Fernanda y sus amigas II
Luego de una noche de pasión, empiezan nuestras aventuras diarias. Conviviendo con una hermosa mujer y dos increíbles travestis.
Ya han pasado varias semanas desde que vivimos juntos con Fernanda, Irina y Tanya, nuestras vidas han cambiado enormemente, tener una relación de a cuatro, en ocasiones a ha sido más difícil que lo normal, pero en la mayoría, más gratificante. Tener la posibilidad de vivir lo mejor de ambos mundos, es realmente increíble.
En una ocasión, al llegar después del trabajo, encontré a Fernanda sentada en el sofá, sollozando, con cara de pena. Me acerco, la tomo por la cintura, ella pone su cabeza en mi hombro y, entre suspiros, me dice:
- Nunca pensé que esto me pasaría, ..., me enamoré de ti...
Sigue, suspirando, cada vez con más pena, durante algunos momentos pude ver cómo le caían algunas lágrimas.
- Tener que compartir al hombre que amo, por mi decisión, en mi propia casa, y sin tener tiempo para tenerte para mi sola, no me está haciendo bien.
Casi se me parten el corazón estas palabras, yo también tengo sentimientos por ella, pero al mismo por las demás chicas. En ese momento no podía elegir, no por que tuviera algún miedo, si no que, la situación que estaba viviendo era casi soñada.
Luego de unos segundos, la abrazo con fuerza, nos damos un beso apasionado, la tomo entre mis brazos, nos seguimos besando, ella me acaricia, mientras la llevo a nuestra cama. Al llegar, la pongo con suavidad en la cama, sin dejar de besarla, mientras le quito la ropa, le acaricio su cuerpo, me demoro en sus hermosas tetas, producto de mi locura y desea, sigo acariciando y besando su cuerpo, mientras termino de desvestirla. Le saco su pequeña tanga, con una mano, la siento gemir de placer, con la otra le tomo el pico, la masturbo con suavidad, mientras le chupo el pico y las bolas. La siento gemir con más intensidad, si chupando y jugando con ese hermoso pico, me atrevo un poco más, mientras sigo besando sus piernas y suavemente le doy la vueltas, sin dejar de masturbarla. Le meto la lengua en su culito, a la vez que con fuerza agarro sus hermosas nalgas, su cuerpo se retuerce, ella empieza a temblar de placer, mientras me grita con fuerza:
- No pares!!! Sigue, métemela!!! Por favor te imploro, métemela!!!
La giro nuevamente, la levanto suavemente, acomodo la punta de mi pico en la entrada de su culito, al principio, se la meto con suavidad, la dejo reposar unos segundos para que se acostumbre (a pesar de todo, tiene el culito más apretado que jamás me he comido), sin mediar aviso, se la meto de un solo golpe, Fernanda gime de placer:
- Aaaaaaaaaaaaaaaaah!!! Me partes en dos!!! No pares, sigue, sigue...
Empiezo un vaivén intenso, con mucha fuerza, me vuelve loco ver como sus tetas se balancean de un lado al otro, mientras sigo metiéndosela cada vez con más fuerza. Mientras ella sigue gimiendo de placer, la pajeo con una mano, con la otra le acaricio sus tetas, gime cada vez con más fuerza, a lo que me dice:
- Amor, voy acabar, sigue, estoy acabando aaaaaaaaaaaaah!!!
Salta un chorro enorme de semen que queda sobre mi abdomen y sus piernas. Siento como su cuerpo se relaja, pero a mi aún me faltaba y quería llenarla con mis jugos. De un solo golpe le doy la vuelta, le la vuelvo a meter, esta vez de un solo golpe, el vaivén, esta vez, es más intenso, siento como las gotas de sudor de mi cuerpo caen sobre su espalda, mi cuerpo empieza a temblar de placer:
- Estoy a punto de acabar, mi amor, que delicia!!! - Le grito.
A lo que ella responde:
- Amor, lléname entera, inúndame con tu semen!!!
