Fidel 4: Trío con dos cuarentonas

Fidel visita a la cuarentona Raquel que le espera con una sorpresa. Una amiga de la misma edad para un sudoroso trío con dos milfs

Fidel subió en el ascensor al piso de Raquel. Estaba nervioso. Era la primera vez que iba a verse a solas con la exprofesora de su amigo de la universidad. La primera vez disfrutaron de una gran noche de sexo entre la madura de 48 años y los dos jóvenes de 18 años. Desde que había empezado sus noches de pajas con su compañero, las experiencias habían ido a más. Ramón había viajado a un pueblo para una boda de la familia de su madre a la que casi no veía. Fidel en su primer año de universidad no tenía muchos más amigos así que una sesión a solas con Raquel era un plan mucho mejor que el de quedarse en el colegio mayor.

Raquel le abrió la puerta y Fidel tragó saliva. La madura era muy atractiva. Con un cuerpo lleno de curvas y en forma de reloj arena donde destacaban los enormes pechos. y un generoso trasero. Solo llevaba un conjunto de lencería negro semi transparente con un sujetador que levantaba sus enormes tetas y un tanga a juego por el que rebosaban sus nalgas. Por todo saludo le dio un beso largo lleno de saliva y su mano derecha bajó hasta la entrepierna y acarició su polla por encima de sus pantalones y sus 20 centímetros se pusieron duros al momento. Raquel empujó la puerta para cerrarle e hizo que Fidel apoyara la espalda contra ella. Se arrodilló y le sacó su monstruo de los pantalones vaqueros. Su pene largo e inflamado se levantó de los pliegues de los vaqueros. Raquel lamió la punta y con sus uñas acarició la parte inferior del asta. Cuando Fidel colocó la mano en la parte superior de la cabeza de Raquel para que se la chupara, ella mordió la punta ligeramente, lo suficiente para lanzar una oleada mezcla de dolor y placer. Le miró desde abajo con la carne excitada entre sus miradas.

  • Aún no, cariño. Tengo una sorpresa para ti en el dormitorio.- Raquel se levantó y le agarró el miembro. Tirando de él como si fuera una correa  le llevó hasta el dormitorio. Fidel le siguió como pudo sujetándose los pantalones.

En la puerta del cuarto Fidel se quedó congelado. Tumbada en la cama, con la cabeza levantada y apoyada la cara en una mano, le miraba con interés otra mujer preciosa de la misma edad que Raquel. Estaba totalmente desnuda. Delgada, fibrosa, con el pelo rubio recogido en un moño en la coronilla. Casi no tenía pecho, apenas dos copas de champán pero un culo respingón en forma de melocotón.

  • Se llama Andrea y es mi mejor amiga de la universidad.-Le susurró al oído desde su espalda mientras le mordisqueaba el lóbulo de la oreja y le masturbaba lentamente.- Antes de casarnos, nos encantaba conocer a un desconocido y follarnoslo juntas. Está de visita y le he hablado de ti. Su marido es demasiado aburrido y había pensado en presentaros.

Andrea se levantó de la cama y se acercó contoneándose hasta ellos.

  • Encantada, Fidel. Raquel me ha hablado maravillas de ti y veo que no se ha equivocado.

Andrea rodeó con los brazos a Fidel y le besó con pasión, apretando su cuerpo contra el suyo. Fidel le devolvió el beso pero no sabía qué hacer con las manos. Raquel cogió una de ellas y la guió hasta el culo de Andrea haciendo que apretara. La otra la llevó hasta los pequeños senos de su amiga para que Fidel la manoseara. De repente Andrea se retiró y empujó a Fidel contra la pared para dejarse caer sobre sus rodillas. Rápidamente tironeó de los pantalones de este y le quitó los zapatos y los calcetines. Raquel le quitó por su parte la camiseta. Andrea agarró su polla por la base y engulló la punta con su boca. Meneándosela con rapidez, movió su cabeza de arriba abajo, haciendo fuertes sonidos de chupeteo. Fidel suspiró profundamente y colocó una mano en el moño de su pelo, cerrando los ojos.

Los abrió cuando Raquel le dio una sonora bofetada. Fidel le miró extrañado.

  • Es de mala educación no mirar a esta diosa cuando te la está chupando.

