Feroz sesión bdsm en Paris con Master Z

Finalmente despues de mucho fantasear con la idea estabamos en paris mi marido y yo para tener una secion Bdsm con un Master Profesional.

Finalmente después de mucho hablar y fantasear estábamos en Paris listos para la aventura.

Con mi marido hace ya mas de 15 años que estamos juntos y somos muy liberales muy curiosos y amantes del buen sexo.

Hace unos cuantos años casi sin pensarlo nos fuimos metiendo en algunos recovecos del buen sexo y descubrimos que de todo lo que jugamos probando el bdsm y el sexo extremo y bizarro era algo de lo que mas nos excitaba.

El se fue volviendo un amo tierno a veces y muy cruel en otras ocasiones yo disfrute mucho también siendo esclava y también en ocasiones jugando a ser ama generalmente de mujeres.

Nos movemos en el ambiente swinger y dentro de este ambiente existe una especie de subgrupo que son los que tienen inclinaciones mas bien raritas al igual que ustedes amigos / as lectores ya que si están acá es porque tiene esa inclinación.

Fue a raíz de una charla con una pareja de Uruguay que supimos de la existencia de un lugar en las afueras de Paris que brinda servicios muy especiales, no voy a entrar en detalles sobre este lugar porque a ellos no les interesa la difusión y porque esto es un relato de nuestra especial experiencia y no una publicidad.

Estos amigos nos pusieron en contacto con una pareja de Barcelona que a su vez nos hicieron de enlace para llegar a este lugar que podríamos llamar un dungeon autentico o una mazmorra o sala de torturas o como sea que una quiera llamarlo.

Recibimos vía mail las instrucciones para llegar mapa y demás y un formulario o contrato de servicios en varios idiomas ( ingles español francés) también la tarifa que era muy elevada pero que sabíamos que era lo que esos servicios valen.

La entrevista previa, pactada un día antes, fue en una oficina en pleno centro de Paris.

Ahí conocimos a Master Z o amo Z o como el prefería que le dijéramos simplemente Z.

Su español era mas bien malo lleno de eguez muy estiradas pero aceptable, nos explico que el se divertía y se ganaba la vida gracias a parejas como nosotros y que de no ser así seguro estaría preso porque las cosas que le gustan son muy duras, en ese momento sus dichos confieso que me pusieron nerviosa y me asustaron y claro todos los que disfrutamos de esta forma de vida tenemos creo yo la virtud de usar el miedo como una fuente mas de excitación, por lo menos ese es mi caso.

Nos explico como teníamos que ir vestidos y nos dio algunos detalles técnicos sobre como seria la sesión..

Resumiendo las condiciones eran , 1 la sesión era sin limite de tiempo 2 cuando usábamos la palabra de seguridad se acababa la sesión y para seguir era necesario concertar otra sita y abonar nuevamente, solo podíamos usar un bono que era una única oportunidad de consultar entre nosotros por lo demás teníamos prohibido hablarnos. 3 aceptábamos sus servicios completos sin limitaciones tal cual quedaba aclarado en el contrato. 4 no existía posibilidad de reclamo ni reembolso si los servicios no nos resultaban satisfactorios, 5 aceptábamos que nos filmaran aunque garantizaban que no habría tomas de caras.

Al día siguiente después de una noche llena de nervios y excitaciones, en la que fantaseamos mucho viendo unos videos que Master Z nos dio, en los que vimos algunas imágenes de las sesiones el nos aclaro que eso era para que tuviéramos una ultima oportunidad de arrepentirnos, en fin mientras mas sabíamos mas nos parecía una locura y mas excitados estábamos, nos sentíamos como atraídos a ese abismo que era donde iríamos.

Llegamos al pequeño chateau, algo así como una casa quinta muy grande no tanto como para ser un castillo pero enorme, una construcción muy antigua de piedra con un parque muy bonito.

Al llegar nos atendió una mujer de unos 30 años vestida toda de cuero que no dijo nada y a los dos minutos sin que pudiéramos ver casi nada de ese hermoso lugar fuimos conducidos por una escalera en penumbras a un sótano.

Me sorprendió lo profundo ya que seria como bajar a un segundo subsuelo y la sensación de opresión era tremenda, la mujer nos dejo y vinos al final de un largo y angosto pasillo muy mal iluminado solo con velas a master Z que se veía gigante.

Yo tal cual nos habían indicado solo llevaba un vestido blanco de algodón suelto sin corpiño y sin tanga no tenia ni anillos ni collares o aros

Mi marido bestia un jean gastado y una camisa blanca.

Master z estaba vestido o mejor dicho producido para la ocasión con un pantalones de jean con cuero negro y tachas y un arnés de cuero en x sobre el torso y botas tipo borceguíes.

Llegamos junto a el y nos detuvimos frente a la puerta metálica toda oxidada que se veía pesada y opresiva.

