Fiesta de inauguración de la casa de Juan e Inés 2

Continua la fiesta que cambíó la forma de entender nuestra amistad.

Continuación del relato http://www.todorelatos.com/relato/72414/

No sé el tiempo que paso pero las dos chicas seguían a lo suyo. De pronto apareció por la puerta Lara. Sin mediar palabra se arrodilló ante mi y se metió mi polla en su boca. Parecía que quería acabar lo que había empezado bajo. Se la empezó a comer hasta la mitad más o menos, después paraba y se la sacaba de la boca lentamente hasta llegar a la punta y jugar con su lengua. Luego apretaba fuerte con los labios para metérsela poco a poco hasta llegar al final. Creí llegar a tocarle el fondo de su garganta. Mientras, Irene, recorría el cuerpo de Asun recreándose en sus pechos. Cogí la mano de Asun y me la apretaba cada vez mas fuerte haciéndome suponer lo que estaba disfrutando. Cuando Irene volvió a bajar hasta el coño de Asun, esta se incorporó levemente hasta poder alcanzar mis testículos, y los empezó a masajear suavemente. Yo aproveché para volver a sobarle de nuevo sus pechos que quedaban a mi disposición. Lara dejó lo que estaba haciendo para subir poco a poco con su lengua recorriendo todo mi cuerpo hasta que, después de comerme la oreja dijo - Me habías prometido el primer polvo y no lo has cumplido, aunque no te culpo ya que me he distraído con Fernando y Eva más de lo previsto. No veas el polvo que han echado delante de mí. Ver a mi marido follándose a otra me ha puesto a mil y ahora vengo a reclamar lo mío. Así que ya estás cumpliendo tu promesa. Después de aquello pensaba que mi polla iba a reventar. Se la metió hasta el fondo y era ella la que manejaba la situación. La verdad que en algún momento se me pasaba por la cabeza el que su marido estuviera a pocos metros de allí, y aquello me ponía aun más cachondo si cabe. Lara, con sus manos en mi pecho iba metiéndose mi polla al ritmo que mas le convenía. Yo aprovechaba para jugar con sus pequeños pezones que parecían quererse escapar. Los pellizcaba cada vez con más fuerza y provocaba que ella fuera menos suave en sus embestidas. Así estuvimos un buen rato, iba alternando el meterse muy suavemente mi polla con darme unas embestidas que creía que me la iba a romper. Le propuse cambiar de postura pero declinó la oferta. Los gritos de Asun nos anunciaron que acababa de tener un buen orgasmo. Casi a la vez no pude aguantar más y me corrí dentro de Lara. Enloquecida siguió follándome y cinco segundos más tarde cayó extenuada sobre mi pecho

No recuerdo en que momento me dormí pero desperté con una Irene dormida a mi derecha y con Lara dormida sobre mí. Un reloj que había en la habitación marcaba las 10:25h. Suavemente me levante intentando no despertar a Lara. Me dirigí al salón y allí, dormidos sobre colchones se encontraban 6 invitados más de la fiesta. Supuse que en las otras habitaciones se encontrarían los demás. Entré en el baño con la intención de pagarme una ducha. Juan e Inés lo habían organizado todo a la perfección ya que sobre un taburete había un montón de toallas limpias. Estaba tranquilamente dejando que el agua fluyera sobre mi cuando el sonido de la puerta abriéndose me bajó de mi nube. Era Marta, la amiga de Elena.

  • Hola, ¿te importa si utilizó el servicio?

  • Claro mujer, por mi no te preocupes

Y sin importarle lo más mínimo mi presencia se sentó a orinar. Cuando terminó asomó su cabeza a la ducha.

  • Me pido el siguiente turno de ducha

  • Pues como la gente se empiece a levantar va a haber overbooking - bromee.

  • Pues nada, esperaré aquí así no se cuela nadie.

