial- dije emocionado, no se por que.

Mi hermana enrojece y me esquiva la mirada, seguramente no quiere estropear lo que pasara en la noche. Noto cierto nerviosismo en las tres, pero sin vacilar se acercan y me miran en una linea.

-¿Y nuestro beso?-preguntan las tres, aunque mi madre algo coqueta, Erika entre risas y Sofi dando un leve saltito.

Me levanto y sin saber si se refieren a un beso como los de hace un momento, beso a mi madre en la frente. Ella me ve y niega- No amor, así no- Espera a que yo tome la iniciativa. Y por un momento dudo, pero ya que estamos en ello no me voy ha hacer menos y si quieren algo se los daré.

Envuelvo a mi madre en brazos, ella quedando un par de centímetros mas abajo, le sonrió y acaricio la mejilla antes de plantar un beso en su boca. Se que mi madre no me beso como Erika o Sofi, pero abro su boca con mis labios y con todo mi amor comienzo a jugar con su lengua. Siento sus manos en mi pecho, y como se pega a mi, su calor me inunda, mas se separa dejando un hilo de saliva entre nosotros y ella jadea.

-Gracias por todo mamá-le dijo mientras que ella se limpia la comisura de los labios y me sonríe con una cara roja.

-Todo por mi hombrecito-

-Nuestro turno- dicen mis hermanas algo emocionadas.

-Celosas- dice mi madre antes de subir a su habitación.

Primero voy con Erika, que me espera con una mirada de que se esta divirtiendo con lo que pasa y por un momento al verla en ese atuendo me enciendo. Le tomo de la cintura la pego a mi cuerpo en un movimiento brusco, me ve sorprendida, pero yo solo acaricio su rostro y la beso. Esta vez es mas intenso que ella nterior, siento como su lengua pasa a mi boca con fuerza como busca tener el control de aquel húmedo beso, mientra yo la sujeto e intento someterá mi ritmo. No se como pero termino con mi boca llena de su saliva y la miá, tengo que tragar para no ahogarme y por lo visto ella tiene que hacer lo mismo. Me sujeta del brazo y me parte, veo que jadea en busca de aire y se ve como si estuviera indefensa. -Gracias Eri- le digo de cariño antes de acariciar su mano y espalda.

-Aun no me agradezcas… te cobrare esta noche- me susurra en el oído y se retira casi corriendo.

Veo a Sofi que me mira con ternura esperando con paciencia, guarde lo mejor para el final ya que ella es mi consentida. Extiendo la mano y ella la toma, me ve como con ojos brillosos y llenos de emoción. No quiero lastimar la, pero tiro de ella para subir, la guio a mi habitación y ella no opone resistencia, paso por el cuarto de mamá que no ha cerrado la puerta y veo perfectamente como se coloca un vestido algo ceñido, a la derecha el cuarto de mi hermana estaba igual pero por un momento la veo quitarse los pantalones mostrando un tanguita morada y su culo inclinado.

Continuo, esperando que aquello no termine, que si es un sueño continué por siempre. Entro a mi habitación con mi hermana sujeta y la miro y ella me ve.

-¿No quieres besarme?-pregunta en voz baja. -¿Dani?-

Aun recordaba esos dias en que mi padre se fue de casa y por lo consiguiente su apego a la figura paterna era mucho, y por días se la paso llorando. Poco a poco salio de ello pero claro que costo, mas a mi que a nadie que pase a se su pilar y estar con ella sin importr que pasara. Aveces me contaba cosas que a nadie mas, como la primera bes que beso a uno de sus amigos, o cuando se le confesaron dos al mismo tiempo y termino rechazando a ambos por temor de que los dos supieran del otro. Incluso aveces compraba sus toallas sanitarias, y solo un par la había acompañando a comprar su ropa interior. Era su hermano, pero… ella de verdad que era mi consentida.

Me lance a ella abrazándola, y le bese con pasión, sintiendo sus labios y sin pensar comencé a jugar con su lengua. Sofi salto y cruzo sus piernas en mi cadera, mientras que mis manos sus tuvieron su cadera, con la tentación de bajar mas y colocarse en su culo. Me abrazo por la nuca y nuestro beso se volvió mas salvaje, mordiendo sus labios, jugando dentro de su boca y acariciando su lengua con la miá en un buen ritmo, ella no paraba de gemir en mi boca. Continuamos por minutos y minutos, mucho mas que con Erika o mamá.

