Feriando con mi tía

La feria, los caballos y las cervezas, invitan a fornicar nuevamente con mi tía.

Disfrutando de la Feria con mi tía.

En mi ciudad, para la época de Navidad nos encontramos en feria, comienzan el 25 de diciembre y terminan el 30 del mismo mes.

En el año del 2.003 habíamos quedado con mi tía disfrutar de la feria ya que el esposo de ella mantenía muy ocupado en su trabajo y con sus amigos. El 25 de diciembre la llame, le dije que ese día empezaba la feria y que la inauguraban con la tradicional cabalgata por las principales calles de la ciudad. Ella me dijo que me alistara para que fuéramos, de inmediato, me aliste, me bañe, me vestí y en mi billetera, por si las moscas, dos condones.

Al rato me llamo y me dijo: "baja que en 5 minutos te recojo". Pasados los 5 minutos llego a la casa, cuando llego, venia vestida con unos Jeans descaderados, una blusa manga larga color rojo, un sombrero y botas. Uffff... estaba además de muy bonita, muy buena, no podía ocultar ni dejar de mirarla. (En ese instante recordé lo que habíamos hecho hace meses, pero eso es otro relato).

Llegamos cerca al evento, cuadramos el carro y bajamos a buscar un sitio para poder ver la cabalgata. Encontramos un sitio y nos sentamos, el calor era insoportable pero el ambiente era muy bueno, solo se veían mujeres lindas, gente bonita y disfrutando del desfile. Mi tía al ver que yo miraba mucho a las mujeres que se encontraban en el lugar me pregunto: "Son muy bonitas no?" yo le dije: "Si, además están muy buenas".

  • Están más buenas que yo? - Pregunto - No, tú estás mas buena - le respondí.

Mi tía es una mujer de 36 años, de senos muy lindos, redondos, con un cuerpo muy bello, abdomen plano y un culito delicioso.

Ella sonrió al oír mi respuesta y en recompensa me dio un beso en la mejilla y me abrazo. Para animar un poco más el ambiente compre unas cervezas, además para calmar el calor que hacia en ese momento. Pasado un par de horas de ver la cabalgata ya estabamos algo prendidos, más mi tía que yo, ya que ella no acostumbra a beber mucho. En un momento y sin pensarlo me dieron ganas de besarla aprovechando la situación. Así lo hice, mientras salíamos de la multitud me acerque a decirle al iodo que estaba muy buena, que me encantaba su culo y sus senos. Ella me miro y sonrió, aproveche el momento y la bese, ella respondió el beso.

Le dije: Bueno, esto apenas empieza, a donde vamos? Ella de inmediato respondió: Quiero que estemos solos, quiero recordar aquella madrugada. La verdad es ese momento no lo podía creer, pensaba que lo que había pasado esa noche hace mucho tiempo era para guardarlo cada uno y no hablar de eso nunca más. Pero al parecer a mi tía la gustaba la pendejada.

Sin vacilar y viendo el estado de mi tía maneje yo a las afueras de la ciudad, donde se encuentran los moteles. Llegamos a uno que es muy acogedor ya que son cabañas rústicas y un ambiente natural. Entramos y solicite una cabaña. Eran como las 7:30 de la noche, ingresamos y antes de bajar mi tía me beso de nuevo.

  • No pense que volviera a hacer esto, pero la verdad me moría de ganas por volver a estar contigo, lo haces muy bien - Me dijo con vos firme y segura. - Tú también lo haces muy rico, pobre de tu maridito lo que se pierde. - Le respondí. - No me hables de él. Ahora solo disfrutemos - replico.

Bajamos del auto y pasamos a la cabaña, era un lugar propicio para poner cachos de lado y lado, ella a su marido y yo a mi noviecita. Ella se recostó en la cama mientras que yo pedía algo de comer. Me llamo y me dijo que me sentara al lado de ella, así lo hice, me senté y al hacerlo ella con unas de su manos me tumbo en la cama. Me beso de una manera magnifica, mi pene crecía con la intensidad de su beso, ella sentía como mi pene crecía cada vez mas y lo tocaba por encima de la ropa, yo mientras la puse encima mío y agarraba su culo encima de su jean, metía mis manos entre sus jeans y sentía sus nalgas, firmes y de piel suave. A la ves sentía sus diminutas tangas que me ponen a mil.

Logre desabotonar su blusa mientras nos besábamos y ella desabotonar mi jean, mando su mano a mi miembro y lo sacó, me lo sobaba y comenzó a darle un masaje a, lo miraba y parecía que quería ponerlo en su boca, y así fue, al momento de mirarlo comenzó a lamerlo por el tronco hasta llegar a la cabeza. En ese instante paso su lengua de arriba a bajo y lo introdujo toco en su boca, comenzó a mamarlo de una forma única, lo sentía delicioso, sus labios carnuditos recorrían mi miembro y se veía espectacular.

Mientras ella se encariñaba con mi miembro, yo quite su blusa y desabroche su jean, ella me ayudaba a quitarse el jean, mientras lo hacia seguía pegada a mi. Al quitarse el jean dejaba ver sus pequeñas tangas, color blanco, se veía espectacular. Mas cuando las tangas me excitan.

Ya desnudos los dos, y después de una mamada increíble, ella empezó a besarme el pecho hasta llegar a mi boca, encima de mí ella acomodaba su raja en mi miembro y lo sobaba. Le quite las tangas y estaba muy mojada, estaba tan húmeda que sin preámbulos mi miembro entro en su vagina fácilmente. Cabalgo por un largo tiempo, podía ver sus senos y su culito firme saltar sobre mi pene. "ahhhh que rico... ahhh.. me encantaaaa que ricoooo ahhhhh" susurraba mientras cabalgaba. Paro y se puso en posición de perrito la cual me invitaba a tener su culito en toda su dimensión. Sin dejar pasar tiempo lo introduje en su ya húmeda vagina, mientras con mis manos agarraba sus caderas y las aferraba a mi, sentia el golpeteo de mis webos en su culo y eso le gustaba a ella, quien comenzó a gemir cada vez más duro. "ahh que rico se sientes tus webitos.... dame más.. dame maaaas...!"

  • Te excita mucho esto no? - Le pregunte - Si, me encanta, dame más.. dame más que quiero sentirlo - respondió.

La voltee y en posición de misionero empecé de nuevo a penetrarla, esta ves arremetía con mas ganas pues quería acabar dentro suyo. Ella me agarraba las nalgas y mi espalda, sentía que venia y ella también estaba llegando a un orgasmo, seguí con el mismo ritmo para llegar al mismo tiempo y así fue, con la ultima penetración llegamos a la vez. Ella extendió sus brazos hacia las barandas de la cama mientras que yo quede tendido encima de ella.

De esa manera tuvimos la primera fornicada de la noche, hubo dos más, no tan intensas, pero si igual de deliciosas.

Espero que este año volvamos a la feria... para darnos un buen remate.