Feromonas (2)
Continuan las aventuras de Luis en el mundo de la quimica.
Feromonas 2
Descompuesto por el exceso de ejercicio Luis bajaba las escaleras del Metro hechando, literalmente, el higado por la boca. La carrera habia sido casi maratoniana, le pesaban las piernas, el sobre asquerosamente marron, ¿que narices habria en el sobre?, pero lo que mas le pesaba era el haberse beneficiado, sin enterarse, a Lola. - ¡Pobre de mi cuando me coja por banda!
Y es que eso no se le hace a una mujer como Lola. - ¡Mira que petarle el trasero!
Intento tranquilizarse en el anden mientras esperaba el proximo convoy pero el recuerdo de lo acontecido le torturaba la mente. -¿Que pensara esta mujer de mi?, despues de la buena faena que me hizo.... la faena se la he hecho yo, seguro que le dolera por lo menos un mes. A todo esto uno sigue llenito de amor y eso tambien duele, luego cuando llegue a casa me la casco en el baño y en paz. No veas tu las gotitas de las narices lo que hacen, esto es un peligro.
Era la sexta vez que se recorria el anden paseando arriba y abajo, no habia mucha gente en el despues de todo era una estacion secundaria, mientras intentaba poner en orden sus ideas.
-¡Oiga! ¡eh! ¡el del sobre! - La voz, femenina, provenia de un banco en el cual habian tres quinceañeras sentadas que le miraban con burlona sonrisa, una cuarta de ellas se tapaba la boca de su cogestionado rostro sin quitarle ojo de encima, mientras la quinta se retorcia entre risas.
-¿Es a mi? - El convoy entraba en la estacion en ese momento.
-¿Te estas promocionando? - Le pregunto la muchacha, que de inocente solo tenia la carita, mientras que con un dedo le señalaba la entrepierna.
Luis siguiendo la direccion del dedo contemplo con horror primero y sentimiento de ridiculez despues el motivo del jolgorio de las cinco diablesas, la bragueta de sus pantalones abierta por completo mostraba parte de sus calzoncillos y por el elastico se asomaba la anestesiada cabeza de un pene semierecto enfundado en un preservativo de color lila con pinchos y protuverancias.
Hubiera deseado que se lo tragara la tierra, maldijo al potingue de Andresito y a las prisas que lo habian dejado en semejante situacion, un sudor frio le recorria la espalda y se sintio objeto de todas las miradas.
Cuando reacciono salio corriendo en direccion a los servicios de la estacion encerrandose en uno de los retretes manteniendo la espalda contra la pared, resoplaba como una locomotora, se tomo su tiempo y decidio esperar al siguiente convoy para salir de su escondite, sencillamente tenia miedo, miro hacia abajo y con una mano, pues la otra sujetaba el dichoso sobre marron, procedio ha desprenderse del objeto que aprisionaba su pene, escucho como salia el convoy, no entraba nadie en los servicios, espero un par de minutos en silencio, alguien entro en el retrete de al lado y despues de un par de sonoros pedos oyo correr el agua y como salia, se hizo el animo y salio en direccion a los lavabos buscando uno que estuviera en un lugar discreto y alli como buenamente pudo procedio a lavarse el morcilloso apendice que lo diferenciaba de las mujeres.
Acabada la faena y despues de asegurarse que su aspecto era poco menos que impecable se atrevio a abrir un par de centimetros la puerta de los servicios y observar el anden, no habia nadie. Y alli, con la puerta entreabierta, espero pacientemente hasta la llegada del siguiente convoy, que no tardo.
El convoy llego al anden y Luis en el momento que se abrieron las puertas corrio hacia el mirando al frente, intentando olvidar el ridiculo pasado, escucho gente que corria detras de el, cosa normal en un Metro, y no presto importancia al hecho, entro en el vagon y se sintio empujado, procuro dirigirse hacia un hueco en la plataforma donde vio un asidero en la pared al lado de una ventana, el vagon venia bastante lleno, se agarro al asidero y girandose para apollar la espalda las vio.
Estaban alli, delante de el, a escasos centimetros, con una sonrisa picara y burlona, rodeandole, eran ellas, las cinco niñatas que le habian hecho correr y no tenia escapatoria.
Las puertas se cerraron y el convoy salio del anden ganando velocidad rapidamente, movimiento que aprovecharon las nenas para arrimarse mas a el.