Terminamos en mi cama, ella aplastada contra mi peso, con su pecho presionados contra lo míos. Mientras sentía como ambos nos faltaba el aire y nuestras bocas ya estaban mas que revueltas en el otro.

-no- murmuro pero aferro el cabello de mi nuca-… no ahora Dani...-

Me costo pero deje de besarla y la observe, tenia el rostro sonrojado, sus labios semi abiertos y veia como estaba algo agitada. Me asuste por un momento e intente levantarme, pero sus piernas cruzadas tras mi espalda me lo impidió.

-No es que no quiera hermanito- dijo Sofi muy rápido- Es que aun no es momento...-

Tome aire y deje caer la cabeza en el hueco de su cuello, aspire su olor, era dulce y me gustaba mucho. Ella solto sus piernas y acaricio mi cabello.

-¿Que pasa So?- le pregunte inundado de temores y algo avergonzado, por que ahí mismo podría cogerme a mi hermana.

Me levanto y hizo que me sentara en la cama con una sonrisa, mientras se acomodaba la camisa y me veía algo roja. Luego me dio un simple beso en los labios y se levanto.

-Ve tu regalo y en la noche… ya sabrás-

Sin decirme nada mas abandono mi cuarto, mis ojos se clavaronen su precioso culo que lleva un ritmo adorable y yo sueño con poderlo tocar, acariciarlo, bajarle esas bagas y sobarle directamente ese precioso trasero. Sobre todo al notar un cambio de color, pues tal vez las bragas estaban húmedas y aumentaban de color rosa.

Me quedo pensando en qué podrán haber pasado para que todo eso estuviera ocurriendo, no perdía interés, realmente era mi fantasía hecha realidad. Pero estaba confundido, por aquellas palabras que me decían. Y entre mas pensaba, mas sentía esos besos que las tres me dieron y el que yo les di, era tan personal la forma de hacerlo, tan pasional, y cargado de deseo y lujuria que casi era imposible dejar de estar duro.

Nunca había sentido los labios de ellas sobre los míos y nunca había visto sus cuerpos de esa forma, era algo especial algo sensual… y no podía dejar de estar ensimismado en tan especiales hembras hembras. Y mas aun en lo que decían, mi novia estaba enterada y tal vez sabia en ese momento mas que yo mismo.

Todo aquello había sido mas que simples besos fraternales y tiernos. Mi verga estaba a tope aun si había pasado y rato y tal vez no bajaría pronto.

Baje por mi regalo, que si bueno era bastante grande, casi no pasaba mucho. Mire el regalo y con manos dudosas lo abrí, adentro venia una serie de cosas, lo primero un libro “Historia de la sexualidad 1: La voluntad de saber“, luego media docena de vibradores y con una instrucciones de como instalar la aplicación en el celular para poderlos manejar con una mano, también un juego de mesa, aunque este era muy atrevido con diferentes retos sexuales y de toda índole. También una decena de caja de condones, de todos tipos de los ultrafinos, extralubricados, con retardante, con estrías, con sabores, con efecto calor y frescor. Y luego estaban los que ni conocía: Extrafino+Extralubricado, Estriado+Retardado, Efecto calor+Estriado, Efecto frescor+Estriado y doble salto mortal+Tirabuzón.

No necesitaba el ultimo.

Y al fondo, conjuntos de ropa, todas etiquetado para mi defensa, ya que si no conocía nada de ello; Un corce con bra, body, baby doll de encaje, muchas pantis traslucidas y tangas, también varias medias y lisas y de rejillas incluso sujetadores para ellas.

Todo me era perfecto y me preguntaba como se verían en una mujer, pero … ninguno parecía para mi o eso penes en ese momento. Al final del todo un celular, un smarphone del año, estaba desempacado y con un pos-it pegado que decía “Para nuestro hombre”

Lo encendí, era todo muy normal solo que tenia un video en el, uno que no venia en la instalación del teléfono. Lo reproduje y mire como aparecía mi madre, mis hermanas y, si, mi novia. Las cuatro miraban a mi cámara y sonrieron.

