Fiesta de fin de año.
Por fin llego la fiesta de fin de año en la empresa. Yo la estaba esperando con ansías.Le había comentado a mi esposo, que tenía deseos de amanecer en un hotel, con otro que no fuese él. Y como el plomerito, era el actual designado al bate. Decidimos planearlo con él.
Fiesta de fin de año.
Hola, estoy de nuevo con ustedes mis íntimos lectores, para complacerlos con otra de mis aventuras. De verdad quiero darles las gracias por la gran acogida que le han dado a mis historiasy sus comentarios.
Espero que todos hayan podido entrar a mi blog y ver tanto las fotos como los otros relatos publicados. También me gustaría que dejaran algún comentario para que me animen a seguir escribiéndoles de mis aventuras.
No quiero comenzar este episodio sin antes darles un gran reconocimiento, a todos aquellos caballeros, que me enviaron esas fotos de sus vergas tan ricas, me hice unas pajas súper excitantes.Próximamente voy a montar algunas fotocorridas que me enviaron y un videíto de mí.
Y hora sin más preámbulos, sigamos con la continuación de mis infidelidades consentidas. Como en los relatos pasados, colocare una parte de la última aventura para que retomen el hilo de la historia.
Al levantarme, comenzó a salir el semen de mi coño. Yo estaba segura que gran parte de esa leche, era la de mi amante, que unida a la de mi esposo, se convertían en confidentes de mis aventuras y deseos. Dos rufianes que disfrutaron de mi cuerpo sacándome los orgasmos más grandiosos, llevándome a los placeres más recónditos de mi ser. Por fin llego la fiesta de fin de año en la empresa. Yo la estaba esperando con ansías.Le había comentado a mi esposo, que tenía deseos de amanecer en un hotel, con otro que no fuese él. Y como el plomerito, era el actual designado al bate. Decidimos planearlo con él.
Por fin llego la fiesta de fin de año en la empresa. Yo la estaba esperando con ansías.Le había comentado a mi esposo, que tenía deseos de amanecer en un hotel, con otro que no fuese él. Y como el plomerito, era el actual designado al bate. Decidimos planearlo con él.
Yo estaba acomodando todo para que ese día, fuese algo especial, bailaríamos, tomaríamos y luego ya a media noche, sedería a sus deseos y le diría que fuésemos a un sitio más íntimo.
Tengo que contarles, ya que no he comentado nada y de seguro ustedes querrán saber. El día siguiente de estar con el plomerito. El llego buscándome y me pregunto cómo quedaríamos después de lo de la noche anterior. Yo me hice la estrecha y le dije, que la verdad, yo no sabía que me había pasado, yo no tenía intenciones de serle infiel a mi marido, que fue por los tragos y la situación que estaba pasando con él. Que incluso estaba pensando en llamarlo y regresar con él porque el remordimiento no me dejaba tranquila.
Si me preguntan porque le dije eso, es muy simple, por muy bien que la haya pasado con él, no quería un chico con todas sus hormonas a millón. Cogiéndome todas las tardes, sacándome todos mis jugos, todos los días, dejándome exhausta para complacer a mi maridito. Que también pide su ración todas las noches, y como dice mi esposo ¡de lo bueno poco!
El seguía con sus juegos de doble sentido y yo le seguía, pero luego le decía que se quedara tranquilo, era para que no se enfriara su deseo hasta el día previsto. Como les informe al principio del relato. Llego el díade la fiesta y yo me estaba preparando para la noche de sexo que teníamos planeada.
Afeite mi pubis, mis piernas y todo aquello donde me saliera pelo. Incluso el ocioso de mi marido, me depilo el agujerito de mi culo. Me compre un vestido negro y por supuesto la ropa íntima del mismo color, con muchos encajes, por experiencia, sé que a los hombres les encanta eso, ver ropa íntima con muchos encajes. El morbo se les pone a mil.
El local, era un salón de fiesta que habían alquilado en el Centro comercial Lido. Llegue saludando a mis compañeros y cuando fui por un trago, conseguí al plomeritocasualmente buscando uno también. Nos saludamos con un besito de cachete y él me dio una ligera apretada. Yo le sonreí y le dije.
-¿Cómo está mi chico? ¿Hoy no te duelen las bolas?
Él se echó a reír y me dijo.- vente vamos a bailar.