Fidel bajó la vista y casi se corrió al ver la mejillas hundidas de Andrea recorriendo su polla  con los ojos levantados mirándole directamente. Raquel les miraba, excitada por la escena de su amiga mamándosela al joven de 18 años. Metió una mano dentro de su tanga y acarició su coño. Cuando Fidel levantó la vista y le miró, se llevó la mano a la boca y la lamió sensualmente. Se acercó a su amante y le cogió la cara entre las dos manos para darle otro beso con mucha lengua. Mientras sus lenguas luchaban , bajó la mano hasta el moño de Andrea y le marcó el ritmo. No paró cuando ella empezó a hacer sonidos de arcada sino que la forzó más profundo. Fidel se estremeció al notar que penetraba la garganta de Andrea. La nariz de esta acarició su pelvis y notó como sus huevos golpeaban su barbilla.

Andrea pensó que hacía mucho que no realizaba una garganta profunda y nunca con algo de ese tamaño. La mano de su amiga la forzaba a mantener a Fidel totalmente dentro de su boca. Se concentró en respirar por la nariz. Pero disfrutaba de la dureza y el olor de Fidel mientras se lo comía. Finalmente Raquel relajó la presión y pudo sacar todo ese grosor de su boca que quedó reluciente de su saliva. Tomó aliento y miró la sonrisa traviesa de Raquel. Con un movimiento de su mano, Raquel hizo que Andrea retomara la felación. Esta deslizó su mano libre por sus muslos y jugó con su coño cada vez más húmedo.

Raquel se deshizo de su sujetador y tanga y volvió a besar a Fidel. Andrea dejó de jugar con ella misma para alargar la mano y meterle dos dedos a Raquel, que gimió sin dejar de besar a Fidel, que a su vez pellizcaba los pezones de los enormes pechos de Raquel.

Tras un par de minutos, Fidel y Raquel dejaron de besarse y miraron hacia abajo a Andrea. Su polla parecía que crecía aún más debido a la excitación que sentía. Andrea se retiró con un sonoro pop. Se levantó y agarró a Raquel del cuello para darle un profundo beso.

  • Tenías razón, su polla es increíble.- dijo en un susurro.

  • Lo sé.

Andrea besó entonces a Fidel que notó el sabor de su propio miembro en su lengua. Raquel gimió viendo como sus lenguas se escapaban de sus labios. Bajó la mano y frotó la polla de Fidel. Andrea rompió el beso con el joven e inclinándose ligeramente lamió el cuello y el busto de su amiga. Raquel le puso su otra mano en la clavícula. Andrea sabía lo que quería su amiga y se arrodilló para empezar  a comerle el coño directamente.

Raquel inhaló profundamente y mantuvo su mano en el moño de Andrea, manteniendo su boca en el sitio justo. Pasando la lengua por sus labios, soltó a Fidel y pellizcó sus pezones hasta que le dolieron. Fidel se colocó a su espalda y la rodeó con sus brazos para poder sobar a gusto esas enormes tetas. Su polla dura se apretaba contra su culo y él lamía su cuello. Raquel arqueó su espalda contra él, su respiración cada vez más acelerada mientras la lengua de su amiga le acercaba a su primer orgasmo.

Andrea lamía la entrepierna de Raquel y recorría con su lengua sus labios inferiores. Arañó ligeramente con sus uñas la parte interior del muslo de Raquel, un gesto que sabía que le volvía loca. Sabía por la respiración cada vez más rápida de Raquel y por como le apretaba el moño con más fuerza, que cada vez estaba más cerca. Deslizó dos dedos muy dentro y su boca se cerró sobre su clítoris y chupó con fuerza. Eso fue suficiente y Raquel gritó con fuerza cuando superó el límite.

Andrea se levantó y Raquel le dio un breve pico en la boca.

  • Gracias.- dijo casi sin aliento. Se giró para mirar a Fidel.- ¿Qué te ha parecido, cariño?

  • Joder, acojonante.

  • Vamos, quiero probar tu polla.

Raquel volvió a coger su rabo y le dio un doloroso apretón. Le dio un cachete en el culo. Raquel se giró y se dirigió a la enorme cama de matrimonio meneando sensualmente su fantásticas caderas.

  • Me había olvidado de ese culo.- dijo Andrea directamente en su oído. Le besó enterrando su lengua en su boca y pasándole todo el sabor de los fluidos de Raquel. Él gruñó desde su garganta. Andrea gimió cuando él le apretó uno de sus pechos.

Andrea se separó y llevó de la mano a Fidel hasta la cama donde le hizo tumbarse. Él se deslizó hacia arriba hasta apoyar la cabeza en el cabecero. Su polla dura se volcó sobre su estómago plano. Raquel gateó entre sus piernas, agarró su hombría con una mano y muy despacio bajó su cara hacia ella. Sacando su lengua le dio un largo y sensual lametón desde la base hasta la punta. Después rodeó la punta con su lengua. Fidel soltó un gutural sonido y movió sus caderas ligeramente hacia arriba. Pero Raquel no le hizo caso y siguió jugueteando con él, pajeandole y bajando su boca para chupar sus huevos.