Y allí estaba, un bellezón de 26 años, 1.70 de altura y con un precioso moreno de playita, sentadita en un taburete en la punta de la ducha

  • Estuvo entretenida la noche ¿verdad? - dijo

  • Pues la verdad que sí. He de decirte que ha sido la más espectacular que he vivido

  • Igual que yo. A ti creo que no te vi una vez que subimos.

  • Yo si que te vi pero tenías las manos ocupadas, así que tuve que pasar sin ti.- le dije intentando hacerme el interesante

  • Donde te meterías......

  • Si te soy sincero estuve en una de las habitaciones con una amiga con la que nunca creí que fuera a estar. Fue fabuloso y luego cumplí lo que le había prometido a mi pareja del sorteo. No la podía dejar a medias. – le dije mientras le guiñaba un ojo

Mientras le contaba esto ella iba acercando su mano a la entrepierna que cada vez se abría más.

  • Ven que creo que vas necesitando una duchita. - Dije mientras le tendía la mano.

Sin dudarlo vino hacía mí hasta dejar su boca a escasos milímetros de la mía. Notaba sus duros pechos contra mi mientras su mano recorría me mojada espalda. Mi polla volvía a estar tiesa chocando en la parte de bajo de su barriguita. Si hablar más nos dimos un largo beso. Ahí empezó un juego entre los dos. Con le excusa de enjabonarnos la espalda, un aquí tampoco llego, etc., nos encontramos disfrutando de nuestros cuerpos bajo el agua. Sus pezones duros y mi polla más que tiesa hacían presagiar el primer polvo de la mañana. Pero de nuevo alguien irrumpió en el baño.

  • Lo siento pero no hay aseos para todos así que ir saliendo que me toca. -Todos tenemos un amigo "cabrón" y este era el mío. Alberto entró sin importarle quien estaba dentro y el que estaba haciendo o a punto de hacer.

  • Esto no va a quedar así.  Espero que la fiesta se repita y si no, tendremos que hacer algo para que puedas terminar esto.

  • Cuando tu me lo pidas ten por seguro que lo terminaré.- Le dije mientras le daba un beso y acariciaba su precioso culo.

Cogimos toallas y nos secamos mientras Alberto conquistaba su ansiada ducha. Con la toalla rodeando nuestras cinturas bajamos al piso de bajo. Marta fue en busca de su ropa y yo me dirigí a la cocina en busca de algo para devorar. Lo que no me esperaba al entrar era ver a Inés completamente desnuda tomándose un café.

  • Buenos días. Veo que ya os vais levantando.- Dijo mientras con su mano me invitaba a acercarme.

Fui hacia ella  y le di un beso en la mejilla cerca de la comisura de sus labios. Inés era otra de mis amigas que me resultaba muy sexi.

  • ¿Lo pasasteis bien anoche?

  • Habéis dejado el listón muy alto. Creo que la mezcla del alcohol y el morbo hizo que la fiesta saliera como ha salido.

  • Nos apetecía mucho. Intentamos ir tanteando a le gente a ver como reaccionaba a la proposición. Juan a los que tenía más confianza y yo a las chicas. Fue una agradable sorpresa ver que os estabais animando.

  • Lo que no se si habéis despertado la bestia que llevamos dentro, jaja

Poco a poco todo el mundo se fue levantando y fueron apareciendo por la cocina y el salón. Estuvimos recogiendo el salón y arreglando las habitaciones. La mayoría íbamos desnudos o con un tanguita algunas chicas y toallas los chicos.

Cuando nos disponíamos a empezar a tomar un aperitivo Ana y Ramón se tuvieron que ir. Compromisos adquiridos con anterioridad les obligaba, muy a su pesar, a abandonar la casa. Se fueron despidiendo de todos y al llegar a mi me dio un piquito.

  • Nos vemos pronto ¿eh? y si vuelve a haber otra fiesta que no se te olvide invitarme. -dijo Ana

Desgraciadamente Asun también se tenía que marchar. El tiempo fue pasando de nuevo entre las cervezas y las patatas fritas de bolsa. Charlando, sentados en el sofá y en sillas, desnudos casi en la totalidad dejando que lo que había sucedido la noche anterior no se esfumara. Sorprendiéndonos a todos Elena reclamó nuestra atención.