Estaban en el cuarto de mi madre, el mas amplio y acojedor de la casa.

-Hola mi amor y feliz cumpleaños- comenzó mi madre y me mando un beso – En este momento no entiendas nada de lo que pasa, seguramente ya has sospechado y tienes idea que pasa esta noche, ademas de que… seguro no sabes el por que. Bueno, no es un secreto para nadie que te amamos- En eso tenia razón.

-Pero yo quiero hacer algo especial para tu cumpleaños, sabes esto no se lo he contado solo a las personas presentes en esta habitación y tu abuela, pero cuando yo cumplí 18, el mismo día fui violada-

El mundo se me fue a los pies, y por un momento la ira y el coraje me invadió, como si eso acabara de pasar, quería matar al cabrón que hizo aquella atrocidad a mi madre, pero continué viendo.

-… tarde mucho en entender lo que paso, y mas aun en confiar en cualquier hombre- dijo mi madre mirando sus manos e intentando sonreír pero se notaba dolor en su mirada-… luego llego tu padre a mi vida, el me dijo que me amaba aun cuando yo reticente lo rechazaba y mas aun en lo sexual. Y ... mi primera vez con el, yo me asuste tanto… casi no podía respirar y… por un momento volví a creer que me violaban- Solto un sollozo largo, mis hermanas la abrazaron y mi novia dejo de ver la cámara para ponerse a su espalda y abrazarla también.

Tararon un poco, susurraban cosas pero casi no comprendía nada, solo que estaban diciendo cosas que animaron y hicieron sonreír a mi madre. Se limpio las mejillas con fuerza y pareció decidida a continuar hablando.

  • De esa vez, vino tu hermana, fue lo mas hermoso que me paso.- Acaricio la mejilla de Erika y esta le beso la mejilla – Y tuve que casarme con tu padre, no estaba del todo enamorada, y poco a poco mi temor al sexo desapareció, pero en cada vez que tu padre me tocaba era… algo extraño y raro para mi.- se rio- Hasta que ya no lo fue, solo era normal, monótono, nada que me excitara… y creo que por ello me engaño y ...- Sofi le dijo algo y ella suspiro -… pero no lo justifica. Mas con el tiempo me di cuenta de algo, algo que me dio miedo y terror al principio, algo que una madre no debería sentir.-

Sonrió y miro a mis hermanas -Te amaba como a nadie, tus abrazos eran ansiados por mi y ahora que eres un mayor...- paro un momento como darse valor-…no puedo dejar de pensar en ti como un hombre y imagino, deseo y quiero que tu… me hagas sentir una mujer-

Aquellas palabras me sorprendieron, pero enseguida supe que era cierto, sino como en la mañana hubiera soportado aquel beso que le di. Y el por que cuando me beso fue temeroso y muy suave.

-Pero…. -continuo- Como madre me nege ha hacer algo que pudiera dañarte o tu cariño hacia mi. Mas tus hermanas, cada una por separado, vinieron a mi con dudas y temores, y resulta que eran los mismos que los míos-

-orale- fue lo único que deje salir de mi boca.

-No supe como manejarme y termine diciéndole a ambas lo que me pasaba y que me ocurrió. Luego las tres terminamos juntando nos y por ultimo…- Tomo la mano de mi novia y le miro antes de reírse- … tuve que comentarlo con Jes. Pidiéndole que te entendiera y si ella te llevaba lejos de nosotras lo entenderíamos. Pero fue una sorpresa que ella aceptara y que nos incitara a confesártelo.- En la cámara ella asentía y me coqueteaba, lanzando besos y guiñando el ojo. Que bien se lo guardo todo, pensé mientras recordaba las ciento de veces que se reía cuando veían a mis hermanas sobre de mi molestándome.- Y esperando que ustedes no tengan por que temer en lo sexual, yo esperaba que esto ayudara a ustedes, y que pudieran disfrutar ya que se aman. Por lo tanto, hemos estado intentando seducirte… o por lo menos lo intentaremos. En este regalo encontraras muchas cosas que decidimos que necesitaras esta noche, si aceptas claro. -

-Ma, dilo- dijo Sofi mirando a cámara.

