Feminizado por mis compañeras de departamento II
Nuestro protagonista se adentra más en el morboso mundo de la feminización y comienza disfrutar el placer de ser un mariconcito afeminado.
3
Quede cansado a los pies de Laura. Me dolía todo, mi culo, mis piernas mis brazos y lo peor no había podido venirme. Tere y Laura me miraban con un ápice de desprecio. Mis ojos estaban llenos de lagrimas. Me sentía avergonzado de mi, me preguntaba como había llegado hasta aquí. Como me había dejado envolver, mis pensamientos se turbaban cuando fueron interrumpidos por mis amigas.
“Con esto espero que sepas cual es tu lugar. Sé que es doloroso, pero aprenderás a adorarlo. Te gustará sentirte una reina muy complaciente. Veras que disfrutaras mucho ser el puto de mi perrita Laura.” Dijo Tere viéndome hacia abajo.
-A partir de ahora Laura será tu ama y señora, accederás a todos sus deseos.- Dijo Tere mientras Laura, preciosa con su playerita rosa y su faldita escuchaba con los ojos llenos de ilusión. Con esa cara de niña con juguete nuevo.
-Gracias ama mia, es el mejor regalo que puede darme.- dijo laura mientras se besaban. Tere le hizo un ademán, laura se puso enseñando su hermoso trasero hacia Tere. Y Tere alzo su falda, hizo el calzón a un lado y con dos de sus dedos saco un consolador del recto de Laura.
-Solo por hoy putita en lo que entrenas a este- dijo Tere mientras sostenía el consolador de 14 cms y 2 cms de grueso del ano de Lau.
-Gracias ama mia- le dijo Lau a Tere quien le dio una nalgadita que Laura agradeció tímidamente. Y se acerco hacia mi, me levanto del piso, comenzó a decirme las reglas.
-El macho de esta casa es Laura, ella es nuestra diosa y los dos debemos estar para servirle, pero tu también debes servirme a mi, aprenderás a consentirme, mimarme y darme las gracias aunque te haga sufrir.- Me dijo Laura mientras me sostenía con ternura.
-Ahora vamos a dejarte limpio y precioso, deberás pedirme ayuda para ducharte hasta que aprendas a hacerlo tu solita con el tiempo lo disfrutarás. Una vez limpio veremos algunas otras reglas, pero mientras vamos al baño.- me dijo Laura mientras me guiaba al baño.
-Gracias Lau-, le dije mientras caminaba como borreguito al matadero, fue cuando ella me corrigió, me dijo que a partir de ahora debía decirle ama o señorita y que yo era su… trate de completar la frase diciendo que era su putita, sin embargo descargo su furia contra mis rostro con un bofete que me tiro al suelo.
-Tu no eres una mujer, eres un putito afeminado, un mariconcito para el que una mujer es mucha cosa. Siempre se te ha notado y es por eso que aprenderás a vivir como tal. Como un marica que no puede tener una mujer y se conforma con lamer coñitos y ser penetrado. ¿Entendido?- Dijo Laura con un tono que me dejo helado a ver sus repentinos cambios de humor. Me limite a asentir con la cabeza del miedo que me daba esa mujer.
Llegamos al baño y laura me hizo abrazar la tasa del W.C. me desnudo y me hizo mostrarle el culo, fue cuando recorrió la cortina de baño y observe colgada una bolsa parecida a una compresa con una manguera y un tubo que se ensanchaba en la punta.
-Es un enema esto mantendrá tu colita limpia, tu anito deberá siempre estar impecable, para mi.- dijo Laura sosteniendo el tubito con sus manos, me pidió que me relajará me lo introdujo con suavidad. En ese momento escuche un ruido y sentí agua dentro de mi.
Era una sensación muy rara y a la vez agradable, me llenaba por dentro era muy rico sentir el recorrido del agua por todo mi cuerpo, de pronto comencé a llorar nunca había sentido tanto placer en un mismo día. Vivia una culpa en mi interior estaba siendo humillado de la peor manera, sabia que me tenia que sentir mal, sin embargo lo disfrutaba.
