Fiesta del Verano

Su cuñada no queria pero le regaló su culito. Relato ilustrado con FOTOS REALES.

Mi nombre es Alberto, tengo 34 años y ocupo un cargo de responsabilidad en una empresa multinacional alemana. Vivo en una urbanización de lujo en las afueras de Barcelona.

Mi esposa es una mujer preciosa, tiene un cuerpo impresionante, se llama Olga y tiene 28 años de edad.

Trabaja en el departamento de Marketing de una empresa farmacéutica. Por su actividad ella realiza viajes de negocios con mucha frecuencia, lo que hace que nuestra actividad sexual no sea todo lo continuada que seria de desear, sobre todo por mi parte.

Hace unos dos meses, Olga se encontraba planificando uno de esos viajes, éste concretamente la obligaba a estar fuera de casa durante 10 días, ya que tenia una Convención farmacéutica en una isla griega.

Tuvimos una pequeña discusión puesto que nos habíamos comprometido con los amigos de la urbanización a organizar la fiesta de la primavera, que todos los años se hacia, y éste año en concreto nos tocaba a nosotros.

-Olga y ahora que hacemos, no estoy dispuesto a cancelar la fiesta.

-Pues para mi la convención de mi empresa es muy importante, compréndeme, no puedo faltar.

-De acuerdo, entonces encargaré a una empresa de Catering que nos haga el servicio.

-Alberto, no me parece mal, aunque te debo decir que según una amiga del trabajo, algunas empresas de Catering son caras, y además la calidad no es buena. Corres el peligro de quedar en mal lugar; ya conoces a nuestros vecinos como se las gastan con sus bromas hirientes.......aunque se me está ocurriendo....

-Que...?

-Mi hermana Eva por sus estudios, estoy segura que debe conocer ese mundillo.

Eva es una mujer impresionante, tiene 20 años de edad y un cuerpo sensacional, es estudiante de Enología y por tanto conocedora aunque sea indirectamente del mundillo de la hosteleria.

Alberto no se lo pensó dos veces.- De acuerdo, llámala y dile que venga esta tarde para hablarlo.

No les costo demasiado convencerla, más sabiendo que con el dinero que la iban a dar por sus servicios podía pasar unos días de vacaciones en la playa. Ella argumentó que vendría con dos amigas que la ayudarían en la tarea. Discutieron los pormenores y requisitos y llegaron a un acuerdo total para la celebración de la fiesta, que se celebraría en ese fin de semana.

La fiesta fue un éxito y todos los vecinos de la urbanización felicitaron a Alberto por lo bien que había ido todo y lo estupendamente que lo habian servido las tres chicas.

Cuando se fueron todos los invitados serian las 4 de la madrugada. Eva y Alberto se dejaron caer en el sofá derrengados, el, algo alegre por el alcohol ingerido, y ella muy cansada por el trabajo que le habia supuesto atender a más de 25 invitados.

Al sentarse lo hicieron tan juntos que sus piernas se rozaron, Alberto pudo ver que la mini que lucia Eva se le habia subido, dejando entrever unas piernas espectaculares, tanto uno como otro siguieron con sus piernas juntas, evidentemente el ambiente echaba fuego, se miraron fijamente a los ojos durante unos momentos, Alberto puso su mano sobre la rodilla de ella......

Eva que se encontraba más sobria le retiró la mano.

-Bien Alberto, ha sido una bonita fiesta, espero que nuestros servicios te hayan agradado.

-Verdaderamente lo habéis hecho maravillosamente, ahora quédate un ratito, descansas un poco te tomas una copa y te relajas.

-Vale, pero una copa solamente, estoy muy cansada y necesito ir a dormir.

-Por eso no lo hagas, te quedas a dormir en el cuarto de invitados.

Permanecieron durante más de una hora bebiendo y charlando, Alberto sacaba el tema del sexo y su tímida cuñada cada vez se encontraba más desinhibida por las copas que él le iba poniendo. Alberto le hablaba de los continuos viajes de su hermana, y de que el necesitaba tener más sexo que el que tenia con Olga, distraídamente le volvió a poner la mano sobre una de sus rodillas, en esta ocasión Eva no le retiró la mano.

El besó su mejilla, muy cerca de la boca, mientras iba subiendo la mano muy despacio por entre sus muslos, con la otra mano acariciaba delicadamente el pelo de Eva, en un momento dado le puso la mano en la nuca y le dio suaves masajes en la cabeza .

Eva se iba alterando por momentos, notaba que su cabeza ya no mandaba sobre su cuerpo. En un ultimo intento se separó bruscamente de su cuñado.

-No Alberto, esto no está bien, que diría mi hermana si se enterase.

El la sujetó un momento por la mano; -Tu hermana únicamente se enterará si tu se lo dices, por mi parte como comprenderás no se lo voy a decir....La fue acercando lentamente ella no se resistía, cuando sus cabezas se juntaron unieron sus bocas en un beso desesperado que no habia forma de que acabara. Alberto iba subiendo la mano por entre los muslos de ella, cuando metió un dedo entre la braguita y los labios del coño, comprobó que este se encontraba completamente empapado, debido al estado de excitación de su cuñada, que ya comenzaba a jadear levemente.