-bueno bienvenidos- nos dijo- una vez adentro y cuando cierre la puerta empezamos esta es la ultima oportunidad de arrepentirse y que les devuelva el dinero

nos miramos nerviosos y excitados y sin decir palabra entramos

-bien así me gusta, a partir de ahora yo soy el amo y me encanta que no se hayan arrepentido, muchas veces cuando viene en pareja los maridos se arrepienten me alegro que no se arrepintieran ustedes porque- dijo mirando a mi marido- tu mujer es un dulce que quiero tener en mis manos, esto lo hago por dinero y tan bien por diversión pero con ella también será por deseo y mis deseos como ya les aclare son retorcidos me va a dar mucho gusto violar a tu mujer.

Sentí que me estremecía con esas palabras.

El coloco llave en la pesada puerta y se dio vuelta y me agarro del pelo sin ningún aviso grite del dolor y la sorpresa, el se rió mientras me arrastraba por el lugar y le ordenaba a mi marido que se quedara ahí.

Me llevo al centro de la habitación arrastrándome por el pelo en el piso de piedras y me dejo ahí tirada, yo sentía las rodillas adoloridas y la cabeza también y estaba realmente asustada y sorprendida de esta introducción tan violenta

me ordeno quedarme ahí en el piso y llamo a mi marido.

Desnúdala le ordeno, arráncale la ropa, el puso cara de duda porque pensó que no tendría nada para ponerme después pero la mirada amenazante de Z pudo mas y me arranco el vestido y yo me sentí expuesta y humillada.

Asta ahí creo que tanto mi marido como yo teníamos en claro que era todo un juego y que Z era un maestro en el arte de jugar con los miedos y la manipulación pero aun así sentía terror y también sentía la adrenalina recorriendo mi cuerpo, nuestros amigos uruguayos algo nos habían adelantado, aunque no mucho porque decían que si no se perdía el encanto.

Ayúdame a encadenarla, le dijo a mi marido y juntos me encadenaron a unos grilletes en el piso y unas cadenas que colgaban del techo, y después Z empezó a girar una palanca y las cadenas se tensaron dejando mis pies a unos diez centímetros del suelo y mis brazos abiertos como en una cruz de san Andrés muy estirados y el siguió girando la palanca y sentí como me tiraban los músculos de las axilas y también sentí dolor en los brazos y los tobillos, por suerte mis manos y piernas donde estaban los grilletes estaban envueltas con los jirones de mi vestido así que eso disminuyo el daño.

Z se alejo unos pasos me miro y dijo eres preciosa y mas preciosa aun en estas condiciones me senito feliz este día por tenerte acá como mi esclava .

Se dio vuelta y le ordeno a mi marido que se sentara en una silla a medio metro de donde yo estaba encadenada, le ordeno que se desnudara y para sorpresa nuestra empezó a atarlo con las manos atrás del respaldo y los pies a las patas de la silla, nos cruzamos una mirada pero no dijimos palabra, vi en sus ojos que estaba delirando de lujuria por la situación y eso me excito, adoro a ese hombre, que goza tanto viéndome así.

Z tomo un látigo de tiras de cuero y nos lo mostró explicándonos que el mismo lo había hecho y perfeccionado con el uso, tenia como 15 trencitas de cuero que finalizaban en un nudo .

Para mi sorpresa, porque ya estaba preparándome para sentir la feroz caricia de ese juguete el se dio vuelta y le dio un latigazo a mi marido en el pecho y después tres mas en las piernas y en la ingle, vi como su verga asta segundos antes dura se le encogía.

Dijiste que gozas viendo a tu esposa en situación de esclava que te excita su dolor y su humillación, has pagado una buena suma para esto perro, le dijo Z pues bien para que realmente disfrutes su dolor tenes que sentir ese dolor, así cuando yo la azoto no tenes que imaginar lo que siente, ahora sabes lo que siente, y dicho esto le dio varios azotes mas que lo hicieron gritar de dolor y retorcerse en la silla.

Vi como sus ojos se llenaban de lagrimas y me sentí ferozmente excitada con lo que veía.

No pude mirarlo mucho porque sin previo aviso se dio vuelta y me empezó a azotar, fue como una especie de lección primero, un pecho no muy fuerte digamos que me hizo picar luego el otro después el vientre luego entre las piernas la cara interna por enzima de las rodillas después dio vuelta y me azoto la espalda y fue aumentando la intensidad finalmente mi cola recibió varios azotes , te gusta me pregunto yo solo me retorcía y gemía y en un susurro dije si Z.

Lo miro a mi marido y le pregunto -y perro te gusta ver como asota a tu putita- si Z contesto el

El levanto su látigo y lo descargo con violencia en mi cola me hizo retorcerme aunque no podía casi moverme y me dolió tanto el golpe como el cuerpo al intentar moverme, siguieron varios azotes, cada vez mas fuerte, sentía el sonido del látigo cortando el aire y después clavándose en mi carne y nunca había sentido un dolor así y fue como si el tiempo se hubiera detenido y corriera en cámara lenta, los segundos que transcurrían entre un azote y otro eran eternos y ala vez mas veloces y cada sote parecía doler mas y Z se ensañaba en golpear en los mismos lugares y sentí que me estaba lastimando de verdad.

Me sitia húmeda porque a pesar de lo frió del lugar estaba traspirando también sentía que algo me corría por las nalgas y las piernas.

Escuche como Z le decía a mi marido, te gusta perro, esta sangrando le dijo y se dio vuelta y le dio varios azotes a el haciéndolo gritar, así se siente ella perro le dijo.

