Fernanda y sus amigas III - segunda parte

Le cumplo el deseo a Tanya, vamos al matrimonio de la hermana de Fernanda, descubro a una ardiente mujer en mi suegra. Iniciamos una nueva aventura en familia.

Al llegar a la casa, estaban Fernanda e Tanya con curiosidad de cómo era la pareja de Irina, por lo que empezó el interrogatorio. Les dije que era un chico simpático, tímido y sumiso, como necesitaba ella, las dos se alegraron y quedaron felices que ella estuviera bien acompañada. Luego del breve interrogatorio, Tanya le pregunta a Fernanda cuando nos iríamos de viaje, a lo que esta responde que sería en dos días más. Tanya dice que ella quiere tener su día mañana (al día siguiente), a lo que Fernanda acepta y decide que saldría durante el día para dejarnos la casa. Me despido de las chicas y cuando llego a la pieza, Tanya me dice que me esperará por la mañana, pero que esta noche podría pasarla con Fernanda.

Dicho aquello, Fernanda se desviste y se acuesta a mi lado, pero no sin antes darle un jugoso beso a Tanya en agradecimiento. Tanya se retira, mientras Fernanda me desviste a la vez que me besa. Saca mi pico y empieza a chuparlo y lamerlo como la golosa que es, ella acaricia mi pecho con una mano y con la otra juega a meterme un dedo en el culo. Yo guio sus movimientos con mis manos, le tomo el pelo, la jalo de un lado a otro, luego de unos minutos siento gozar, le aviso y ella, golosa y coqueta, solo sonríe y aumenta el ritmo, hasta que suelto una fuerte descarga en su boca. Ella se traga todo, como una buena niña que es, luego me mira, aún con mi pico en su boca, y me dice:

- ¡Ahora puedes descansar!

A esto le respondo que ahora me toca devolverle el favor, la tomo entre mis brazos, la recuesto en la cama, le doy un enorme y jugoso beso, compartimos mi semen de su boca, beso su cuello mientras acaricio sus pechos, bajo hasta sus pezones, mientras juego con uno entre mis manos, beso y chupo con locura el otro, ella empieza a gemir suavemente al principio. Sigo acariciando sus pechos mientras sigo bajando hasta encontrarme con ese hermoso pico, totalmente erecto, pidiendo ser chupado. Primero le doy pequeñas lamidas, con la punta de la lengua, luego le doy pequeños besos al glande, Fernanda reacciona implorando que se la chupe, la hago sufrir un poco más, hasta que me la meto entera a la boca, chupando hasta el fondo, siento como me cruza la campanilla, era grita de locura y deseo. Luego sigo chupando y lamiendo sus bolas, me las meto a la boca, primero una, luego otra, luego las dos; sigo lamiendo sus piernas mientras le hago una paja, le doy la vuelta me demoro lamiendo su culito, meto la lengua en su agujero, meto un dedo, luego dos, alcanzo a meter tres, cuando la escucho implorar:

- ¡Por favoooooor! ¡Métemela, métemelaaaaaaaaaaa!!!

Le hago caso y se la meto de golpe hasta el fondo, siento mis bolas chocar con las suyas, empiezo un vaivén firme, la tomo del cabello y la tiro hacia atrás, queda de rodillas, dándome la oportunidad de jugas con sus tetas y pajearla al mismo tiempo que le rompo el culo. Ella grita de deseo, se mueve como loca, extasiada de placer. Me pide recostarme para que pueda sentarse sobre mí, lo hago, ella cabalga como una loca, sigo con una mano acariciando sus tetas, mientras con la otra le hago la paja, no pasa mucho hasta que vuelva acabar, esta vez en un orgasmo inmenso. Ella me pide que cambiemos posiciones, yo feliz de tener ese pico hermoso en mi culito, nuevamente, ella se recuesta mientras yo empiezo a cabalgar el pico hermoso y jugar con sus tetas, gritamos juntos de placer y deseo. No pasan más que unos minutos hasta que siento mi culo llenarse de su semen caliente, al mismo tiempo que suelta un grito de placer enorme:

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

- ¡Qué deliciaaaaaaaa!

Nos recostamos, ella se echa sobre mi pecho, sigue acariciando mi pico, me besa, nos abrazamos y nos quedamos en esa posición hasta quedarnos dormidos.