Andrea se rió y le dio un fuerte cachete en el culo a Raquel, dejando la huella roja de su mano en la nalga. Después trepó en el colchón y acarició el pecho depilado de Fidel.

  • Me dan envidia sus tetas. Las mías son tan pequeñas.- le sugirió a Fidel.

  • Yo creo que son fantásticas.

Ella sonrió encantada y empujó su cabeza hacia abajo y le pidió que le chupara los pezones. Fidel obedeció felizmente, lamiendo y besando uno primero para después pasar al otro.

Raquel, entretanto, había dejado de chinchar a Fidel y movía su polla dentro y fuera de su boca, meneandola con una mano al ritmo de sus labios y acariciando el interior de sus muslos con la otra. Estaba muy excitada sintiendo su dureza y grosor y el sabor de su líquido preseminal que no dejaba de salir. Tenía los ojos cerrados pero los abrió al escuchar los gemidos de Andrea. Al ver los pechos de su amiga devorados por el joven, sintió como los suyos se inflamaban de deseo.

Tras un rato, los pezones de Andrea estaban totalmente endurecidos y muy sensibles. Estaba disfrutando de sus atenciones pero quería sentir sus labios en otro sitio. Se apartó, le dio un beso rápido y fuerte y levantó una pierna por encima de su cuerpo, colocándose de forma que Fidel pudiera comerle el coño y ella pudiera seguir viendo como Raquel le comía la polla.

Fidel volvió a gruñir desde la garganta ante la vista de esa raja pulcramente depilada sobre él. Agarró el culo de Andrea cuando ella se sentó en su cara, paseando su lengua entre los labios de su coño. Ella chilló de placer y la polla de Fidel creció en la boca de Raquel. Sabía que se iba a correr pronto, pero también que Raquel le castigaría si no hacía que Andrea se corriera antes. Masajeando las nalgas de Andrea, se la folló sin compasión con la lengua, siguiendo las lecciones de sesiones anteriores con Raquel. Andrea gemía y se retorcía encima de él, girando sus cinturas sobre su cara con una mano apoyada en la pared y la otra castigando sus pezones. Él seguía lamiéndola, penetrando sus pliegues y saboreando su excitación.

Raquel decidió que su coño estaba abandonado. Dejó de comerse a Fidel y trepó encima de él. Sujetando su rabo con una mano se agachó y lo introdujo en su húmedo coño. Bajó poco a poco, disfrutando de la sensación de su rigidez invadiendola. Apoyó las manos en sus abdominales y empezó a cabalgarle, amando el sentimiento de plenitud con toda esa carne dentro de ella. Fidel gruñó en el coño de Andrea al sentir como Raquel se lo follaba. Esta se inclinó para agarrar las tetas de Andrea y arrastrarla a un beso. La habitación estaba saturada con el olor del sexo de los tres y el sudor que corría libres por sus cuerpos

Andrea sentía que su primer orgasmo se aproximaba y lanzó gemidos de gusto directamente en la boca de Raquel y siguió montando la lengua de Fidel, que mantuvo su culo quieto con las manos mientras se la comía. Respirando con fuerza, Andrea se apartó de Raquel y apretó con fuerza su pelvis contra la cara del joven de 18 años hasta que se corrió con un gran grito. La manera en que el cuerpo de Fidel se movía mientras Raquel botaba encima de él arrojaron pequeñas oleadas de placer en los momentos posteriores de su orgasmo. Se apartó de la cara y notó encantada que su cara estaba brillante con su corrida.

Viendo la boca de Fidel cubierta con los fluidos de Andrea, Raquel se agachó y le besó la cara dándole babosos lametones alrededor de la cara. Fidel le devolvió el beso y movió sus manos a sus pechos, jugando con sus pezones duros. Rayos de placer recorrieron su coño y volvió a correrse alrededor de su polla.

Andrea se movió detrás de Raquel y se inclinó para lamer los huevos de Fidel. Alargó la mano y sacó el miembro de Fidel de dentro de su amiga y empezó a chuparla, gimiendo con gusto ante el sabor del coño de su amiga. La mamada fue demasiado para Fidel que anunció que se corría. Andrea chupó con más fuerza, moviendo la boca para que el glande dentro de su boca y acariciando el mástil con su mano. Con un gruñido, Fidel se descargó en la boca. Andrea gimió en torno a su miembro mientras seguía chupándole. No pudo con tanto semén y parte de él se resbaló entre sus labios cerrados. Ella mantuvo lo que pudo en su boca.