Estuvimos bailando varias piezas y tomando tragos. Nos separábamos hablábamos con los demás y luego volvíamos a la pista. Yo me sentía ya bastante encendida con los tragos y pensé que ya era hora de comerme mi manjar. Pero antes debía dejar unas cosas en claro con él.
Ya cuando estábamos de nuevo en la pista bailando, me le acerque al oído y le susurre.
-¡tengo que contarte algo!
-¿pero qué? ¿Es de nosotros?
-sí, se puede decir que si, volví con mi esposo - se lo dije de una vez para que lo supiera-. Quería que te enteraras porque no quiero que pienses que estoy sola y si hoy pasa algo, tal vez sea la últimavez que tengamos sexo.
-¿pero dime una cosa? ¿Tú quieres que estemos juntos hoy?
- por eso te lo estoy aclarando, claro que vamos a hacer el amor hoy, incluso voy a amanecer contigo, pero después de esta, solo como amigos sin más.
Para los que no han leído el relato anterior, yo le había dicho una mentirita al plomerito; le dije que mi marido y yo estamos separados, por problemas de pareja. Esto para darle más confianza y hacer el asunto más interesante. Quedando ya de acuerdoen lo hablado. Comenzamos a preparar la huía. Esperaríamos al intercambio de regalos y luego nos iríamos a refugiar en algún hotel para cogernos hasta el amanecer.
Tendríamos como una hora compartiendo, cuando le llega una llamada al teléfono del plomerito. Él se separa del grupo para atender y luego llega como nervioso, me toma del brazo, nos alejamos del grupo y me dice:
-te tengo una mala noticia. Como no he podido ir a visitar a mi novia, ella se vino a caracas, llego a casa de mi mama y ella le dijo que estábamos acá celebrando, mi novia está afuera, me llamo para que la vaya a buscar, así que hoy no vamos a poder escaparnos. Quiero pedirte mil disculpas porque la verdad que quería estar contigo, pero ahora esto me daño los planes, y no puedo deshacerme de ella porque va sospechar algo.
¡Que cagada! Disculpen la mala palabra, pero eso fue lo que pensé en ese momento y quiero dejar constancia de lo que sentí. La verdad estaba de muy mal humor. Él se retiró a buscarla y ya cuando regreso con ella, comenzó a presentarla a los compañeros. Tuvo la delicadeza de no acercarse a mí y yo por mi parte, me tome un par de tragos más y apure el intercambio de regalos, ya quería irme a casa.
Los días siguientes transcurrieron sin ninguna novedad.Ya estábamos a 31 de Diciembre y en casa estábamos preparándonos para disfrutar de la fiesta del fin de año. Mi esposo y yo, tenemos un ritual que practicamos hace ya varios años.
Este consiste: en hacer el amorunas horas antes de terminar el año, y luego después de sonar el cañonazo. Nos escapamos y hacemos de nuevo el amor.Así gozamos el último y el primer polvo del año. Ya habíamos tenido nuestro primer encuentro a la hora de baño, nos metimos juntos a ducharnos y aprovechamos para descargar nuestra fogosidad bajo el agua de la regadera.
Ya estábamos en casa de mis padres, bañaditos y vestidos para la ocasión. Bailando, bebiendo y compartiendo con toda la familia, esperando el tan añorado cañonazo.
Eran ya las once de la noche, cuando llegaron mis hermanos menores con sus amigos. Eran una pandillita como de seis chamacos que rondaban entre los dieciocho y veinte años. Saludaron a todos los presentes y comenzaron a divertirse.
Transcurridos unos veinte minutos,se formó un alboroto en la puerta de la casa, cuando fuimos a ver qué pasaba. Uno de los chicos había vomitado y estaba sobre una silla, tirado inerte, parecía que estaba desmayado.
Dejamos a mis hermanos con su lio y seguimos en lo nuestro. Llegaron las doce y comenzamos con los abrazos, las uvas y todos los rituales del día en cuestión. Luego nos fuimos a casa de los vecinos a dar el feliz año, siempre nos quedábamos donde la cosa estuviera más amena, y ya ahí amanecíamos.
Después de un rato, mi esposo me saco a bailar. Mientras bailábamos, él se me acerco al oído y me dijo:
-¿qué tal si aprovechamos que todos están acá y nos vamos a la casa para hacernos el amor?
