Fiesta de Navidad
Esa noche, después de esa fiesta, probamos nuestras bocas, vergas y leches, sin importar que fuéramos compañeros de trabajo.
Aquí de vuelta para sentir de nuevo el placer de narrarles el gran placer que nos da el sexo entre hombres.
Con los ajustes laborales y reestructuraciones que en todo el mundo se están dando en los últimos tiempos, pues en septiembre pasado me tocó a mi cambiarme de área de trabajo, dentro de la misma empresa, pero en una Dirección donde no sabía prácticamente nada e iba a aprender trabajando y produciendo como siempre lo he hecho, sin afectar mi puesto y ni mis ingresos.
Todo se dio tranquilamente y sin complicaciones, sin embargo, en mi nuevo lugar de trabajo conocí a un chico un año mayor que yo (35 años), con el que de inmediato hubo buena química, a pesar de no tener relación laboral, yo empecé a notar que no le era nada indiferente.
Bueno, sin tantos rodeos, llegó la fiesta de fin de año, y todos los de la oficina asistimos a una comida, pero yo iba con las negras intenciones de seducirlo de manera discreta, a ver que pasaba, y con el pretexto de la comida podía darme el lujo de regresar a casa a altas horas de la noche sin mayor problema (ya que vivo con mi pareja, pero uno siempre se da sus mañas).
Llegué a la comida y ahí estaba Saúl, este chico, el es blanco medio güero como yo, medimos más o menos lo mismo, 1.80, también con barba de candado como yo, de cabello lacio, ojos verdosos, delgado pero con buen cuerpo, siempre note un pecho definido, brazos gruesos, y esa rica sombra de vellos que asoma por su camisa, casi llegando al cuello, prometiendo un rico pecho velludo en fin, que comenzamos a comer, a tomar, a bailar, haciendo bromas, y divirtiéndonos muy rico (cosa rara en ese tipo de reuniones).
Entre plática y copa, Saúl y yo estuvimos sentados juntos casi todo el tiempo, y yo noté como su pierna de repente chocaba y rozaba la mía bajo la mesa, yo muy discreto no hacía más, pero en mis adentros pensaba "este arroz ya se coció", como decimos en México.
Pasadas las horas, y ya de noche, le comenté a Saúl que ya me iba a retirar, ya se habían ido algunos compañeros, y él me propuso seguir la fiesta en su casa, que tenia algunas botellas y que si lo acompañaba . En ese instante mi verga dio un respingo y mi culito se frunció de la emoción. Claro que acepté de inmediato, y nos despedimos, cada uno subió a su coche y lo seguí porque no sabia donde vivía. Al poco rato llegamos a su departamento, muy amplio, con pocos muebles, modernos, casi todo en blanco y pasando me ofreció un vodka de tomar
En la sala, oyendo música tranquila, comenzamos a platicar, que si la familia, que si él vivía solo porque su pareja (que todos en la oficina piensan que es mujer) está estudiando en España, y se ven solo dos veces al año Yo le comenté que vivía con mi pareja (él no sabía) y que llevaba una vida hogareña, aunque de vez en cuando si me gustaba salir a divertirme solo cuando siento su mano en mi pierna derecha, y mirando sus ojos, me acerque a su rostro y nuestros labios se juntaron Ahí el nervio desapareció, y con ese beso riquísimo, cachondo, vulgar, nuestras lenguas lamiéndonos mutuamente nuestras bocas, comenzamos a acariciarnos como hace tiempo no lo hacía, fuerte, manoseando nuestros cuerpos, nuestras nalgas, nuestras vergas por encima de la ropa . Le abrí su camisa y en efecto, tenía ante mi un rico pecho blanco, cubierto de vellos castaños, con dos pezones rosados, y músculos pectorales definidos le quité su camisa y ya un poco más calmado comencé a lamer su pecho, pasando lentamente mi lengua húmeda alrededor de sus pezones sintiendo como Saúl se excitaba más y más, y yo lentamente recorriendo su pecho con mi lengua levanté sus brazos, mi lengua siguió su recorrido por sus axilas velludas, arrancándole gemidos intensos y yo llenándome de su aroma, una rica loción mezclada con su aroma propio que me calentaba cada vez más
Al poco rato me separó y me quitó mi playera, dejando mi pecho desnudo a su merced, mirándolo, tocando mis pezones con la punta de sus dedos, jugando con mis vellos, agachó su cabeza y me correspondió con el mismo tipo de caricias que un momento antes yo le había dado nos pusimos de pie, besándonos nuevamente en la boca, y cada uno se quitó los zapatos, calcetines, y los pantalones No mamen, que rico se veía este cabrón, llevaba una trusa negra, muy pequeña, que apenas podía contener una verga que se notaba deliciosamente dura y caliente . Él también devoró con sus ojos mi tanga blanca que llevaba, semitransparente, que también estaba a punto de reventarse ya mojada, por mi verga dura nos abrazamos besándonos, y sentimos ahora si toda nuestra piel con nuestras manos
Ahí mismo en la sala nos acostamos en el sillón, y el arriba de mi me bajó mi tanga, saltando mi verga justo a la altura de su boca, que sin pensar comenzó a lamer desde la base hasta la punta ya mojada mis huevos, mis pelos, sentía como me mojadaza con su lengua, y yo ansioso de que ya se la metiera toda en su boca nada, el cabrón me estaba haciendo desear más esa pinche mamada que me iba a dar