Dio la vuelta se arrimo a mi me agarro la cara y me beso obligándome a abrir la boca, me dio una sensación rara, me pareció tan morboso y tan humillante que me besara era como que no tenia sentido dentro de todo lo que estábamos viviendo, me beso de manera lasciva metiendome la lengua, mordiéndome los labios obligándome así a tragarme su saliva escupiéndome y remato el asunto dándome una bofetada.

Después me agarro los pechos con sus manos y los apretó y manoseo aprisionado mis pezones con sus uñas y retorciéndolos, bajo su mano a mi concha y me manoseo y me metió dos dedos asta el fondo como revolviendo en mi interior.

Después agarro nuevamente el látigo y empezó a golpearme en los pechos de arriba asía a bajo apuntando a mis pezones, el dolor era feroz e intenso, el en medio de esto dijo estoy realmente excitado, me encanta hacer esto, yo solo podía gritar en susurros porque ya la vos no me salía y sentía como se me corrían las lagrimas, pero también sentía que sin darme cuenta había superado el umbral en el que el dolor se convierte en placer o mejor dicho se funden y ya no podes diferenciar cuanto te duele y cuanto gozas son dos cosas que van juntas unidas imposibles de separar haciendo que el dolor/placer sea algo único, algo que solo podemos entender las que lo hemos vivido. con un gran esfuerzo baje mi cabeza y vi como mis pechos estaban rojos y marcados, y me éxito verme así y saber que mi marido estaba viéndome así, mas puta, mas humillada y esclava que nunca.

De golpe los latigazo terminaron y me dio un respiro pero fue solo un respiro porque comenzó a azotarme entre las piernas, directo en la concha y ahí grite, grite desde el alma , lo insulte enfurecida a Z, el se reía y me decía, si así puta que eso me enfurece y me da placer y insúltame que es lo que deseo para azotarte mas fuerte.

Los azotes me dejaron casi desmayada.

El fue a un rincón y trajo una botella de agua helada y me la derramo en la cabeza haciéndome estremecer y junto con eso sentí el dolor en todo el cuerpo potenciado multiplicado feroz, si fue algo feo, no me gusto pero no podía quejarme.

Z se saco su pantanos, quedando con como taparrabo de cuero y vi que estaba muy duro y que su verga era enorme, una de las cosas que me dijo mi amiga uruguaya, y me sorprendió que tenia puesto como un condón de látex negro o de cuero lleno de tachas se veía feroz, el dijo con esto te voy a violar puta.

Se arrimo a donde estaba mi marido y le coloco una mordaza esas tipo bolas que te llenan la boca y sobre eso paso varias vueltas de cinta adhesiva y después vino a mi, comenzó a hacer lo mismo yo mire a mi marido con desesperación.

Z se empezó a reír, imagino que ahora estarán pensando aterrorizados que como podrían decir su palabra de seguridad si están atados y amordazados verdad? Pues es simple no llegaron asta acá para arrepentirse y la verdad es que esta puta me tiene realmente excitado así que no quiero por nada del mundo que vayan a querer terminar con esto, esto se acaba cuando yo me aburra.

Voy a salir un momento los dejare que se miren pero como verán no pueden decir nada, piensen están a mas de 20 metros bajo tierra en un lugar a las afueras de paris, lejos de su país, solos desnudos, torturados y atados a mi merced disfruten de esos pensamientos.

Dijo esto y se fue

Durante los minutos que siguieron que me parecieron eternos nos miramos tratando de decirnos lo asustados que estábamos y también lo excitados que nos sentíamos.

De repente no se de donde apareció la mujer que nos había recibido, ahora desnuda y tomo un cuchillo con el que nos recorrió primero a mi marido, luego a mi y sentí pánico cuando lo paso por mi conchita en una especie de juego pero que me llego a marear.

Después dejo el cuchillo y se dedico a explicarnos en francés lo que haría, que fue lo mismo que nada porque no entendimos una sola palabra, agarro unas como argollas metálicas y con ellas me rodeo los pechos y fue ajustando una turca o llave tipo mariposa y sentí como ese frió metal se me clavaba y mis pechos se ponían rojos y duros, ella paso una uña y verifico como se hacia una raja blanca como estudiando si estaba bien ajustada después de terminar con mis pechos me beso y chupo los pezones y después de una como mesita trajo un especulo de esos que usan los ginecólogos pero de los que se usaban antes los cromados y lo lleno de un gel y me lo metió en el ano y después lo empezó a abrir dejándome muy abierta y adolorida y no paraba de hablar como susurrando, muy sensual aun que seguía sin entenderle nada. fue donde mi marido y comenzó a atarle los testículos con unas tiras de cuero dejándoselos muy apretados después agarro una gasa húmeda

supuse que en alcohol y le sobo las tetillas para finalizar colocándole unas pincitas de cocodrilo en sus pezones y apretarlos y retorcerlos.