Le dije que estaba de acuerdo y nos escapamos para ir a casa. En el camino, estábamos decidiendo en donde haríamos el amor, y a mí se me ocurrió que fuésemos a la casa de mi hermana. Esta estaba en construcción, tenía ya las paredes y todas las divisiones, pero estaban sin frisar y le faltaba el techo.Entramos a la casa en cuestión, como no había luz, teníamos que ir con cuidado por los escombros que habían en el piso. Claro en esta zona de la casa no entraba la claridad de la calle. Pero ya al llegar a la habitación destinada para la cocina, estaba todo más iluminado porque esta contaba con un gran ventanal, y se filtraba la luz del alumbrado dejando una claridad tenue.
Nos llevamos una gran sorpresa, porque al darnos cuenta. Sobre unos sacos de cemento que estaban guardados en el lugar. Estaba tirado el chico que se había vomitado temprano. Los sacos, estaban acomodados en cuatro torres de seis o cinco sacos. Estaban apilados de tal manera que formaban un cuadro y el muchacho estaba acostado en el centro de la torre, con las manos extendidas a los lados como semejando un cristo. Mi esposo, se le acerco, le dio unas cachetadas leves a ver si reaccionaba, pero estaba como muerto.
Se acercó bien, constato que respiraba, y decidimos dejarlo ahí y seguir con lo nuestro. Seguimos al cuarto contiguo. Nos colocamos cerca de la ventana; desde ahí, podíamos ver la entrada al estacionamiento de la casa y nos daríamos cuenta si alguien regresaba y no nos tomarían por sorpresa.
Nos abrazamos y comenzamos a darnos besos de lengua, mi esposo metió su mano por debajo de mi vestido y comenzó a rodar mi panti a un lado, para meterme los dedos en mi vagina.
Yo comencé a suspirar y a chuparle la lengua, me estaba dando un masaje exquisito. Ya sentía como mis jugos vaginales estaban bajando directo a sus dedos. Ya comenzaba a escucharse, el sonido característico cuando los dedos juegan con la sabia vaginal, estaba súper mojada y decidí entrar en acción, así que busque la bragueta del pantalón, baje el cierre y saque la verga de mi esposo que ya estaba dispuesta para la acción.
Empuje mi pelvis hacia delante, tome la verga por el cuerpo y comencé a pasarme la cabeza del pene por mis labios vaginales. Hacia todo el recorrido desde el clítoris y llegaba hasta el sitio donde deja de ser vagina y comienza el culo. Claro que seguíamos besándonos y mi esposo me tomo por las nalgas para que tuviera mejor apoyo y me acercaba más a su verga.
Podía sentir, por la forma como resbalaba la verga por mi vagina, que estaba totalmente empapada en mis jugos. Decidí que ya era hora que entrara en mi gruta de placer.
Me puse de espalda en la ventana, y el deslizo su verga dentro de mi coño empapado. Se aferró a mis caderas y comenzó a envestirme desde atrás, y mientras yo veía las personas pasar por la calle. Mi esposo me daba verga duro arrancándome escalofríos de placer. Podía escucharse el plop, plop, plop. Con cada envestida.
-si negrito dame así duro aaahhhh, si amor, dale duro a esta puta que lo que le gusta es verga, sácame la leche papito.
-ssiiissiii dame duro negro, castígame por portarme mal, por ser una puta que se deja coger por otros hombres.
Cambiamos de posición, quería estar de frente para chuparnos las lenguas mientras me cogía.Estábamos ensartados y dándonos besos. Cuando voltee y repare en el chico, ya nos habíamos olvidado de él. Como soy una perra puta a la hora del sexo. Me paso una perversidad por la mente y le digo a mi esposo al oído.
-imagínate que le estuviera mamando el guevo a ese chico-.Ya el placer me estaba haciendo delirar, y comenzaba a fantasear.
-con lo perra que eres, si te digo que vallas y se lo mames, yo sé que lo harás.
-¿quieres que lo haga amor?
-¡claro que quiero!
-sabes que yo me pongo bien puta cuando estoy haciendo el amor, y la verdad me gustaría mamarle la verga.Con lo ebrio que esta ni se dará cuenta.
Nos separamos y fuimos a donde estaba el chico. Mi esposo se le acerco y lo movió para ver si había alguna reacción. Pero no, el tipo estaba bien ido. El me hizo señas, yo me acerque y comencé a sobarle la verga por sobre el pantalón.