  • No se te ocurra tragartelo.- Le ordenó Raquel.- Yo quiero un poco.

Las dos empezaron a besarse. Andrea usó su lengua para pasar parte de la semilla a la boca de Raquel. Ambas se lo intercambiaron un par de veces antes de tragarlo. Se giraron para mirar a Fidel, acariciándose los pechos la una a la otra.

  • Espero que te quede algo.- Dijo severa Raquel.- Aún tienes que follarte a Andrea.

  • Quizás necesite un segundo.-dijo Fidel, frotando su polla semiflácida.

  • Bueno, creo que te la puedo mantener caliente. Pero más te vale estar empalmado pronto de nuevo.

  • Ya estoy caliente. Pero nunca te he podido decir que no.- sonrió Andrea.

Fidel les hizo sitio para que las dos pudieran tumbarse en la cama a su lado. Andrea quedó en el medio de los dos, con su culo pegado contra la entrepierna de Fidel y de cara a Raquel. Él extendió la mano y acarició el muslo de Andrea y Raquel se inclinó para chuparle las tetas. Andrea se estremeció y giró la cabeza para besar a Fidel. Cogió la mano de él y la guió hasta su coño que seguía totalmente mojado. Tras unos momentos, Fidel notó una mano en su polla y se dio cuenta que era la de Raquel. Se la meneó suavemente mientras el seguía engarzado en el beso con Andrea. En unos segundos estaba totalmente erecto de nuevo. Raquel le soltó y guió una de las manos de Andrea hasta ese trozo palpitante de carne. El deseo la invadió al notar que estaba duro como una piedra.  Raquel tiró dolorosamente del pelo de Fidel para apartarle de la boca de su amiga.

  • ¿Ya estás listo para follártela?

  • Sí señora.- musitó Fidel.

Raquel ordenó a Andrea que se pusiera a cuatro patas sobre el colchón, con los pies colgando del borde. Él se colocó detrás, de pie frente a la cama, y observó su culo respingón, con su coño abierto y esperándolo. Situó su miembro en la entrada y lo introdujo lentamente. Los dos gimieron cuando su pelvis tocó sus nalgas y estuvo totalmente dentro. Raquel gimió también y pidió a Andrea que fuera ella la que se lo tirara a él. Andrea empezó a moverse adelante y atrás empalándose en la hombría de Fidel. Él la agarró de las caderas para buscar apoyo y se dejó llevar.

Raquel se arrodilló detrás de Fidel y apartó las nalgas de este. Vio con deleite que había seguido sus instrucciones y se había depilado también esa zona. Se humedeció dos dedos en la boca y despacio se los metió en el ano, acariciando su interior y buscando su punto prostático. Él dio un respingo y se la clavó de golpe a Andrea que gritó al notar como la punta golpeaba su cerviz. Fidel miró hacia atrás y abajo para encontrarse con la mirada traviesa de la profesora. Ella le sonrió y movió los dedos dentro de su esfinter. Los tres establecieron un ritmo constante pero las sorpresas no habían acabado para Fidel. Notó como los dedos se retiraban para ser sustituidos por lo que solo podía ser la lengua de Raquel. La sensación húmeda rodeó su ano para después penetrarle y jugar en su interior. Estaba en el séptimo cielo. Nunca había experimentado juego anal pero le estaba volviendo loco.

Andrea temblaba con la polla de Fidel saliendo de ella para volver a rellenarla. Ese cabrón la estaba reventando y la curva hacia arriba estimulaba su punto G. Descansó su peso en un brazo y con la otra mano se acarició el clítoris. Cerrando los ojos se abandonó a un nuevo orgasmo. Cuando remitió notó que aún quería más.

  • Cariño, trae ese delicioso coño hasta aquí.

Raquel sonrió y dejó el culo de Fidel para su disgusto y alivio a la vez; si seguía así no iba a aguantar mucho más. Raquel trepó a la cama y se puso también a cuatro patas con el culo en la cara de Andrea. Apoyó la cabeza en el colchón para que su amiga tuviera total acceso a su entrepierna.

Esta comenzó alargando una mano y recorriendo los labios inferiores de Raquel. Se inclinó y olió su excitación. El olor le dio un escalofrío. Lamió lentamente desde su clítoris hasta la entrada de su ano y hacia abajo de nuevo, haciendo que Raquel gimiera. Volvió a subir con su lengua y jugueteó brevemente con el ano de nuevo. Raquel suspiró. Recordó los juegos en el culo con su amiga así que lo movió sugerente, invitándole a más. Andrea sonrió y como había hecho Raquel con Fidel apartó sus nalgas, exponiendo el invitador círculo. Con un murmullo de placer, lamió la entrada antes de forzar lentamente su interior con su lengua. Oyó los gemidos de placer de Raquel, notó como su trasero se estremecía y se apretaba contra su lengua. Andrea le dio dos sonoras cachetadas en el culo y este se contrajo aún más. Andrea siguió golpeándola mientras la penetraba con la lengua. Raquel sentía oleadas de placer y dolor desde su culo enrojecido.