A la mañana siguiente, despierto algo tarde, al abrir los ojos veo como Tanya le chupaba al pico a Fernanda, quién sonreía con malicia, mientras que le decía:

- Hoy él es tuyo, te voy a dejar la casa, ya que debo hacer unas compras para el viaje. Pero,…, ¡aaaaaaaaaaah! Que chupas bien, putita,…, no…

No alcanzaba a terminar de hablar cuando acaba en la boca de Tanya, quién se encontraba de cuatro en el piso. No pude evitar calentarme con la situación y sin que se dieran cuenta me acerque detrás de Tanya y se la meto en el culo, ella suelta un grito de placer, ella levanta más el culo. Fernanda sonríe, nos mira con deseo, y me dice:

- Aprovéchala, disfrútala, a partir de mañana tú eres mío por toda la semana. – Me da un beso, y se aleja caminando hacia la ducha, moviendo su culo de un lado al otro, riéndose mientras se acaricia el culo y las tetas, mirando hacia atrás con cara de golosa.

Siento la ducha, mientras sigo cambiando agujeros con Tanya, ella ya estaba rendida cuando me pide que le llene la vagina, le hago caso, se la meto con más fuerza, intensificando mis movimientos, ella gritaba como loca, como una puta en celo. Acabamos juntos, suelto un poderoso chorro que inunda su mojadísima vagina, ella gritaba de placer. Nos quedamos abrazados unos momentos. Luego me dice que iría a preparar todo para esta tarde, que descansara y que nos juntáramos en dos horas más en el living. La mire con curiosidad, accedí y volví a recostarme, con intenciones de darme una segunda siesta.

Luego de unas dos horas me despierto con la alarma, camino medio dormido al baño para ducharme, cuando veo en la puerta una nota de Tanya que decía : " Te espero en la sala en 1 hora, no te demores" . Fue en ese momento que me di cuenta que yo no había puesto la alarma y probablemente fue Tanya cuando puso la nota. Luego de la ducha, voy al living a juntarme con Tanya y para mi sorpresa también estaba Raúl, el novio de Irina. Nos saludamos, él me da una mirada picara, mientras Tanya se explica:

- Tengo ganas de hacer un trío con dos hombres, Fernanda y mi hermana no cuentan; aunque tienen lo necesario, no son hombres como yo quiero. Por lo que llamé a mi hermana y me "prestó" a Raúl.

Dice esto mientras acaricia el rostro de Raúl y me acaricia el pico por sobre el pantalón. Yo sonrío, Tanya pone cara de coqueta, se da vuelta y besa a Raúl, yo me acerco por atrás la abrazo mientras acaricio uno de sus pechos con una mano, le beso su cuello, le doy pequeños mordiscos en la oreja, con la otra mano acaricio el culito de Raúl. Este gime, sus manos se posan sobre mi culo, apretándome contra Tanya. Empezamos a desvestirla entre los dos, besando y lamiendo cada rincón de su cuerpo, ella tiembla de placer. Tanya, aún de pie guía a Raúl a su vagina, levantando una pierna y posándola sobre el hombro de Raúl, dejando el camino libre para que le devore sus jugos y lama con convicción, mientras yo hago lo mismo en ese culito, fruto de mi deseo, le meto la lengua como si quisiera llegar a lo más profundo de su ser. La siento gemir con más fuerza, hasta el punto en que sus piernas empiezan a temblar. La tomo entre mis brazos y la recuesto en el sofá, mientras Raúl, ya desnudo me empieza a desvestir, mientras Tanya le chupa el pico como una golosa.

Una vez desnudo me recuesto en el sofá y empiezo a chuparle la vagina a Tanya, quien me envuelve con sus piernas, le meto la lengua, juego con su vulva, le meto un dedo, luego dos, sigo lamiendo, la escucho gritar:

- ¡Me vooooy! ¡Me voooooooooooy!

Me aprieta la cabeza con sus piernas en un orgasmo enorme. Luego la tomo entre mis brazos, la levanto y la siento en mi pico, ella sigue chupando el pico y las bolas de Raúl, cabalga como loca, parece poseída. Me pide que se la meta por el culo, le digo que se monte en Raúl, quién a esta altura ya estaba como loco, se la meto de golpe, Tanya grita como loca, con sus dos agujeros llenos de carne latiente. Entre los dos se la metemos y sacamos con violencia, ella grita cada vez con más fuerza:

- ¡Me vooooooy... Aaaaaaaah! ¡Qué placee eeeer! ¡Asiiiii, no paren, no paren!

Gritaba extasiada, se vuelve a correr, su culo latía con mi pico dentro de él, siento como se contrae con cada movimiento pélvico, en un orgasmo enorme e intenso. Raúl y yo acabamos poco despúes que ella, mi semen sale de la comisura de su culo como una explosión de placer. Nos quedamos en esa posición unos instantes. Tanya, totalmente complacida, le dice a Raúl:

- Mi hermana me dijo que chupas como una putita hermosa. Quiero verte chupándosela como la putita que eres.