"Que rico estás, desde que te vi la primera vez quería coger contigoooooo sentir así tu verga en mi boca . Auhhhhhhhmmmmmmm que ricooooooo ." me decía entre lamida y lamida y yo echado, desnudo, abierto, mirando como me lamía mis ingles, mis huevos, sintiendo riquísimo . "Tu también cabrón, como me calentaba verte en la oficina, y ahora, que rico me lames, comete mi verga, trágatela toda por favor, te gusta mi verga? Cómetela quiero sentir como me la mamas hasta los huevos yaaaaaaaaaaa ." Le respondí yo también todo apendejado de la calentada que tenía . Hasta que por fin abrió su boca, mirándome a los ojos, metió toda mi verga hasta el fondo de su garganta, hijo de la chingada, se trago toda mi verga, sus labios estaban llenos de mis vellos, digo, no me mide 25 cm., pero si unos 17 que no cualquiera se mete hasta su garganta si arquearse Que rica mamada me dio . Casi no la sacaba de su boca, y su lengua recorría toda mi verga dentro de su boca mientras sus manos no dejaban de acariciar mis huevos y la entrada de mi culo, que para ese entonces reclamaba toda la atención posible . Al poco rato subió su cara a la mía, y me besó tan rico, sentí el sabor de los jugos de mi verga en su boca, y yo quise hacerle lo mismo así que lo acomodé en el sofá, y terminé por bajar su trusa que ya estaba medio bajada, y que rica verga, tampoco voy a decir que era la mejor verga del mundo, pero si era hermosa, rodeada de una selva de vellos castaños, larga, como de unos 18 cm, algo curva, circuncidada (como la mía) . Y su aroma de macho caliente me enloqueció .
Seguí su misma rutina, que me gusta hacer solo con quien me inspire lamiendo sus muslos, sus ingles, abajito de sus huevos, lentamente, tomando mi tiempo pellizcando suavemente sus tetillas duras. Su verga respingaba junto a mis mejillas pasé mi cara por la cabecita que dejaba una línea de babita por mi piel . Saúl no aguantaba más, "Chúpala, mama mi verga cabrón, mama la puntita que ya no aguanto más . trágatela todaaaa " me decía entre gemidos Así que lentamente metí su cabeza roja brillante en mi boca, y la lamí, mamándola suavemente y poco a poco la fui metiendo toda en mi boca, que también tengo mis trucos para poderla tragar toda sin problemas . Hasta que sus pelos estaban en mis labios y mi nariz . De repente Saúl tomo mis cabellos y como un macho en celo comenzó a mover mi cara metiendo y sacando su verga de mi boca, que rico me estaba cogiendo por la boca, el acostado en el sofá y yo hincado en la alfombra sintiendo cómo su verga entraba y salía como si mi boca fuera un culo hambriento . con mi mano izquierda sobando y apretando sus huevos y con mi mano derecha masturbando mi garrote todo empapado . Hasta que sus gemidos subieron y se tensó de tal manera que sus músculos del abdomen resaltaron mi boca se estaba llenando de ese rico liquido caliente y espeso que sabe a gloria, se estaba viniendo en mi boca, me jalo fuerte de los cabellos y terminó por empujar totalmente su verga hasta mi garganta, mientras mi lengua seguía acariciándolo, y esas caricias de mi lengua lo hacían gritar de placer .
Cuando sacó su verga de mi boca ya me había tragado todos sus mecos, sin decir nada levanto sus piernas ofreciéndome su culo . Me puse uno de los condones que traía en el pantalón y sin pensar le clave mi fierro duro y caliente el pobre solo gemía y gritaba, ambos estábamos brillando de sudor, con mis manos levantaba sus piernas y podía ver como mi verga enfundada entraba y salía, fuerte, rápido, volteé mi cara a la derecha y me vi reflejado en un espejo, que rica visión, yo no me movía, solamente mis nalgas, mi cadera, parecía que tenía un motor, moviéndose para adelante, para atrás . hasta que no pude mas y apretando tremendamente mis nalgas empujé lo más que pude mi verga y exploté . Casi veía negro, gritaba, sudaba, mi leche seguía saliendo sin parar y ambos nos mirábamos esos ricos gestos que los hombres hacemos cuando tenemos un orgasmo intenso, y que nos hace tan machos, tan encabronadamente machos ..
Me desplomé sobre él, besándonos suavemente mi verga todavía vibraba la saqué de su culo, me quité el condón y ¡puta madre!, hacía mucho que no me venía tanto mucha leche caliente y de mi verga todavía salían algunas gotas que con su mano Saúl retiró y se las llevó a la boca
Esa noche me quedé hasta poco antes del amanecer Saúl me cogió riquísimo, sin ningún dolor, puro placer hasta que decidí que ya era hora de llegar a mi casa al vestirme, agarré la trusa de Saúl y me la puse, como suelo hacer para recordar esos momentos y ampliar mi colección, él se quedó con mi tanga, y nos despedimos con un rico beso
En la oficina el trato sigue igual, apenas regresamos de vacaciones, y sé que Saúl renunciará en un par de meses porque tiene planeado terminar sus estudios de postgrado en otro país, así que espero vernos nuevamente para poder darle una rica despedida, tengo pensado sacarlo de la oficina para ir a coger a plena luz del día y regresar a trabajar como si nada
Un caliente saludo para todos, y que este año, además de salud, tengan mucho, muchísimo sexo con quienes ustedes quieran .