Aunque estaba en un principio dispuesta a chuparle la verga al chico para que mi esposo me viera en acción con otro hombre.Me daba un poco de temor que el muchacho despertara y se formara un lio. Pero mi marido se me acerco y me dijo.
-¿Qué paso, te asustaste? Este tipo está en el quinto coño, a lo mejor ni se le para.
-¿y si se despierta?-. Le dije un poco preocupada.
-dejémoslo así, si tú crees que se va a levantar, pero yo sé que ese carajo no se para por lo menos en dos días.
Las palabras de mi esposo me animaron, así que comencé a soltarle el pantalón, metí la mano y comencé a buscarle la verga. Se la saque lentamente, estaba flácida.Me sorprendí cuando escuche a mi esposo.
-¡vamos putica, mámate esa verga!-. Me dijo- ¡Quiero vértela en la boca! ¡Yo sé que tienes ganas de chuparla!
Me acerque más y la metí en mi boca, la presione contra mi paladar usando lengua y le daba pequeños masajes circulares en el frenillo. Me pareció increíble, pero la estimulación que le daba al miembro estaba dando resultados.
La verga comenzó a tomar cuerpo mientras su dueño seguía en el limbo. Esta parecía tener vida propia. Se irguió en su totalidad, y yo la sentía dura y grande en mi garganta.
Le hice señas a mi esposo para que se acercara, quería que viera bien el espectáculo que le iba a dar.
-¡mira negro lo dura que se puso esta verga en mi boca!-. La saque y comencé a pasarle la lengua por toda la cabeza mientras veía a mi esposo a los ojos.
-¡Que rica esta! ¡Está bien dura!-. Mi marido no apartaba la vista, no quería perder ningún detalle.
Se masturbaba lentamente sin dejar de mirarme.
Metía la verga bien adentro en mi garganta, y luego la sacaba y le pasaba la lengua por todo el cuerpo. Todo esto sin dejar de ver a mi marido.
-¿Te gusta así papi? ¿Querías verme mamar verga de otro hombre?-. La chupaba y le hablaba a mi esposo. Era la primera vez que hacia eso delante de él, y descubrí que me excitaba al cien por ciento. Se veía por su cara, que él también lo estaba disfrutando y eso me ponía más cachonda aun. Él no me contestaba, solo me miraba, pero con la expresión de su cara me lo decía todo.
Sus fluidos pre seminales estaban comenzando a salir, y al sentir esa babita saladita en mi boca, comencé a sentir un cosquilleo en mi vagina, unas punsaditas ricas, sentía como me latía. Ya sabía yo, lo que ella quería.
En un principio, pensé que sería solo una mamada para aumentar el morbo y cumplirle a mi esposo algo de sus fantasías. Las que hasta ahora las había disfrutado yo sola. Aunque le contara, yo sabía que nunca sería igual a que las viera en vivo.
-Negro… ¡Te voy a confesar algo! ¡Mi cuca está palpitando con ganas de meterse la verga de este chico que ni se quién es!
-¡Móntate sobre el!-. Su voz sonó algo ronca y pasional. Ahí me di cuenta, que él estaba esperando ese momento. Me ayudo a subir sobre los sacos, me coloque con las piernas abiertas, a ambos lados del muchacho a la altura de la pelvis, de frete a su rostro. Quería ver su cara cuando estuviera empalada por su verga.
Comencé a bajar lentamente, y mi esposo se colocó detrás de mí para ver la entrada triunfal de la verga de un extraño dentro de mi coño.Ver la puta de su esposatragarse todo ese pene con su vagina. Ofreciéndole el mejor espectáculo de su vida y cumpliendo a cabalidad su fantasía,Sabiendo además, que lo iba a disfrutar como una zorra posesa adicta a las vergas.
No quería recargar mi peso sobre el chico, por temor a despertarlo, así que me agache sobre él, y con mi mano fui guiando su pene a mi cuca. Sentí cuando el glande hizo contacto con mi coño y comenzó a abrirse paso por mis labios vaginales, penetrando en mi agujero.
Cuando la verga estaba ya en mi interior: comencé a subir y bajar despacio recorriendo todo el cuerpo del miembro con mi vagina y disfrutando la metida al máximo. Mi esposo se encontraba tras de mí, no me percate de él, hasta que lo sentí como separaba mis nalgaspara ver cómo me taladraba el coño otra verga.
