Fiesta de prendas (2)
Sin darme cuenta, era sábado por la mañana, estaba descansada pero necesitaba algo más, que me llevara al clímax.
Fiesta de prendas (2)
Era ya sábado por la mañana y me desperté descansada y relajada, estaba en medio de la cama, a mi lado estaba Naty y del otro lado Pilar. Belén descansaba en el piso de mi cuarto abandonada a su suerte. Con mis manos rodeé el cuello de estas nenas maravillosas y las besé cariñosamente. Luego de un buen rato, Belén despertó, apenas si se sostenía en pie, al verme me sonrió, se acercó a mi lado me acarició la mejilla y me dio un fugaz beso en los labios. La noche había sido intensa y el hambre no era menos. En la cocina de la casa estaban mi tía Gisella y Grethel, preparaban algún bocadillo ligero para los amantes.
El reloj marcaba ya más de mediodía, estábamos desnudos, así nos dispusimos en la mesa, pusimos algo de música instrumental con volumen medio. No se si el volumen de la música o el apetito de los amantes pero nadie pronunció palabra durante varios minutos. Un silencio casi obligado, las miradas se hacían notar, Belén, nos miraba a Naty, Pilar e incluso a mi, se sonreía para si, bajaba la cabeza y la movía de lado a lado como diciendo no puede ser que me han hecho, y tan delicioso que la he pasado.
Después de un descanso largo, de casi media hora, me senté en el sofá al lado de Naty y le acaricié sus tetas erguidas, se las besé cariñosamente, la tomé de la mano y me la llevé a la habitación. En el camino a la habitación me topé con mi profesor Francisco y le cogí la verga, se le estaba poniendo dura, íbamos los tres camino a mi habitación. No era yo la única con ganas de más, estaba Grethel muy cogida de Rosita, mientras mi hermano le frotaba su verga por sus culos tratando de provocar la excitación de ellas. Diego, Max estaban que se daban gusto en las tetas de Belén, sobándolas a placer, Pilar le comía la boca con ganas a mi tía Gisella mientras Alejandro trataba de penetrar por el culo a mi tía querida. Allí en la sala quedaron mi tía Gisella, Pilar y Alejandro. Los demás ocupaban las habitaciones vacías de la casa. Yo estaba muy caliente con Naty, sin más la eché en la cama casi a la cabecera de ella, la abrí de piernas, lo más que pude, subí a la cama a cuatro patas y al llegar a su coño m incliné para meterle mis dedos mientras mi lengua devoraba su clítoris, en esa posición, Francisco con sus dos manos me sobaba el culo, me abría el ano con sus dedos pulgares, me lo lamía con su lengua golosa para después darme una escupida en el centro de mi ano y con sus dedos me terminaba de embarrar el culo con su líquido espeso, untándolo con sus dedos dentro de mi culo. Así se subió en la cama y estando de pie en ella, viendo como le comía el coño a Naty, él mojándome el culo, dobló sus piernas hacia adelante, con sus manos se sostenía en mi cuerpo y calculó la posición de mi culo y de un empujón la puso dentro de mí. Mi culo sintió esa estocada con mucho placer. Me sostenía ahora de las caderas y se movía de adelante hacia atrás con sus piernas abiertas y yo debajo de él, recibiendo su verga por mi culo, al tiempo que Naty gozaba por las leves mordidas que le daba a sus labios vaginales. En cada empujón de Francisco me iba hacia adelante y mi boca se estrellaba con el coño de Naty haciéndome incómoda la comida de coño pero me ayudaba con mis dedos para darle más placer a Naty. Estando así e gozosa, Naty se salió de mi dejándome en esa posición con Francisco quien me embestía brutalmente. Naty, la hermosa nena de ojos grandes, empezó a acariciarle el culo a Francisco, le daba besitos chupón, dejándole en cada beso una huella roja en las nalgas, metiéndole su dedo al culo de Francisco y en cada metida de dedo al culo de Francisco era como si recibiera una descarga de placer, y me embestía con una fuerza y rapidez inimaginable como si quisiera romperme el culo ahí mismo, tuve que cogerme de la cabecera de la cama porque sus embestidas hacían que todo mi cuerpo se vaya hacia adelante, sus bolas chocaban con mis nalgas de una manera ruidosa y sonaban como un golpe seco. Francisco estimulado por el dedo de Naty me cogió con fiereza disminuyendo la intensidad de sus embestidas rato después, para coger mis caderas y pegar mis nalgas a sus muslos cesando por completo su movimiento, derramando toda su leche dentro de mi culo, cuando salió de mi Naty se encargó de limpiarle la verga con su boca al tiempo que me echaba en la cama descansando de esa gran cogida que me dieron.
La tarde del día sábado nos estaba dejando como también algunos de mis invitados. Belén se acercó a mí, me acarició las nalgas, diciéndome:
- Gran fiesta, Angie linda, a ver si la próxima vez te devuelvo el regalito.
Solo me limité a sonreírle, ante la mirada de ella y de los demás. Para las siete de la noche, estábamos en casa mi tía Gisella, Grethel y Carlos. Gretita y su mami se estaban dando muchas caricias en la habitación de mi hermano, tocándose sus coños con las palmas de su mano al tiempo que se daban besos de lujuria, metiendo sus lenguas en la bocas de la otra. Carlos descansaba en la habitación de mis padres con su gran verga fláccida después de tanta marcha durante el día. Entré al baño para relajarme y mientras levantaba la cara para que el agua de la ducha cayera sobre mi, jugueteaba con mi cabello mientras el agua corría por todo mi cuerpo, como lo necesitaba, al tiempo que pensaba en mi amigo del internet, compañero del chat con quien intercambiaba experiencias y deseos.