-Hola pajarito, ¿donde te has dejado la cola?. - Eso fue el saludo.
-Dejadme en paz. - Casi no le salian las palabras. Estas tenian ganas de cachondearse de alguien.
-¿En paz?, Escuchame bien gilipollas, mis amigas y yo tenemos ganas de saber porque ibas por ahi con el rabo fuera, y encima enfundado, seria interesante averiguarlo pero no tenemos tiempo, ni tiempo ni pasta para irnos de fiesta, asi que no te nos pongas borde porque si no chillare y dire que me has metido mano y mis amigas te señalaran con el dedo, esto es un vagon de metro y aqui va gente decente con ganas de partirle la cabeza a un depravado como tu, ¿entiendes?. Asi que suelta la pasta o chillo.
La sonrisa de la criatura no dejaba lugar a dudas, ¡Y eran cinco mocosas!
Solo, arrinconado, rodeado por las niñas, ¿niñas?, las miro con mas atencion una a una, menudo polvete tenian las niñas, sin duda alguna le encantaria encontrarse con ellas en diferente circunstancias, eran cinco yogurcitos, estas hacia mucho tiempo que dejaron las muñecas, si es que alguna vez jugaron con ellas, y estaban encima de el.
Luis hizo lo que la que llevaba la voz cantante suponia que debia de hacer, miro a la gente que ocupaba el vagon, cada cual iba a su rollo, y entre los mas cercanos habia un individuo de unos cien kilos largos de peso, cara de bruto, la peluda mano con que se cogia al pasamanos no dejaba lugar a dudas en lo referente a partir cabezas, y se metio, apoyandose en la espalda, la mano en el bolsillo con intencion de satisfacer las exigencias de.........
-Ssssssssssssssccccccrrrrrrrriiiiiiiiiiigggggggggggggghhhhhhhhhhh............... , freno el convoy, un tanto salvaje el conductor, al llegar a la siguiente estacion.
A punto estuvo de ir al suelo, falco las piernas como un marino, el mastodonte de detras de los yogurcitos empujo, sin darle importancia, a las criaturas empotrandolas contra Luis dejando un hueco en el vagon que fue rapidamente ocupado por la gente que subio.
Este se quedo mirando los rostros de sus "amigas" intentando descubrir de quien serian esas cinco o seis tetas que se clavaban contra su anatonia. Y de pronto surgio el milagro.
La boca de carnosos labios que momentos antes le hicieran temblar se entreabrio para decir algo, Luis cerro los ojos y penso aquello de "ahora me cascan".
El aroma de la mezcla de pintalabios y chicle de menta le hizo abrirlos justo cuando empezo a ser besado por la lobita que mas cerca tenia, y como besaba la muy guarra, la pequeña y suave lengua de gatita se introdujo entre sus labios y jugueteo primero con sus dientes para mas tarde penetrar mas profundamente e intentar encontrar algo dentro de su boca, primero de forma parsimoniosa alcanzando en unos instantes un estado casi febril.
La mozita le abrazo ,entrelazando sus brazos, en el cuello, poniendose de puntitas con los pies mientras que frotaba sus nada despreciables tetas por el pecho de el, al mismo tiempo que con su lengua se dedicaba a recoger toda la saliva que podia de la boca de el, como si de un manjar se tratara, para bebersela dexpues de saborearla.
No sabria decir cuantas, era imposible, manos le acariciaban los brazos, pierna y sobre todo la entrepierna, asi como de los dientes que le mordisqueaban las orejas y el cuello, solo sabia que el vagon iba lleno hasta los topes y que su pene se estaba poniendo como una barra de acero.
Otra de las lobitas hizo, ocultandose con sus amigas, un movimiento de inmersion arrodillandose ante el y con la impaciencia que delataban sus hermosos ojos verdes bajo la cremallera del pantalon para enterrar alli una pequeña y agraciada mano con el fin de liberar al que Luis creia que en ese momento era el padre de todos los penes, no tardo en conseguir su objetivo, lo contemplo con lujuria, hinchado, venoso, se relamia los labios, lo cogio con las dos manos y empezo a masturbarlo retirando el prepucio hacia atras para despues volverlo hacia delante, lentamente, apretandolo con fuerza, Luis se sentia ordeñado, unas gotas de liquido humedecian el glande lubricandolo.