Tanya no alcanzó a terminar de hablar cuando Raúl, de un salto se arrodilla frente a mí y empieza a chuparme el pico, me acaricia las bolas con una mano, con la otra juega con las tetas de Tanya. Se preocupa de limpiar todo mi semen, aun goteante después de estar en el culo de Tanya. Esta le sigue dando instrucciones a Raúl:

- Ahora te la van a meter por el culo..., se que te gusta. - Lo mira con cara coqueta mientras juega a meterle un dedo en el culo.

- Mientras te la meten tú me la vas a meter a mí, quiero ver tu cara de puta satisfecha  cuando te llenen el culo de leche .

Raúl estaba extasiado, se acomodo con cuidado en la vagina de Tanya, luego levanto su culito para que se la metiera, incluso se lo abrió un poco con una mano para que entrara mejor. Me arrodillo detrás de Raúl, primero le meto la cabeza y empiezo un vaivén despacio y corto, Raúl gritaba de deseo:

- ¡Métela, mételaaaaaaa! ¡No me hagas sufriiiir! ¡Métemela enteraaaaa!

De un solo golpe se la clavo en el culo, mis bolas chocan con sus nalgas, sigo con un vaivén firme, pero violento. Raúl grita cada vez con más fuerza, al igual que Tanya:

- ¡Siento como crece cada vez más! ¡Tu pico se vuelve cada vez más grandeeeeee...! – suelta un grito ahogado de placer

Sigo empujando con fuerza, abriéndome camino en ese culo apretado, Raúl se movía como loco, parecía que no quería soltarme el pico, era como si tuviera manos en el culo, tirando mi pico cada vez más al fondo. No pasan más que unos minutos hasta que siento acabar, Raúl entraba y salía de mi pico a la vez que se movía dentro de Tanya, él empieza a gritar que está por acabar, entre gritos y sollozos Tanya me pide que acabe en culo de Raúl, quién a esta altura ya era toda una puta deseosa, moviendo el culo como si su vida dependiera de ello. Tanya le ordena a Raúl que la mire fijamente, mientras suelto una descarga de semen en el culo de Raúl, quién con cara de putita grita como loca, y suelta su semen en la vagina de Tanya. Me quedo dentro de Raúl por breves instantes hasta que me salgo y me siento en el sofá, para descansar. Hecho esto, Tanya y Raúl se abalanzan sobre mí, como dos putas celosas y se pelean con sus lenguas para lamer las últimas gotas de semen que aun salen de mi pico.

Al poco rato llega Fernanda de su paseo, nos queda mirando a los tres desnudos, yo en el sofá y Tanya y Raúl arrodillados frente a mí, Tanya me tomaba el pico con un de sus manos, mientras que Raúl seguía lamiendo las bolas.

- Al parecer la están pasando muy bien . – dice con cara picara.

Tanya la invita a participar, pero que solo puede gozar con Raúl, que a mí no me podía tocar. Fernanda suelta las compras en el piso bruscamente, mientras se desviste al mismo tiempo. Toma a Raúl por la cabeza y le pone el pico frente a sus labios, este reacciona abriendo su boca, con mi semen aún corriendo por la comisura de sus labios, y empieza a chuparle el pico a Fernanda. Ella le guiaba los movimientos, a veces más rápido, otras más lento, Raúl chupaba y lamía goloso, en un momento le corre una lagrima cuando Fernanda empuja hasta las bolas. Con esta escena me pongo a mil, me dirijo hacia Tanya que se masturbaba como loca, me clavo en su jugosa vagina, jugando con sus tetas, dando pequeños pellizcos en sus pezones, esto la hace retorcerse de placer. Sigo lamiendo su vagina, beso sus piernas, le doy la vuelta, me demoro lamiendo su culo, subo por su espalda, lamiéndola con la punta de la lengua. Terminamos en un apasionado beso, bajo por su cuello, lamo uno de sus pezones mientras con una mano juego con el otro. Sigo lamiendo, con la punta de la lengua, bajando por su vientre, hasta nuevamente llegar a su vagina, a esta altura ya esta mojadísma y ardiente de deseo.  De reojo miro hacia el lado y veo como Fernanda le mete el pico a Raúl, este, sentado de frente hacia Fernanda, salta, cabalgando como loco, mientras Fernanda lo masturba y le chupa el pico.