En eso entro Z y le dijo algo, ella se sentó junto a mi esposo y Z vino a donde yo estaba toco mis pechos suavemente después agarro mis pezones y los estiro y retorció y comenzó a apretarme las tetas con sus manos, sentía que me las estaba arrancando las tenia hinchadas y dañadas por los latigazos y por la presión, el trajo unas velas las encendió y empezó a pasar la llama por los pezones y yo quería gritar, porque sentía que me estaba quemando pero no podía, después puso la vela cerca de mi ano y dejo que el calor entrara por mi expuesto agujero, me retorcía quería decirle que parara que me estaba quemando, sentía el calor en las tripas, nunca sentí algo así, el aire caliente entrando, sentía que me haría encima, el saco un cigarrillo y lo encendió con la vela y me tiraba el humo en la nariz y jugaba con la braza pasándola por mis axilas a centímetros de mi piel después cerca de los pezones asta que empezó a apoyar la braza en la piel, eran toquecitos microscópicos muy veloces pero ardían de verdad, llamo a la mujer y le dijo algo ella se arrodillo y empezó a pasar su lengua por mi concha y a abrirla mas y mas con sus dedos después metió un dedo y empezó como a cogerme, siguió con dos, luego tres masturbándome mientras Z jugaba con el cigarrillo y la vela en mis tetas, ella cada tanto movía el especulo que tenia metido en el año y yo estaba al borde de la locura sintiendo como oleadas de placer y de dolor se mezclaban, tuve un orgasmo feroz, intenso largo eterno y doloroso y en ese instante ella puso su mano como cucurucho y empezó a meterla, empujando asta que entro toda, lo que hizo que explotara no se bien si otro orgasmo o el mismo que continuaba, me sentía mareada y confundida como drogada.

Ella me cogió con su mano no se cuanto tiempo, fue mágico todo el dolor que sentía no hacia mas que potenciar el placer, solo quería gritar mas y mas pero no podía.

Ella saco su mano de golpe y empujo mi cola acomodándome para que Z me metiera su verga enfundada en esa cosa negra, sentí las tachas, sentí como me lastimaba y sentí fuego también en mi interior y la verdad es que fue increíble lo que sentí porque era una cogida potente violenta salvaje, algo único y yo no soy una bb de pecho, he estado con muchos hombres y adoro que me cojan fuerte, pero Z fue tremendo, parecía no agotarse nunca me cogió y me cogió y me cogió y cuando imagine estaba por acabar se clavo mas profundo con fuerza y se quedo así quieto enterrado en mi interior unos segundos o minutos que me resultaron eternos y después siguió como si recién empezara, mientras me hacia esto me hablaba al oído, me decía cosas en francés que yo no podía entender, pero el tomo la forma morbosa en que hablaba, tan lleno de lujuria, tan feroz, me hacían sentir que el estaba gozando lo que hacia. que no era solo su trabajo, realmente lo estaba disfrutando.

De golpe se detuvo nuevamente y luego de un instante me saco su verga de un golpe y sentí que me arrancaban las tripas.

Dio la vuelta y se coloco frente a mi, pude ver la transpiración que cubría su piel. Y sonriendo me dijo ahora en español eres una maravillosa esclava.

Me dejo ahí colgada y adolorida sintiendo como las oleadas de placer y dolor se alternaban al ritmo de mi respiración agitada, sentía la boca hinchada y seca y deseaba tomar algo pero no podía decir una sola palabra amordazada como estaba.

Algo caliente me corría por las piernas y sentí vergüenza al darme cuenta que era el interior de mis intestinos, mis excrementos, me sentí humillada y sucia y aunque suene tonto, dada la situación en la que estaba, no podía dejar de sentirme avergonzada, quizás porque nada de esto estaba en los planes o las fantasías que teníamos al maternos en todo esto.

La mujer que estaba con z se arrimo, puso cara de asco me grito algo en francés, me escupió y agachándose con su mano me esparció todo por las piernas y el cuerpo, sentí asco y me sentí asta descompuesta y así me dejo para ir a donde estaba mi marido con su mano llena de mis excrementos pasárselos por la cara a mi marido.

Z miraba la escena y se reía, te gusta perro le dijo, pues me alegro porque esa será tu comida hoy y la mujer trajo un banco alto se subió y su culo quedo a la altura de la boca de mi marido y para mi sorpresa empezó a cagarlo y orinarlo, vi la expresión de sus ojos y se que a el eso no lo excita y eso me decía con la mirada, supe que si no estuviéramos amordazados, en ese instante el hubiera terminado con todo y secretamente me sentí feliz de que el no pudiera hablar, porque ver esa escena me hizo olvidar mi propio asco y sentir que nuevamente estaba ardiendo, borracha y descontrolada mirando lo que estábamos haciendo.

No era el momento para ponerse a reflexionar o ser profunda, pero me resulto inevitable hacerlo, me decía, nena estas loca, que haces acá, a miles de kilómetros de tu país y tu casa desnuda, torturada por desconocidos, llena de tu mierda por todo el cuerpo y me resultaba gracioso pensar eso y me sentí una yegua puta, una perdida, una asquerosa enferma del sexo y me sentí feliz.

Dejaron a mi marido todo sucio y empezaron a cuchichear algo entre z y la mujer.

A los minutos, ella empezó a descorrer una pesada cortina como de terciopelo que dividía el salón en dos, dejándome a mi en una parte con z y a mi marido del otro lado con la mujer.