Fidel miraba la escena seguía entrando y saliendo de Andrea. Ver como Andrea hacía lo que le había hecho a él Raquel unos minutos antes era increíblemente caliente. Levantó un pie sobre el colchón para mejorar el ángulo y empujó más fuerte y más rápido.

  • Sí, cabrón.- gritó ella- Fóllame más fuerte.

Él obedeció, estrellándose contra ella. Ella gruñía con cada empujón, aunque apenas se la oía con el sonido de la piel de ambos chocando.

  • ¡Azótame!, ¡azótame maricónazo!

Levantó una mano y la descargó con fuerza sobre su culo.

  • Otra vez, ¡más fuerte!

Fidel continuó dándole sonoras bofetadas en las nalgas y llenando su coño con su polla. Empujando sus caderas para conducirle aún más dentro, Andrea se sintió al borde de un nuevo orgasmo. Raqueal, de rodillas aún frente a Andrea, había empezado a jugar con ella misma, después de que su amiga, perseguida por el placer, la hubiera abandonado. Se metía dos dedos en su goteante raja. También alcanzó con su otra mano e introdujo dos dedos en su culo. Esa visión, junto con la sensación de Fidel reventando su pelvis, hizo que se corriera de nuevo. Con un grito, se tensó unos momentos con Fidel dentro y luego se relajó en otro orgasmo.

  • Quiero comerme esa polla con sabor a su coño.- le dijo Raquel.

Fidel salió de Andrea, que se derrumbó sobre las sábanas. Él se tumbó de nuevo en el colchón. Raquel gateó hasta él y levantó una pierna sobre su cabeza. Bajó su coño hacia la boca de él y a la vez alcanzó con su mano hacia su polla, reluciente con los fluidos de Andrea. Lamió el asta disfrutando del sabor acre de la corrida de su amiga. Fidel suspiró fuertemente y su lengua revolvió el interior de Raquel. Andrea gimió ante el espectáculo.

  • Estás tan guapa con su polla en la boca.

Durante unos minutos, mantuvieron el 69 con Andrea mirando, sobándose sus propios pechos o paseando sus manos por los muslos y el culo de Raquel. Esta chupaba con fruición el glande de Fidel y le pajeaba con ambas manos y Fidel se la follaba con su lengua y succionaba su botón del placer. Cuando Andrea usó sus manos para pellizcarle con fuerza los pezones se corrió en abundancia en la cara de Fidel. Su grito salió ahogado por la carne de Fidel que ya llegaba a su garganta.

Andrea se acercó y lamió los huevos de Fidel mientras Raquel le chupaba. La exprofesora le soltó y se dio un largo beso con Andrea antes de susurrarle algo al oído que Fidel no pudo oir. Raquel medio se incorporó y Andrea hizo que Fidel levantara el culo para colocar una almohada doblada bajo este y le obligó a apartar las piernas. La postura era incómoda pero Fidel lo olvidó cuando Raquel bajó la cabeza y volvió a lamerle. A la vez sintió como la lengua de Andrea le hacía por segunda en la noche un beso negro. Poco después notó dos de los dedos de Andrea invadirle y alcanzar su prostata mientras le seguía lamiendo alrededor. Al apretar esta, no pudo más y se corrió salvajemente y con fuerza en la boca de de Raquel.

Tras los últimos estertores de su polla, Raquel le dejó ir con un sonoro sonido de chupetón. Miró a Andrea sonriendo. Sacó su lengua y un grueso goterón de la leche de Fidel resbaló por ella hasta la boca abierta de Andrea. Poco a poco la boca de Raquel lo siguió hasta que se encontró con la de su amiga y volvieron a intercambiar su corrida entre ellas. Andrea se lo tragó pero miró sorprendida como Raquel agarraba de la cabeza a Fidel y le forzaba en un último beso donde necesariamente tenía que haberle pasado parte de su propia semilla.

No era la primera vez y Fidel aceptó el beso sin repugnancia. Después dejó caer la cabeza en la cama. Respiraba profundamente. Se incorporó cuando Raquel rodeó sus testículos con su mano y le dio un fuerte apretón.

  • No te relajes guapo la noche no ha acabado.