Alberto se bajó la cremallera y liberó su enorme polla, de la cual emanaban líquidos preseminales, ella no pudo desde ese momento retirar su vista del miembro de su cuñado, tímidamente rozó con sus dedos la punta del glande y se los llevó a su boca para saborear un manjar que jamás habia probado y que tanto deseaba hacerlo.

No le costó mucho a Alberto bajar el tanga de Eva hasta las rodillas, y tocar a su gusto el caliente coñito de su cuñada, la cual, para facilitar la tarea se abrió todo lo que el tanga se lo permitía, ella misma se bajó del todo la braguita pues deseaba que se cuñado incidiese con libertad plena sobre su caliente y súper lubricado coño.

Ella mientras seguía hipnotizada con la inmensa polla de su cuñado, con su mano le abría el capullo, y se manchaba con el abundante liquido que desprendía de la punta, con su nariz detectaba el potente olor a macho que desprendía el sexo de su cuñado.

Así estaban ambos cuando de repente suena el timbre del teléfono, Alberto mira y ve el número de teléfono de su esposa, se lo enseña a su cuñada la cual no por eso deja de pajear su polla.

-Que hacemos, dice el.

-Contéstala, dile que te estoy haciendo una paja....jajaja

-Estás loca, que te pasa....

-Tu me has puesto así, y no pienso dejarlo hasta que no apagues el incendio que has provocado.

-Hola Olga, cariño como estás?..

-Bien aquí solita, echándote de menos. Porque has tardado tanto en contestar?

-Pueees.. Estaba dormido y ......uffff. Eva se estaba comiendo la polla mientras le miraba lascivamente a los ojos, arriba, abajo...la cabeza de su cuñada no paraba quieta, en un momento se la metió hasta la garganta, lo que hizo que el emitiera un gruñido de intenso placer.

-Alberto que te pasa....estas raro.

-No, no que va, estoy pero que muy bieeeeen, la fiesta ha estado fantástica y tu heermmanaaa lo hace como nadie....es maravillosa...ooooggg. Perdona pero es que....Eva mientras le meneaba la polla, le estaba pasando la lengua por los huevos y por el orificio anal.

-Olga no puedo más.... Te tengo que dejar, mañana te llamo.

-Muy bien cariño, hasta mañana que descanses, hablamos y me explicas con más detalles lo de mi hermana.

-Si, si no te preocupes. Colgó el teléfono y cogió con sus manos la cabeza de su cuñada, y estuvo follando su boca un rato interminable.

Cuando pudo liberar su boca de la polla de su cuñado, le dijo que le dejase la polla para restregársela por su virginal coñito.

-No estoy tomando nada, por tanto no me puedes follar, no quiero quedarme embarazada.

-Está bien, yo desde luego no me voy a poner preservativo, hay otras maneras para conseguir placer.

-Cuales...? Una es esta, entonces Alberto se puso entre las piernas de su cuñada y comenzó a acariciarle el clítoris con la punta de la lengua, luego bajó hasta el orificio anal donde le introdujo la punta, se la sacó y la metió entre los labios vaginales dentro de su coñito. Ella era la primera vez que le comían el coño, y estaba en un puro grito, su cuerpo era como el de una serpiente que se retuerce de un lado a otro, estaba desenfrenada, le tomó por los pelos fuertemente, y no los soltó hasta que sintió un brutal espasmo de placer. Cualquier vecino que estuviera despierto podría haber percibido los gritos de una mujer que habia tenido una corrida fuera de lo común. Como así habia sido, según le confesó Eva a su cuñado.- Nunca me habia pasado nada igual, ha sido maravilloso

-Ahora Eva mes gustaría que te dieras la vuelta.

-Que me vas a hacer Alberto, yo no tengo experiencia sexual de ningún tipo, aunque te debo compensar por la enorme corrida que me has proporcionado.

-Quiero hacerte el culito, no te preocupes, verás como acaba gustándote.

-Por favor, ten mucho cuidado nunca me han metido la polla en el culo.

Alberto cogió un tubo de vaselina, y le estuvo aplicando un buen rato dentro de su pequeño orificio, luego le metió un dedo....dos..., así permaneció hasta que vió como Ana dejaba de quejarse, entonces se untó de vaselina la punta de la polla, y lentamente comenzó a meterle la punta, la dejó un ratito y volvió a empujar hasta meterle todo el capullo, así comenzó a empujar muy lentamente hasta que la mitad de la polla fue engullida por el esfínter de su cuñada. Le dijo que se masturbase, ella fue mas allá y se metió dos dedos en su acalorado coñito, el pudo notar los dedos de ella incidiendo en su polla, entonces de un empujón se la metió hasta los huevos.

El abundante liquido preseminal que salía de su polla hacia que Eva no sintiese dañado su culito, después de un buen rato de follarle el culo de su polla salieron varios torrentes de semen que inundaron el virginal culito de su cuñada, la cual tubo otro orgasmo producto del dedito que se estuvo haciendo mientras Alberto la tenia empalada con la polla.

Hubo mas ocasiones en que ambos coincidieron. Mientras tanto Olga sigue prosperando en la industria farmacéutica.