-Ya voy- murmuro antes de ponerse roja, mi madre sonrojada, huy eso me provoco querer verla en persona así – Nostras estamos dispuestas a entregarnos a ti, a ser todas tuyas y solo tuyas a partir de esta noche, pero solo tu lo deceas mi amor, no te obligaremos a nada y...-

-Ya má, seguro lo entenderá- dijo Erika en una leve risa.

-De tal forma mi amor, que si aceptas lo que sentimos y nos deseas como nosotras a ti, pues… deja lo que quieras que ocupemos esta noche para ti en nuestros cuartos- alzo un baby doll y lo agito como bandera – Y deja a nosotras todo lo demás mi amor-

El video termino las cuatro lanzándome un beso y sonriendo.

Por un rato mire el teléfono, y por pura incredulidad volví a verlo, fueron como unas cinco antes de que aceptara que era verdad. Y comenzara a colocar mis datos en el teléfono y pasar mi sim a este nuevo.

Una vez terminado, llame a mi novia, pero su teléfono sonó y me colgó. Intente un par mas, pero ella solo me mando un mensaje

“Cuando vuelva hablamos amor, por ahora tienes que atender a tu familia y no te preocupes lo acepto de verdad, te amo por completo, y esto no cambiara nada. Es mas me ayudara a decirte una verdad de mi que aun no he podido”

Y respondí:

“Te amo mucho, y si esto de verdad no cambiara lo nuestro, te amare aun mas. Se que sonara mal y que puede que hasta te burles, pero amo a mi madre y hermanas tanto como a ti, las quiero a las cuatro y no puedo pensar en vivir sin ustedes. Y claro que puedes decirme lo que sea de ti. Pero ¿Estas bien que seas la primera?”

Tardo un rato en contestar y me pregunte si lo había dicho de mala forma, no preguntaba si yo fuera su primera vez, por que deducía que con semejante cuerpo y carisma, ya había tenido relaciones sexuales. Pero contesto a los diez minutos.

“No amor, prefiero que tu primera vez sea con alguien que te ha cuidado y amado desde siempre, yo te amo desde hace mucho, pero no tanto como tu madre o hermanas. Y si… tu seras mi primera vez, aun soy virgen amor”

“Te amo, y aunque no lo fueras te amaría y te haría el amor mil veces”

Contesto con un beso en emoji y ahí termino nuestra comunicación.

El resto de la tarde me dedique a pensar en que habían planeado, y también lleve a cada habitación el conjunto de ropa que deseaba ver en sus cuerpos. Me llego un mensaje de mis hermanas y de mi madre las tres pidiéndome que saliera de casa antes de las 5 para que ellas arreglaran todo para mi sorpresa y así lo hice.

A las 5 en punto yo estaba afuera, caminando por la calle desconcentrado en el café librería de mi mejor amiga, Nora, la cual esta buenorra y ese día con sus ajustados vaqueros me daban una vista celestial de su trasero. Tengo todavía dudas sobre el video, si mi novia estaba de acuerdo y si esto se volvería normal o solo seria mi regalo de cumpleaños y luego lo quisieran olvidar. Por que no me haría feliz esa parte.

Espere con ocho tasas de té, para mis nervios, con el libro que me regalaron, medio oculto la portada y con mi amiga coqueteare desde la barra. Y cuando mi celular vibro supe que venia.

Llego a casa, deseoso de volver a ver a aquellas que alteraron mi vida en solo unas horas, cada vez más deseoso de que fuera todo cierto. Oigo a mi madre en la cocina y al asomarme veo también a Erika y Sofi. Ambas están trajinando con algunos canapés y pastelitos que están preparando para mi cumple.

Me quedo viéndolas, están preciosas, aunque no con lo que les escoji,llevan vestidos pero las veo más arregladas de lo normal, casi diría que muy elegantes y extremadamente sexys a la vez. Nunca vestidos tan elegantes me parecieron llamativos, mi madre tenia uno de espalda descubierta y largo escote, Erika uno largo de con una pierna descubierta y mostrando sus hombros. Sofi uno corto, casi al punto de que si se inclinaba se subiría mostrándome todo, ademas de que tenia un escote cerrado, pero no menos llamativo a sus pechos. Y cada una con tacones altos y que mostraban sus lindos pies, no soy fetichista de pies, pero dios recordaba lo que mamá me hizo en la mañana y no paraba de esperarlo. Estaban tan ocupadas preparando todo, que no se habían percatado de mi presencia y de que estaba en el marco, admirando como se movían con gracia en esos tacones y vestidos ceñidos.

