Femme/Male/Invitación a un Hetero.
Mis primeros poemas (aunque francamente no sé qué tan bien o mal estarán... :-S )
FEMME
¡Qué delicioso…!
Hay mujeres
Que no requieren
Del calor
De los hombres.
Llámalas
Bacantes.
Yo las llamo
Amantes.
Se besan
Y aún se pasan
Las manos
Por las piernas.
Gozan
Con besos
Y ríen
Entre abrazos.
¿Quién las señala?
¡Alto, iglesia!
Anula tu sentencia.
Rechaza la propia
-indecencia.
¡Amantes
Antiguas
De Europa
Y América!
¡Estampas
De Asia!
¡Delicia
Del África!
Las amo yo.
Continentes
Lejanos
(Como Oceanía)
Se encuentran
Entre abrazos.
Siento sus perfumes
Y siento sus pechos
Vibrar en mi cuerpo
Día tras noche.
Siento deseo
Y no lo niego.
¿Y tú qué sientes?
Una monja...
¿Eso eres?
¿O eso dices?
Atrapada
En un convento.
Hechizada
Por un cuento.
Entre tantas
Mujeres…
¡Que despierten
Tus pieles!
MALE
Deseo eterno
Condenación falsa
Que se alza
En contra del Cielo.
“Existe un dios
Que no desea
Mujeres
Y repudia hombres
De tu condición”.
¿De qué condición?
Háblame claro
Sobre la confusión
De la iglesia y el pecado.
¿Por qué no me puedo
Casar?
A mi amigo lo penetro
Y no imito a Onán.
A mi amigo
Lo honro.
Con él ya vivo
En santo matrimonio.
No deseo a otro.
¿Por qué usted
Vive también
Cono otros hombres
Y lo llama buenas
-costumbres?
No fornico.
Yazgo, amo.
Lo conozco
Palmo a palmo.
¿Me condenaría
El hombre casado
Con María
Por amar a quien amo?
Amó a la amante
De todos los seres;
Hombres
Y mujeres.
Un hombre
Que compartió
Su vida
Con una legión
De apóstoles,
Reiría.
De tu actitud,
Iglesia arpía
Te negaría
Por falsa virtud.
¿De qué mejor forma
Se puede conocer
A tu pareja,
Si no yacer?
Díganme ahora
Qué forma conoce
Para comprender doce.
Dígamelo ahora.
Y ustedes por igual,
Que niegan en balde
La sensualidad
De la carne.
El Cristo sangrante
A la cruz se ata.
Penetraron su carne
Con una lanza.
¿Y qué hacen ustedes,
Fetichistas impíos?
Lo miran.
Le rezan.
Pero nadie
Lo ayuda a bajar.
Lo tienen en el muro
Desnudo, sangrante
En actitud suplicante,
Tapándole el muslo.
¿Qué desea Cristo?
Que la mano de San Juan
Lo acaricie y junte
Su santa sangre
En el santo Grial.
Hacemos tal cual.
Dios nos creó semejantes
A él y a nosotros:
Unos agonizantes,
Otros, intolerantes.
¡Cómo les gusta
Coronar con espinas!
INVITACIÓN A UN HETERO
Se ha acostado
buscando
una caricia
femenina.
Hoy no está ella,
así que acepta
a un hombre
y admite:
“Devuélveme
la vida.
Acaríciame
como mi amiga”.
Él intenta
penetrarla. Ella grita:
“No me gusta así.
Fuera de aquí”.
Él contesta:
“Eres hembra.
No existe
otro placer
ni otra manera”.
“¿Eso pretendes?”
Y piensa fuerte:
“¿Quién te crees
que eres?
¿Los dioses crearon
mi clítoris en vano?
Quita tu verga;
Pásame tu ano”.
Así lo indica
y él
es ahora
quien se retira.
“Goza conmigo
como pretendías.
Entrégate,
si así me querías.
¿No lo has dicho?
Tú también
estás vivo…
¿No quieres placer?”
¿Te burlas
de mi hombría?
¿Qué te da
tanta risa?”
“Que no admites
un lindo placer.
Quiero enseñártelo,
Pero para eso
Yo necesito
tu rostro
encendido
y tu recto listo.
Como cuando ellas
me acarician.
¡Bellas!
Qué delicia”.
“¡Puta!
Tu reputación
está en duda
con esa afirmación”.
“¿Qué me importa?
Goza y ríe.
No tengo una.
Olvida y vive.
Mas yo te digo:
No soy tuya
y más de uno
ya te busca.
Haz lo tuyo
sin miramientos.
¡Es un gusto
de los cielos!”
“¿Me has creído
sodomita?
¿Qué has dicho,
mi invertida?”
“No soy tuya,
ya te digo.
Ni creas
un castigo
a que abras
tu mente,
tu cuerpo y veas
qué se siente.
Es lo mío:
¿Quieres miel?
¡Entrega miel!
Y gózala vivo.
Consigue
quien se deje
y que después
él o ella te entregue.
No en vano
en ese sitio profano
está el misterioso punto
que lleva al orgasmo.
En definitiva,
Mi ruborizado,
como
he señalado:
¡¡¡Encuentra
el gusto
a que abras
el culo!!!”