Feo y pollon 2
Sigo viviendo gracias a mi gran pene
Después de encontrarnos Jesús en plena acto nos sentamos hablar no sin antes limpiarnos los restos de la corrida.
Ellos se sentaron juntos y yo enfrente, hablando de la situación me contaron que llevaban muchos años practicando sexo con otras personas de modo liberal y que así eran muy felices, solían preparar fiestas en su casa los fines de semana con amigos cercanos y otros no tan cercanos que aprovechaban y se alojaban en casa.
En medio de la conversación me hicieron bajar al garaje, que realmente no era un garaje estaba lleno de sofás con una barra de bar y una mesa de billar, a lo que Jesús me añadió que estaba totalmente insonorizado.
En la sala aparte tenía un pequeño jacuzzi donde entraban tres personas como mucho, mientras él me contaba todo esto, ella empezó a tocarme a lo que yo respondí quitándome de manera muy educada. Ella me pregunto si no quería nada con ellos o no me había gustado lo que me contaban.
Era el momento de tirarme un órdago yo sabía que mi polla no la tenía mucha gente y podía elegir asique me explique.
Viendo la situación les expuse mis inquietudes, comencé diciéndoles que en esta relación de tres que teníamos yo quería condiciones ya que ahora mismo tenía para elegir a lo que enumere:
1- Quiero un sueldo pequeño, lo justo para darme algún capricho.
2- Quiero ir a vuestras fiestas.
3- Quiero follarme alguna pareja que practique el incesto.
Se miraron entre ellos y después de dibujar una sonrisa en su cara me respondieron que me cumplían las tres, ellos a cambio me pidieron que casi todo el fin de semana le tuviera que pasar allí.
Hicimos una especie de contrato y lo firmamos los tres después de eso, bebimos una copa de champagne. Estábamos hablando cuando Marta miro el reloj a lo que exclamo que era tardísimo. Yo pregunte qué pasaba y ella me contestó que ahora venían una pareja para una reunión de trabajo importante, yo iba a irme pero Jesús me agarro y me dijo que hoy era mi primer día de trabajo y que haría de asistente.
Yo obedecí y espere en la cocina como me dijeron a eso de los veinte minutos empecé a oír que la conversación subía de decibelios la otra mujer empezó a hablar fuerte diciendo: me pides mucho dinero por esa compra.
Después de esas palabras se encendió el llamador y yo entré en la sala como me dijeron que hiciera si sonaba el llamador.
Una vez dentro me detuve a una distancia prudencial de las dos parejas y espere órdenes, Marta fue quien hablo y me ordeno que me bajara los pantalones y el calzoncillo, y yo acto seguido lo hice.
La señora al ver mi rabo dijo en alto: bueno estos dos hombres se podían ir fuera un rato ¿no? y dejarnos con el chaval. Ellos se levantaron y nos quedamos solos los tres, ellas empezaron a desvestirse mutuamente acompañándose de besos y caricias, yo mientras seguía en frente sin moverme.
Ya desnudas se acercaron a mí y empezaron a tocarme entero besándome de arriba abajo haciendo especial hincapié en mi capullo, que empezaba a levantarse. La ejecutiva agarro mi polla y empezó a chupármela pero tenía la boca pequeña y apenas le entraba nada, asique dejo a marta mientras ella me besaba.
Yo estaba ya bastante a tono cogí a las mujeres y las tumbe en el sofá y empecé a lubricarlas en coño a base de lamidas estas gemían mientras se comían sus tetas ya que las dos las tenían grandes. Cuando vi que el coño estaba lubricado dirigí mi polla a el, y la reacción no se hizo esperar, la señora se puso tan tensa que me hizo sangre en la espalda de un arañazo.
Yo iba a parar pero ella insistió en que no lo hiciera, Marta miraba mientras chupaba las tetas de la otra mujer. Esta empezó a gritar ¡Me vas a matar cabrón! Yo estaba muy salido la mujer era muy caliente y empezaba a notar que me correría en breve.
Como si se tratase de una adivina la mujer me dijo que se corría ya y soltó un enorme gemido, yo pare de moverme y la deje respirar estaba muy sudada, una vez cogió aire reconoció que hacía tiempo que no la follaban tan bien.
Allí estábamos los tres yo en medio de las dos mujeres que no dejaban de tocarme la polla llena de jugos de la mujer, Marta quería meterse mi polla pero la otra mujer no quería era muy dominante me agarro de la polla y dijo córrete en mi culo.
Marta escupió un poco para que entrara mejor, pero aun así la revente, me mando sacar la polla estaba claro que la había partido, la mujer no podía ni sentarse.
Una vez visto el poco éxito la mujer agarro mi polla y empezó a masturbarme para que me corriera en su boca, y mi semen no tardo en llegar, pero salió tanto que a la mujer le dio una arcada y vomito allí mismo, por suerte nos pudimos quitar del medio.
Después de este agrio final las mujeres fueron a por la fregona para limpiarlo yo me fui afuera como me ordenaron.
Al rato me mandaron entrar ya solo estaba Jesús y Marta y me dijeron que las negociaciones fueron un éxito habían aceptado las condiciones del trato, y me recalcaron que yo tenía mucho que ver.
Continuará…