Z se sentó a mi lado en una silla y prendió un pequeño cigarrillo, un gitanes de esos cortitos y gordos.

Puede sentir el ruido de los azotes y los gemidos de mi esposo y me dije bueno eso es una especie de bono ya que el trato era una sesión para mi y ahora el también estaba teniendo lo suyo, los gemidos eran intensos y el ruido de los azotes dejaba claro que no eran caricias lo que recibía.

-decidí que el perro sufra para que entienda tu dolor, te prometo que después de hoy el será un amo feroz, porque ahora entiende el dolor realmente, eso hace la diferencia entre simple aficionado y un amo, muchos se jactan de ser tremendos pero solo tiene conciencia de lo que es ser tremendo quienes lo han sentido en carne propia.

Lo escuchaba y deseaba preguntarle si el también había estado en una situación asi de esclavo pero supe que era una pregunta tonta y con respuesta mas que obvia.

Cuando llego a la mitad de su cigarrillo se paro y mirándome a los ojos sonriendo me dijo bueno es hora de seguir, que ustedes no pagaron para escucharme hablar y diciendo esto soplo la braza del cigarrillo y la arrimo a mi pezón, sentí el calor y sentí pánico pero la braza no llego a tocarme aunque el calor que sentí fue intenso.

Jugo un rato a esto soplando la braza y pasando su cigarrillo a milímetros de mis pezones y me tranquilice, porque después de todo era soportable, mis pechos seguían hinchados y duros después de tanto rato apretados como los tenia y el agarro mis pezones con sus uñas y los retorció y estiro y creí que me moría porque estaba muy sensible y después de eso sin previo aviso apoyo la colilla del cigarrillo en un pezón y lo soplo, mierda! me retorcí entera quería gritar, quería decirle que parara, que basta, me saltaban las lagrimas, era tremendo, me quemo y sentí que me desmayaba, el se reía y como me vio llorando me dio unas fuertes bofetadas y se fue del otro lago de la cortina.

Los sentí reírse a el y a la mujer y sentí los gemidos de mi marido y estaba tan adolorida, como mareada, como flotando, como si mi cuerpo ya no fuera mío, en ese umbral de dolor en que ya todo es agonía y que solo deseas cerrar los ojos y que termine.

No podía siquiera imaginar que estarían haciéndole a el, porque todos mis sentidos estaban en mi dolor y mi cansancio.

Volvieron z y la mujer y el pánico me invadió nuevamente, estaba segura que ya no podría soportar nada mas.

Para mi sorpresa, ella empezó a girar la manija y empecé a descender y el dolor fue peor cuando pude apoyarme en mis pies, me sacaron los grilletes y me caí al suelo sucio, z me alzo casi con dulzura y me llevó como a un saco de papas asta un baño y ahí me metieron en una bañadera llena de agua tibia , la mujer me aflojo las abrazaderas que comprimían mis pechos y las retiro con suavidad, me sentía mareada, totalmente adolorida y confundida, pero mi cuerpo agradeció la sensación de alivio que el agua tibia me producía y ahí me relaje.

La mujer, se dedico a lavarme con una suave esponja y con un jabón cremoso con un aroma delicioso y el contraste entre ese instante y lo que acababa de vivir me resulto tremendo ella no decía nada, solo me acariciaba y me limpiaba, yo quería que me sacaran la cinta de la boca, pero cuando hice ademán de sacármela me lo impidió suavemente.

Así estuve casi media hora, sintiendo como ella me recorría, me enjabonaba, me enjuagaba y me hacia sentir que lentamente el dolor disminuía.

Ella saco el tapón y la bañadera comenzó a vaciarse y z abrió una canilla de la que caía agua fría y me estremecí y el dolor se agudizo en las partes de mi piel que estaban mas lastimadas, pero mágicamente luego el frió empezó a aliviarlo.

Z finalmente me saco la cinta de la boca y mirándome a los ojos me dijo solo te libero la boca puta porque deseo cosas para las que necesitas estar sin la mordaza, pero no podes hablar técnicamente aun estas amordazada, no podes preguntar nada ni decir nada en todo caso solo podes gritar si te place, te informo que hace ya un buen rato que esto dejo de ser una sesión tal como la contrataron, hemos decidido cambiar las condiciones del trato, así que entre otras cosas toda esa gilí pollada de la palabrita de seguridad ha quedado sin efecto, ahora tu y tu marido son nuestros esclavos.

La tranquilidad con que lo dijo, la autoridad en su vos y su presencia hizo que me sintiera mas atada que cuando lo estaba y sentí que el miedo crecía, sentí pánico realmente porque esto estaba dejando de ser un juego, en realidad ya llevábamos un buen rato sin que lo fuera, z era un perverso, un degenerado sádico y cruel y nos tenia a su merced, la sensación de sentirme realmente esclava suya me aterro, sentí una inmensa impotencia y sentí miedo.

Quería gritar, pero el miedo me tenia paralizada, el agua que me parecía cada vez mas helada, era una masa sólida que me oprimía y en mi cabeza se sucedían pensamientos terribles, pensaba en mi esposo, en que le habían hecho pero no me salían palabras.