Los hermosos ojos verdes se cerraron al mismo tiempo que los rojos labios, que cerraban el camino hacia las humedadas profundidades de lo que prometia ser un viaje sin retorno, se abrieron con la sensualidad de una flor y como si de un ritual religioso se tratara, con un gesto de sumision y entrega total, se introdujo el pene en toda su extension, permaneciendo quieta con el dentro, apenas podia respirar.
La boca se le hacia agua a la muchacha, mientras que con una mano se apoyaba en una pierna de el introdujo la otra debajo de una corta falda que apenas tapaban sus bien formados y prietos muslos, aparto hacia un lado las bragas y procedio a masajearse el clitoris buscando un alivio rapido a la calentura que sufria.
Luis sufria mas, su pene permanecia tieso como un garrote pero el efecto anestesico todavia estaba presente, sentia la necesidad de eyacular pero le faltaba ese puntito........., la niña que tenia a sus pies con el pene incrustado en la garganta tragaba saliba y cada vez que lo hacia el notaba una especie de succion y presion que lo volvia loco, como si se hundiera en el esofago de ella.
La niña abrio los ojos, estaban en blanco, parecia en trance, arqueo la espalda y despues de unos espasmos se extrajo el pene de la boca y se apoyo en las piernas de Luis con una sonrisa en los labios que decia mucho de la intensidad de su orgasmo.
La estacion en la que tenia que bajar Luis estaba proxima y la muchacha se puso en pie siendo reemplazada por otra que se le quedo mirando con cara de "te voy a comer".
Tan pronto como se arrodillo engullo de un solo "bocado" el enardecido miembro chupandolo tan furiosamente que el ruido atrajo la atencion del "armario" que miraba a ningun lado por la ventana.
No se lo creia, pero estaba sucediendo a medio metro de el, miro a Luis y este se dio cuenta, miro a las niñas y alucinaba, estas no se daban cuenta.
El "armario" se quedo bloqueado con la boca abierta, Luis le dio un "pellizco" a la que mejor le parecio y cuando esta le miro le señalo con la mirada al "gigante".
- Mejor nos vamos a otro sitio- le dijo mientras le acomodaba el miembro, como buenamente podia, dentro del pantalon.
Empezo a frenar el convoy y se dirigieron a la puerta seguidos por la boba mirada del "armario", Luis sintio que lo llavaban casi en volandas, de hecho los pies no tocaban casi el suelo, tan pronto como llegaron ante la puerta el maquinista, haciendo un alarde de habilidad freno con la suficiente sutileza como para hacer que el "armario", que empezaba a seguirlos con la mirada extraviada, perdiera el equilibrio llendo a parar a la otra punta del vagon despues de arrasar a unos cincuenta pacificos ciudadanos.
La puerta se abrio, Luis se sintio "catapultado" por diez manos que lo guiaban anden abajo, no parecian tener prisa las niñas, de hecho el convoy salio y la estacion quedo vacia.
Lo guiaron por el anden hasta la boca del tunel, alli bajaron a la via y caminaron durante unos veinte metros, las nenas parecia que conocian el camino, hasta que encontraron un pasadizo en la pared, iluminado por una mortecina luz, que conducia a una puerta cerrada con un candado, una de las "nenas" saco un llavero del bolso y tras breves instantes de pelea abrio el candado dando paso libre a lo que parecia un pequeño almacen de mantenimiento olvidado hacia mucho tiempo.
Entraron todos y encendieron la luz tras cerrar la puerta.
Era una estancia cuadrada, en el centro habia una mesa y unas sillas, a un lado unos armarios y una especie de cocina, al otro lado dos literas triples y al fondo una puerta entreabierta dejaba ver parte de lo que parecia el plato de una ducha, asombrosamente todo estaba limpio y listo para revista.
Luis dejo el puñetero sobre encima de la mesa y paso los brazos por los hombros de las chicas mas cercanas a el. Estas se arrimaron cariñosamente y empezaron a desnudarlo, las otras tres no perdieron el tiempo y apartaron la mesa y las sillas a un lado haciendo hueco para despues colocar las colchonetas de las literas en el suelo, formando mas que una cama un tatami.
En un abrir y cerrar de ojos se encontro desnudo sobre las colchonetas rodeado, por cinco descontroladas "niñas" que no paraban de magrearlo y lamerlo desde los dedos de los pies hasta la punta de sus cabellos, parecia un barco velero rodeado de sirenas, con el palo mayor dirigido a los cielos.