Tanya entre gritos me implora que se la meta, no me hago esperar y, cariñosamente, le abro las piernas, acomodo la punta de mi pico en entre sus labios vaginales, primero la acaricio con la punta del pico, hacia arriba y hacia abajo, muy despacio, solo acariciando la entrada de su vagina; hago como que meto un poco y la vuelvo a sacar, sigo en este juego por breves instantes, ella se retuerce de placer:

- ¡Méeeeeeetela…! ¡Mételaaaaaa…! – grita con su voz entrecortada

Meto hasta el fondo y se la saco de golpe, una y otra vez, su vagina está tan jugosa que casi resbalo hasta el fondo, casi sin esfuerzo me paseo por su estrecha vagina. Aumento mis movimientos, empiezo a meterla con más y más fuerza, le doy la vuelta, la pongo de cuatro, ella me ofrece su culito, pero esta vez quiero romper su vagina en dos, se la meto de golpe, ella suelta un nuevo grito de placer, con una mano tomo sus caderas y con la otra la tiro del cabello. Sigo cabalgando a esa yegua salvaje con fuerza, ella grita que está gozando, terminamos juntos los dos, unidos en un solo grito de placer. Luego de soltar una primera y fuerte descarga, llenándola entera, ella se libera rápidamente y la segunda descarga le da en sus mejillas y pecho. Me besa y se recuesta sobre mi pecho.

A los pocos segundos de acabar, escuchamos a Fernanda y Raúl gritar de placer, ambos acaban juntos, Fernanda llenándole el culo y este acabando sobre los pechos de ella. Tanya le pide a ambos que le limpien el semen de su rostro y pecho, cosa que ambos gustosos hacen. Nos quedamos recostados unos instantes, Raúl se fija en la hora y nos dice que ya era tarde y se tiene que ir. Habíamos estado toda la tarde disfrutando de buen sexo, sin darnos cuenta ya era entrada la noche. Nos despide con un beso a cada uno y se va.

Fernanda, agradecida de Tanya por dejarla participar, empieza a lamerle la vagina. Le dice a Tanya que me chupe el pico, mientras yo se la chupo a Fernanda. Esta vez no duramos mucho y los tres acabamos juntos en nuestras respectivas bocas. Tanya y yo, quedamos rendidos en el suelo del living, Fernanda dice que iría por unas cervezas y nos dijo que la esperáramos en la cama. Lo que nos pareció una excelente idea, puesto que estábamos realmente cansados luego de esa increíble tarde. Al llegar a la cama, ya recostados los tres, Fernanda nos dice que nos tiene una sorpresa:

- Hablé con mi hermana hoy, ¡estamos invitados al matrimonio los 3! – lo dice con una enorme sonrisa, mientras nos abrazábamos juntos los tres.

Tanya, feliz con la noticia, de un salto se para y sale corriendo a preparar su maleta, ya que nos iríamos al día siguiente. Fernanda y yo no paramos de reírnos de la actitud de Tanya, que corría de un lado al otro con cara de perdida. Nos tomamos la cerveza conversando sobre como afrontaríamos su familia, ella me cuenta que sus padres no aprueban la relación que tenemos, pero los hizo feliz saber que Tanya también iría, dado que ella es mujer. Por otro lado su hermana estaba curiosa de saber sobre esta relación extraña que compartíamos los tres y se moría de ganas de conocernos. Nos dormimos pasado la media noche, a las 7 de la mañana sonó el despertador, como si fuese un castigo. Mientras las chicas se duchaban, yo preparaba el desayuno, luego me voy a la ducha, Fernanda aún estaba en el baño de mi pieza, por lo que aprovecho de chuparme el pico mientras me desvestía, para darme ánimos y energía, dice con mi pico aún en su boca. Me pide que se la meta, que le dé su dosis diaria de pico, antes que me duche, y así lo hago.

Se apoya contra la taza del baño, le empiezo a meter el pico despacio, con suavidad, luego más rápido y más rápido, empiezo a aumentar el ritmo, la intensidad. Se la saco de golpe, me siento en el taza del baño, ella se siente de frente hacia mí, su pico choca contra mi estomago, ella se echa hacia atrás, apoyando sus manos en la pared, permitiéndome chuparle el pico mientras se la meto, Fernanda grita deseosa, como loca, aumento la intensidad de mis movimientos al mismo tiempo que se la sigo chupando con más ganas. Acabamos juntos los dos, ella me lleno la boca de su caliente y delicioso semen, como yo hago lo mismo en su culito.

Nos quedamos abrazados unos instantes, yo me voy a la ducha, medio mareado por todo lo sucedido, Fernanda le cuesta reponerse para ir a vestirse. Teníamos que salir en breve y no teníamos mucho tiempo. Luego del desayuno, subimos los bolsos al auto y comenzamos nuestro viaje, que prometía nuevas aventuras.