Afuera me ordeno el y como una autómata me pare tiritando y la mujer trajo un toallon esponjoso y perfumado con el que me envolvió y me empezó a secar con gran delicadeza pero yo seguía helada, agobiada por el pánico.

Me llevaron a otro cuarto que parecía una especie de quirófano en el que solo había una especie de camilla de metal con los bordes forrados en cuero, era como una gran parrilla, me recostó en ella y me pusieron unas como correas de cuero en muñecas y tobillos, yo no puse resistencia y tampoco hubiera podido hacerlo.

Z se sentó en un sillón y dejo que la mujer hiciera toda la tarea. La cama o parilla tenia una especie de mecanismo por el que se empezó a abrir y quede como en una x pero acostada boca arriba, la mujer se saco toda la ropa y se paro sobre mi cabeza con las piernas abiertas y apoyo su vagina en mi boca y dijo algo en francés, z tradujo,- chupa perra me ordeno y saque mi lengua y comencé a chuparla, a pesar de mi estado no demore mucho en olvidarme de todo y comencé a disfrutar de ese juego, ella presionaba contra mis labios y se movía y con sus manos se abría los labios para que mi lengua la penetrara y a los pocos minutos sentí como explotaba en un feroz orgasmo, después ella se salió de ahí y fue a ponerse entre mis piernas y me chupo de forma deliciosa y fue como encontrar un oasis en el desierto, me dio paz y me dejo súper relajada cosa que me hacia falta, luego de lo que acababa de vivir en las crueles manos de master z.

Me recorrió suavemente con su lengua, me beso con ternura, tomo mi clítoris entre sus labios y lo succiono rítmicamente, jugo con sus dedos pasándolos por mi ano y cada tanto también su lengua, me metió dos dedos en la conchita, me estimulo de forma gloriosa y me hizo estallar en un orgasmo largo, lánguido y muy profundo y en ese instante de gloria sentí que me moría de placer y también de dolor porque con cada latido de mi corazón era como que la corriente que producía el orgasmo se potenciaba allí en cada lugar de mi piel que master z había torturado y parecía como que nuevamente cada uno de esos puntos era azotado o golpeado o pinchado y todo a la vez en una deliciosa y delirante mezcla que me hizo gemir y retorcerme.

Ella se salió y master z tomo su lugar metiendome su verga enorme y cogiendome con fuerza, entre las oleadas de sensaciones que me producía, sentía como se enterraba y me abría, porque como ya les dije su verga era un enorme hierro candente o por lo menos así la sentía yo en mi interior, cada tanto abría mis ojos y lo veía ahí parado cogiendome inmenso y feroz y me sentía la protagonista de alguna novela del divino Márquez, quizás una jamás escrita, pero la sensación era tremenda, era como si todo el morbo toda la lujuria y el descontrol posibles estuvieran siendo realidad en ese instante y de hecho así era para mi.

Master z exploto en mi interior y lo sentí acabar con furia y gritando y me maravillo esa sensación, porque eso era real, el estaba caliente y estaba gozando conmigo y me encanto eso.

Se salió de mi y se saco el profiláctico y me obligo a tragarme toda su leche y me pareció un delicioso manjar y me sentí muy sucia haciéndolo.

Con la mujer empezaron a desatarme y cuando me pare con mucha dificultad z me tomo por el pelo y me arrastro haciéndome caer, -vamos puta me dijo, mientras me arrastraba por el suelo, yo no tenia fuerzas para resistirme y a esa altura de la velada tampoco lo hubiera intentado, ahí siendo arrastrada volví a tomar conciencia de mi situación, ya que los minutos anteriores fueron de deleite puro y me había olvidado por completo de mi marido, hacia ya un buen rato que no sabia nada de el ni lo veía y quise preguntarle a master z pero el se detuvo, me miro y solo dijo- una palabra mas perra puta y te amordazo nuevamente y eso me pondrá muy furioso, porque me privaras del deleite de escucharte gritar y tendré que compensarlo con alguna cosa muy desagradable, en este momento no te conviene pensar en nada inmunda ramera.

Siguió arrastrándome de vuelta a donde había estado antes y junto a la mujer me pararon y me colocaron las muñequeras y tobilleras que tenían una argolla y esas las engancharon a cuatro cadenas que bajaron del techo. Y comenzaron a elevarlas de manera que quede colgada con los pies a unos 40 cm del piso y muy abiertos y los brazos en cruz y mas arriba en una rara posición que se volvió mas dolorosa a mediada que la cadena se tensaba.

Después la mujer empezó a atarme las piernas con unas tiras de cuero a una especie de marco metálico con lo que quede en una especie de tela araña formada por las tiras de cuero y la cadena, totalmente inmovilizada hizo lo mismo con mis brazos y la posición se volvió dolorosamente incomoda.

A los pocos minutos mientras ella terminaba su tarea master z se paro junto a mi y me obligo a chupar su verga en un raro ángulo yo me sentía ahogada y que el aire me faltaba.

Estando así no veía que tenia el en sus manos y tampoco podía verla a ella.

Z jadeaba –mmm que bueno perra, lo haces muy bien, vez que cuando no piensas en el perro de tu marido lo pasamos de lujo, además para que preocuparte por ese miserable, el ha pagado mucho dinero para que yo disfrute haciéndote llorar así que no vale la pena pensar en el.