-Estan preciosas- dije con mi cuerpo todo alterado por ellas. - Son divinas -

Me observaron deteniendo sus deberes, y me sonrieron agradecidas.

-Díganme ¿Quien se va a casar ?- pregunte coqueto, mientras avanzaba.

Mi madre sonrió, dejo la bandeja en la mesa y me miro, como si temiera que le dijera algo horrible y por un simple segundo vi el miedo y terror que le provocaba aquella situación.

  • Vamos vestidas para algo muy importante- dijo Erika intentando quitar peso al asunto. Pero se notaba que estaba preocupada por mi madre y pues la veía.

Me acerque a mi madre, con seguridad ella tampoco se creía que yo ya estaba enterado de la gran mayoría y seguro recordaba su pasado. Toque su mano y ella se tenso, le acaricie con el pulgar y entrelace nuestros dedos con dificultad, le tome el mentón para que me viera a los ojos, y luego le abrace por la cintura pegándola a mi cuerpo y sonriendo. Era mi madre y la amaba, tal vez con locura.

-Mi amor… siento que tuvieras que enterarte así… yo debí-Note ese misma tristesa subiendo a sus ojos y tratando de arruinar su maquillaje.

-Shhh- dije acercándome con lentitud a su boca y rosando mis labios con los de ella, que estaban pintados de carmin, sintiendo como se entre abrían sus labios y suspiraba – Te amo- murmure antes de besarla, como ella me habia besado, solo que sin temor, y comenzando a moverme lentamente hasta tenerla tirando de mi cabeza para que continuara.

Me separe y le volví a sonreír mirando sus ojos con lagrimas y limpiándolas al tiempo que dejaba mi frente en la suya susurre. -Y yo te tratare como mereces, siempre-

Sonrió y dio una mirada coqueta mientras ponía sus manos en mi pecho.

-Gracias por entender y… hacer esto por nosotras...-

Asentí y bese su frente- Ahora dime, ¿Como celebraremos mi cumpleaños?-

-Ya veras… te gustara-dijo de forma seductora.

-No coqueteen delante de nosotras y faltamos nostras- dijo Sofi haciendo un puchero que quedaba bien con ese rostro angelical.

Asentí tomando la mano de mi hermana y tirando de ella hasta tenerla junto y comenzarla a besar como a mi madre. Sentía sus labios diferentes, mas expertos, mas decididos, con un sabor a fresa. Luego fui a Erika que me abrazo y no dudo en besarme con toda su fuerza, y morderme.

-Ahora cariño, sube a darte un baño y cambiarte que esto está casi listo. He hecho lo que te gusta. No tardes, te esperamos en mi cuarto que es el mas espacioso y mejor equipado. - ordena mamá ya con seguridad.

Subo a mi habitación, todavía impactado con la imagen de mis chicas y sus labios sobre los míos. Me quite todo y me metí al baño, mirando como mis labios tenían aun el pintalabios de mi madre, también un leve brillo de Sofi, y una marca por la mordida de Erika. Dios me excite demasiado. Hubiera aprovechado el agua caliente y una buena masturbación para bajarme mi inflamado y casi doliente miembro. Pero quería aguantar y dar lo mejor de mi con mis amores. Aunque en la mañana ya hubiera descargado dos veces.

Al salir vi que sobre mi cama ya estaba preparado un atuendo para mi, muy formal y la caja con todo lo que me dieron había desaparecido. Me costo la ropa interior, ya que parecia que habian seleccionado unos boxer muy ajustados, tanto que incluso con mi miembro semi flácido se notaba mucho. Solia utilizarlos holgados para que el grosor no molestara, pero ahora solo seguí las indicaciones que me daban mi madre.

Salí sin colocarme loción o peinarme, ya que al final de cuentas pronto esperaba estar desarreglado, ademas el cabello se me acomodaba casi solo. Al llegar toque y escuche como se movian, pase viendo la luz apagada y solo un par de velas alumbrando, todo estaba muy normal, solo que mis hermanas estaban sentada a lado de mi madre, con las piernas cruzadas y una copa en la mano. Mi madre estaba entre ellas sentada con las piernas juntas, pero tenia algo en sus rodiallas.