La mas rolliza de ellas se subio encima de el y cogiendo el palo con ambas manos lo dirigio hacia la entrada de su nidito de amor, una vez encarado levanto los brazos y apretandose los rollizos pechos se dejo caer, insertandoselo hasta el fondo, miemtras un rugido escapaba por su boca.
Espero quieta unos momentos y levantandose sobre las rodillas se extrajo el miembro hasta que el desnudo y grueso glande de Luis asomaba fuera rozando sus peludos labios deteniendose, respiro cuatro o cinco veces profundamente y volvio a dejarse caer como si quisiera destrozarse las entrañas.
Repitio este movimiento varias veces hasta que empezo a moverse con mas rapidez y sin pausas.
Lo cabalgo, subia y bajaba recorriendo casi toda la longitud de el, cada vez mas rapido, mas fuerte, hasta que cerrando los ojos se descontrolo, perdio el ritmo y entre convulsiones se dejo caer en el pecho de el permaneciendo estatica, bajo la mirada de todos, hasta que levanto el sudoroso rostro y dandole un besito en la nariz le dijo: - Gracias corazon.
Se retiro a un extremo del "tatami", con cara de felicidad, y las demas comprobaron como el garrote de Luis estaba manchado con restos de sangre, asi como los muslos de ella.
La cosa no daba lugar a dudas: se habia machacado ella solita el virgo.
Luis no perdio el tiempo, giro sobre su izquierda y puso a cuatro patas a la primera moza que encontro, ¿serian todas virgenes?, lo dudaba, se puso detras de su nueva victima y cogiendola de las manos estiro de sus brazos hacia atras, obligandola a agacharse mas, coloco su "rabo", como si fuera un manos libres, entre los abiertos labios vaginales, empujando pero sin llegar a meterlo, hizo varias veces el amago de penetrarla consiguiendo que se impacientara y empezara a mover ella sola sus caderas hacia atras buscando la penetracion que no llegaba, una de sus colegas aprovecho y se espatarro delante de ella con la sana intencion de que le lamiera los tiernos pliegues de su humeda y dilatada entrada vaginal.
- Metesela ya, cabron. - Gritaron a espaldas de Luis, al mismo tiempo que le empujaban en el trasero.
Esto provoco una penetracion bestial en la moza, para regozijo de ella, seguido de un mete y saca sanguinario por parte de Luis.
- Aaaarrrgghhhhhhhh...... Siiiiiiii....... Asiiiiiii........ Matameeeeeeeee...
Luis le solto las manos y cogiendola de los cabellos la atrajo hacia el, poniendola de rodillas, sin parar de castigarle la dilatada y chorreante vagina, gotas de flujo resbalaban por el interior de las piernas, le paso un brazo por la cintura sujetandola firmemente contra el mientras que con la mano libre le pellizcaba los erectos pezones. De vez en cuando mojaba los dedos de su mano en los fluidos de su entrepierna para introducirle un par de dedos en la boca, cosa que ella aceptaba chupandolos con deleite. La moza no aguanto mucho la situacion, sus labios pusieron forma de u y como la lobita que era estallo en un orgasmo, aullando, hasta quedar en un estado casi de inconsciencia, relajandole de tal forma qu alli mismo se orino. Luis solto a la chica, que fue a parar de cabeza a las colchonetas y sudoroso se quedo mirando a las otras tres.
¿Quien quiere ser la proxima? - Lo dijo de rodillas, mientras se pajeaba con una mano.
La verdad es que no tengo muchas ganas.
Yo tampoco, quizas otro dia.
Yo en el metro ya me he quedado contenta y ahora.......
Mejor te lavas un poquito y desapareces, ¿vale tio?.
Algo no funcionaba bien, hacia un rato se lo querian comer y ahora.... pasaban de el como... que raro.
Y si te largas, sin lavarte, mejor, tu ya estas acostumbrado a ir montando espectaculos.
Date aire colega, tenemos cosas que hacer.
Lo cogieron de los brazos entre dos mientras la tercera habria la puerta y tiraba su ropa y el sobre al sucio pasillo del exterior. - ¡Afuera con el!