-¡upa negra! ¡Que rico se ve cómo te entra!-. Me dijo muy excitado.
-¡ayy, si papi mira como la puta de tu esposa se cabalga este guevo! ¡No sé quién es pero tiene una verga rica!-. Ahora que estaba segura que lo estaba disfrutando; decidí convertirme en toda una perra para que sintiera tanto placer como yo, en su primera fantasía vista en vivo.
Estando agachada, y con tacones, ya la posición se me estaba haciendo incomoda, así que decidí poner las rodillas y cabalgarlo como debe ser. Mi esposo se dio cuenta de mis intenciones y me dijo que me esperara. Metió las manos a los costados del chico y termino de bajarle el pantalón.
No estaba tomando en cuenta, que debido a la calentura que tenía, estaba comenzando a soltar ese líquido blanco que sale por la vagina cuando la mujer está muy excitada. Hubiese empapado todo el pantalón del muchacho y de seguro alguien hubiese notado que al pobre lo habían violado dormido y esa no era la idea.
Me coloque en la posición que deseaba, y luego me empuje todo lo que pude hacia abajo. Pude sentir toda mi cavidad llena de verga. Aun salió un poco más de mis jugos y lo sentía rozar mi útero: me paso por la mente “que su miembro estaría botando líquidos pre seminales y me estaría mojando toda por dentro”.
Mi esposo se movió de su posición, ya quería entrar en acción. Se subió sobre los sacos y clavo su pene en mi boca.
-¡mmm! ¡Que rico papi!-. Estaba cumpliendo otra de mis fantasías: tener una verga clavada hasta el fondo en mi cuca y otra en mi boca llegando hasta mi garganta.Empecé a succionar la verga de mi esposo como si fuera el mejor manjar del mundo y le daba un mete y saca delicioso al pene del chico.
Comencé a hacer un trabajo de puta con la verga de mi boca, le pasaba la lengua por el glande, lo metía en mi boca y luego la empujaba hacia dentro, la sentía franquear la zona de la campañilla y llegar a la entrada de la garganta. Esta acción era muy breve porque comenzaban las arcadas y tenía que retirarla para no ahogarme.
Por supuesto que el otro palo que tenía clavado en mi vagina estaba llevando también su ración de cariño, ya estaba comenzando a darle apretones con mi cuca y le hacía movientes de cintura: subía y bajaba y los alternaba con movimientos hacia los lados.
-¡negrito esto si esta rico! ¿Te gusta lo que estamos haciendo? ¿Te gusto como viste entrar esa verga en mi coño?
-¡claro amor! ¡Quiero ver cómo le sacas la leche, quiero verte choreando su semen por tu cuca!
-aayyy si, siii. Esta puta va a ordeñar este chico para que la veas con la cuca llena de leche, ssii ya estoy a punto negro-. Sentí los primeros zarpazos del orgasmo por mi cuerpo, los escalofríos subían de mi entrepierna y se ramificaban por mis extremidades.
Acelere los movimientos para hacer llegar a mis machos y acabar también yo junto con ellos.
-aayy papi me voy-. Comencé a girar mis caderas más rápido y succionaba la verga con delirio,
El orgasmo abrió la puerta y entro en mi cuerpo como un torbellino.
-aahhh, aaahhh si, si-. Hablaba con la verga de mi marido casi dentro de mi boca -¡aahhh que gusto amor!
Introduje todo el pene del muchacho y comencé a apretarlo con los músculos de mi vagina. Giraba en círculos sobre la verga bien clavada dentro de mí, y la mantenía apretada al máximo. En un momento, comencé a sentir los latidos en la verga del chico. Para mi sorpresa estaba acabando dentro de mí.
-¡aaahhhh papi! ¡Me está dando la leche en mi cuca! Aaahhh si, si me vengo ooohhhh-. Metí la verga de mi esposo en la boca, quería terminar de acabar ensartada por ambos lados.
-¡mmmm! ¡mmmm!-. Me vine con una oleada de placer espectacular.
Antes de bajarme del muchacho, clave más su pene dentro de mí, apreté mi vagina y fui subiendo lentamente por el pene: manteniéndolo así ajustado, mientras subía iba sacando todo el semen que hubiera en su verga yquedaría depositado en mí vagina, junto con la copiosa descarga que ya me había dado.