  • Oye que esto está decayendo mucho. Inés ves sacando una baraja de cartas y mira a ver si tienes un dado por ahí.

Inés no tardó ni 30 segundos en volver con las cartas y el dado. Elena estuvo un ratito seleccionando algunas.

  • Os propongo un juego. Después de lo que pasó anoche y de estar aquí más de 2 horas todos en pelotas supongo que no nos da vergüenza el vernos los unos a los otros. El juego es sencillo. He cogido 15 cartas, entre ellas solo hay 2 ases. Las repartimos y a los que les toque los 2 ases se convertirán en pareja. Puro sorteo. Como anoche, si os parece, si los ases caen en 2 que somos pareja pues se vuelve a repartir. Y como somos 1 chica de más, los últimos 3 irán juntos. Una vez las parejas formadas subimos arriba que hay más espacio y nos podemos acomodar todos mejor y os explico la segunda parte. ¿Alguna objeción?

Parecía que todos teníamos ganas de volver a disfrutar juntos. Fue Elena quien barajó y repartió las cartas. Uno a uno fuimos descubriéndolas. Rosa fue la primera que sacó el As seguido de Irene. Después de las risas del personal, se volvieron a repartir dejando claro que si salían 2 del mismo sexo se volvía a repartir. En esta ocasión el As le toco a Eva y a Manu. Hubo que incitarles para que se pusieran juntos y se retiraran un poquito de la rueda. Parece ser que la amistad de tantos años y la falta de alcohol, no habíamos bebido tanto como la noche anterior, hacía que fuéramos un poco mas tímidos. Después de retirar 2 cartas la siguiente pareja seleccionada fue la de Andrés y Lara. Esta, para quitar hierro, se dirigió a Andrés de una forma cómico-sensual que provocó las risas de todos

En esta ocasión, y a priori, tuve más suerte ya que mi As salió junto al de Rosa. Se levantó la rubia de 25 años y, después de acercarse a su chico para darle un piquito, andó hacía mí moviéndose de una forma insinuante, y parecía querer imitar a Lara, que volvió a provocar las risas del resto del grupo. Cuando se sentó en mis rodillas, pudiendo sentir el calor de su sexo sobre mi pierna, y rodeo con su brazo izquierdo mi cuello,  dejando casi a la altura de mi boca sus redondas y generosas tetas, mi polla volvió a tener vida propia.

La suerte volvió a hablar. Las siguientes parejas fueron Elena y Alberto, Juan y Andrea, Irene y Santi, y por último el trío formado por Marta, Fernando e Inés.

Dejando las toalla y las pocas piezas de ropa interior que algunas chicas llevaban de nuevo en las cajas, nos dirijímos al piso de arriba. Una vez allí todos, Elena nos indicó que nos deberíamos de sentar por parejas. Después de volver a crear un gran circulo...

  • Y ahora le toca el turno al dado. Lo que he pensado es simple. Hacemos una tirada por cada pareja. El que haya sacado el número pedirá que quiere que hagamos los demás con nuestras parejas ¿entendido?

Y empezó el nuevo juego. Un 6 fue lo que sacaron Santi e Irene. Irene, haciendo gala de su juventud e inocencia,  pensó que las chicas les darían un beso "largo y lujurioso" a los chicos en el cuello. Las chicas fueron decidiéndose y se fueron lanzando al cuello de sus respectivas parejas de juego. Rosa me cogió con la mano mi cabeza y me regaló un suave y erótico beso, haciendo en mi cuello un par de círculos con su lengua.

En la siguiente jugada el número más alto del dado lo saco Juan y Andrea. Parecía que había habido un acuerdo tácito en ir subiendo poco a poco el tono de las pruebas.