-Hermoso- dijo Sofi soplándose con una mano de forma coqueta.- Me pones calientita-

-Una vuelta- dijo Erika moviendo su dedo en circulo, y como buen samaritano lo hice- Que culo hermano, para empapar mi ropa interior- Solto.

Mi madre rodó los ojos y movió su mano para que me acercara, lo hice y antes casi comprendiendo me arrodille ante ella, y tome sus manos.

-Eres muy Guapo amor- dijo madre acariciando mis manos y luego miro aquello en sus rodillas. Eran cuatro pulseras de tobillo, cada una con mi nombre, y a lado tenia el nombre de mis hermanas, madre y mi novia. -Esto no es para ti, es para nosotras para recordarnos que somos tuyas, y solo tuyas…-

-Pero...-

-Ya hemos hablado- dijo Erika tomando un trago sonriente- Y no queremos tener sexo contigo y luego dejarte por otro que no nos ama o solo querra eso, preferimos tenerte siempre para nosotras y claro, como ninguna de nosotras puede convertirse en tu pareja ante la sociedad pues Jess se encargara de ser la legal-

-Ademas tu tendrás la llave- dijo y mire de nuevo las pulseras, tenían un seguro pequeño y una pequeña ranura y también en las piernas de mi madre descansaba la llave, era pequeña.

-¿Seguras?- pregunte algo aturdido por esa parte -Por que si quieren familia y...-

-Si quisiéramos dejarlo ¿Nos dejarías hacerlo?-pregunto Madre alzando mi mirada y viendo la cara.

Asenti de inmediato y ellas sonrieron y estiraron sus piernas para que se las pusiera. Ya que ellas estaban seguras y yo convencido de que tal vez algún día se lo quitarían, tome las pulsera y primero fue a mi madre. Acaricie su muslo, bastante firme y de piel tersa, mis dedos la recorrieron hasta su tobillo y besando su empeine coloque aquella muestra de que lo que hacíamos no solo era sexo.

Luego fue a Erika la cual, se rio un poco cuando pase mis dedos por su pierna y mas aun cuando bese su muslo. En cuanto a Sofi en cuanto ella alzo la pierna me dejo ver su entrepierna, mi sorpresa para ver que una fino triangulo cubría su coñito, bese su tobillo y mire a los ojos. Para ser la menor era la mas coqueta y atrevida, aunque mi hermana Erika era bastante firme y segura de su sensualidad, en cuanto a mi madre, su forma de amarme era suficiente. Aunque claro cada una tenia un cuerpo que estaba ansioso de ver.

Se levantaron y se vieron, con aquella pulsera en su tobillo y como quedaba bastante bien con su personas. Encendieron las luces y apagaron las velas, dejándome ver que habían llevado una mesilla al cuarto y estaba lleno de innumerables alimentos, todos de mi gusto.

-Sirve el vino, Dan- dijo mi madre guiñan dome el ojo

  • ¿Hoy me vas a dejar beber, mamá? - le digo entusiasmado.

-Y a tus hermanas- dijo madre riéndose al ver a Sofi ya llevándose un pastelillo a la boca.

No es que anteriormente yo no haya bebido, aunque ella lo sospeche, nunca me ha permitido nada de alcohol en su presencia.

Comenzamos a comer y charlar, ellas decían mucho que les encantaba la comida, los vestidos y los arreglos del cuarto, incluso el que pudiéramos comer en el cuarto de mamá. Yo observaba y sonreía, también mirando como los paquetes de condones estaban apilados y encima de la mesa de noche de mamá. Junto con los vibradores y el juego erótico.

Pusimos musica ybailamos, comimos y bebimos, charlamos de muchas cosas pero todo lejos del sexo. Tambien hicimos fotos de la noche y mi madre con una camara nueva comenzo a tomar fotos de nosotros y ellas, yo con mis hermanas, mi hermas y mi madre, los cuatro juntos y todas de diferente formas. Incluso hicimos karaoke, la noche me estaba gustando mas y mas, y dieron las media noche.