Pasaron cerca de 8 horas antes que llegáramos a un conocido balneario del sur de Chile. Nos registramos en un hotel. Subimos las cosas a una cómoda suite, tenía una separación entre el mini living y la pieza, con puertas correderas, era bastante grande con una sola cama de gran tamaño, no necesitábamos más que eso para nosotros. Luego Fernanda llamó a su familia para avisarles que habíamos llegado, estos nos invitaron a la casa de sus papás a cenar. Llegamos a las 9 de la noche, nos abre la puerta Sofía (la hermana de Fernanda) con una hermosa sonrisa. Sofía es una mujer hermosa, de 1,65mts., pechos grandes y firmes, delgada, un culo, aun que un poco pequeño pero redondo y firme, de cabello castaño claro, labios gruesos y con cara de niñita. Las dos hermanas se dan un largo abrazo en la puerta, Fernanda nos presenta, Sofía le regala un suave beso en la mejilla a Tanya, mientras abraza con dulzura, sus manos como que se deslizan a su cintura y culo. Hecho esto, me queda mirando y le dice algo en el oído a Fernanda, ambas sonríen, después me da un fuerte y apretado abrazo, siento sus durísimos pezones clavándose en mi pecho, no puedo evitar una leve erección, Sofía se da cuenta y me susurra al oído:

- No me equivoque contigo, espero que tengamos tiempo para jugar un poco…

Me da un beso en la mejilla, sonríe y nos invita a pasar. Al entrar, nos presenta sus padres, la Sra. Marina y el don Lucio, este último es un hombre de mirada firme, imponente, de abultado abdomen, claramente machista y sin ningún respeto por Fernanda, cosa que me provoca, puesto que no soy de los que aguanta que traten mal a su mujer. Marina, como pide que la llamemos, es una mujer mayor, pero con un cuerpo hermoso de larga cabellera, algo rellenita pero con una cintura marcada, pero con un buen par de tetas, su culo redondo y firme (a pesar de la edad), de labios gruesos y ojos, intensamente, azules; nos saluda efusivamente a todos, aunque igual le desconcertaba la situación, su marido se limito a darnos la mano. También conocimos al novio de Sofía, Esteban, un hombre con mirada perdida, más bien tímido y retraído, no me podía imaginar que se fueran a casar, dado que se veían tan diferentes.

Pasamos a la mesa, nos sentamos intercalados (hombre y mujer) al empezar a comer, don Lucio dispara sobre nuestra “relación” de a tres. Tanya responde que es lo mejor que le pudo pasar, ya que Fernanda es una mujer completa y súper cariñosa, mientras que yo soy el hombre de la casa, el que se encarga de protegerlas, cuidarlas y darles todo lo que ellas necesitan. Fernanda reacciona de igual manera indicando que se siente extremadamente feliz, como nunca lo había estado. Yo solo sonrío y termino la afirmación, indicando que a pesar de ser una familia atípica, somos una familia completa. Marina se emociona con nuestras respuestas y dice alegrarse por nosotros, principalmente por ver a su hija feliz, don Lucio mira con desprecio a Fernanda, indica que ella es el hijo que debieron haber abortado, lo que provoca una reacción agresiva de mi parte. Me paro de la mesa de golpe, levanto la voz (sin gritar) indicándole que no permitiría ese tipo de trato a Fernanda en mi presencia, me disculpo con el resto de la familia e indico que me iría de vuelta al hotel, Tanya y Fernanda se levantan conmigo, le reprochan el actuar a don Lucio, quién queda desconcertado, ya que nadie le había respondido de esa manera antes (según me contó Fernanda cuando llegamos al hotel).

Durante la noche, Fernanda estaba con la mirada perdida y triste, por todo lo sucedido, pero a pesar de todo se siente feliz, me dice estar con pena por la reacción de su padre y por la vergüenza que sintió con sus comentarios. La abrazo, le hago cariño y le indico que no debe sentirse así, sabíamos que esto podía pasar, pero que yo la amo y no iba a permitir que nadie la lastimara. Ella me mira, me da un largo y cariñoso beso. Me pide que llame a Sofía para disculparnos por lo sucedido, entiendo su preocupación y le digo que lo haré por la mañana. Fernanda se despide con un beso y dice que se iría a la cama, solo quería descansar, después de todo estaba realmente cansada. Tanya ya estaba durmiendo, yo le indique que bajaría por un trago y luego volvería a la cama, ella asintió con la cabeza y se fue a dormir. En lo que llego a la recepción me encuentro con Sofía, quien me dice estar preocupada por Fernanda, luego de lo sucedido, le indico que ella ya estaba mejor y se encontraba durmiendo, también le pedí las disculpas necesarias por lo sucedido.

Sofía me cuenta que luego de lo que pasó en la casa de sus padres tanto ella como su madre se sintieron muy avergonzadas, pero felices que alguien, finalmente, puso a su padre en su lugar. Por eso ella había decidido a venir y hablar con Fernanda. Por lo que lamento que estuviera durmiendo. Le dije que iría a tomar un trago en el bar del hotel, que si quería acompañarme, ella aceptó. Nos sentamos en una mesa algo retirada del resto del bar, nuestros tragos llegaron relativamente rápido, nos pusimos a conversar trivialidades por un momento, como para conocernos mejor, luego le pregunté por su novio, le dije que no entendía ese matrimonio, por como vi al tipo durante la cena. Ella me da una mirada coqueta y dice:

- ¿Te estás ofreciendo para tomar su lugar o solo es curiosidad?