  • Pues a mi me apetece que nos demos un buen morreo- dijo Juan

Dicho y hecho. Con los consiguientes comentarios por parte de los demás empezamos a realizar el reto. Yo con motivo de la calentura que ya llevaba, levanté a Rosa y la senté de lado sobre mis piernas y nos dimos un buen beso. Jugábamos con nuestras lenguas mientras le acariciaba suavemente su barriguita.

En un momento que abrí los ojos vi como algunas parejas habían dado por finalizado su beso y creí que era el momento de acabarlo nosotros también. Cuando por fin todos volvimos a nuestra posición fue el momento de volver a lanzar al dado. Eva y Manu fueron los agraciados. Eva tomó la palabra.

  • Quiero que los chicos os levantéis y os pongáis detrás de la chica que tenéis a vuestra izquierda, no vuestra pareja no, la de la chica de la otra pareja de la izquierda, y nos estimuléis las tetas durante el tiempo que dure la canción. - Seguidamente se levantó y busco un CD que poner en la mini cadena.

A mi izquierda estaba situada Elena. Poco a poco los chicos nos levantamos para ponernos detrás de la chica que nos había tocado. Eva pulso el "play" del mando y empezó el juego. Tenía delante mía los redondos pechos de Elena. Empecé a acariciarlos suavemente alrededor recorriendo todo el perímetro de sus senos. Unos de mis dedos se fueron aproximando lentamente hacia sus pequeños pezones que fruto de los juegos que llevábamos ya un tiempo haciendo estaban muy duros. Mis manos apretaban con cada vez mas fuerza los pechos de Elena poniendo en ocasiones sus pezones entre mis dedos. Aprovechaba para de vez en cuando pellizcar suavemente los pezones provocando en ella pequeños suspiros. La canción acabo pero no quise desaprovechar la ocasión para, sin soltar sus tetas, regalarme un beso de Elena.

En la siguiente tirada el número más alto lo saco el trío de Marta, Inés y Fernando. Fernando habló.

  • Pues ahora nos toca a los chicos. Chicas, os pondréis de rodillas y tenéis que conseguir que nos corramos solo con vuestras bocas.

Fernando recibió el aplauso y ovaciones del resto de los chicos. Sin pensárselo Rosa se arrodilló delante de mí y se metió mi ya erecto miembro en su caliente boca. Comenzó con un suave movimiento de arriba a bajo. Se separó unos centímetros y lamió y beso la punta. Fue recorriendo por fuera toda la extensión de mi polla. Primero por un lado y después por el otro bajando al final a mis huevos, que los volvió a besar y mordisquear mientras me miraba a los ojos con cara de muy viciosa. Volvió a buscar mi polla con su boca y empezó de nuevo la mamada, primero con la misma suavidad que antes y poco a poco incrementando el ritmo. Ya habían pasado unos minutos y una voz nos sacó de nuestra nube particular.

  • Chicos, lo siento pero yo me retiro del juego. Esto es mucho para mí.

Era Santi que, muy lejos de lo que en un principio pensamos, levantó a Irene de su posición y le hizo apoyarse en la silla para seguidamente clavarle su verga. Algunas parejas no tardaron en imitarles y Rosa dejó lo que estaba haciendo y se sentó encima de mí a horcajadas, metiéndose mi polla en su húmedo coñito. Lo mismo que estaba haciendo con la mamada lo repitió con su vagina. Empezó a cabalgarme poco a poco y siguió haciéndolo con cada vez más intensidad. Por la posición que teníamos, los generosos pechos de Rosa quedaban a la altura de mi boca cosa que aproveche para besarlos y mordisquéalos. Nos fundíamos en largos besos donde nuestras lenguas jugaban dando a entender el buen rato del que estábamos disfrutando, mientras mis manos aprovechaban para recorrer su desnudo culo. Los primeros gritos de orgasmos no tardaron en aparecer y yo avisé a Rosa de que no tardaría en correrme. Se salió de mi y se sentó a la altura de mis rodillas y mientras me volvía a besar, con su mano derecha prosiguió una paja que culminó en una buena corrida que cubrió toda la su barriguita.

Continuará.