Saco su verga de mi garganta y pude respirar un poco mejor.

Vi que el tomaba unas agujas descartables y mirándome con ese brillo especial que ya había aprendido a entender tomo uno de mis pezones lo giro y lo estiro y lentamente empezó a clavar la aguja, grite con todas mis fuerzas, el lo hizo muy lentamente asta que atravesó el pezón y sonriendo me dijo mmm parece que no esta bien veamos y empezó a sacarla y a volver a meterla sin que se saliera y cada movimiento de la agujita era muy doloroso la sentía atravesando mi carne y no podía moverme porque al tensar mis músculos las tiritas de cuero me torturaban y se enterraban en mi piel, llore y gruñí , insulte grite gemí ,después de esa primer aguja repitió la tarea con mi otro pezón y luego empezaron los dos, la mujer y el a clavarme agujas y lo hacían lentamente, sin apuro me fueron clavando agujas en los pechos primero, dejando dos en cada pezón en forma de cruz y también en mi vientre en mi cola y en los labios de mi vagina, todo el asunto fue lento y ellos fueron muy sádicos poniendo las agujas y haciéndolas girar en mi cuerpo metiendolas y sacándolas un poco para volver a enterrarlas mis alaridos fueron agónicos suplique y rogué para que terminaran, me dejaron así un rato, cuando vi que master z comenzaba a filmarme con una pequeña camarita a la vez que la mujer me metía un vibrador en la concha y lo hacia funcionar al máximo de la velocidad, lo que parecía expandirse por todo mi cuerpo haciendo que me latieran las agujas, también ella con su otra mano me apretaba las tetas y los pezones , la cola y la concha haciendo que saliera sangre.

Z seguía filmándome y decía - mmm que bueno no solo te estoy gozando esclava, también me harán ganar buen dinero tu marido y tu, porque esto en los circuitos under vale como oro en polvo, el vibrador me estaba volviendo loca de placer y las agujas y las tiras de cuero me estaban haciendo sufrir tanto como gozaba con el juguete .

Z le paso la cámara a su compañera y se acomodo frente a mis pechos y comenzó a apretarlos con fuerza enterrando mas las agujas y haciendo que algunas se salieran de manera muy dolorosa y yo no pude evitar gemir, gritar y suplicarle que parara, llorar retorcerme y enterrarme aun mas las tiras de cuero en la piel, z me soltó y fue a buscar una vara con la que comenzó a azotarme los pechos y el vientre, nuevamente el dolor que primero se mezclo con el placer traspaso el umbral de lo soportable y creí que me desollaría viva, termino la sesión de varillazos dándome varios en las axilas y le ordeno a la mujer que me sacara las agujas lentamente mientras el filmaba aun desde mas cerca.

Ella lo hizo sabiendo que era filmada, cuidando de no bloquear las tomas, actuando y besándome y lamiendo los hilitos de sangre que aparecían en los lugares de donde sacaba las agujas.

Cuando termino fue a tomar la cámara y z comenzó a azotarme nuevamente, esta vez con el látigo de colas de cuero, no se cuanto duro porque en medio de los dolores sentí que acababa otra vez y me afloje entera transida de dolor, me orine a la vez que sentía que se me aflojaba el esfínter y me sentí mareada y me desmaye.

Cuando volví a tener conciencia, estaba en una cama desnuda y limpia llena de puntitos violáceos donde me habían curado con algún liquido, quise moverme y creí que me moría del dolor, porque me dolía cada cm de mi piel.

Vi que estaba en otro cuarto como una especie de celda de piedra sin mas decorado que los barrotes oxidados y unas antorchas en las paredes que producían una luz danzante muy tétrica.

A medida que pasaban los minutos me fue invadiendo el pánico y junto con el dolor sentí un hambre feroz, había perdido noción del tiempo que llevaba en ese lugar y me sorprendió el descubrirme ahí sin saber como había llegado a esa especie de celda.

No me atrevía a moverme y asta pensar me daba miedo, en eso sentí unos pasos y una risa y la puerta de rejas se abrió y entraron z y la mujer, -vamos puta me dijo z ya descansaste es hora de comer y reponer fuerzas, me miro y se rió diciendo muy despacio las vas a precisar.

Quise obedecer pero no podía pararme, la mujer me tomo por los hombros me alzo y me ayudo a caminar, y volvimos a la sala principal.

Una vez allí me colocaron una muñequera doble y la engancharon a una cadena y comenzaron a izarla dejándome colgada pero con las manos juntas. Note que en un trípode la cámara seguía filmando supuse que tendrían filmado desde que entramos con mi esposo a esta infernal sesión.

La mujer tomo uno de mis tobillos y comenzó a levantarlo asta llevar mi pie en diagonal casi a la altura del hombro, dejándome con las piernas súper abiertas como una bailarina de valet pero congelada en esa posición.

Esa pierna me la ataron y la otra quedo libre, yo a esa altura ya no quería pensar, solo sentía terror y supe lo que es el pánico o lo que para mi por lo menos lo es, asta ese día siempre el miedo estuvo acompañado de pensamientos terribles, imágenes no se pero era algo que pasaba por mi cabeza, en cambio ahora sentía una terror como instintivo algo que no se piensa, mas como animal, miedo en estado puro.