Mi reflexión termino cuando tanta agua en mi se convirtió en un infierno debido a que vi como mi estomago comenzó a expandirse. Me sentía muy pesado. Laura me comento que el enema tenia 2 lts y llevaba uno, sentía que iba a explotar cuando ella me advirtió que no podía soltar el liquido hasta que me lo ordenará.
-puedes soltarlo- dijo Lau después de 10 minutos. La sensación era en verdad agradable, me sentía muy ligero, en ese momento me ordenó desvestirme y me metió a la regadera. Me dijo que era afortunado por no tener bello y no tener que depilarme. Ya terminado el baño, me hizó ponerme la toalla hasta arriba como las niñas. Y me guió hacia su cuarto donde Tere nos esperaba en la cama.
Sobre la cama había unos calzones de licra, un corpiño, unos jeans azules muy ajustados y una playerita tipo polo a rayas. Tere me comento que al ser un mariquita tenia que ganarme el derecho de usar la peluca y el relleno del corpiño. Me ayudaron a secarme y me pusieron un tampón, la ropa me lucia bien, sin embargo me sentía muy humillado, estaba usando ropa de chica y fue cuando mi parte masculina volvió a aflorar y una lagrima escurrió de mi.
-Putito hermoso no llores, tu sabes que es lo mejor. En verdad esto explica muchas cosas, recuerdas que me comentaste que no tenias suerte con las chicas. Es porque todas notamos que en realidad quieres ser como nosotras. Mejor disfrútalo.- Y ahí estaba yo vestido como una mariquita y con la hombria por los suelos, fue en ese momento cuando Tere me mostro un pequeño estuche, lo abrio como cuando se le enseña una joya a una chica y ahí estaba: Un collar de perlas blancas.
-Es para que lo uses cuando te diga. Además siempre deberás usar la ropa que te indique yo o Laura ¿esta claro jotito?-
-Si señorita Tere- Respondí sumisamente, mientras ella me ponía el collar.
-Amo que seas tan mariquita jijijiji- Dijo Laura mientras me acariciaba mi cabeza con ternura y me beso tiernamente la frente. Me puso el collar, y caminamos rumbo a la cocina. Me paro frente al espejo del pasillo y nos vimos, se veia hermosa y radiante no podía creer que a pesar de todo la atracción por Laura invadía todo mi ser. Ella se me acerco por la espalda y recorrió por mi cintura sus brazos, puso sus labios en mi cuello y su respiración me hizo estremecer. Me sentía de su propiedad, hábilmente puso su mano en mi trasero y restregó el tampón que tenia en mi colita a través de la ropa. Me puse a mil, pero me tomó de la mano y llevo hacia la cocina.
Con toda dulzura me enseño donde estaban las cosas y me enseño a preparar un ligero almuerzo de pollo, mientras Tere nos observaba sonriente y acomodaba las verduras. –Parecen madre e hija, bueno una mamá y su hijito jotito- Dijo Tere mientras se sentó en la mesita de la cocina a hacer algunas cosas a las que no les puse importancia.
-Después tendrás que prepáralo tu solito nenito- Dijo Laura guiñándome el ojo con ternura mientras hacíamos la comida, puse la mesa como toda una señorita y comimos. Recogimos, lave los trastes con la supervisión de Laura cuando Tere regreso vestida con una blusa ajustadísima, un pantalón elástico negro y dos bolsas. Nos pidió que nos sentáramos y nos dio instrucciones:
-Hoy estoy muy orgullosa de ustedes, quiero que se pongan la ropita que esta en las bolsas y luzcan monisimas dentro de media hora- Nos dio la bolsas y Laura me llevo a su cuarto, sacamos el contenido sobre la cama y no lo podía creer eran dos playeritas ajustadas en color amarillo con una linea en la aletilla del cuello, desde luego de chica, un brassier para Lau, un corpiño para mi blancos y unas pantis blancas de algodón.