Apenas controlo una descarga enorme, hace mucho tiempo que no gozaba de esa manera, mi semen salió de su cuerpo de manera explosiva. Chorreando sus piernas, dejándome todo mojando, ambos, finalmente nos recostamos abrazados, exhaustos. Antes de poder decir palabra, Fernanda se abalanza sobre mí, me besa, y luego se dirige a mi pico, para limpiarlo con su lengua, antes de recostarse sobre mi pecho, de manera cariñosa y dulce. Mientras me sigue acariciando el pecho, esta vez de manera tierna, levanta la mirada y me dice:
- Necesitaba esto, sé que tengo que compartirte, pero necesito que me des atención, necesito saber que eres mío. Necesito que me lo recuerdes de tanto en tanto.
Yo le beso la frente, le hago cariño en su cabeza, y le respondo:
Esta es una situación anormal, lo entiendo, y me es difícil tener que lidiar con esto, en ocasiones. Pero te prometo hacerte sentir especial, como tú te mereces, cada día, cada vez que estemos juntos.
Te prometo, darte lo que me pides, cada vez que lo necesites o lo desees.
Fernanda sonríe, nos besamos nuevamente. Nos quedamos abrazados en la cama por un par de horas, hasta que suena mi celular, eran Irina y Tanya, llamando para decirnos que se habían retrasado con unas compras, pero ya iban camino a la casa. Con Fernanda decidimos limpiarnos, las chicas decían que demorarían cerca de 30 minutos, por lo que nos fuimos juntos a la ducha, nos abrazamos bajo el agua, mientras seguíamos acariciándonos, nos excitamos al mismo tiempo, nuestros picos se enlazaban como dos espadas, Fernanda me pide que se la chupe, me arrodillo y lo hago. Ella me acaricia la cabeza, mientras yo sigo chupando, lamiendo sus bolas, mientras le meto un dedo en su culito. Fernanda, nuevamente entre gemidos, dice:
- Quiero metértela, quiero darte el mismo placer que me diste, ..., aaaaaaaaah!!! Date la vuelta, no quiero acabar en tu boca, déjame acabar en tu culito, aaaaaah!!!
Levanto la mirada, la dejo hacer, estaba deseoso que me la metiera nuevamente, me levanto, apoyo mis manos contra la pared, levanto mi culo, mientras ella entra de golpe, se mueve con pasión, siento sus bolas chocando contra mi culo, mientras gemimos juntos:
Que culito más rico!!! - grita Fernanda - Que delicia, sigue moviéndote como la putita que eres!!!
Métemela con fuerza!!! - le digo - Aaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Ella me la sigue metiendo con fuerza hasta que la siento acabar en mi culo, llenándome de sus semen caliente. A esto se da la vuelta, me tira en la tina y se sienta sobre mi pico, mientras grita de placer:
- Aaaaaaaaaaaaaaaah!!! Soy tu puta, tu eres mi machooooooooooooo!!! Sigue metiéndomela, estoy a punto de gozar de nuevo, inúndame, rásgame, párteme en dos!!! Aaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Nuevamente acabo con fuerza, la lleno de semen, Fernanda cae rendida en mi pernas, apenas tenemos las fuerzas suficientes para podernos nuevamente de pie y vestirnos.
Nos vamos a la sala, donde prendemos el televisor, mientras esperamos a las chicas. Al cabo de unos minutos ellas llegan, riéndose, mientras nos cuentan que habían aprovechado una gran liquidación de una conocida casa comercial y compraron regalos para todos. Irina toma a Fernanda por la mano y le pide que la acompañe a la pieza, se acerca al oído de Fernanda, le dice un par de palabras, se besan y se van a la habitación.
Tanya, a su vez, se sienta a mi lado, me besa y me dice:
- Quieres que modele para ti? Compre muchas cosas lindas.