Vi que la mujer traía la cámara para filmar mas de cerca y me espante cuando vi los anzuelos enormes que tenia z en sus manos, median casi diez cm y eran mucho mas gruesos que las agujas, el los examino y me los puso frente a la cara en silencio riéndose, veremos que podemos pescar dijo.

Tomo uno de mis labios abriendo mucho mi conchita, yo no podía verlo por mi posición pero supe lo que haría, sentí como me enterraba el anzuelo y grite, simplemente grite, con toda mi fuerza, fue mas un alarido de dolor que un grito, el me ignoro, la mujer se arrimo a mi y me paso la lengua por la cara, me beso, me metió su lengua en mi boca y después tomado mi boca me obligo a abrirla y me escupió, pero no estuvo conforme y repitió el tramite asta asegurarse de que su saliva diera en mi garganta, me sentí asqueada a la vez que el dolor en los labios me recorría todo el cuerpo, z me dijo, es que tienes que comer algo puta, así que deléitate con su saliva a menos que quieras alguna otra cosa de ella para comer.

Tomo mi otro labio y lo estiro y esta vez con toda velocidad me enterró el anzuelo yo solo gritaba y lloraba y me lamentaba por haber deseado esos juegos sin saber lo que realmente eran.

El junto los anzuelos y estiro asta que sentí que me rajaría los labios, después los separo y estiro al máximo, los retorció, estuvo un buen rato jugando con ellos de todas maneras cual de cada una mas dolorosa,

Después tomo unas tiras de cuero y las engancho a los anzuelos y las ato a la cadena que sostenía levantada mi pirna una tira rodeando mi cintura por mi espalda y la otra por el frente de manera que quedo tirante y abierta mi concha.

Así en esa posición, z se coloco un profiláctico y comenzó a cogerme con violencia, estuvo un buen rato y cuando noto que yo comenzaba a excitarme y ponerme húmeda y cuando yo misma me sorprendí de sentir las oleadas de placer recorrer mi cuerpo, el se salió y la mujer me metió un vibro muy grande y rugoso mientras se colocaba por detrás y me metía su verga en el culo.

En un instante nuevamente tome conciencia de que estaba colgada, con anzuelos en los labios de la concha, con todo mi cuerpo torturado y adolorido sintiendo como una enorme verga me rompía el culo y una degenerada me enterraba un vibrador en la concha y eso me puso infernalmente caliente y en medio de los alaridos y gemidos me escuche diciendo- así mas mas massssssssss!!!!

Y acabe con furia sintiendo que me retorcía y me estremecía de placer.

Después de ese orgasmo z aun estaba en mi culo y saco su verga y fue a ver su obra.

-se que no puedes verte pero te cuento que tu concha se ha rajado y que la única forma de que podré sacar los anzuelos será cortándolos porque están enterrados en tus labios, mujer te ves maravillosa sangrando así y tan expuesta que es una pena desperdiciar este momento.

Y mientras decía eso tomo una vara y comenzó a darme golpes feroces en mi concha y en el culo.

Ya no sentí ningún placer, fue solo dolor y mas dolor y me volví a desmayar.

Cuando volví a tomar conciencia estaba en una cama tipo Luis xv entre almohadones y sabanas de seda, el lugar olía maravillosamente y sonaba una música suave y tranquila. Entro la mujer y sonriendo me dijo en perfecto castellano bienvenida a la humilde mansión de Master z, espero que hayas disfrutado tu velada en la mazmorra, ella traía una gran bandeja llena de comida, ahora nos dejaras cuidarte para que rápidamente te repongas, esta noche te esperan z y tu marido.

Ella me dio analgésicos y unas gotas, me puso pomadas y me hizo masajes y me ayudo a comer y fue maravilloso, porque me sentí una princesa atendida por una servil y amable doncella.

Mas recuperada pero aun adolorida fui guiada por la mujer y aunque insistí no me quiso decir su nombre a un comedor muy lujoso donde comimos un a deliciosa cena de pescado ostras y otros manjares, todo regado con un gran champagne francés y la situación me resulto muy irreal, porque estábamos ahí los cuatro o mejor dicho los tres, porque la mujer era quien servia, charlando de la arquitectura del lugar, de las cualidades del champagne de los muebles o los manjares como si nada y yo me sentía adolorida y excitada a la vez estaba cenando con el sádico master z, servidos por su sádica sirvienta en compañía de mi marido a quien hacia horas que no veía.

Después pasamos a una salita en donde en un enorme televisor z coloco un pequeño video en un adaptador y nos sirvió coñac, me dieron un cigarrillo y me senté en un sillón junto a mi esposo y donde también vino a sentarse z a mi lado luego de poner el play.

Lo que vi es lo que ya les conté y me excito asta la locura asta, casi tener un orgasmo estando ahí sentada entre mi marido y z, viéndome en la pantalla sangrando gritando llorando sufriendo y gozando, también vi horrorizada todo lo que paso durante mis desmayos pero eso lo contare otro día, al igual que toda la sesión de mi esposo, porque esto ya es muy largo.