Me río y le digo que es curiosidad, ya estoy comprometido con dos hermosas y seductoras mujeres, pero siempre estoy dispuesto a darle una “despedida de soltera” como ella nunca olvidaría. Sofía sonríe, mientras acaricia mi pierna, llegando hasta el pico. Me dice con voz firme y sensual:

- Vamos a tu pieza, despertemos a las chicas y gocemos juntos, hace tiempo que necesito una buena cogida.

No tuvo que pedirlo dos veces, pedimos la cuenta, nos fuimos al ascensor, mientras subíamos (yo estaba en el piso 15) ella se arrodilla y empieza a regalarme una mamada increíble, casi me hace gozar ahí mismo. Llegamos a la habitación tambaleando y chocando con las paredes, sin dejar de besarnos, tocarnos, al entrar a los golpes, ella me empuja sobre el sofá se arrodilla y empieza, nuevamente, a chuparme el pico. Veo que se abre la puerta de la pieza, y aparece Tanya, media dormida aun, nos ve juntos, Sofía levanta la mirada, mientras sigue masturbándome, y la invita a participar, diciendo:

- Nunca lo he hecho con otra mujer, ¿por qué no vienes y participas con nosotros?

Yo sabía que esa era una fantasía de Tanya, por lo que ni siquiera lo pensó, se abalanzó sobre Sofía, las dos se besaban mientras se desvestían, yo estaba extasiado mirando este espectáculo caliente. Sofía se abre de piernas e invita a Tanya a lamerle la vagina, Tanya, en un principio lo hace con torpeza, pero luego se va atreviendo más y lo hace con más seguridad de sí misma, Sofía gozaba como loca, le ofrezco mi pico, ella, golosa, se lo mete en la boca de golpe, me lamia la bolas mientras tenía mi pico en su boca (que delicia de boca tiene esa mujer), Sofía empieza a gritar que va a gozar, cuando nuevamente se abre la puerta, es Fernanda, quién queda atónita con la situación, pero ya empalmada se une a la diversión, sin decir ni una palabra. Mientras Sofía tenía un gigantesco orgasmo, Fernanda se la metía en la vagina de Tanya, quién seguía lamiendo y disfrutando de los jugos de Sofía. Nos vamos los cuatro a la cama, Sofía, como que gateando me pide que se la meta, me acerco por detrás, lamo su vagina, que seguía chorreando, mis lamidas empiezan a subir hasta encontrarme con el agujero de su culo; le meto la lengua, juego con un dedo, Sofía me dice que es virgen de culo, que tenga cuidado, esto me pone más caliente aún, Fernanda se acerca para chuparme el pico, lubricarlo bien, Tanya se pone debajo de Sofía, las dos empiezan a disfrutar de un increíble 69, Fernanda se la mete a Tanya, y yo acomodo la punta de mi pico en ese (hasta entonces virgen) agujero, empujo un poco, siento entrar la cabeza, Sofía gime entre dolor y placer, dejo que su culo se acostumbre un poco, luego meto un poco más y vuelvo a esperar, luego otro poco, hasta sentir como mis bolas chocan con su culo. Empiezo a meterla con más fuerza, Sofía grita de deseo:

- ¡Me partes, me partes! ¡Noooooooooooo…, pareeeees…, sigueeeeeeee!

Aumento el ritmo, estoy a punto de acabar, Sofía a gritos me pide que le llene el culo con mi semen caliente, la espero, las espero, gozamos juntos los cuatro, Fernanda y Tanya se encargan de limpiarle el culo a Sofía quien está rendida de placer y se queda dormida casi de inmediato. Fernanda me besa, mientras Tanya termina de limpiarme el pico, y me dice:

- La idea era que le pidieras disculpas a mi hermana, no que le rompieras el culo. – lo dice con una sonrisa, me vuelve a besar y sigue.

- Pero me encantó verla gozar y disfrutar, se nota que le hacía falta.

Nos abrazamos los cuatro y nos dormimos juntos. Al día siguiente, al despertar, como de costumbre Tanya está chupándome el pico, y Fernanda estaba en el living de la habitación, se escuchan voces. Le pregunto a Tanya con quién estaba Fernanda, quién sin sacarse mi pico de la boca responde:

- Eshta con su mmmmamá! – dice como puede.