Muevo la cabeza en señal positiva, mientras Tanya se desviste de manera erótica, moviéndose como una putita, como mi putita rusa, primero se pone una pequeña tanguita, luego un sostén transparente, camina de manera sexy, se me acerca, antes de llegar mí, se arrodilla, llega gateando, me saca el pantalón de golpe, mientras me la chupa (no sabían si podía aguantar una tercera vez seguida, pero de seguro tenía que dar mi mejor esfuerzo), la tomo por la cabeza, guío sus movimientos.
Apenas siento acabar, la detengo, la siento en el sofá, le saco su tanguita, para meter mi lengua en su, perfectamente lampiña, vagina. Se la lamo cada vez con más intensidad, como si quisiera penetrarla con mi lengua, ella responde retorciéndose de placer:
- Aaaaaaaaaaaaaah!!! Estoy gozando, estoy gozando!!! No pares!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
La siento gozar en mi boca, mientras sigo aumentando la intensidad de mis lamidas. Casi me implora que se la meta, me recuesto en el sofá, le levanto una pierna mientras se le meto con fuerza, la siento gemir, gritar, estremecerse de placer:
- Así, así, no pareeeees!!!
Cambiamos posiciones, se monta sobre mí, cabalga con locura, sus movimientos son cada vez más intensos, cada vez mayores. La pongo de cuatro, mientras se la meto, intercambiando agujeros, entre la vagina y el culo, ella vuelve a gemir:
- Me voy de nuevo, me vooooooooooooy!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Yo tambien estoy listo, y me sumo al grito:
- Me estoy yendo, acabamos juntoooooos!!! Aaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Ella me pide que le llene la vagina con mi semen, cosa que hago, llenándola, nuevamente suelto una descarga enorme, con tanta fuerza que mi semen se escapa de su vagina, chorreando sus piernas y las mías.
Me quedo recostado sobre su cuerpo, con mi pico aún en su vagina, exhaustos, pero satisfechos luego de vivir un placer enorme.
Luego de unos instantes nos vestimos, en eso llegan Irina y Fernanda, abrazadas y riéndose. Irina me regala una sonrisa mientras me dice:
- Veo que te gusto la ropa que compró mi hermana, parece que la disfrutaron igual que nosotras.
Nos reímos los cuatro, nos vamos a la cocina a preparar la cena. Mientras nos reímos y abrazamos, seguimos jugando entre nosotros, mientras yo preparaba la cena, Irina me la chupaba, en una ocasión mientras Tanya lavaba los platos, llego Fernanda y se la empezó a meter por el culito, Tanya ya no daba más de placer, cuando yo la tomé y se la metí de golpe en su vagina, Tanya gemía como loca al tener sus dos hoyos llenos, seguimos así hasta que gozó como loca, casi se desmaya del placer. La dejamos recostada sobre el piso, cuando levanto la mirada y veo a Irina, de cuatro, abriendo sus culito con las manos, pidiéndome por favor que se la meta.
No tuvo que pedirlo dos veces, llegue casi que dé un salto, me clave en ese culo hermoso metiéndola y sacándola casi que con violencia, ella levanta su culito un poco más, Fernanda se acerca por mi espalda, me acaricia el culo, yo solo la miro y muevo mi cabeza, en señal de consentimiento, Fernanda me lame el culo mientras yo se la meto a Irina. Luego me la mete a mi también, quedo en el medio de las dos, hace tiempo no tenía tan hermosa sensación, Fernanda goza casi de inmediato, llenándome el culo, mientras yo hago lo mismo con Irina, que se retuerce de placer:
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!! Que deliciaaaaaaaaaaaaaaa!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Tardamos en recomponernos. Luego de hacerlo, aún desnudos nos fuimos al sofá, encendimos el televisor, en un momento nos miramos, todos exhaustos pero satisfechos. Nos reímos y nos recostamos, hasta quedarnos dormidos, ansiosos por un nuevo amanecer, y las nuevas aventuras que nos esperan,... juntos.