Aterrizar en el frio suelo y sonar el portazo fueron la misma cosa, algo le decia que debia salir de alli cuanto antes, confuso y desorientado se vistio y con el sobre bajo el brazo y los testiculos en tension se alejo en direccion a la via, momento en que paso un convoy, regreso al anden y con paso rapido se dirigio hacia las escaleras, las cuales subio de dos en dos los escalones, mientras le parecio escuchar un tumulto a sus espaldas, giro la cabeza y las vio, tenian cara de pocos amigos, dos de ellas hablaban a grito pelado con la gente que esperaba en el anden mientras gesticulaban señalandole con el dedo. - A correr toca. - Le dijo una voz en su interior, y le hizo caso, corrio, corrio como nunca, por la acera, sorteando a la gente que venia de cara y apartando a los que alcanzaba, se metio en un centro comercial y lo atraveso como una centella para salir por el otro extremo, dos calles mas abajo estaba su destino, el portal de la oficina del notario, trato de calmarse un poco, no era plan de presentarse alli con el aspecto que llevaba, miro hacia atras y parecia todo tranquilo.
Camino calle abajo y escucho un coche de policia que venia de frente a toda velocidad con la sirena y las luces encendidas. La misma voz de antes le dijo, - ¡El sobre! - y se giro deteniendose ante un escaparate ocultandolo contra su pecho. Pasaron de largo.
Siguio su camino y entro en el viejo edificio donde tenia la oficina el notario, tuvo suerte, el portero
estaba ocupado aguantando una bronca de una de las vecinas y paso hacia dentro donde cogio el ascensor y pulso el boton que lo llevaria al cuarto piso.
Aprovecho para parar el ascensor entre dos pisos y ayudandose con el espejo logro conseguir un aspecto mas aceptable, acabando su "apaño" volvio a pulsar el boton y abrio la puerta en el cuarto.
La puerta era tan lugubre como el rellano y la plaquita de metal dorado donde decia lo de "notario" iba a juego con todo, hasta con el plafon ,que apenas daba abasto para iluminar aquel pedazo de escalera, apreto el pulsador y no escucho sonido ninguno, llamo a la puerta con los nudillos, temiendo que esta se desmoronara de puro viejo, y espero pacientemente.
Escucho unos pies arrastrarse al otro lado de la puerta y observo como alguien le examinaba por la mirilla, un cerrojo atrono con su ruido seguido por una cerradura que giro, y giro, y giro sin parar, conto seis vueltas, la puerta se abrio escasos centimetros, una cadena de seguridad impedia cualquier otra cosa y la cara de una mujer de pelo gris, recogido en un moño, con gafas de pasta que en otra epoca pudieron ser negras se asomo y le pregunto con un graznido: - ¿Que desea?
Traigo un sobre de Tecnologias Esteban.
Demelo y espere.
Se lo entrego por la ranura y la puerta se cerro con brusquedad para abrirse del todo al cabo de dos interminables minutos.
¡Este sobre esta roto!. - La mujer blandia el sobre como si fuera un arma arrojadiza.
Me han intentado robar. - Le salio del alma.
Lo miro de arriba hacia abajo dos o tres veces con gesto de asco.
Esta que da pena..... da asco, esa no es excusa.
Señora yo.....
¡Señorita!, si no le importa.
Señorita yo.....
¡Esperese ahi!. - Lo dejo alli plantado, con ganas de enviarla a la mierda, y regreso con un sobre mas pequeño, casi minusculo, que le arrojo desde casi dos metros de distancia. -¡Tome!, deselo a su jefe, ahora, ¡y no lo pierda mequetrefe!. - El sobrecito callo al suelo y cuando se agacho para recogerlo el "mundo" se oscurecio con un portazo y el consiguiente ruido de ferreteria.
-Que dia... que dia llevo hoy. - Se lamento mientras bajaba las escaleras, no tenia ganas de usar el ascensor, pensando en que le tocaria hacer uso de un taxi, pues no se atrevia a usar el metro.
Salio a la calle y espero en la acera hasta que paso un taxi libre y se subio en el.
- ¿Adonde va a ser?
Le dio la direccion de la factoria, no podia presentase en casa con la pinta que llevaba, su esposa se iba a enfadar muchisimo, tenia que asearse antes, aparte de que dudaba mucho que a estas horas estuviera por alli El Mister, ni Alicia ni nadie. Y lo que era mas importante en esos momentos: necesitaba "cascarsela" cuanto antes.