Laura se apresuro a vestirse y me ayudo ahí estábamos los dos vestidos iguales, Laura me adulo como me veia, le di las gracias y nos dirigimos a la sala donde Lau comentó que Tere nos estaría esperando. Nos quedamos en la entrada y Lau le hizo una pequeña reverencia, que me toco imitar a mi. Tere nos dijo que lucíamos muy lindos y que debíamos complacerla con un pequeño show que tenia en mente.
-Como será tu primera vez precioso debes portarte muy bien- Dijo Tere mientras Laura me acomodaba en posición de perrito, después le ordenó a laura que hiciera lo mismo. La hizo gatear hasta su trasero hiciera contacto con el mio, fue cuando Tere quito el tampon de mi colita, y nos mostró un consolador enorme de dos cabezas. Inconcientemente una lagrima rodaba en mi mejilla, era una cosa enorme y bastante gruesa. Note que de un lado estaba poniendo lubricante y se puso a Laura, quien solo soltó un pequeño quejido e inmóvil, espero instrucciones de su ama con una sonrisa de satisfacción.
Tere al ver mis ojos lloroso soltó una carcajada, y me acaricio las mejillas.
-Como te has portado muy bien, le diremos a Lau que te ayude un poco- Me dio una nalgada y ordeno a Laura acercase de nuevo. Tere se puso frente a mi, se veia espectacular, ella era muy bonita ese outifit que llevaba la hacia lucir como una niña buena e inocente, la blusa con cuello redondo adelgazaba a un más su cuello y resaltaba sus hermosos senos a traves de la blusa. Yo estaba hipnotizado con ella, con su belleza, cuando de bruscamente me sujeto mis muñecas y sentí una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo.
Sentí las suaves manos de Laura abriendo mi trasero. Y de pronto una lamidita en mi culito, no paraba de estremecerme placer antes aquella lamida cuando una corriente más suerte me llevo al borde de la excitación, subvente estaba soplando mi húmedo anito. Dejo unos 20 segundos disfrutar esa sensación tan placentera, y llego algo mucho mejor, una lamida más; cada lamida incrementaba el placer moría de calor y mi ano se dilataba, podía sentir la lengua de Lau penetrando mi dilatado culo estaba al borde del éxtasis, gemía y suplicaba más le pedía que no se detuviera de pronto paro y mientras seguía gozando de golpe algo, que después supe era el consolador de dos cabezas invadía mi ano. El dolor era horrible, pero quería que continuara Laura comenzó a moverse, después de unos 5 minutos el dolor se convirtió en placer. Gemía como una doncella, y hasta me pegaba al culo de Lau, Tere miraba extasiada.
Después de un breve tiempo Laura se canso y se despego del consolador quedando yo pegado a el, en verdad deseaba más placer, pero Tere me tenia las manos sujetadas, fue cuando me dijo al oido. –Tu sabes que hacer puto- y recargue la parte del consolador que habia salido de Lau contra la alfombra. De pronto más de ese consolador entro en mi, sintiendo que me iba a romper las entrañas, el morbo y la excitación me hicieron casi convulsionar. Tere me libero una mano en la cual me vine, había salido muchísimo semen que tenia en la mano. Laura guió mi mano a la boca y puse el espeso liquido en mi boca. Su textura y el abundante semen que salio de mi provocaba una sensación de ahogo: una vez más tuve que tragarlo. Caí en las piernas de Tere quien me felicito por tan buen espectáculo. De pronto en su regazo vi a Lau con su culito aun dilatado y una cara de placer que nunca le había visto. En un momento ya los dos hechos polvo, su mirada cruzo con la mía y pude verla con carita de éxtasis y mordiendo su labio, me guiño un ojo y me dijó: Lo mejor esta venir putito hermoso.