Al salir la verga de su prisión. Termine de incorporarme y mi esposo me ayudo a bajar del chico y de los sacos. Las piernas me temblaban, el orgasmo se quedó aferrado a mis caderas; lo sentía revolotear por mi cuerpo, mis piernas. Necesitaba otro empujón para termina de salir.
Cuando miramos al joven, estaba todo empapado en mis jugos. No había como limpiarlo, así que le dije a mi esposo que bajara el cierre de mi vestido, me lo saque y con el voladizo de la falda plisada. Comencé a limpiar al muchacho.
La prenda parecía un cuadro a blanco y negro, por el contraste de los líquidos claros con lo oscuro de la prenda. Me lo coloque de nuevo y podía sentir la humedad en mis piernas.
Después de acomodar al chico, nos fuimos al lugar donde comenzamos, nos abrasamos y comenzamos a besarnos de nuevo. Les digo que el cosquilleo que me había dejado el orgasmo, persistía por todo mi cuerpo y esto hiso que ya estuviera encendida de nuevo en segundos.
-negro, mete la mano para que veas como estoy-. Y me levante la falda.
-no. Te voy a hacer algo mejor-. Me movió la panti a un lado e incrusto su verga de un solo golpe.
La metió hasta el fondo, empecé a sentir como el semen dentro de mí, comenzó a salir por la presión del pene de mi marido y rodaba por mis piernascuesta abajo.
Me bombeaba duro con su verga, los escalofríos del orgasmo anterior que aún no habían abandonado del todo mi cuerpo. Se acrecentaron convirtiéndose en espasmos de placer.
-aayy si papito dame duro, duro. ¡Párteme la cuca!, ¿sientes cómo sale el semen del chico?
- si amor estas empapada, se siente como estas full de leche, ¡se siente rico!
-quiero otra posición, déjame ponerme de espalda.
Apoye mis manos en la ventana, y mi esposo entro de nuevo en mi gruta. Me estaba cogiendo delicioso en esa pose, yo mirando a la calle y el desde atrás dandome duro.
-¡Negro estoy a punto de acabar otra vez! ¡Métemela por el culo!
Acto seguido, saco su pene de mi vagina y yo me separe las nalgas esperando su acometida por mi segundo agujero. Entro sumamente fácil ya que yo era semen y fluidos por todos lados.
-¡AAHHHHH! ¡Si negro dame duro! ¡Dame, dame así! ¡Quiero tu leche en el culo papi!
Sentía el golpeteo en mis nalgas muy fuerte y mi esposo incrustaba su verga lo más profundo que podía dentro de mis intestinos. Comencé a pajearme usando el semen que rodaba por mis piernas. Cuando estoy empalada por el culo con mi esposo: me gusta acabar sintiendo el vaivén de su verga en mi esfínter y pajearme duro para darme doble placer y acrecentar la intensidad del orgasmo.
-¡SI, SI, SI! ¡Papi ya, ya yyaaa, me voyyy, rico,rico dame, dame!¡AAAAAHHHAAHHH¡ ¡AAAHHHHH!
Reventóel orgasmo en el momento en que sentí la verga de mi esposo dándome toda su leche en el culo. ¡Que placer más grande!
Mi esposo seguía bombeándome y yo jadeaba y metía los dedos en mi vagina. Quería arrancar el orgasmo de raíz. Terminaros de llegar los espasmos finales. Mis piernas flaquearon, perdí el equilibrio y mi marido me sujeto.
Recompusimos nuestra ropa y mi esposo me llevo del brazo a la salida. Al pasar cerca del chico. Me agache un poco y lo bese en la boca. Luego mi esposo me beso también y quedamos de acuerdo: que era el mejor primer polvo del año que habíamos tenido, ycon ese pensamiento, nos fuimos a casa.
Continuara.
P.D. con este relato, enviare nuevas fotos. bernarda3000@hotmail.com
Quiero pedirle encarecidamente que no me escriban por otro medio que no sea mi correo. No contestare a ningún otro. También quiero dar las gracias, a todos los que me mandaron fotos de sus vergas. Envíenme fotocorridas y fotos de sus vergas. Que yo sabré hacer un buen uso de ellas. Quiero masturbarme con sus vergas y fotocorridas. Un gran beso para mis íntimos lectores.