Con una musica suave, pronto estaba sentado contra la cabecera de la cama, con mi madre del lado derecho y abrazada, Sofi a la izquierda y Erika casi ente mis piernas escuchando lo que había leído del libro que me dieron.

  • Dime hijo, en el tema del sexo, ¿Ya has tenido sexo? - pregunto contundente de mi madre y mirandome la entepierna.

-No, he tenido roses con chicas y mas con Jess, pero nunca he entrado en una chica- dije con un poco de pena, pero ellas no se rieron. Solo Erika movió la mano y paso un dedo sobre el bulto que ya empezaba a crecer.

Entramos pronto en confianza, descubriendo que Erika no era virgen, y que el tipo que le desvirgo solo la ocupo y dejo dejándola deprimida, cosa que me molesto. Y que en parte impulso a mamá a hacer que tuviéramos una primera vez todos juntos. Incluso descubrí que Sofi se masturbaba con frecuencia, pero que nunca había permitidose adentrar algo a su conchita y que siempre fantaseaba que el primero fuera yo. Ademas de que también supe que mi madre tenia frustración sexual por no poderse masturbar por sus temores, pero que aveces sobaba sus tetas mucho y que le encantaba pellizcarse y girar sus pezones.

  • ¿Te masturbas mucho, Nacho?- Pregunto Erika mirando como mi miembro abultaba bastante en mi pantalon.

-Una o dos veces por dia… aveces mas cuando estoy muy excitado-

-¿A que edad comenzaste?-continuo sonriendo picara.

-No se… a los doce o trece… y fue por curiosidad. Y con una malisima porno- dije con sinceridad, ya no tenia nada que ocultar.

-Yo te vi un día- soltó Sofi y todos volteamos a verla sorprendido- Regrese temprano del colegio, creíste que no había nadie en casa y estabas en la sala, moviendo tu mano en tu miembro mientras tenias los ojos cerrados y con audífonos, vi como te corriste y antes de que me vieras me fui- Termino de contar con una sonrisa- Desde ese dia… te he deseado y… también fue mi primera masturbación por ti-

-No tiene nada de malo. Una tiene sus necesidades, disfrutaran del sexo directamente con otra persona. Supongo que estarán deseando lo que viene, es normal... - nos dice mamá bebiendo otro buen trago de vino. Yo la imito y miro hacia mi polla que sigue dura como una piedra dentro de mi ropa. Después miro a Sofi y Erika, que están atentas solo en mi miembro.

-Ahora mis amores- dijo mi madre roja por el vino y tal vez por lo que venia -Vamos a ponernos lo que Dani nos escogió-

-Regresamos en un momento, bebe- dijo Erika apretando mi miembro.

Sofi solo salto y fue afuera en medio de una carrera con sus tacones emocionada. Mi madre me miro y señalo. No te muevas, no respires y no te toques. Asentí un poco consternado por lo que decía, ya que ahora venia lo bueno y real.

Pasaron los minutos y espere, estaba tentando a quitarme la ropa y esperarlas o tocarme un poco para que no me encontraron con mi miembro flacido. Pero no, tardaron.

Primero llego mi madre, abrio la puerta mostrando un baby doll negro semi transparente. Notaba esas tetasas colgando, y ese culo enfundando en bragitas pequeñas y como mi madre parecía una reina con ello. Giro con gracias haciendo que se levantara el volante, hasta que dejo al descubierto su culo y piernas.

-¿Te gusta?-

-Me encanta dije sentado y fascinado-

Paso su mano por su curvas y sujetando los lados de su bragas las hizo sonar.-Es todo tuyo-

Mas volteo y Sofi entraba, tenia un ligero que sujetaba medias lisas y su bragas y brasier, todo con encaje y de color rojo fuego. Entro seductora, dio un giro y se inclino mostrando todo su culo a mis ojos, que de inmediato provocaron que me sentara en la orilla de la cama. Se rio y quito del lugar.

Erika tenia un body de encaje semi transparente de color morado, paso las manos por su cuerpo hasta sus pechos y los presiono, dejándome ver como sus pezones estaban erectos.

Se rieron por el espectaculo que acababan de hacer.

-Estan… como diosas… ya no aguanto para tenerlas- dije levantándome, se acercaron y volvieron a sentar.

Mi madre fue por el juego de erótico y los señalo. -Primero vamos por el juego previo.-