Tanya me pide que acabe luego, que nos están esperando. Le tomo la cabeza, aumento su ritmo, pero necesitaba metérsela para acabar más rápido y que pudiéramos gozar los dos. Le pido que se monte sobre mí, ella lo hace y empieza a cabalgar con locura, como solo ella sabe hacerlo. Siento un leve ruido en la puerta de la pieza, Tanya no se da cuenta, levanto un poco la mirada y veo a Marina (la mamá de Fernanda y Sofía) observando con cara de lujuria, como se mueve y goza Tanya, mientras se muerde el labio y acaricia uno de sus pechos. En cosa de unos minutos acabamos los dos, juntos, nuevamente; Marina reacciona rápido, como asustada y cierra la puerta. Tanya sigue montada por unos segundos, nos abrazamos y nos vamos juntos a la ducha.

Al salir, nos vestimos y vamos a juntarnos Fernanda y Marina, las saludamos, al acercarme a saludar a Marina, le digo suavemente al oído:

- ¿Le gusto lo que vio?

Ella quedó atónita, no supo cómo reaccionar, le digo que se quede tranquila. Fernanda me indica que iría a juntarse con Sofía y que Tanya las acompañaría, pero que su mamá tuvo una discusión con su padre, por lo sucedido el día anterior, y se pasaría la tarde en el hotel, me pidió que la acompañara a almorzar y le hiciera compañía, ya que no quería quedarse solo, ni volver a su casa. Yo asentí, le digo que se fuera tranquila, mientras miro a Marina de reojo. Fernanda y Tanya se despiden con un beso y se van.

Apenas nos quedamos solos, Marina se pone nerviosa, le digo que se quede tranquila, que sería nuestro secreto, ella se relaja y me dice que descubrió que su marida le era infiel, pero peor aún que descubrió que era gay y que su amante era el novio de Sofía (dada la reacción de este cuando lo conocí, me hizo mucho sentido todo lo que me contaba). Ella no se atrevía a contárselo a su hija, y tenía mucha rabia por todo lo sucedido, más cuando ya habían pasado algunos años desde que su marido dejó de tocarla, pero como él es muy machista y agresivo, ella tuvo que soportar el hecho de vivir sin sexo. La verdad es que me dio pena el relato, a pesar de ser una mujer mayor, era increíblemente atractiva.

La calmo y le digo que no debería ser así, que ella es una mujer completa, sexy y muy atractiva, a pesar de sus años, como ella me replica. Marina, dirige su mirada a mi pantalón, yo no pude evitar una leve erección mientras hablábamos, Marina me regala una mirada coqueta y dice:

- ¿Eso es por mí o te acordaste del culito de Sofía? – quedé helado, no supe cómo reaccionar.

- Mis hijas me cuentan todo, es bueno saber que tienen alguien que le dé placer. Al menos ellas pueden disfrutar… - remata con una mirada triste y perdida.

No me aguanto las ganas, le robo un beso, ella queda desconcertada por unos segundos, luego sonríe y nos volvemos a besar, acaricio su rostro, su enormes tetas, le saco la blusa, saltan un par de tetas enormes, algo caídas por el paso de los años, pero igualmente sabrosas, me demoro chupando cada uno enormes  pezones, necesito ambas manos para contener cada una de esas hermosas tetas. Marina se pone de pie frente a mí, la ayudo a terminar desvestirse. Yo hago lo mismo, tirando mi ropa hacia un costado. La tomo entre mis brazos y la llevo a la cama, la recuesto con delicadeza, sigo lamiendo su cuerpo, algo entrado en carnes, pero increíble. Me cuesta convencerla que me deje lamer su vagina (ella me cuenta que a su marido nunca le gustó el sexo oral, según me dijo), igualmente lo hago, suelta pequeños suspiros cuando mi lengua encuentra su vagina peluda, con cuidado le meto un dedo mientras me demoro saboreando sus jugos, ella se retuerce y gime, cada vez con más fuerza. Me toma por la cabeza y me dice que ella también quiere probar. Me recuesto en la cama, ella me toma el pico, al principio un poco torpe (era su primera vez), le da besitos cortos en la punta, muy tímida al principio, de a poco se atreve un poco más y va abriendo al boca, una vez que la tiene entera metida en su boca, juega con su lengua, de un lado al otro, yo estoy en el paraíso, esa mujer nació con el don de chupar de un pico. Le digo que si sigue así voy acabar en su boca, ella solo sonríe y aumenta el ritmo, a los pocos segundos suelto un fuerte chorro de semen en su boca, ella se encarga de tragarlo todo, golosa, no deja que se escape ni una sola gota.

La miro con cara de placer y deseo:

- ¡Ahora me toca mí jugar con esa vagina de puta!

Sigo con mis trabajos orales, en su hermosa vagina, le meto y saco la lengua, le meto un dedo, luego dos, con cada lamida ella se retuerce a la vez que gime y grita de deseo. Yo ya estoy listo de nuevo, inventamos un 69, ella sigue gimiendo y gritando, hasta que la siento acabar:

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Cuantooooossss añoooooosss… que deliiiiiiiciiiiiiiaaaaaa!

Como una puta en celo, me pide que se la meta, no tengo piedad, apunto a su vagina y se la clavo de golpe, acompañado de un movimiento duro y seguro. Ella grita cada vez más fuerte, gime con locura, una puta realmente ardiente. Me pide a gritos que le rompa el culo:

- ¡Métemeeeela en el culo, quiero ser una puuuuuuta como mis hijas!!! Quiero ser tu ¡puuuuta!!! ¡Párteme en dooooooossssss!!!

Con ese culo frente mío, esa puta gritando de deseo, fue casi un sueño, sin preparación alguna, sin lubricar ni nada, de su vagina al culo, de golpe, siento mis bolas chocando con su culo, ella suelta un grito enorme, mueve su culo como poseída de placer. Mis movimientos se hacen cada vez más intensos, violentos, siento mis gotas de sudor caer en su espalda. Ella sigue gritando:

- ¡Me voy de nueeeeeeeeeeeeevoooo! ¡Qué deliiiiciiiiiaaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

- ¡Dejame el culo llenoooooooo!!! ¡Te imploro!!!

- ¡Soy tu puta, Soy tu puta!!!

Sus gritos me tenían a mil, suelto un chorro enorme, como hace mucho tiempo no lo hacía, esa mujer era una puta de tomo y lomo. Mi semen chorreaba por sus piernas, ella casi se desmaya de placer. Quien hubiera pensado que esa tierna mujer, era en realidad una puta reprimida y ardiente, deseosa de sexo. Nos quedamos rendidos, abrazados en la cama por unos instantes. Marina me mira con dulzura, me da un beso apasionado, me abraza mientras mira mi pico, se da cuenta que aun sigue saliendo un poco de semen, sonríe:

- No podemos desperdiciar nada, esto se tiene que aprovechar todo. –dice mientras lame las últimas gotas de semen que salen de mi pico.

Vuelve a besarme, me dice que se dará un baño y que luego bajemos almorzar. Le digo que me parece bien, nos vamos juntos a la ducha, una vez adentro me empieza a chupar el pico de nuevo, no cuesta nada a que esté listo nuevamente. La levanto y la pongo contra la pared, ella vuelve a ofrecerme el culo:

- Tú eres mi droga, mi culo es solo tuyo, siempre…

Se la vuelvo a meter, esta vez con más cuidado, pero ella me pide que se la meta de golpe, quiere sentir como la parto en dos, después de meter la cabeza, se la clave con fuerza, seguí un vaivén con la misma intensidad, no tardo mucho en irse y tener su tercer orgasmo, este fue menos intenso que el anterior, pero pude sentir como tambaleaban sus piernas, mientras gritaba de deseo.

Yo también estoy listo, ella me pide que le llene las tetas con mi semen, que era una fantasía que tenía hace tiempo. Se lo saqué y llene esas tetas enormes de semen caliente, ella se relamía las tetas para no desperdiciar ni una sola gota.

Luego de la ducha nos vestimos y fuimos al restaurante del hotel, a los pocos minutos que llegamos, nos encontramos con las chicas, que venían con cara de preocupación. Sofía me regala un beso, Fernanda y Tanya nos dicen que irían a la habitación a dejar las compras y luego bajarían. Sofía se sienta con nosotros. Se dirige a su mamá:

- No va haber matrimonio, pillé al papá con el maricón de mi novio. – dice con cara  de pena pero tranquila.

- Los vi saliendo del mismo motel donde fuimos con las chicas, queríamos pasar un buen rato. Como Uds. seguro lo pasaron…

- Con la Fer y Tanya decidimos que lo mejor sería irnos por unas semanas a Santiago, que dices mamás ¿vienes con nosotros?

Marina, la quedó mirando, lo pensó breves momentos y dijo:

- Antes de irnos, tengo que hablar con el maricón de tú papá, le voy a pedir el divorcio.

- Nos vemos en un par de horas.

Dicho esto, se pone de pie, me besa, abraza a Sofía y se va. Sofía me pregunta que se siente ser el amante de todas las mujeres de la familia. Yo me río y digo que es lo mejor que me pudo haber pasado. Algunos minutos después llegan Fernanda y Tanya, les contamos que Marina aceptó ir a Santiago, las chicas se alegran. Tanya sonriendo, me besa y dice:

- Ahora somos todas tus mujeres y tus putas…, pero yo también quiero ser mamá, Sofía también lo quiere. ¡Vamos a ser una familia de verdad!

Sofía, Fernanda y Tanya sueltan una carcajada. Nos vamos juntos a buscar a Marina, tenemos que empezar nuestra nueva familia en otro lugar. Lo que empezó con una fiesta de matrimonio y una reunión familiar, terminó aumento nuestra ya, atípicafamilia.

Espero les haya gustado.